miércoles, 29 de julio de 2015

EL DERRUMBE,

EL DERRUMBE,
 Más       que  un libro un monumento a la conciencia dominicana.
Esta obra escrita por Don Federico García Godoy, en 1916, el año de la Primera Intervención Militar Norteamericana a la República Dominicana, no es conocido por la generalidad de por la población, muy rara vez se habla de esta joya de la literatura social, historia y política de esta nación.
Esta no es cualquier libro escrito por  un literato,  es la obra de la conciencia de un hombre que profetizo los  acontecimientos que asomaban  a    cernirse sobre las naciones latinoamericana y  el mundo con el surgimiento del Imperialismo Norteamericano. Don Fico, retrata de cuerpo entero en esta volumen lo que pasaría  y esa profesia  fue a principio del siglo XX, (1916).
Este libro confiscado e incinerado por la Fuerza Militar Norteamericana de Ocupación, (1916), editada en  la Litografía “El Progreso”,  no es  conocido señalado anteriormente, esto ocurre cuando un cajón conteniendo los libros debía haber salido  desde la Capital  con destino a Sánchez, que era  el puerto para los embarques  hacia La Vega y los pueblos del Cibao,  a través del Ferrocarril, Sánchez-La Vega. Detenido  por las autoridades norteamericanas, por órdenes del censor, la fuerza de ocupación  al mismo tiempo que ocupaban la nación,   establecieron la cesura. Siendo el Derrumbe la primera víctima.
Federico García Godoy, comienza la obra así: “ Es este un libro de honda sinceridad y desbordamiento de dolor, lo he escrito rápidamente, a salto con el corazón destrozado ante el  espectáculo patético y desesperante de un pueblo de ingentes ejecutorias históricas que presencia sin gestos de viril indignación el pronto desmoronamiento de cuanto constituyen su personalidad y le da  títulos  para figurar honradamente en el número de las republicas l  hispano-americanas que supieron conquistar su respectivas  Independencia en días pretéritos de resonancias épica”
“Perdida la fe en sí mismo, relajada su voluntad, inerte los brazos que en días no muy lejanos esgrimieron  impetuosamente el machete de las campañas liberadoras, sin vislumbrar por ninguna parte la fulguración de salvadores ideales, carente del hombre o de los hombres de intrínseca  virtualidad dinámica que suelen  aparecer como conductores de agrupaciones sociales en .las horas suprema de la historia, ese pueblo no encuentra la fuerza intima capaz d alzarlo frente  al hado adverso para morir honradamente, con la muerte de los pueblos que han sabido esculpir con gloria su nombre en los friscos marmóreos  consagrados por la inmortalidad histórica”
La hora no  puede ser más luctuosa y por  consiguiente menos propicia para apocamientos serviles o atenuaciones cobardes. Es hora de decir altiva  y resueltamente, quien se respeta y respeta la pluma que maneja, lo que se piensa y se siente no sólo como  un deber y como un homenaje  rendido a la verdad austera y serena, sino para que se sepa fuera de aquí que en este pavoroso naufragio de una colectividad nacional desventurada y por muchos respectos digna de mejo suerte, ha habido algunos que, sin apostar de sus convicciones de toda la vida, desde el escollo de su aislamiento, sin intimidarse ante la tormenta que amenaza destruir lo poco de nuestra precaria soberanía que queda en pié, mantiene enhiesta  la insignia  simbolizadora de su inquebrantable adhesión al ideal de los próceres eximios de la redención febrerista
Así inicia esta extraordinaria obra, la profesia que en los tiempos actuales es vigencia en  gran parte del mundo americano, hoy disfrazado del múltiples facetas y  con diferentes componentes pero en el fondo es  el cumplimento de lo expresado por García Godoy, en 1916, y que se esta desenvolviendo en lo interno de nuestro país.
El profesor Juan Bosch, al  escribir el prologo de la  segunda edición,  de la Publicaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Vol. CLXX, Colección Historia  y Sociedad No. 16, Edición a cargo de Emilo Cordero Michel, año 1975. Dice  “El Derrumbe, no circuló. Lo prohibió la censura norteamericana, y Don Federico escribió  luego con el título “En la Colonia Yanqui, en 1920, como también otro trabajo, “La Historia de un Libro (El Derrumbe) donde reproduce la correspondencia que cruzó con el Contralmirante Thomas Snowder de la Armada de los Estados Unidos gobernador militar  de  Santo Domingo. En la  cual reclamaba que se le devolviera su libro”
El Solitario de La Vega Real,  dice en la Historia de un Libro. “Jamás pensé, en mi humidad literaria, que un libro mío pudiera tener  historia, mereciendo los honores de una persecución en realidad de verdad inmerecida e injustas. El secuestro por parte de las autoridades norteamericanas.. la censura aquí establecida, como lo probare algún día, ha sido más arbitraria, dura y humillante que la misma impuesta por  el lápiz rojo de los censores españoles en la épocas  más negras de la  vida de Cuba  y Puerto Rico.
Señala García Godoy,  que el  impresor,  fue  reducido a prisión  y obligado a entregar el manuscrito del libro, haciéndole un largo interrogatorio con relación al número de ejemplares a que alcanzaba la   edición así como otros particulares relacionados con la obra.
Y en comunicación dirigida al Capitán Knapp, jefe  del Gobierno Militar, la reclamación.
Señor.  Por  un aviso de esa ciudad me he enterado, con profunda sorpresa, que en ese puerto se ha impedido el embarque para Sánchez de una caja de libros de mi exclusiva propiedad. . Con esa disposición se comete una gran injusticia, pues no he  violado en nada absolutamente ninguna orden del gobierno militar que Ud. dirige…. Mi libro,  como puede probarse fácilmente, fue escrito e impreso antes de  instalarse el gobierno militar, y tengo el propósito de que no circule en el país, mientras  no se levante la censuras que desdichadamente pesa sobre  el más noble  y excelso atributo de la personalidad humana; la libre emisión del pensamiento  por medio  de la palabra hablada o escrita….. Espero pues, de su ilustración y rectitud, se digne  disponer la devolución de la mencionada caja de libros por ser tal cosa un acto de  estricta  injusticia
La repuesta del  jefe militar  fue;   
Señor. He investigado las circunstancias referentes al libro a que alude en su carta de 30 de diciembre. El censor me ha informado que su libro contiene tales términos que juzga imposible  pueda permitirse su venta actualmente.. He leído extractos del libro y  mi juicio confirma la opinión del  Censor. Los esfuerzos de Ud.  Para  que se  embarcase el libro, como previniendo que su contenido fuese conocido, me manifiesta que en vuestro propio juicio el libro era susceptible de  detención  por el censor….. Como Ud.  Declara que no comenzara la venta de su libro mientras no sea suprimida la censura, peréceme que  en nada se lesionan sus intereses con la detención de ésta  en mano  del Gobierno Militar. …Respetuosamente…. Firmado) H. S. Knapp.”
Sobre el contenido del libro, el autor dice “El Derrumbe,  “ este volumen tiene dos  aspectos principales: mi completa e irreductible  rebeldía a toda abusiva injerencia extranjera en nuestra vida nacional, y mi acerba y fustigadora censura a nuestros pasados y vitandos personalismos, causa principal de nuestras tremendas y numerosas caídas. Respecto a mi oposición  a todo humillante control extranjero en cualquier forma que sea, puedo9 orgullosamente repetir  con el poeta cubano “El mismo soy que  al emprender la marcha”.
En la página 117 de la obra de Federico García Godoy, , EL DERRUMBE,  en el capitulo  señalado como  IMPERIOALISMO NORTEAMERICANO, el escritor vegano  expresa “En el proceso de incubación , el imperialismo yanqui, comienza a exteriorizarse desembozadamente con sus formas y procedimientos, más o menos bien disimuladnos, más  o menos agresivos y brutales, inmediatamente después de terminada la guerra que puso fin al dominio español en Las Antillas


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