viernes, 30 de marzo de 2012


El hambre: enfermedad que más afecta a envejecientes


Dominicanos HOY
Reportajes, * | mar, 6-mar 18:25Por: Víctor Núñez
Decenas de envejecientes piden en las calles para poder subsistir (Foto: Dionny Matos)
Dulce María Abreu Ramírez (Foto: Carlos Carrasco)
Ancianos sin hogares se ven obligados a mendigar (Foto: Dionny Matos)
Cuando un ser humano arriba a la adultez es tocado por múltiples enfermedades que hacen más compleja su existencia. La hipertensión arterial y la diabetes son las dolencias que la gran mayoría de los abuelos no puede evitar, lo que es acompañado de afecciones reumatológicas que les afectan los huesos y los postra en una cama, o silla de rueda.

Pero, por más devastadoras que resulten estas dolencias, el hambre es la peor enfermedad que los afecta, seguida de los años que marcan sus pasos por la vida.

“El hambre es la enfermedad que más perturba a los envejecientes”, reafirmó Dulce María Abreu Ramírez,  una mujer nativa de Cotuí que ha dedicado su vida a prestar asistencia a ancianos de esta comunidad y otras del país.

“Si no tienen con qué alimentarse, esto sumado a la edad, es la peor calamidad que encaran los envejecientes”, agregó la dama que en la actualidad socorre a 15 adultos mayores, entre los cuales hay de 100, 108, 112 y 120 años de edad.

Señala que la atención a los envejecientes sería diferente si más personas trabajaran  para ayudarlos. “Yo pido para regalarles a la gente que lo necesita y si requieren una cirugía lo traigo a la capital, donde gestiono su ingreso en un hospital”, abundó Abreu Ramírez.

La caritativa mujer explica que la situación de los envejecientes es muy precaria, porque hay mucha pobreza: “cuando a un viejecito le faltan sus medicamentos y alimentos  se enfrenta a una situación muy difícil para él y su familia.

“Se consiguen muchas cosas, lo que pasa es que la gente no quiere ayudar”, refiere nuestra entrevistada quien añade  que todo lo que adquiere lo entrega directamente a estas personas, y lo hace personalmente, porque no siempre cuando se vale de alguien más, la ayuda llega a quien la necesita.

Para los envejecientes es un sector muy vulnerable que necesita de la atención tanto de la familia como del Estado, en cuyo sentido se debe fortalecer el apoyo y lograr que llegue a todos.

Abreu Ramírez gestiona la mayoría de las ayudas para los ancianos de su comunidad la en la Dirección de Protección a la Vejez, del Ministerio de Salud Pública, donde le proporcionan parte de las medicinas y alimentos que requiere para auxiliarlos.

En ese departamento también logra la entrega de camas, sábanas, muletas, bastones y sillas de ruedas.

La falta de un hogar para acoger a estos seres de la tercera edad es lo que más limita el trabajo que realiza Dulce María Abreu Ramírez, situación que la obliga a entregarles las ayudas directamente en sus viviendas.

En su comunidad no existe un albergue, el cual ha solicitado al director de Protección a la Vejez, de Salud Pública, Pedro Khoury, quien le ha manifestado que existen lugares más pobres que sí lo ameritan.

Además del trabajo que desarrolla, esta mujer se traslada a poblados de la región Sur, principalmente a sectores de la provincia Bahoruco, como Villa Jaragua, Neiba, Tamayo y Vicente Nobles, donde lleva a cabo operativos de asistencia.

Para cualquier aporte a favor de los abuelos que auxilia Dulce María Abreu Ramírez, pueden comunicarse con el teléfono 829-448-5166.

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