viernes, 10 de abril de 2015

TINA BAZUCA. HÉROE, MÁRTIR Y PATRIOTA OLVIDADA DE LA REVOLUCIÓN DE ABRIL DE 1965.

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TINA BAZUCA. HÉROE, MÁRTIR Y PATRIOTA OLVIDADA
DE LA REVOLUCIÓN DE ABRIL DE 1965.

Como olvidar a Tina, popularmente conocida como BAZUCA o LA BAZOOKERA, una adolescente de dieciséis años; delgada del color del caliche, con cicatrices de balas y navajas en su cara de media luna; Tina Bazuca, desde el 24 de abril, estaba preparando sus bombas molotov en los patios y callejones de los barrios de Borojol y Guachupita; luego se le veía llenas de bombas molotov amarradas con hilo gangorra en su frágil cintura y hombros, por los alrededores del Puente Duarte. Luego se hizo famosa en el Comando de POASI, cuando vestida de verde olivo y botas militares, salía con un fusil G-3, al hombro y una bazuca en un jeep que ella y dos hombres ranas les habían quitado a tiro limpio a unos soldados estadounidenses.
Tina Bazuca era una combatiente de primera línea de la parte Norte de la ciudad de Santo Domingo, donde fue unas de las heroínas en las batallas de los días 25, 26, 27, 29 y 30 de abril.
El 1, de mayo cuando avanzaban las tropas estadounidenses formando el cordón de seguridad que dividió la ciudad de Santo Domingo en dos y se incentivaba la deserción de los militares constitucionalistas desde Radio San Isidro, la emisora de los militares anti pueblo; alentándolo a desertar a volver a sus cuarteles, ya que según ellos la revolución estaba dirigida por comunistas castristas.
En ese entonces es donde la mayoría de los combatientes civiles hombres y mujeres, se dividen en comandos, dirigidos por los políticos de los partidos participantes: PRD, PRSC, PSP, PCD, MPD Y 1J4; asesorados por los hombres ranas, Cuerpo Elite de la Marina de Guerra, dirigido por el Capitán de Navío Ramón Montes Arache y militares Constitucionalistas del Ejercito Nacional dirigido por el coronel Francisco Alberto Caamaño y el coronel Héctor Lachapelle Díaz. En esos barrios también había deserciones de civiles constitucionalista, pero Nina Bazuca, no abandono la lucha, estuvo en todas las batallas y escaramuzas dando el todo por el todo. ¡De aquí pal Cielo! Decía.
En los intensos combates de los días del mes de mayo especialmente los de los días 1, 14,15 y 16, cuando se inician la cacería humana llamada Operación Limpieza, en los barrios marginados de la ciudad; donde perdieron la vida más de seis mil civiles, no combatientes. Allí estaba presente Tina Bazuca.
Al igual que los bombardeos de la ciudad, por tropas de intervención estadounidenses de los días 15 y 16 de junio, donde se intentó tomar a Ciudad Nueva, con todo tipo de armamentos y le fue imposible gracias a los soldados constitucionalistas y los jóvenes de ambos sexos de los comandos muchos de ellos sin apellidos, sin escolaridad y sin partido político alguno. Como era el caso de Tina Bazuca.
Ya en la Academia Militar 24 de Abril, en Ciudad Nueva, Tina Bazuca, era una estudiante ejemplar. De ella nos cuenta el combatiente Agustín Rodríguez, conocido como Pachín: ¨Tina era la bazookera del comando POASI. Ya en la Academia 24 de Abril, ella llego a darme clase de bazuca. Ella no le soltaba su fusil ni su bazuca a nadie, por eso enfrentó a varios compañeros. Ella te enseñaba pero agarrando ella el fusil o la bazuca junto contigo. Ella decía que el que floja su arma, floja su vida.
Luego Pachín sigue diciendo: Tina Bazuca, al igual que la China, la Rubia, Belkis y la Coronela, eran la admiración de los combatientes constitucionalistas; porque eran valientes, se arriesgaban más que muchos hombres y además de que tenían las mejores armas, pero no era que se la regalaban, no, era que ella se la ganaban en combate.
Pocas veces la vieron dormir y cuando lo hacía se amarraba la bazuca en el pecho, el fusil en el hombro y una granada en la mano-.
Siempre andaba con una correa de tiros y una bazuca al hombro. Vestida de verde olivo y con bota militar. Darío Olivo, quien estuvo desde el principio de la Revolución en los diferentes combates nos narra -De Tina Bazuca, te diré que con la bazuca de ella hice yo el curso de tiro de bazuca en guerrilla urbana. Dado por la Lujosa y Piky Lora, también Homero Hernández y otros. Sobre el fusil, por nada del mundo lo prestaba. Mi comando fue el Cucaracha 20 y el Illio. Capozzi, como oficial de enlace con el comando del 14 de Junio con el guapísimo Hitler Moreta, hombre que lo dio todo del Cementerio de la Máximo Gómez a Ciudad Nueva-.
De ella nos cuenta la instructora, Sagrada Bujosa, en el libro Mujeres de Abril de la periodista Margarita Cordero, los siguientes: ¨Tina era la bazookera del comando POASI, y cuando a mí me dicen: ¨estas son las compañeras que tú vas a instruir¨, yo la recuerdo a ella, aquella mujer joven pero acabada, de pueblo, llena de cicatrices en el rostro. Luego continua diciendo ¨……esta era una mujer que impresionaba. Siempre andaba vestida de verde olivo. Luego entablamos conversación y ella me hablaba de los combates en la parte Norte de una forma tan natural, de sus heridas en los combates en la parte Norte, con la misma simpleza con que la gente hace las labores cotidianas en una casa. Era de la gente que más asimilaba las instrucciones, de la gente más diestra, y era la que era distinta; era la mujer del pueblo, la que representaba al pueblo ahí. Era la mujer que había combatido, porque la mayoría, la mayoría no, todas incluyéndome a mí que era instructora, ninguna de las compañeras que estaban bajo mi mando habían participado en combate. Solamente Tina¨.
De ella nos dice Pachín quien al principio estaba en el comando Cucaracha -20 y luego en el comando Enriquillo que: -Era una mujer brava, muy brava. Ella era del comando POASI, ese comando era el que más cerca estaba del rio Ozama, a boca jarro de los del CEFA y los Gringos. Me acuerdo que en los Molinos había un franco tirador que mantenía en zozobra toda esa margen occidental del rio Ozama hasta la zona Colonial y cuando a ella le mataban algún combatiente o residente de Borojol, ella se enfurecía y maldecía a los gringos y subía a la azotea de la clínica del doctor Zaiter y disparaba hacia los molinos, desobedeciendo la orden de no disparar de su comandante el valiente José Gusano-.
Ya en la Academia Militar 24 de Abril, en Ciudad Nueva, Tina Bazuca, era una estudiante ejemplar. De ella nos cuenta la instructora, Sagrada Bujosa, en el libro Mujeres de Abril de la periodista Margarita Cordero, los siguientes: ¨Tina era la bazookera del comando POASI, y cuando a mí me dicen: ¨estas son las compañeras que tú vas a instruir¨, yo la recuerdo a ella, aquella mujer joven pero acabada, de pueblo, llena de cicatrices en el rostro. Luego continua diciendo ¨……esta era una mujer que impresionaba. Siempre andaba vestida de verde olivo.
De ella nos dice Brunilda Amaral en el libro Mujeres de Abril de la periodista Margarita Cordero, los siguientes: ¨yo recuerdo que Tina decía: ¨ yo soy muy bruta, yo soy una mujer de los muelles. Yo soy una mujer brutisima, pero yo tengo que aprender; entonces, tengo que poner atención dos veces¨. Yo no sé, pero este tipo de mujeres, esta mujer, esta anónima, esa que quizás no aparezca en ninguno de los anales de tantas historias que se han escrito aquí sobre la mujer y su participación en tal o cual hecho, esas mujeres fueron precisamente las que dignificaron el papel de la mujer en la guerra de abril¨.

Después de finalizada la Revolución, se emprendió una cacería, contra todos los sin nombres y apellidos, que pelearon en la revolución, a Tina Bazuca, le toco la mala suerte. La degollaron, profanaron su cadáver y lo tiraron desde el puente Duarte hacia el rio Ozama. En el puente que ella con las armas en las manos defendió con gran valentía y bravura los días 25, 26, 27, 28 y 29 de Abril de 1965.
Honremos su memoria, que es la memoria de los miles de descamisados y descamisadas de siempre. Los huérfanos y huérfanas, los que luchamos sin ideologías, sin partidos. Solo con el supremo objetivo de defender la Soberanía de la Republica. Los que no tenemos nombres, ni apellidos; ni casa, ni tierra, ni educación. Los de abajo. Los sin trabajo, ni salud; Los hombres y mujeres del pueblo, esclavos de la Patria sin saberlo. Honremos a esos y esas que abonaron con sus sangres purpuras las guerras y las revoluciones que otros iniciaron desde la retaguardia o en sus mansiones con aires acondicionados. Esos, los de ambos bandos, los que se llevan las glorias y los puestos. Los que tienen nombres y apellidos. Dueños de las tierras y los ganados; las fábricas, las minas, las vidas y las muertes de los que solos tenemos ¨Patriotismo¨… En el barrio de Borojol hay una calle que le llaman Bazuca, pero los nuevos moradores no saben porque?

Por: Tirso Medrano.
Foto: Archivo General de la Nación.
Imágenes de Nuestra Historia.

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