El Gran Acelerador de Partículas (LHC) o “la máquina de Dios” del Laboratorio Europeo de Física Nuclear (CERN) impuso el jueves (5 de abril 2012) otro nuevo récord mundial de energía, sólo seis semanas después de que empezara a funcionar tras la parada técnica que debe hacer cada año para recibir mantenimiento.
Poco después de la medianoche, dos haces de protones que circulaban en direcciones opuestas dentro del anillo del LHC colisionaron al nivel de cuatro puntos de interacción, generando una energía récord de 8 TeV (teraelectronvoltios), anunció el CERN.
Este resultado “aumenta considerablemente el potencial de descubrimiento de la máquina”, agregó la institución. El objetivo del experimento es que de las colisiones entre protones a una energía tan elevada surjan nuevas partículas cuya existencia se ha enunciado en tratados teóricos, pero que nunca han sido vistas. La más buscada es sin duda el bosón de Higgs, la partícula sobre la que reposan las bases del Modelo Estándar de la física y que es, por el momento, la única explicación disponible sobre una cuestión tan fundamental como el origen de la materia.
“Gracias a la experiencia adquirida en los dos años de explotación fructífera a una energía de 3.5 TeV por haz, podemos elevar de manera serena la energía este año”, comentó el director de los aceleradores y tecnología del CERN, Steve Myers. La idea inicial era que los haces de protones inyectados en el LHC viajaran en 2012 propulsados por una energía de 3.5 TeV, pero el óptimo rendimiento de la máquina durante el año pasado convenció a los científicos de que valía la pena aumentar la intensidad hasta los 4 TeV.
Aunque el anuncio se realizó este jueves, ya desde hace tiempo el CERN realizó pruebas sobre la energía a fin de estabilizar los haces y garantizar las colisiones necesarias para los estudios, es por ello que desde el pasado 31 de marzo el experimento ALICE ya registraba los datos generados.
Gracias a esta apuesta, la energía acumulada de colisión se llegó ahora hasta los 8 TeV, que jamás se había alcanzado en ningún otro experimento. Este avance multiplica las posibilidades de descubrir ciertas partículas hipotéticas, como las llamadas “supersimétricas”, que se espera sean producidas en mucho mayor número a una energía más alta.
La supersimetría es una teoría de la física de partículas que va más allá del actual Modelo Estándar y que podría explicar la presencia de la materia oscura en el Universo. Igualmente, a 8 TeV, la partícula de Higgs, si existe, será producida en mayor cantidad que si la máquina funcionase sólo a los 7 TeV previstos anteriormente.
En el calendario previsto para el LHC, se continuará con el funcionamiento del acelerador de partículas durante todo el 2012, aparezca o no el Higgs. Además, se tiene previsto instalar nuevos sistemas de seguridad de la propia máquina para que se pueda volver a poner en funcionamiento a finales de 2014 pero usando una energía de 6,5 TeV por haz, para después incrementarla a siete TeV por haz para conseguir colisiones a 14 TeV.
El riesgo es que también aumenten otro tipo de señales que podrían eventualmente ser confundidas con dicha partícula, por lo cual los investigadores consideran que se requiere al menos un año completo de explotación “para transformar los índices prometedores observados en 2011 en descubrimientos o excluir definitivamente a Higgs del Modelo Estándar”, indicó el CERN.
El pasado diciembre, los equipos de los detectores del LHC que buscan partículas nuevas anunciaron los resultados obtenidos hasta entonces, que daban indicios de la presencia del bosón de Higgs, pero a un nivel estadístico todavía insuficiente como para proclamar el gran descubrimiento.
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