miércoles, 1 de abril de 2015

Jesús, resolviendo dudas

Jesús, resolviendo dudas

La figura de Jesucristo está históricamente justificada, pero lejos de cerrarse el tema, cada día surgen nuevos datos o indicios que sorprenden. En una etapa de vuelta a los orígenes y reconocimiento cristiano, como es el período de Semana Santa, volver a dar un repaso a la vida y obra de Jesús puede ser una tarea gratificante.
Para ello Efe entrevista al escritor Francisco José Gómez Fernández, autor del libro "Jesús de Nazaret", de la colección Breve historia, de la editorial Nowtilus. Licenciado en Historia Antigua por la Universidad española de Valladolid, especialista en Antigüedad Tardía, y autor habitual en diversas revista históricas.
"Con respecto a la fecha -del nacimiento de Jesús-, hemos de situarla en uno de los 365 días del año, 7 ó 6 antes de Cristo, aunque en realidad oscila entre el 8 y el 4 antes de nuestra era, quizás en primavera, pero no podemos precisar más", comenta el escritor Gómez Fernández.
Señor Gómez Fernández, la existencia real de Jesús ha sido cuestionada por algunos investigadores, pero usted la deja clara a partir, curiosamente, del Talmud, ¿puede explicarlo?
El Talmud, esto es, los comentarios de los rabinos a la Ley, no es la única obra ajena al cristianismo que habla de Jesús, dando por cierta subsistencia histórica, pero sí que es verdad que es muy elocuente en su exposición. Pese a haber sido expurgada de referencias a Jesús a lo largo de la historia por las propias autoridades religiosas hebreas, en estos escritos, publicados en el siglo IV, se dice lo siguiente: "En la víspera de la Pascua fue colgado Jeshu. Durante cuarenta días antes de que sucediera la ejecución, salió un heraldo y gritó: “Sale fuera para ser lapidado porque ha practicado la hechicería y ha incitado a Israel a la apostasía. Todo el que pueda alegar algo en su favor, que se presente y alegue algo por él”. Pero como nadie se presentó a su favor, fue colgado la víspera de la Pascua. [...] El Talmud babilónico, Tratado Sanedrín 43ª".
Tiene, entonces, gran peso histórico esta anotación...
El hecho de que sea una fuente histórica no cristiana o afín, su antigüedad y coincidencia con otros escritos, hace que los historiadores más serios del periodo y del personaje den por segura la existencia de Jesús de Nazaret.
¿Por qué la Iglesia católica desestimó los denominados "evangelios apócrifos" y cuáles eran las principales discrepancias?
Los evangelios apócrifos, o “escondidos” qué es lo que significa el término griego, fueron rechazados por la iglesia pues, pese a tratar de la vida de Jesús, ofrecían una visión distorsionada o errónea de la existencia y mensaje de éste. Es cierto que no todos poseen el mismo valor histórico, pero en general las informaciones que ofrecen no son fiables por tratarse de obras muy tardías en su elaboración, siendo la más cercana a los hechos la del año 150 poco más o menos.
¿O sea que los evangelios que conocemos son anteriores?
Los evangelios canónicos, todos ellos, fueron redactados antes de finalizar el siglo primero de nuestra era, contando con una característica de la que carecen igualmente los apócrifos: los testimonios sobre el Nazareno son de primera mano. No acuden copiosamente a la fantasía o imaginación como sucede en los evangelios escondidos. De aquí el que los cuatro canónicos sean las fuentes históricas más fiables sobre la vida de Jesús, sin que los últimos descubrimientos, los textos de Nag Hammadi (Egipto) o el Evangelio de Judas, encontrado en el año 2006, hayan hechos aportaciones relevantes.
Usted indica en su obra que el nacimiento e infancia de Jesucristo es un tema "complejo", ¿por qué?
Desde un punto de vista histórico los únicos textos con los que contamos para intentar comprender, o completar, los sucesos relativos al nacimiento e infancia de Jesús son los evangelios canónicos que, como ya hemos dicho, son las fuentes históricas más sólidas de las que disponemos. Sin embargo estos libros son esencialmente obras religiosas, una afirmación de fe sustentada en la vida y los hechos de Jesús, redactada para que los hombres le conozcan y, en palabras del evangelista, "tengan fe en Él". De aquí el que sea complicado separar la parte puramente histórica de aquella creada con un fin espiritual, o constituya exclusivamente una profesión de fe.
Es decir, que en lo referente a esos años de Jesús joven podría haber cierta fabulación...
Resulta muy difícil discernir si los acontecimientos del nacimiento y la infancia de Jesús que se nos relatan se dieron en realidad, si sucedieron todos o si, simplemente, fueron como se narran.
"Jesús habla en ochenta ocasiones de sí mismo como el “Hijo del Hombre”, una expresión enigmática, propia del lenguaje apocalíptico, sobre la que hay múltiples interpretaciones. Una primera es la que dice que se trata de una mala traducción del arameo al griego y que sería más correcto hablar de “Hijo de Hombre”, significando así su condición humana", comenta a Efe el autor de "Jesús de Nazaret".
¿Cuál es la teoría más aceptada sobre la fecha del nacimiento de Jesús y el lugar?
Realmente no sabría decirlo, pues no he hablado con la totalidad de los investigadores. Hay argumentos tanto en un sentido como en otro. Algunos creen que Cristo no nació en Belén, sino que “se le hizo nacer allí”, pues era el lugar en el que debía ver la luz el Mesías, según las profecías judías.
EL APODO DE NAZARENO
Efectivamente, según se recoge en Miqueas 5,2, como apunta el experto: “Y tu Belén-Efratá, pequeña entre los millares de Judá, más de ti me saldrá Aquel que ha de reinar en Israel. Sus orígenes vienen de antiguo, desde días lejanos”.
¿Algún otro dato relevante en este sentido?
Algunos investigadores opinan que el famoso censo de Augusto, que obligó a María y a José a trasladarse a Belén, nunca existió, pues no hay rastro de él en las fuentes escritas; e insisten en que el apodo del Nazareno señala el lugar de nacimiento de Jesús.
Pero existen más opiniones... 
Efectivamente, otros estudiosos piensan que,  los evangelios de Lucas y Mateo, tratándose de dos tipos de escritos independientes entre sí, que bebieron de diferentes textos e informaciones, sin embargo coinciden en señalar a Belén como lugar de nacimiento, así pues este debió ser el lugar del alumbramiento. En su apoyo se encuentra la temprana tradición cristiana de las comunidades de Judea, que pronto identificaron el lugar, así como el intento del emperador Adriano de borrar, en el siglo II, todo vestigio de judaísmo y cristianismo, plantando sobre el lugar de nacimiento de Jesús un bosque sagrado dedicado a la divinidad clásica Tammuz Adonis.
¿Y sobre la fecha?
Con respecto la fecha, y con el fin de ser lo más escueto posible, pues el tema da para un largo parlamento, hemos de situarla en uno de los 365 días del año, 7 ó 6 antes de Cristo, aunque en realidad oscila entre el 8 y el 4 antes de nuestra era, quizás en primavera, pero no podemos precisar más.
¿Qué opina de la matanza de los santos inocentes? ¿Existen pruebas documentales de algo así?
Realmente no, no existen pruebas documentales, tan solo la cita del evangelio de Mateo. En este caso hemos de decir que es especialmente significativo el silencio del historiador judío Flavio Josefo, biógrafo del rey Herodes el Grande quien, según el relato evangélico, ordenó la matanza.
Josefo no conoció personalmente al soberano pero sí tuvo información directa, y relató detalladamente la vida y obras del mismo en su libro "Antigüedades Judías". Sus fuentes fueron principalmente los escritos de Nicolás de Damasco, consejero del rey e historiador en su corte, por lo que, al no hacer éste referencia a un acontecimiento tan señalado en su obra, contando como contaba con información tan clara, se ha pensado que el hecho no se dio.
¿Pero existe la duda...?
Existe la posibilidad de que un hombre de la crueldad tan extrema de Herodes, que hizo matar a buena parte de su familia, hijos incluidos, ordenase este crimen solo en el área de Belén, donde no habría más de una treintena de niños de esa edad y que, por ello, el hecho no destacase como para pasar a las crónicas de la corte. Sin embargo esto es solamente una hipótesis, no hay ningún dato que la corrobore.
“HIJO DE DÍOS, “HIJO DEL HOMBRE” Y “MESÍAS”
Para muchos historiadores y también exégetas, la narración evangélica responde a un intento de hacer coincidir determinados pasajes de la infancia de Jesús con los acontecimientos vividos durante la niñez por Moisés, la otra gran figura religiosa de los judíos, amenazado igualmente en sus primeros momentos de vida por otro monarca, el Faraón.
"Ambos personajes estaban llamados a convertirse en guías de su pueblo, de aquí el deseo de identificación del Nazareno con el patriarca hebreo, cuya misión era esencial en el relato histórico y religioso de Israel", comenta Francisco José Gómez Fernández.
Usted matiza en su obra entre Jesús, "El hijo de Dios", "El hijo del Hombre" y "El Mesías", podría aclararnos estos conceptos históricos.
La expresión “Hijo de Dios” ha dado lugar a cierta discusión entre los estudiosos. De una parte están los que opinan que Jesús la empleaba pues se sentía, real y directamente, hijo físico de la divinidad. De otra, algunos estudiosos señalan que esta expresión se utilizaba ocasionalmente, ya en el Antiguo Testamento, por personas que se sentían especialmente queridas por Dios sin que por ello mediara la filiación divina.
"El término de Mesías, Jesús no lo aplicó hacia su persona hasta poco antes de morir. Algunos investigadores han creído por tanto que Jesús no se consideraba tal, sin embargo parece más probable, que considerándose el “Salvador”, no se proclamase tal por razones de pura prudencia", comenta el experto.
¿Y en el Nuevo Testamento?
En todo el Nuevo Testamento solo aparecen siete citas en las que se dice que Jesús es Dios, lo que hace sospechar que pudieran ser afirmaciones introducidas en el texto sagrado por las primeras comunidades cristianas. No obstante, la excepcional familiaridad y afecto de la expresión "abba" - papaíto-, con la que Jesús, parece cierto, se refería a Dios, tal y como un niño lo hace con su padre, hace pensar que realmente se sentía hijo suyo.
Sobre el concepto "Hijo del Hombre", ¿qué nos puede decir?
Jesús habla en ochenta ocasiones de sí mismo como el “Hijo del Hombre”, una expresión enigmática, propia del lenguaje apocalíptico, sobre la que hay múltiples interpretaciones. Una primera es la que dice que se trata de una mala traducción del arameo al griego y que sería más correcto hablar de “Hijo de Hombre”, significando así su condición humana. Otra explica como Jesús se refiere a sí mismo en un sentido doble, por una parte como Mesías y, a través de esta expresión, como hombre humilde, esto es, divinidad y humanidad unidos en una misma persona.
¿En cuanto a la palabra Mesías?
El término de Mesías hemos de decir que Jesús no lo aplicó hacia su persona hasta poco antes de morir. Algunos investigadores han creído por tanto que Jesús no se consideraba tal, sin embargo parece más probable que, considerándose el “Salvador”, no se proclamase tal por razones de pura prudencia.
Semejante título llevaba aparejado un reconocimiento como líder político o militar, que hubiese puesto en marcha la maquinaria de control romana, atenta siempre a los estallidos religioso-nacionalistas, actuando expeditivamente contra el Nazareno y sus seguidores. El debate hoy se encuentra, más bien, en saber qué tipo de Mesías se consideraba, si político o espiritual.
Para finalizar ¿qué peso histórico tiene la resurrección de Jesús, o solo debería entenderse como algo metafórico?
Ciertamente parece ser que la tumba de Jesús apareció vacía, y en esto coinciden muchos historiadores, y este hecho provocó sorpresa, perplejidad. Ahora bien, los diferentes relatos evangélicos no coinciden en determinados detalles a la hora de narrar el hecho, lo que genera igualmente dudas razonables.
Sea como fuere, el caso es que, para los cristianos, Jesús ha resucitado realmente, pues solo esta clave permite comprender el inicio y sentido de su predicación y lo que les podía llevar, como les llevó a muchos, incluso a la muerte.
"Sobre sí sucedió o no, no cabe decir nada a los historiadores, sino más bien a los teólogos u otros estudiosos. Sobre los hechos sobrenaturales nosotros no nos pronunciamos, tampoco están dentro de nuestro campo de estudio, al igual que la fe. En todo caso, es innegable la trascendencia histórica que este acontecimiento, haya o no haya sido real, ha tenido, y sigue teniendo, para miles de millones de cristianos en el mundo y, a lo largo de la historia, pues es precisamente sobre este punto sobre el que gravita su fe, y el sentido profundo de sus vidas", concluye el experto. EFE/REPORTAJES
(Foto: Melina1965)

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