domingo, 23 de agosto de 2015

Encuentran los restos de las monjas "lascivas" de Oxford

Encuentran los restos de las monjas "lascivas" de Oxford

Las religiosas del Priorato de Littlemore fueron conocidas en los siglos XV y XVI por sus polémicas conductas, especialmente de su Madre superiora que llegó a tener un hijo con un cura
Foto: Uno de los cuerpos encontrados por el equipo de Paul Murray (John Moore Heritage Services)
Uno de los cuerpos encontrados por el equipo de Paul Murray (John Moore Heritage Services)

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Un equipo de arqueólogos ha descubierto 92 esqueletos cerca del estadio del equipo local, el Oxford United, que han devuelto a la luz una de las historias más oscuras de la ciudad, la de las monjas del Convento de Littlemore, fundado en 1100 y clausurado en 1525, y que siempre se vio rodeado de polémica. De esos 92 cuerpos 35 son de mujeres y 28 de hombres, mientras que de los restantes no se ha podido determinar su sexo. La posición de uno de los esqueletos, dado la vuelta, dio la pista al equipo liderado por Paul Murray (del John Moore Heritage Services) de que podían encontrarse ante los restos de las religiosas.
Esta posición es utilizada para mostrar un acto de penitencia en los muertos para que puedan expiar sus pecados. Un tipo de entierros reservado para brujas o pecadores. Además, la situación de estas tumbas muestran el deseo de que permanecieran “cerca del corazón de la iglesia”, como explicaba Murray al periódico británico Daily Mail.
Esqueletos en las excavaciones de Oxford (John Moore Heritage Services)
Esqueletos en las excavaciones de Oxford (John Moore Heritage Services)
Datos que corresponden con las monjas de Littlemore que fueron acusados de comportamientos "inmorales y lujuriosos" según los libros de historia de la zona. La última Madre superiora, Katherine Wells, fue acusada de tener un hijo ilegítimo con el sacerdote de Kent al que solía visitar. A ella se le atribuye el 'mérito' de la mala reputación de su orden, que tal como recuerda Eileen Power en su obra Conventos medievales ingleses, era considerado uno de los peores de los que se tienen datos.
Pero no fue la única monja cuyo comportamiento se salió de las normas, en el último año antes de la disolución del convento, otra de ellas tuvo un hijo con un hombre casado de Oxford. A sus actos impuros hay que unir el mal estado de sus instalaciones, ya que existen registros de 1445 que describen las habitaciones del convento como “tan ruinosas que las monjas tenían miedo de dormir en ellas”, lo que las llevó a compartir cama entre sí, además de saltarse otras tantas normas de la congregación, como la prohibición de comer carne, algo que hacían casi a diario en el refectorio.
En 1524, Thomas Wolseym, Lord Chancellor, recomendó tras una visita cerrar la institución, que se transformó en una granja y que ahora servirá de terreno para un hotel. Muchos de los esqueletos encontrados muestran signos de enfermedad, incluida lepra, y el equipo de arqueólogos también ha encontrado un ataúd con los restos de un recién nacido.
La madre superiora, Katherine Wells, tuvo un hijo con un sacerdote de Kent, robó las joyas del convento y maltrataba a las monjas
Según el libro de W.H. Page, Historia del Condado de Oxford, el historial de la Madre superiora Katherine Wells no se limita sólo a su hijo ilegítimo, sino que también habría robado joyas y objetos de valor del convento, además de castigar de forma demasiado severa a sus compañeras cuando criticaban su mal comportamiento, tal como denunció Edmund Horde, del obispado de Lincoln, que acudió a visitar a las monjas por su mala reputación.
Como resultado Wells fue destituida de su cargo y se dejó a las monjas sin ninguna aportación económica. Pero esto no hizo que la antigua madre superiora dejara de protagonizar escándalos. En otra visita que recoge el libro de Page, la realizada por el Obispo Atwater, se descubrió que la antigua Madre superiora no había cesado en sus malos hábitos, ya que seguía maltratando a las monjas, llegando incluso a pegar puñetazos y patadas a una de ellas. Ella se defendió acusando a su compañera de “juguetear con chicos en el claustro”.
En 1518 cesan los registros coincidiendo con la clausura del convento. La única parte que se mantuvo en pie fue la parte pública, que en 2013 fue destrozada por un grupo de vándalos que acudían a un partido de fútbol. Además del equipo de Paul Murray, investigadores de la Universidad de Reading analizarán ahora los restos desdcubiertos para aprender más sobre este tipo de entierros. Tras ello serán inhumados nuevamente, tal como informan en la web www.ancient-origins.es.

 http://www.elconfidencial.com/cultura/2015-06-06/monjas-lascivas-arqueologia_865871/

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