Fuga de capitales 1956-1961
Desde que la dictadura de Trujillo comienza a deteriorarse en 1956 y hasta la caída en 1961, en partidas documentadas y la mayor parte sin dejar rastro, del país salieron $236 millones de dólares, equivalentes a 19.7% del PIB de 1961. Capitales extraídos de la economía nacional por Trujillo, allegados y empresarios temerosos de la situación política que se vivía.
Johnny Abbes profundiza sus actividades criminales, Trujillo rapta al profesor Jesús de Galíndez en Nueva York, aumenta la represión, asesinan jóvenes opositores y al piloto Gerald Murphy, después de participar en el secuestro de Galíndez, todo en 1956. Caen presos, torturados y asesinados cientos de jóvenes de clase acomodada del movimiento 14 de Junio en enero de 1960. La Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Dominicano, denunciando la situación, se lee en los templos del país el 25 de enero de 1960. En el plano internacional, a mediados de 1960, la OEA hace responsable a Trujillo del intento de magnicidio del Presidente Rómulo Betancourt, y en agosto, en San José, Costa Rica, los cancilleres de la OEA rompen relaciones con República Dominicana.
No obstante la enorme incertidumbre política que se vía y acelera el proceso de fuga de capitales, el periodo (1956-1961) fue de crecimiento económico por el saldo favorable del sector externo. No es que el país sufrió la llamada “enfermedad holandesa”, el mal que ocasiona aumento inesperado de reservas internacionales, porque la acumulación comenzó en los cuarenta, principalmente con saldos favorables en la balanza comercial.
La población no se benefició porque Trujillo y allegados se apoderaron de las reservas acumuladas. Registrado como salida de capital de corto y largo plazo, sacaron del Banco Central 49.7 millones de dólares y 164 millones de dólares de los bancos comerciales. Todavía se desconoce cómo sacaron del sistema financiero nacional 158.1 millones de dólares, porque no dejaron registros, siendo la razón por la que el Banco Central, en su contabilidad de balanza de pagos, lo registra como “errores y omisiones”.
Para Trujillo fue fácil ejecutar el proceso, controlaba la liquidez de la economía, además de que como empresario dominaba la zafra azucarera, al finalizar el 1957 era propietario de 12 ingenios, había construido dos y comprado diez en operación. Controlaba 63% del capital de la industria del dulce, cuando fue ajusticiado el 30 de mayo de 1961. Le dijo a Balaguer que era el Presidente de la República, para cinco meses antes de su ajusticiamiento hacerse designar Presidente de los bancos del Estado (Central, Reservas y Agrícola) y Supervisor de la Junta Coordinadora de Importaciones y Exportaciones, que controlaba las divisas que entraban y salían del país.
La fuga de capitales periodo 1956-1961, fue el discurso que leí el pasado miércoles como Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Dominicana de la Historia. Recordé que desde 1948 el FMI advirtió que era un peligro, lo escribió en el memorándum aprobatorio del peso dominicano: “es causa de preocupación la caída extraordinaria de reservas en 1947 y 1948, no obstante las exportaciones alcanzar un alto nivel”…. “el capital privado en los Estados Unidos aumentó desde 1947 por razones no claras, y que algunos atribuían a fuga de capitales inducida por los rumores de invasión y revolución armada”.
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