sábado, 21 de enero de 2012

EL CARAMBOLO LOGRA UNA SALA PERMANENTE EN EL MUSEO ARQUEOLOGICO


SONIA BARJA

EL CARAMBOLO LOGRA UNA SALA PERMANENTE EN EL MUSEO ARQUEOLOGICO

Sobre el famoso TESORO DE CARAMBOLO,que ha sido expuesto muy pocas veces en las ultimas decenas de años,
ahora por fin se podra ver de manera permanente en el museo arqueologico,
donde tambien se podrá ver mas muestras de otros restos fenicios.

fuente: el mundo/europa press
Restos fenicios expuestos con el Carambolo en 2009 ::  E.M.
  El recinto albergará también restos de otros santuarios fenicios de la región
■  El tesoro se ha podido ver cinco veces en los últimos 32 años
■  Juan de Mata Carriazo dirigió las excavaciones tras su hallazgo casual
■  La mayoría de los expertos dicen que las piezas adornaban a un dignatario
■  Una hipótesis más reciente señala que adornaban a toros sagrados

El Museo Arqueológico de Sevilla abre al público una nueva sala permanente para hacer más accesibles y atractivas las colecciones vinculadas al Santuario de El Carambolo. Tras años encerrada en una caja fuerte y de polémica, esta joya arqueológica y patrimonial en una amplia variedad de campos, sale, pues, por fin, a la luz.
La sala también albergará restos de otros santuarios fenicios de la región del Bajo Guadalquivir que siguieron el mismo modelo.

 
Cerámicas, estatuillas y, principalmente, las joyas "trazan un discurso en el que el Tesoro de El Carambolo sirve de motivo central para ofrecer una nueva visión de las culturas tartésica y fenicia" que habitaron este territorio entre los siglos IX y VI a.C, según fuentes de la institución museística.
Curiosamente, la sala donde desde ahora se podrá contemplar El Carambolo es la misma sala donde, en octubre de 2009, se pudo contemplar el tesoro, en la última muestra que se le ha dedicado. En esa ocasión, se celebraba, con un año de retraso, los cincuenta años del descubrimiento de este hallazgo.
De este modo, en los últimos 32 años, este tesoro tan sólo ha podido contemplarse en cinco ocasiones. Hasta ahora, cuando su exhibición, por fin, tendrá carácter permanente.
El conocido como Tesoro de El Carambolo es un conjunto de 21 objetos, 16 placas rectangulares, 2 pectorales o colgantes, 1 collar y 2 brazaletes, que se descubrió casualmente en el año 1958, durante una reforma en el edificio de Tiro del Pichón en Camas, originando posteriores excavaciones llevadas a cabo por Juan de Mata Carriazo.
Las piezas fueron ocultadas dentro de una estructura oval, en la que además había abundantes huesos de animales y cerámica del tipo que se ha denominado 'carambolo', lo que ha hecho pensar en un posible espacio de culto o destinado a algún ritual, según informa el Museo.
La interpretación más aceptada afirma que servían de exorno para un dignatario religioso o político, o quizás para dos, ya que aunque todos los elementos que componen el tesoro parecen haber salido de un mismo taller, se pueden identificar dos conjuntos en base a la decoración. Una interpretación reciente propone la posible utilización de algunas piezas en el adorno de toros sagrados, basándose en paralelos arqueológicos y etnográficos.

El Tesoro del Carambolo vuelve a su sala monográfica del Museo Arqueológico de Sevilla

El consejero de Cultura, Paulino Plata, ha inaugurado la sala monográfica 'El Carambolo' en el Museo Arqueológico de Sevilla, la cual albergará la exposición permanente del 'El Tesoro del Carambolo', y se incorpora al recorrido ordinario del Museo con el fin de exponer este "singular y significativo" conjunto de bienes del Patrimonio Histórico de Andalucía en condiciones de seguridad y calidad expositiva, con un discurso museológico y unas colecciones que permiten comprender y valorar el tesoro en su contexto histórico.
En este sentido, y en declaraciones a los medios, Plata ha apuntado que con esta sala "se pone de relieve de manera permanente una de las piezas más importantes del Patrimonio andaluz", una pieza de con una antigüedad de "en torno a 2.700 año, pone de manifiesto el destacado conocimiento de la metalurgia y la orfebrería en aquel momento". Además, el consejero ha resaltado la importancia económica de esta exposición, porque "es importante difundir estas piezas de modo que haya gente interesada en conocer el original".
Los 230 metros cuadrados de esta sala amplían considerablemente el espacio de la anterior, en la que se exponía la reproducción del tesoro --obra del orfebre Fernando Marmolejo-- y otras importantes piezas como la pequeña escultura sedente de Astarté o el llamado 'Bronce Carriazo'. La inversión de la sala 'El Carambolo' ha sido financiada en su totalidad por la Consejería de Cultura, y asciende a 25.000 euros de producción, y a 145.000 euros anuales la inversión en seguridad y mantenimiento.
Asimismo, el consejero ha hecho hincapié en la mejorado de la calidad del espacio expositivo y su accesibilidad, eliminándose la última barrera arquitectónica que quedaba en el recorrido de este Museo. En este sentido, la directora del Museo Arqueológico, que también es comisaria de la muestra junto al conservador Juan Ignacio Vallejo Sánchez, ha explicado que al trasladar la sala "se han resuelto los problemas de accesibilidad", al tiempo que "se ha dado al Tesoro nuevos contenidos y una actualización en su interpretación, que también es otra forma de hacerlo accesible al gran público".
Con la exposición permanente en el Arqueológico, donde no se sabe si permanecerá expuesto el Tesoro una vez comenzadas las obras de rehabilitación del espacio expositivo de la Plaza de América, ya que, según San Martín, "esa es una cuestión que se está estudiando en estos momentos con los arquitectos", se cierra el debate sobre la ubicación del original de esta pieza que desde su descubrimiento en 1958 ha permanecido en una caja fuerte, y solo ha salido de la misma para exponerse en cinco ocasiones, una de ellas fuera de la capital andaluza, cuando en 1963 se llevó al Museo Arqueológico Nacional.
Al respecto, Plata se ha mostrado "convencido" de que ésta es la "mejor opción" de cuantas se han visto --entre ellas la Sala Capitular del Ayuntamiento y el Antiquarium-- tanto desde un punto de vista de la seguridad, como desde la perspectiva de la "calidad" expositiva, para albergar esta pieza, que San Martín califica de "nuy singular" porque "es única en el mundo entero, ya que no hay un conjunto de joyas que pueda equipararse a él". "El Tesoro del Carambolo es un conjunto único, sin paralelo en la orfebrería Mediterránea del I milenio a.C., y por tanto, tampoco en ningún otro museo o colección particular", añade.
CONTENIDOS DE LA EXPOSICIÓN
El discurso expositivo planteado en esta sala se articula en cuatro unidades temáticas, de distinta densidad de contenidos, subdividas en algunos casos en varias unidades y organizado en los siguientes bloques: 'Historia de un descubrimiento', 'El santuario del Carambolo', 'Otros santuarios costeros y fluviales: Coria y Lebrija; y 'Los tesoros de Ébora y de Mairena'. Concretamente, del de Ébora se incorpora como novedad la diadema original del Tesoro de Ébora --de la que antes se exponía una reproducción--, mientras que del Tesoro de Mairena del Alcor, se pueden ver dos brazaletes y un collar tipo torques, que no estaban expuestos.
En total, la sala monográfica expondrá un total de 143 objetos de oro, plata, bronce, cerámica y otros materiales, entre los que destacan la pequeña escultura sedente de Astarté, del Carambolo, que es también pieza única en el mundo, relieve de la diosa Astarte conocido como 'Bronce Carriazo', y el Altar fenicio de Coria del Río recientemente restaurado por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
EXPUESTO SOLO EN CINCO OCASIONES
En 1963 el Estado le cedió el derecho de adquisición preferente al Ayuntamiento de Sevilla con la condición de estar depositado en el Museo Arqueológico de Sevilla. Entre 1967 y 1977 estuvo aquí expuesto hasta que, por razones de seguridad, fue sustituido por una reproducción para guardarse el original en una entidad bancaria de Sevilla.
Desde entonces sólo ha salido de allí para ser expuesto temporalmente en cinco ocasiones. La última de ellas, en la exposición conmemorativa de su descubrimiento titulada 'El Carambolo. 50 años de un tesoro', que estuvo abierta al público entre 3 de octubre de 2009 y el 28 de febrero de 2010. Fueron 59.006 personas las que visitaron la exposición a lo largo de los cinco meses en la que estuvo abierta al público y, gracias a ella, el Museo Arqueológico de Sevilla experimentó un incremento del número de visitantes del 88 por ciento.
EL TESORO DEL CARAMBOLO
El tesoro hallado en El Carambolo en 1958 y las excavaciones arqueológicas realizadas en este cerro del municipio de Camas dotaron de materialidad arqueológica a lo que, hasta entonces, sólo era un relato transmitido por los textos griegos de los siglos VII al III a.C. Tartessos era la capital de un reino legendario del mismo nombre, situado en los confines del mundo conocido, en el que no podía faltar un rico y longevo monarca: Argantonio. Las descripciones de esos textos fueron las pistas interpretadas, una y otra vez, por los buscadores de la ciudad de Tartessos. El alemán Adolf Schulten fue el más famoso de ellos. Los modestos restos arquitectónicos exhumados por don Juan de Mata Carriazo en el Cerro de El Carambolo no se correspondían con la arquitectura que cabía esperar para la ciudad de Tartessos mencionada por Hecateo de Mileto, Herodoto y otros autores
Si embargo, el extraordinario tesoro, compuesto por 21 piezas de oro puro, elaboradas con técnica experta, sí parecía digno de Argantonio, en expresión del profesor Carriazo. Desde entonces, El Carambolo ha sido y es un referente de primera línea en la investigación de la Protohistoria de la Península Ibérica; concretamente de unos siglos - del VIII al VI a.C.- en los que, por primera vez, el Mediterráneo se conformó como un mundo intensamente interconectado con una cultura compartida, que no común.
Las investigaciones desarrolladas entre 2002 y 2005 dieron a conocer un edificio religioso monumental, construido en fechas tempranas de la colonización fenicia, siguiendo directamente modelos conocidos del Mediterráneo oriental. Allí fue venerada Astarté y, tal vez, también Baal, entre los siglos IX y VI a.C. Este santuario de El Carambolo sirvió de modelo a otros de este período en el suroeste peninsular

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