FERNANDO ARTURO DE MERIÑO, un día como hoy, hace 130 años, el 6 de Julio de 1885, fue nombrado por el Papa León XIII, Arzobispo de Santo Domingo
Fernando Arturo de Meriño , fue un sacerdote y político dominicano. Presidente de la República Dominicana en el periodo 1880-1882
Nació en el paraje de Antoncí, cerca de la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, el 9 de enero de 1833. Criado en el poblado de San Carlos, ingresó al Seminario Conciliar en 1848; ordenado sacerdote el 24 de abril de 1856, cantó su primera misa el 3 de mayo de ese año.
Fue diputado a la Asamblea Constituyente de Moca que redactó la Constitución progresista de entonces. Bajo el protectorado de Santana, Meriño estaba al frente de la Catedral y del Seminario de la ciudad de Santo Domingo para 1858. Con la muerte del Arzobispo Portes y, más tarde, la del padre Gaspar Hernández, abrieron el camino para la jefatura eclesiástica de Meriño. El 25 de febrero de 1859, a los 26 años de edad, es designado en la jefatura de la Iglesia Católica en la República Dominicana. Dos años después, a los 28 años de edad, en marzo de 1861, el Papa Pío IX lo nombró Administrador Apostólico de la Diócesis de Santo Domingo.
Consumada la Anexión el 18 de marzo de 1861, la actitud valiente del elocuente sacerdote se manifestó desde el púlpito con mayor claridad y dureza. La ojeriza de Santana lo obligó a abandonar el país en abril de 1862. Se trasladó a España e inmediatamente después regresó a Puerto Rico. Más adelante estuvo en Venezuela y luego en Cuba. En todos los lugares que permaneció durante su exilio, escribió denunciando y combatió la venta de la soberanía de su patria, consumada por un grupo que no tenía fe en el destino de la nación. Restaurada la República, regresó en el mismo año de 1865 y fue electo Presidente de la Asamblea Constituyente.
Su destino político quedó íntimamente ligado al sector restaurador que, encabezado por Gregorio Luperón, comenzaba a representar los ideales republicanos más progresistas de la nación. Para 1868 al iniciarse la Guerra de Los Seis Años contra el gobierno encabezado por Buenaventura Báez, Meriño alentó a los patriotas e hizo intentos de sumarse a ellos por la frontera del Sur. Derrocado el gobierno de Báez, en 1874, regresó al país en 1875.
Para 1879 ejerció su ministerio como párroco de Puerto Plata lugar donde estaba establecido el Gobierno Provisional presidido por Gregorio Luperón. Meriño jugó allí un importante papel y fue escogido como candidato a la presidencia de la República para las elecciones de 1880. Elegido Presidente tomó posesión el 1 de septiembre de ese año y gobernó al país hasta el 1 de septiembre de 1882.
El presidente Gregorio Luperón creó las bases para los posteriores gobiernos azules. Cumplidos los dos años de gobierno establecidos por la Constitución, se procedió a buscar un nuevo candidato a la presidencia para dar continuidad al gobierno anterior. Luperón escogió al padre Fernando Arturo de Meriño. La gestión de Meriño se inició el 1 de septiembre de 1880 y, a pesar de que se opuso vigorosamente a cualquier tipo de rebelión y anarquía, llevó adelante sus ideales republicanos haciendo de su mandato un ejemplo de gobierno que promueve el avance y desarrollo de la nación. Como presidente, mantuvo un intenso intercambio de puntos de vista y correspondencia con el escritor puertorriqueño y fundador de la Escuela Normal, Eugenio María de Hostos.
Entre 1882 y 1885 fue de nuevo Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Santo Domingo. El 6 de julio de 1885 fue designado Arzobispo y consagrado en Roma por el Papa León XIII, convirtiéndose en el primer nativo en llegar a tal jerarquía. Meriño murió en Santo Domingo, el 20 de agosto de 1906, a los 73 años.
Fernando Arturo de Meriño , fue un sacerdote y político dominicano. Presidente de la República Dominicana en el periodo 1880-1882
Nació en el paraje de Antoncí, cerca de la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, el 9 de enero de 1833. Criado en el poblado de San Carlos, ingresó al Seminario Conciliar en 1848; ordenado sacerdote el 24 de abril de 1856, cantó su primera misa el 3 de mayo de ese año.
Fue diputado a la Asamblea Constituyente de Moca que redactó la Constitución progresista de entonces. Bajo el protectorado de Santana, Meriño estaba al frente de la Catedral y del Seminario de la ciudad de Santo Domingo para 1858. Con la muerte del Arzobispo Portes y, más tarde, la del padre Gaspar Hernández, abrieron el camino para la jefatura eclesiástica de Meriño. El 25 de febrero de 1859, a los 26 años de edad, es designado en la jefatura de la Iglesia Católica en la República Dominicana. Dos años después, a los 28 años de edad, en marzo de 1861, el Papa Pío IX lo nombró Administrador Apostólico de la Diócesis de Santo Domingo.
Consumada la Anexión el 18 de marzo de 1861, la actitud valiente del elocuente sacerdote se manifestó desde el púlpito con mayor claridad y dureza. La ojeriza de Santana lo obligó a abandonar el país en abril de 1862. Se trasladó a España e inmediatamente después regresó a Puerto Rico. Más adelante estuvo en Venezuela y luego en Cuba. En todos los lugares que permaneció durante su exilio, escribió denunciando y combatió la venta de la soberanía de su patria, consumada por un grupo que no tenía fe en el destino de la nación. Restaurada la República, regresó en el mismo año de 1865 y fue electo Presidente de la Asamblea Constituyente.
Su destino político quedó íntimamente ligado al sector restaurador que, encabezado por Gregorio Luperón, comenzaba a representar los ideales republicanos más progresistas de la nación. Para 1868 al iniciarse la Guerra de Los Seis Años contra el gobierno encabezado por Buenaventura Báez, Meriño alentó a los patriotas e hizo intentos de sumarse a ellos por la frontera del Sur. Derrocado el gobierno de Báez, en 1874, regresó al país en 1875.
Para 1879 ejerció su ministerio como párroco de Puerto Plata lugar donde estaba establecido el Gobierno Provisional presidido por Gregorio Luperón. Meriño jugó allí un importante papel y fue escogido como candidato a la presidencia de la República para las elecciones de 1880. Elegido Presidente tomó posesión el 1 de septiembre de ese año y gobernó al país hasta el 1 de septiembre de 1882.
El presidente Gregorio Luperón creó las bases para los posteriores gobiernos azules. Cumplidos los dos años de gobierno establecidos por la Constitución, se procedió a buscar un nuevo candidato a la presidencia para dar continuidad al gobierno anterior. Luperón escogió al padre Fernando Arturo de Meriño. La gestión de Meriño se inició el 1 de septiembre de 1880 y, a pesar de que se opuso vigorosamente a cualquier tipo de rebelión y anarquía, llevó adelante sus ideales republicanos haciendo de su mandato un ejemplo de gobierno que promueve el avance y desarrollo de la nación. Como presidente, mantuvo un intenso intercambio de puntos de vista y correspondencia con el escritor puertorriqueño y fundador de la Escuela Normal, Eugenio María de Hostos.
Entre 1882 y 1885 fue de nuevo Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Santo Domingo. El 6 de julio de 1885 fue designado Arzobispo y consagrado en Roma por el Papa León XIII, convirtiéndose en el primer nativo en llegar a tal jerarquía. Meriño murió en Santo Domingo, el 20 de agosto de 1906, a los 73 años.
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