EL JUICIO POR VIOLACIÓN CONTRA EL TENIENTE TRUJILLO
Año 1920: El principio de la impunidad
Trujillo, quien se había desempeñado en el oficio de guarda campestre, ingresó en el ejército dominicano el 18 de diciembre de 1918. Fue ascendido rápidamente a segundo teniente, prestando juramento el 11 de enero de 1919. Trujillo se convirtió en el teniente número quince de los dieciséis que existían entonces en la Guardia Nacional. Ingresó en el ejército con el propósito de realizar una carrera militar y ascender. Fue recogida una frase que pronunció antes de ingresar a las filas del ejército: “Voy a entrar en el ejército y no me detendré hasta ser su jefe”. Ascendió rápidamente en la escala jerárquica de la Guardia Nacional, atropellando, en El Seibo, a sus compatriotas que se levantaban contra la intervención.
En 1920 se inicia un juicio contra Trujillo por una Comisión Militar reunida en San Pedro de Macorís el 23 de enero, presidida por el Teniente coronel James McE.Huey por los cargos de asalto con la intención de cometer rapto en perjuicio de la joven Isabel Guzmán, nativa de San José de Los Llanos en San Pedro de Macorís, y por conducta escandalosa tendente a destruir las buenas costumbres.El sometimiento inicial de Trujillo lo realiza el Alcalde de San José de Los Llanos Georgilio Mella Frías,alias "Guillo", sometiéndolo a la instancia del gobernador de San Pedro de Macorís, Rafael Sánchez González, quien retrasó el sometimiento por cierto tiempo. Trujillo fue sometido a la acción de la justicia militar por el Capitán Omar T. Pheiffer de la marina estadounidense, previa investigación, quien llegó a calificar a Trujillo en sus memorias como “un ladrón”, acusándolo de “estafar a los campesinos dominicanos”.
El Chivo
La causa contra el teniente Rafael L. Trujillo Molina se inició en 23 de enero de 1920 y se prolongó hasta el 4 de marzo de 1920, y llegaron a presentarse 15 testigos de descargo -incluyendo seis de la Guardia Nacional, entre los cuales se hallaban los señores: sargento Manuel de Jesús Checo, teniente Leovigildo Alcántara (a) Alcantarita, y el señor Miguel Ángel Paulino, quien integrado luego a la Policía Nacional Dominicana, y más tarde al ejército trujillista, llegó a ser el jefe de la banda terrorista conocida como “La 42″, y quien durante la ocupación fue un reconocido espía al servicio del cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos, vinculado al boricua Mariano Rocafort y a Trujillo, y fue además, un reconocido proxeneta. Posteriormente fue vinculado al espionaje alemán, y se le llegó a considerar un agente de la inteligencia Nazi.
Los testigos a cargo fueron: el capitán O. T. Pfeiffer (U.S. Marine Corps), José Núñez, Rafael Durán, los hermanos Carlitos y Esteban Alduey, Gerónimo Valdez, José Caba Sánchez, Francisco Mercedes, Juana Guzmán e Isabel Guzmán, la agraviada.
Isabel Guzmán era hija natural de José Núñez. La niña y sus padres decidieron refugiarse en la casa de su hermana Fermina Guzmán , a su vez esposa del guerrillero Olivorio Carela, lugar en donde se hallaba la noche de su captura por la Guardia Nacional. Un día de julio de 1919 Trujillo penetró en la casa de Fermina Guzmán buscando a su esposo, el guerrillero mencionado. Captura y amarra al padre de Isabel, llevándose consigo a las mujeres: a Isabel, a su hermana Fermina, y a su madre, con otros detenidos fueron encerrados en la iglesia de la comunidad de San José de los Llanos; engañada por Trujillo la hizo subir al campanario del templo católico, estuprándola en la torre del mismo, sin respetar el sagrado recinto.En horas de la tarde del día de la violación la niña, los testigos de cargo la vieron descender las escaleras ensangrentada, y luego, durante la noche, entre la 8:00 ó 9:00 P.M., Trujillo la obligó a sostener relaciones con él en plena calle, obligándola luego a dormir a su lado en una choza de Los Llanos, bajo la amenaza de que sino lo satisfacía mataría a sus familiares detenidos. En sus declaraciones Isabel dijo: “me trató como a una perra”, “me cogió como a una vaca”, etc…Los jueces militares norteamericanos, por cierto ,amigos de Trujillo, lo descargaron, siendo realmente culpable.
En 1921 ingresó en una Academia Militar fundada por el Ejército de Ocupación en Haina y el 22 de diciembre de ese mismo año fue designado para ocupar la jefatura de la Guarnición de San Pedro de Macorís. Fue trasladado al Cibao en 1922 y, mientras se encontraba en San Francisco de Macorís fue ascendido a capitán sin pasar por el grado de primer teniente, algo irregular en el escalafón militar, pero explicable debido a los "servicios" prestados por Rafael Leónidas al ocupante estadounidense. Este ascenso fue acompañado por la reorganización de la Guardia Nacional, que se convirtió en la Policía Nacional Dominicana, en la que ocupó muy poco tiempo después el mando de la 10ª Compañía. También ahí fue elogiado por sus servicios y en los meses de mayo y agosto de 1923, antes de su nombramiento como inspector del primer distrito militar, participó como estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte.
Texto: Revista Ahora No. 492 de fecha 16 de 1973
Trujillo, quien se había desempeñado en el oficio de guarda campestre, ingresó en el ejército dominicano el 18 de diciembre de 1918. Fue ascendido rápidamente a segundo teniente, prestando juramento el 11 de enero de 1919. Trujillo se convirtió en el teniente número quince de los dieciséis que existían entonces en la Guardia Nacional. Ingresó en el ejército con el propósito de realizar una carrera militar y ascender. Fue recogida una frase que pronunció antes de ingresar a las filas del ejército: “Voy a entrar en el ejército y no me detendré hasta ser su jefe”. Ascendió rápidamente en la escala jerárquica de la Guardia Nacional, atropellando, en El Seibo, a sus compatriotas que se levantaban contra la intervención.
En 1920 se inicia un juicio contra Trujillo por una Comisión Militar reunida en San Pedro de Macorís el 23 de enero, presidida por el Teniente coronel James McE.Huey por los cargos de asalto con la intención de cometer rapto en perjuicio de la joven Isabel Guzmán, nativa de San José de Los Llanos en San Pedro de Macorís, y por conducta escandalosa tendente a destruir las buenas costumbres.El sometimiento inicial de Trujillo lo realiza el Alcalde de San José de Los Llanos Georgilio Mella Frías,alias "Guillo", sometiéndolo a la instancia del gobernador de San Pedro de Macorís, Rafael Sánchez González, quien retrasó el sometimiento por cierto tiempo. Trujillo fue sometido a la acción de la justicia militar por el Capitán Omar T. Pheiffer de la marina estadounidense, previa investigación, quien llegó a calificar a Trujillo en sus memorias como “un ladrón”, acusándolo de “estafar a los campesinos dominicanos”.
El Chivo
La causa contra el teniente Rafael L. Trujillo Molina se inició en 23 de enero de 1920 y se prolongó hasta el 4 de marzo de 1920, y llegaron a presentarse 15 testigos de descargo -incluyendo seis de la Guardia Nacional, entre los cuales se hallaban los señores: sargento Manuel de Jesús Checo, teniente Leovigildo Alcántara (a) Alcantarita, y el señor Miguel Ángel Paulino, quien integrado luego a la Policía Nacional Dominicana, y más tarde al ejército trujillista, llegó a ser el jefe de la banda terrorista conocida como “La 42″, y quien durante la ocupación fue un reconocido espía al servicio del cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos, vinculado al boricua Mariano Rocafort y a Trujillo, y fue además, un reconocido proxeneta. Posteriormente fue vinculado al espionaje alemán, y se le llegó a considerar un agente de la inteligencia Nazi.
Los testigos a cargo fueron: el capitán O. T. Pfeiffer (U.S. Marine Corps), José Núñez, Rafael Durán, los hermanos Carlitos y Esteban Alduey, Gerónimo Valdez, José Caba Sánchez, Francisco Mercedes, Juana Guzmán e Isabel Guzmán, la agraviada.
Isabel Guzmán era hija natural de José Núñez. La niña y sus padres decidieron refugiarse en la casa de su hermana Fermina Guzmán , a su vez esposa del guerrillero Olivorio Carela, lugar en donde se hallaba la noche de su captura por la Guardia Nacional. Un día de julio de 1919 Trujillo penetró en la casa de Fermina Guzmán buscando a su esposo, el guerrillero mencionado. Captura y amarra al padre de Isabel, llevándose consigo a las mujeres: a Isabel, a su hermana Fermina, y a su madre, con otros detenidos fueron encerrados en la iglesia de la comunidad de San José de los Llanos; engañada por Trujillo la hizo subir al campanario del templo católico, estuprándola en la torre del mismo, sin respetar el sagrado recinto.En horas de la tarde del día de la violación la niña, los testigos de cargo la vieron descender las escaleras ensangrentada, y luego, durante la noche, entre la 8:00 ó 9:00 P.M., Trujillo la obligó a sostener relaciones con él en plena calle, obligándola luego a dormir a su lado en una choza de Los Llanos, bajo la amenaza de que sino lo satisfacía mataría a sus familiares detenidos. En sus declaraciones Isabel dijo: “me trató como a una perra”, “me cogió como a una vaca”, etc…Los jueces militares norteamericanos, por cierto ,amigos de Trujillo, lo descargaron, siendo realmente culpable.
En 1921 ingresó en una Academia Militar fundada por el Ejército de Ocupación en Haina y el 22 de diciembre de ese mismo año fue designado para ocupar la jefatura de la Guarnición de San Pedro de Macorís. Fue trasladado al Cibao en 1922 y, mientras se encontraba en San Francisco de Macorís fue ascendido a capitán sin pasar por el grado de primer teniente, algo irregular en el escalafón militar, pero explicable debido a los "servicios" prestados por Rafael Leónidas al ocupante estadounidense. Este ascenso fue acompañado por la reorganización de la Guardia Nacional, que se convirtió en la Policía Nacional Dominicana, en la que ocupó muy poco tiempo después el mando de la 10ª Compañía. También ahí fue elogiado por sus servicios y en los meses de mayo y agosto de 1923, antes de su nombramiento como inspector del primer distrito militar, participó como estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte.
Texto: Revista Ahora No. 492 de fecha 16 de 1973
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