Benedicto Cuervo Álvarez
Otromundoesposible, España. Investigador Latinoamericanista en Historia y Geografía Latinoamericana (REDIAL y CEISAL). Miembro del Comité Científico de la revista La Razón Histórica
Otromundoesposible, España. Investigador Latinoamericanista en Historia y Geografía Latinoamericana (REDIAL y CEISAL). Miembro del Comité Científico de la revista La Razón Histórica
1 de septiembre de 2015
http://www.otromundoesposible.net/ciudadano-activo/el-vertiginoso-incremento-del-drama-migratorio-hacia-europa
El vertiginoso incremento del drama migratorio hacia Europa
Durante estos meses del caluroso verano de
2015 ha aumentado, de forma considerable, el número de migrantes que
desde las costas africanas o desde Oriente Medio pretenden llegar a
Europa, hasta tal punto que según fuentes oficiales como Frontex, Acnur o
la Organización Mundial para las Migraciones, consideran que su número
se ha multiplicado por cuatro respecto a los datos del año anterior.
Estamos ante un importante drama humano que no tiene parangón desde el
final de la 2ª Guerra Mundial.
Si, como todo el mundo sabe, la ruta
tradicional para los migrantes africanos era la de pasar desde Marruecos
a las islas Canarias o a las costas del sur de España en pateras para
posteriormente dirigirse hacia Francia o países de Europa central, en
los últimos años se van consolidando claramente dos rutas migratorias
que, hoy en día, tienen mayor peso que la tradicional ruta marroquí por
el mayor número de personas que las utilizan y el deseo de escapar de la
guerra existente en sus países de origen. Además, estos inmigrantes que
parten de Libia hacia Italia o de Turquía hacia Grecia saben que si
llegan a ese destino serán considerados como refugiados de guerra y no
podrán ser expatriados a sus respectivos países.
A continuación analizaré someramente estas tres vías o rutas de escape que utilizan miles de refugiados diariamente:
1ª Ruta.
El centro de partida sería Turquía a
donde llegarían miles de migrantes procedentes de países en conflicto,
es decir, de Siria, Afganistán e Iraq, fundamentalmente. Estos miles de
inmigrantes se concentran diariamente en las costas turcas para pasar en
barcazas o pateras a las islas griegas situadas en el mar Egeo.
Según informa Acnur los inmigrantes que
llegan a las islas griegas de Kos, Chíos y Lesbos generan un “caos
total” ya que no tienen acceso a alojamiento apropiado, agua potable,
alimentos ni a servicios sanitarios.
Las cifras que maneja el Alto
Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur), en los primeros
siete meses de este año más de 225.000 inmigrantes y refugiados han
llegado a la Unión Europea (UE) por el Mediterráneo, de los que más de
la mitad -unos 124.000- desembarcaron en Grecia, principalmente en las
islas de Lesbos, Kos, Quios, Samos y Lesbos.
Los registros indican que las llegadas a
las islas griegas se han incrementado en un 750 por ciento entre el 1
de enero y el 31 de julio de 2015 con respecto al mismo periodo del año
pasado. Solo en el mes de julio de 2015, llegaron a estas islas griegas
unas 50.000 personas. Estas alarmantes cifras hacen prácticamente
imposible una aceptable atención social por parte de ONGs y voluntarios
que son incapaces de atender a esta avalancha humana.
Además, estos miles de inmigrantes
establecidos en Grecia desean cruzar la frontera de Macedonia para
dirigirse a Alemania y son “recibidos” con gases lacrimógenos y golpes
con porras por parte de la policía de este país. Según distintas
informaciones, 3.000 inmigrantes se acercan diariamente a la frontera de
Hungría. Los inmigrantes, pues, no solo se juegan la vida al cruzar el
mar Mediterráneo en pequeñas y masificadas barcazas sino que, además, se
encuentran con el cierre de fronteras y todo tipo de dificultades para
llegar a su destino final (Alemania, Dinamarca o países nórdicos).
2ª Ruta.
Tiene como punto de concentración la
ciudad de Zintan, en Libia, a unos cien kilómetros del mar Mediterráneo.
El origen de estos miles de migrantes, aparte de la propia Libia,
serían los procedentes de Malí, Etiopía, Egipto o Argelia. En Zintan las
mafias se ponen en contacto para ofrecer sus “servicios” a los
decididos inmigrantes a cambio de unos 700 dólares por un sitio en una
pequeña lancha que los lleve a las islas del sur de Italia.
Según el diario El Universal (10/5/2015)
el 18 de abril de 2015, unos 800 migrantes murieron cuando su
embarcación naufragó frente a las costas italianas. Se salvaron tan solo
28 personas y se localizaron 24 cuerpos flotando en el mar
Mediterráneo. Más recientemente, el 27 de agosto en Austria, murieron en
el interior de un camión frigorífico 71 inmigrantes, 4 de ellos niños
por asfixia.
Esta ruta es muy activa y los flujos de
migrantes, por tanto, muy considerable. Tan solo durante un fin de
semana, en el mes de mayo de 2015, fueron rescatados del mar unos 6.800
migrantes. La guardia costera italiana salvó a unos 170.000 migrantes en
el mar Mediterráneo y desde enero a abril del presente año, los
inmigrantes llegados a Italia rondaron las 25.000 personas mientras que
los muertos, en este mismo periodo de tiempo, superaron los 1780 según
el informe reciente de la Organización para las Migraciones
Internacionales (OIM).
El objetivo final de los migrantes
africanos no es establecerse definitiva mente en Italia sino cruzar la
frontera francesa y establecerse en ese país o ir más hacia el norte
(hasta Gran Bretaña) cruzando el peligroso tramo de Calais de forma
ilegal (y jugándose la vida en ello) para establecerse en Gran Bretaña
donde las medidas sociales son cada vez más restringidas para estos
inmigrantes.
Acnur criticó fuertemente a los
gobiernos de Francia y Reino Unido por la situación en la ciudad
portuaria de Calais, donde unos 3.000 inmigrantes viven en campos de
refugiados improvisados, asegurando que podría ser tratado como una
“emergencia civil”. Al menos nueve inmigrantes africanos han fallecido, a
lo largo de los seis primeros meses de este año, al intentar pasar
desde Francia a Gran Bretaña por el túnel de Calais por donde circulan
trenes de alta velocidad o camiones de gran tonelaje.
3ª Ruta.
Se podría decir que es la más clásica y
tradicional. Parte de Marruecos en donde previamente se concentrarían
miles de migrantes procedentes de países subsaharianos que diariamente
pretenden llegar a Ceuta o Melilla y así, cruzando dichas fronteras ya
estarían en España y, por consiguiente, en Europa. Otra parte importante
de migrantes lo hacen diariamente en pateras desde las costas
marroquíes hacia las islas Canarias, Algeciras, Granada o Almería
principalmente. Otro grupo de inmigrantes pasan hacia España ocultos en
vehículos o “vulnerando el perímetro fronterizo”. Así intentaron llegar a
España, a través de Ceuta y Melilla, 7.486 personas durante 2014. En
total consiguieron llegar a España utilizando distintos medios de
transporte unos 7.000 inmigrantes africanos desde Marruecos.
Si en 2014 hubo más de 70 saltos a la
valla de Melilla que sumaron más de 22.000 intentos individualizados y
2.100 entradas, este año solo se han contabilizado 12 tentativas de
salto al perímetro, en los que han participado casi 3.700 inmigrantes y
han conseguido su propósito 105 en total. En la valla de Ceuta la
presión migratoria es algo mayor ya que a lo largo de este año hubo unos
19.000 intentos individualizados de superar la valla ceutí pero tan
solo lo consiguieron un 10%, es decir unas 190 personas. No obstante,
sigue habiendo una bolsa de inmigrantes cerca de Ceuta y Melilla que no
han tirado la toalla a pesar de las mayores dificultades.
Parece ser que en estos últimos meses la
presión de los inmigrantes africanos en saltar las vallas de Ceuta y
Melilla para llegar a España y, por ende, a Europa, ha descendido
considerablemente. Ello es debido al reforzamiento de medidas
coercitivas, mayor altura de las vallas con cuchillas cortantes en su
parte superior y a la posibilidad de utilizar otras rutas alternativas
menos traumáticas para llegar a Europa. Así, se sabe que durante los
seis primeros meses de 2015, tan solo llegaron a nuestro país procedente
del continente africano unas 1.100 personas cifra muy inferior a la de
años anteriores.
Lamentablemente
los flujos migratorios procedentes de África, tanto del Norte como del
Sur, no van a cesar en tanto no cambien radicalmente las inhumanas
condiciones de vida de sus países de origen, por el contrario van a
seguir incrementándose alimentados además por el empuje de las mafias,
las cuales a medida que se ordenen las migraciones originarias del
Magreb desplazarán su área de acción hacía el Sur.
En cualquier ruta que utilice un
migrante africano se tiene que ver, casi obligatoriamente, con algún
miembro de la mafia que controla estas distintas vías de escape y tendrá
que pagar por su puesto en la patera o barcaza entre 600 y 1200 dólares
por persona dependiendo de las circunstancias que se den en cada
momento y de las distintas relaciones que tenga con los dirigentes
mafiosos.
Cuando por fin (y después de jugarse la
vida en el intento) llegan a un país europeo que ellos consideran como
“el paraíso” se encuentran con la insolidaridad de las instituciones
europeas que los recibe de mala gana, intentando cada país comunitario
hacerse con el menor número de inmigrantes posible y recortándoles todo
tipo de asistencia (sanitaria, mínimo salario de reinserción,
alojamiento, etc).
Al final, si no se dedican al trabajo
callejero de venta de CDs, pañoletas, cuadros, esculturas de madera,
alfombras,etc (son los denominados mantas) que, por cierto, cada vez
cuentan con una mayor presión policial para impedirles estas ventas,
caen en una red de explotación laboral trabajando de forma clandestina
durante más de doce horas al día, sin seguridad social y viviendo
apiñados en pisos o bajos comerciales con salarios por debajo del
denominado salario mínimo (unos 670 euros).
Este es el triste y dramático panorama
con el que se encuentran los miles de inmigrantes africanos que
pretender llegar a Europa, a toda costa, sin reparar en riesgos,
separaciones familiares, desarraigo cultural y todo tipo de extorsiones
sin cuento. Parten de su país de origen: Malí, Etiopía, Siria, Iraq,
Marruecos, Libia, Argelia…para escapar de guerras y conflictos sociales o
religiosos y en busca de un lugar mejor donde vivir pero su paraíso,
Europa, no les espera con los brazos abiertos sino como una carga que
intentan aligerar procurando cada país tener el menor cupo de
inmigrantes posible.
Alemania ha dado un paso adelante,
admitiendo recibir durante éste año a 800.000 refugiados, aunque la
tónica general es la de oponerse a recibir más allá de unos pocos miles
de refugiados en los distintos países de la UE. Hemos pasado de una
Europa solidaria donde los problemas y cargas se procuraban repartir
equitativamente entre todos sus miembros a otra Europa más mercantilista
e insolidaria que ven estos fuertes movimientos migratorios como algo
que les es ajeno e intentan evitar su llegada poniendo trabas de todo
tipo a estos inmigrantes que solo buscan un nuevo lugar donde vivir
para, así, no morir de hambre o de forma violenta en sus países de
origen.
Una mas, y otra... noticias, que son la pálida muestra del espanto que viven hermanos nuestros de todos, que bien podría ser nuestra realidad, o lo es, lo que le pasa a una, uno, nos pasa a todas, a todos... niños, niñas, ancianidad...
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