miércoles, 28 de marzo de 2012

Reportaje especial sobre la vida de Hipólito Mejía


SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Hipólito Mejía, uno de los dos candidatos a la presidencia de la República por un de los partidos mayoritarios, pero que se sabe sobre la infancia de este político, hoy se da a conocer cómo fue su vida, antes de llegar a esta contienda electoral
El candidato por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Hipólito Mejía, nació y creció en la comunidad de Gurabo, provincia Santiago.
“Su madre lo cogió y lo miró y dijo este niño da para presidente”, más que un simple comentario de una madre, para muchos, esta expresión de María Josefa Domínguez era una premonición.
Rafael Hipólito Mejía Domínguez nació el 22 de febrero de 1941 en Gurabo de Santiago, vivió los primeros cinco años de su vida junto a su madre y su padre Hipólito Mejía (Polín) en casa de su prima Julia Domínguez.
A sus 86 años doña Julia Domínguez, recuerda con exactitud que desde que nació, fue un niño risueño y alegre que creció en un hogar humilde, pero rico en valores.
Con nostalgia, contemporáneos de Hipólito, recuerdan como siendo un pequeño, salía en su burro en busca de agua al río para los quehaceres domésticos.
Los apodos no faltaron en la vida del ex presidente, quien por su cabellera dorada y recibió un mote que todavía es utilizado por sus amigos más cercanos.
Recorrió el campo con su trabajo agrícola, cabalgó por los caminos vecinales de Gurabo de aquel entonces, y ocupó durante su infancia los pupitres de la escuela rural Martina Mercedes Zouain, justo al lado Hipólito construyó un politécnico con el mismo nombre.
Sus amigos de infancia aseguran siempre fue un líder de grupo, y recuerdan con un dejo de emoción  los días en que Hipólito Mejía les enseño a montar bicicleta.
Pese a ser calificado como un hombre íntegro y de palabra, a parte de su madre, nadie imaginó que llegaría a ocupar la silla presidencial.
Cuando terminó la educación secundaria, en Santiago, se trasladó a San Cristóbal para cursar la carrera de Agronomía en el Instituto Politécnico Loyola, donde se graduó en el año 1962.
Desde hace treinta años está casado con Rosa Gómez, con quien ha procreado cuatro hijos. El 26 de agosto del 2000 la presidencia del país, pero para sus amigos y familiares en Gurabo sigue siendo el mismo Cabullita de siempre.
Hipólito Mejía tiene una gran aceptación en la comunidad de La Chichigua, donde de cada 20 casas, al menos 18 tienen un afiche con su rostro, dicen que solo algo ha cambiado.
“Él es tan querido que ahora en vez de decirle Cabullita todos les decimos Papá”, afirmó doña Julia Domínguez.

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