10 frases célebres de Herbert George Wells
Estudió
Biología en el Royal College of Science de Londres donde tuvo como
profesor a Thomas Henry Huxley, conocido como el "Bulldog de Darwin".
Herbert George Wells (1866 – 1946) fue un historiador, filósofo y escritor inglés de novelas de ciencia ficción, conocido por grandes obras como “La máquina del tiempo”, “La guerra de los mundos” o “El hombre invisible” y gracias a las que se le reconoce como uno de los precursores de la ciencia ficción.
Un accidente que lo dejó en cama bastante
tiempo (en 1874) propició que aprovechara el tiempo para leer y
despertara en él el deseo de escribir. Su avidez por la lectura y la
escritura no cesó. Cuando contrajo tuberculosis se centró por completo
en el oficio de escritor, llegando a completar más de 100 obras (muchas de las que posteriormente se han convertido en películas en la gran pantalla).
Toda la obra de H.G. Wells está influida
por sus profundas convicciones. Era de izquierdas y sus obras respiraban
el ambiente del capitalismo y el proletariado en el que, según sus propias ideas, la ciencia y la educación serían los baluartes de la sociedad del futuro en la que la especie humana daría un salto cualitativo.
Murió el 13 de agosto de 1946 en Londres a la edad de 79 años.
Wells sería incluido a título póstumo en el Salón de la Fama de la ciencia ficción de Seattle (EE.UU.) en 1997 por su aportación a este campo.
Os dejamos con sus frases más célebres:
“La civilización es una carrera entre la educación y la catástrofe”.
“A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz”.
“La crisis de hoy es el chiste de mañana”.
“Nuestra verdadera nacionalidad es la humana”.
“Debes perder una mosca para pescar una trucha”.
“La historia humana es en esencia una historia de ideas”.
“El que da con una buena posada, no se ha alejado de su camino”.
“La indignación moral es la envidia con una aureola”.
“Cuando veo a un adulto en bicicleta, no pierdo las esperanzas por el futuro de la raza humana”.
“Una leyenda natural que olvidamos, es
que la versatilidad intelectual es la compensación del cambio, del
peligro y de la inquietud. Un animal en perfecta armonía con su medio
ambiente es un perfecto mecanismo. La naturaleza no hace nunca un
llamamiento a la inteligencia, como el hábito y el instinto no sean
inútiles. No hay inteligencia allí donde no hay cambio ni necesidad de
cambio. Solo los animales que cuentan con inteligencia tienen que hacer
frente a una enorme variedad de necesidades y de peligros”. (La máquina
del tiempo)
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