jueves, 5 de abril de 2012

Los Orígenes del Pueblo Vegano y los Nombres Primitivos de sus Calles


Los Orígenes del Pueblo Vegano y los Nombres Primitivos de sus Calles

Destruida la ciudad de la Concepción de La Vega por el terremoto del 2 de diciembre del 1562. Sus pocos sobrevivientes se refugiaron del otro lado de la rivera del Río Camú, con la finalidad de reiniciar una nueva vida en sociedad. Sobre esto ante expuesto es bueno resaltar, como consecuencia del agotamiento de los yacimientos auríferos de la zona, la mayoría de los habitantes de la Concepción  habían emigrado de ella y quedaban muy poco habitantes, ésta estaba prácticamente desierta, por lo que muy poco moradores de esa Metrópolis llegaron  hasta las orillas del entonces caudaloso Río Camú.
 
Al llegar estos desplazados por el fenómeno natural, se alojaron en un mísera aldea que se encontraba donde hoy es la actual ciudad,   pegada  al acuífero,  los antiguos  pobladores de la Concepción llevaron consigo  el retrato de la virgen, que había sido donada a la  antigua ciudad por la Reina, a  la cual le llamaron la Antigua, es además  recordar que en esa pequeña aldea, tenían un santo patrón que era  el de San Sebastián,  una imagen hecha de  madera, que aún se conserva en el Museo de la Catedral La Concepción de La Vega,  igual que original de la Virgen de La Antigua.

El caserío construido sus casas  edificadas con tablas de  palmas y techo de yagua o cana, la ciudad de La Concepción  de La Vega, seguía exhibido el decoroso título  de Ciudad por ésta seguir siendo asiento del Obispado. En  1590 la pequeña  ciudad de La Vega, solo contaba con unos 30 vecinos, en su mayoría pobres y sus viviendas  en muy mal estado. Para el 1596 a 36 años de su establecimiento la ciudad era  una  ciudad de nombre, con solamente unas 17  bohíos (casuchas), esta no tenía calles, ni plazas se andaba por trillos  que sus pobladores abrieron entre las malezas y los  arbustos y brucales. Es bueno señalar que el termino vecinos es referentes a  familia constituidas por padre, madre e hijos sea cual fuese el número

Ya  para el 1606,  en  el censo levantado por el gobernador  colonial Antonio Osorio, aparece la  ciudad de La Vega,  con  unos 40 vecinos, que  dio un total de unos 200 habitantes. Para el 1650, la ciudad había perdido la categoría de Ciudad, como consecuencia de la eliminación del Obispado, para esa fecha  tenía unos 80 vecinos.  Ya para el 1680 el pueblo contaba  con 434 personas, entre lo que se contaban; 48 españoles, 35 mujeres,  y 38 hombres, con 35 bohíos. En 1990 había   unos 747 feligreses  de comunión  y confesión.

En 1724, se  manifiesta de unas 90 casas en mal estado. A dos centuria en 1764, el pueblo es de poco importancia y está conformado por casas  fabricadas  de ramas de árboles y cubierta por hojas de palmeras. En 1783, se  inicia la alineación de sus calles pasar que la yerba crese en ellas por la apatía de los Españoles, lo que da connotación de pequeños predios donde los vecinos  pastan  sus rebaños a las puertas de sus casas, que son de madera y separada unas de otros por predios  en ese entonces  el número era de 300 las viviendas

Para 1798, La Vega,  es definido  como un pueblo con plaza cuadrada y calles alineadas con yerba en lugar de pavimento.  Un episodio negro en la  historia del pueblo vegano, ocurre en  1805, cuando Juan Jacobo Dessalines, pasa  por esta ciudad en su retirada de Santo Domingo,  la incendia a principio del mes de abril quedando solamente  en pies la Iglesia y dos casas de mampostería.

Comenzando para la ciudad un calvario, las mayorías de sus habitantes huyen a los campos y salían de ellos para las festividades religiosas que realizaba un sacerdote  de la orden de San Agustín que venía desde Santiago para tales fines.

Es  en 1813 cuando el pueblo de La Vega recobra el titulo de Ciudad por disposición del Capitán General Juan Sánchez Ramírez, quien era en ese entonces Gobernador de la Colonia. Aquí, es necesario  hacer  una reflexión sobre el comportamiento del vegano  que siempre ha olvidado aquellos que han aportado su máximos esfuerzo porque esta población fuese  hoy en día el sitial que se encuentra entre los pueblo de la nación dominicana,  es penoso que  el nombre de Juan Sánchez Ramírez, no sea llevado por una calle, una plaza y una edificación  en recuerdo y agradecimiento de  que fue quien devolvió a esta  población el derecho de  ser nombrada ciudad

Para esa época según  dicen el Pbro. Pablo Francisco Amézquita y Lara  y el historiador Vegano Don Manuel Ubaldo Gómez Moya, se procede  a la alineación de las calles y expresan que algunas  de ellas quedaron torcida  por la negativa de los dueños  se  oponían  a que le cambiaran de lugar. Para el 1842, de dice que La Vega tenía sus calles empedradas y muchas de sus casas eran de mampostería. Este trabajo de mejoramiento de la  ciudad se debió a la acción del entonces gobernador de la  ciudad el general haitiano Placide Lebrun. Sobre este personaje que bueno resaltar que su corazón fue enterrado  en una caja de plomo en el centro de la Plaza de Armas hoy Parque Duarte, por disposición suya, que testamento que su corazón fuera enterrado en  ese lugar.
El terremoto  de 1842 destruye la ciudad fueron derribado todos los edificios, incluyendo el Palacio de Gobierno, la Iglesia y una casa de mampostería, perdiendo La Vega, la única edificación  de tipo colonial, que era el templo.
El ceso levantado por la Sociedad La Progresista en 1898, aparece La Vega, con21 calles y 3406 habitantes.

Nombres Primitivos de  las Calles.
Los nombres de las calles de ciudad de La Vega en su principio eran puestos por los residentes en las mismas  con el nombre que primero le llegara a la mente, según nos dice el  historiador vegano Dr. Guido Despredel Batista.  Nombre como: El Higuerito, El Tejar,  El Algarrobo,  La Maquina,  Los  Barritos,  Filantrópica,  Matadero,  Carnicería,  Los Lino, Sinceridad, Caridad,  Jácuba,  y Petión,  de estos  hay varios que se pusieron  por el gobernador Lebrum hacia el 1823. Se desconoce  a cuales  calles en la actualidad correspondían estos nombres 

Había calles con nombres  de personajes  como; Cristóbal  de Moya,  Pepe Tabera, Pepe Gómez,  estos dos últimos  formaban parte del grupo de los Dones, así como Monsieur Estin. En cuanto a la Caridad y la Carnicería, se supone que se trataba de la que hoy es la Duarte,  en un tiempo llamada de Los Muertos, en el primer caso, y de una que circundaba la Plaza del Mercado, en el otro, (el mercado en ese entonces se encontraba  en lo que es  hoy el Parque  Las Flores – Elías Brache),  sobre los personajes mencionado eras  las calles donde residían.

El 19 de enero de 1875, se resuelve ponerle nombres a las calles, como también  la numeración de las casas y en la sesión  del Ayuntamiento el 16 de julio de 1875 se decide dar de manera oficial  a las calles los siguientes nombres:  San Antonio, Colón, 27 de febrero,  Progreso,  La Cruz,  San Carlos,  Las Carreras,  Beller,  América,  González,  Estrecho, Mercado, Jácuba y Capotillo. No fue sino  en la sesión  del 27 de febrero de 1876 cuando  se  acuerda comenzar a  rotular las calles, por ese entonces hubo  movimientos armados que  fue el alegato para  durar  un año sin cumplir el mandato  municipal.

En sesión del 27  de mayo del 1879, se le concede a la  Sociedad La Progresista  el derecho  de numerar las casas y rotular las calle, sin alterar los nombres que  le puso en ayuntamiento en  1875,  y en el 01881  no se habían   puestos nombres.

En la sesión del  3 de  enero de 1889 se resuelve cambiar los nombres   de las llamadas  del: Cementerio,  Ferrocarril,  El Vapor,  El Sol,  La Cruz,  Del Fuerte, San Carlos,  La Laguna,  San Antonio,  Mercado,  y la Biblioteca por los de ; Duarte, EL Vapor,  Comercio,  Mella,  Independencia,  Libertad,  Talanquera,  Capotillo,  Telégrafo,  La Biblioteca, ,quedando con su antiguas denominaciones:  las del Progreso,  Las Carreras,  Colón,  Del Canal, Igualdad,  La América,  La Restauración y Beller.

Es una pena que  teniendo La Vega, tantos hombres y mujeres que se  han destacados en el  fortalecimiento, el crecimientos; social, educativo,  cultural, deportivo, comercial, empresarial, patriótico, y en la lucha por la libertad de esta nación,  sus calles no lleven sus nombres  y más penoso aún que  las mayorías de las urbanizaciones sus vías  son conocidas por números y en otro con nombre de objetos  

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