miércoles, 26 de agosto de 2015

"D", la marca que condena al derrumbe las casas de los colombianos deportados de Venezuela

"D", la marca que condena al derrumbe las casas de los colombianos deportados de Venezuela

  • 26 agosto 2015
Image copyright Reuters
Image caption Muchos de los colombianos que están siendo deportados viven en casas muy precarias.
Los habitantes de La Invasión, un barrio popular del estado Táchira cerca de la frontera con Colombia, han estado poniendo pequeñas banderas de Venezuela en las puertas de sus casas.
"La idea era mostrar que estamos en paz, que acá no hay guerra", me dice una colombiana del sector de Las Barinitas que pide no revelar su verdadero nombre.
"Pero ellos igual pasaron por encima de nuestras casas como si fueran animales", denuncia, con lágrimas en los ojos.
En algunos casos, literalmente: acá fue donde se grabó, según medios locales de oposición, el video viral en el que una grúa parece arrasar con la casa de quien se cree es un colombiano.
"Juliana" mira el video en mi celular. Sus familiares la acompañan. Ninguno duda que fue acá en La Invasión.
Y todos dan como un hecho que les van a derribar sus casas.
Lea también: ¿Qué pasa en la frontera entre Venezuela y Colombia?
 
Image copyright Reuters
Image caption Los vecinos creen que la "D" se las ponen a las casas que van a demoler.
Desde que acá fue declarado el estado de excepción se puso en marcha una operación policial que ha incluido allanamientos sistemáticos
Tras el paso de los agentes, las residencias son marcadas con una letra: una "D", de demolición, o una "R", de revisión, según la información que manejan los vecinos.
En La Invasión, que se compone de cientos de ranchos en una húmeda sabana, viven miles de colombianos, muchos de ellos indocumentados.
Y era, según el gobierno de Nicolás Maduro, un centro de acopio y logística de mafias donde han arrestado decenas de paramilitares.
 
Image copyright AFP
Image caption Otras casas son marcadas con la "R" que según los vecinos es por "revisión".
Maduro decidió cerrar la frontera y decretar estas zonas en estado de excepción con el objetivo declarado de acabar con el crimen y la escasez que se vive en Venezuela.
Y dice el presidente que hasta que no haya un "mínimo de respeto a la ley" no ve la posibilidad de abrirla.
Mientras tanto, los colombianos de La Invasión –sobre todo los indocumentados– están en proceso de volver, en algunos casos después de décadas, al país que los vio nacer.
Lea también: Qué se dice de la crisis de la frontera entre Venezuela y Colombia en Caracas y Bogotá

Cierre de la frontera

Este miércoles, las cancilleres de ambos países se reúnen en Cartagena para tratar la situación.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que su gobierno protestará por "el maltrato a nuestros compatriotas".
Maduro, por su parte, sostuvo que su gobierno va con el objetivo de crear un plan para una "nueva frontera" en la que la ilegalidad no sea el común denominador, como es ahora.
Acá hay guerrilleros y paramilitares: los habitantes lo dicen con la indiferencia de alguien que ha visto ocurrir lo mismo por décadas.
 Mujeres cruzando el río
Image copyright Reuters
Image caption Muchos de los colombianos que han sido deportados llevaban años viviendo en Venezuela, pero no habían regularizado su situación.
Acá hay pistas clandestinas de narcotraficantes, según reportes del mismo gobierno venezolano.
Acá hay contrabando de gasolina –porque en Venezuela su precio es simbólico– y de productos alimenticios y de higiene –que en Venezuela se venden por mucho menos que el precio del mercado debido a la regulación gubernamental.
Acá la ilegalidad fue durante años parte de la rutina.
Y ahora el gobierno venezolano quiere acabar con eso y culpa de ello a una supuesta migración masiva de lo que llama "paramilitares colombianos".
Lea también: Lo que cruza por el río que separa a Colombia y Venezuela

Adiós

Según el gobierno, en Venezuela hay más de 5 millones de colombianos.
Analistas y expertos dudan de esas cifras, aunque añaden que no hay duda de que es la mayor población extranjera en el país.
 
Image copyright BBC World Service
Image caption Maduro decretó el cierre de la frontera en el estado Táchira hasta nuevo aviso.
La gran parte de ellos llegaron durante los peores años de violencia en Colombia, en los 70 y 80, cuando Venezuela tenía una de las economías más grandes de América Latina.
Pero según el gobierno venezolano, otros colombianos, en este caso paramilitares, vinieron a Venezuela recientemente con el fin de contrabandear y desestabilizar.
Por eso enviaron casi 2.000 militares a la zona de La Invasión, donde los vecinos dicen estar entre mayoría de colombianos.
"Yo no te voy a decir que acá no hay paramilitares; eso yo no lo sé, aunque nunca me he encontrado con uno. Pero sí con guerrilleros", dijo Luz Dari, una colombiana que tiene la ventaja de poseer cédula venezolana, en referencia a los movimientos rebeldes colombianos de izquierda.

Mudanza colectiva

En Las Barinitas se ven, sobre todo, tres cosas: militares, buses del gobierno donde venden comida y camiones de mudanza cargados en parte de colchones, estanterías y enormes bocinas de sonido.
Al menos 1.100 colombianos han sido deportados de Venezuela en menos de una semana, según cifras oficiales.
Pero también hay muchos que ante el temor de ser expulsados, decidieron irse.
A uno de ellos lo vamos a llamar Jaime, pues puso como condición que no se revelara su verdadero nombre porque, dijo, "ya tenemos suficientes problemas".
Jaime, de 50 años, llegó a Venezuela cuando era niño: su familia huía de la violencia política que reinaba en Barrancabermeja, una zona también fronteriza en Colombia.
Hoy Jaime tiene un organizado taller de mecánica en la parte de atrás de su casa, que como todas las viviendas en Las Barinitas, está hecha de desiguales ladrillos y techos de zinc.
 
Image copyright Reuters
Image caption Antes de ser deportados, numerosos colombianos han optado por irse cargando como pueden sus pertenencias.
"Esto yo lo construí con el esfuerzo de toda mi vida", dijo, entre silencios y llanto.
Jaime dice que no ha sido deportado porque los militares lo respetan, ya que es uno de los evangélicos de la zona.
Pero cumple los parámetros: es colombiano y no tiene cédula venezolana. Aunque dice no revender productos de precio regulado.
¿Cómo explica no tener cédula venezolana después de tantos años? "La verdad fue un descuido", me dice y explica que por una cuenta de banco en Colombia prefirió quedarse solo con cédula colombiana.
Jaime no sabe lo que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) sostiene sobre los colombianos deportados: que deberían ser tratados como refugiados por haber llegado a Venezuela huyendo de la violencia en Colombia.
Lea también: Desplazados en Colombia refugiados en Venezuela
Jaime es indiferente a mi explicación sobre los refugiados, mientras me muestra la moto de origen chino que usará en lugar del camión de mudanza para irse a Colombia: en ella montará a su hija, su esposa, su gato y su colchón.
Con esa moto cruzará el río fronterizo.
"Empezaré de cero en Colombia a los 50 años", lamenta.
 
Image copyright BBC World Service

No hay comentarios:

Publicar un comentario