sábado, 31 de marzo de 2012

El nuevo Museo Toulouse-Lautrec de Albi reabre el 2 de abril Hace once años se acometió una profunda renovación y ampliación de sus espacios, que ya ha concluido


El nuevo Museo Toulouse-Lautrec 
de Albi reabre el 2 de abril

Hace once años se acometió una profunda renovación 
y ampliación de sus espacios, que ya ha concluido
















Hace once años se acometió una profunda renovación 
y ampliación de sus espacios, que ya ha concluido

Día 29/03/2012 - 12.43h
© FRANÇOIS GIUBILATO
© FRANÇOIS GIUBILATO
© COLLECTION MUSÉE TOULOUSE-LAUTREC, ALBI
© MUSÉE TOULOUSE-LAUTREC, ALBI
© F. PONS, MUSÉE TOULOUSE-LAUTREC, ALBI
© F. PONS, MUSÉE TOULOUSE-LAUTREC, ALBI
© F. PONS, MUSÉE TOULOUSE-LAUTREC, ALBI
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Nadie como él supo retratar el París bohemio de finales del XIX: sus cafés, teatros, cabarets, burdeles... Es uno de los pintores más queridos por el público. Quizás su leyenda en torno a la vida atormentada que llevó a causa de una anomalía congénita que impedía que sus huesos crecieran con normalidad y deformó su cuerpo, aumentada por esa otra leyenda que siempre acompañó a la bohemia artística parisina de principios del siglo XX —una vida de excesos, entre alcohol, cabarets y burdeles—, han hecho de Henri Toulouse-Lautrec todo un mito de la Historia del Arte.
Nació el 28 de noviembre de 1864 en la localidad francesa de Albi en el seno de una familia aristócrata. Tras su muerte, en 1901, su madre, la condesa Adèle de Toulouse-Lautrec, quiso perpetuar la memoria de su hijo en su ciudad natal dedicándole un museo con su nombre. Para ello legó generosamente un número importante de obras. En 30 de julio de 1922 se inauguraba la llamada entonces Galería Toulouse-Lautrec en el Palacio de la Berbie (siglo XIII) de Albi, preciosa ciudad declaradaPatrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2010. El museo atesora un millar de obras de Toulouse-Lautrec, además de piezas de otros artistas.

De castillo fortificado a palacio episcopal

Este lugar fue en su origen un castillo fotificado, pero con el tiempo se convirtió en palacio episcopal. Fue declarado monumento histórico en 1862. Hace once años se acometió una profunda renovación y ampliación, que ya ha concluido. El próximo día 2 reabren los espacios remozados en el espléndido Palacio Episcopal, situado muy cerca de la Catedral de Santa Cecilia. La vecina Toulouse ha invertido en los trabajos 38 millones de euros, informa Efe. En declaraciones a esta agencia, la directora del museo, Danièle Devynck, comenta que «la mirada de Toulouse-Lautrec era la de un testigo, no la de un juez, y eso constituyó una revolución. En cierta forma, recuerda a Goya, que se limitaba a dar testimonio de lo que veía».
El palacio adolecía de múltiples carencias en materia de conservación, normas de seguridad, talleres técnicos, servicios para el público, salas de exposiciones temporales, departamento pedagógico... Se convocó un concurso internacional en 1997 para la renovación del museo, resultando ganador el equipo de arquitectos Dubois et Associés. La restauración del palacio ha permitido su renacimiento. Las obras comenzaron en 2001 y han durado once años.

Obras principales

Las maravillosas salas medievales del palacio acogen la obra de Toulouse-Lautrec, que se distrubuye siguiendo criterios tanto cronológicos, como temáticos. El Museo de Albi atesora la colección más importante de este artista en todo el mundo. Más de mil obras, entre cuadros, litografías, dibujos y estudios preparatorios, carteles... Se exhiben unas 200 obras, algunas tan célebres como «Mujer subiéndose las medias», la «Anglaise du Star», «La modista» o «El diván japonés». No faltan sus cuadros de juventud, retratos (como el que le hizo a su madre en el salón del castillo de Malromé entre 1886 y 18887), escenas del Montmartre bohemio, de los teatros y cabarets de París, de sus burdeles...
Una sala reúne los carteles consagrados por el artista francés a lasestrellas de la noche parisina. En lugares tan míticos como el Moulin Rouge, el Mirliton, el Moulin de la Galette o Le Chat Noir conoció y retrató a empresarios, cantantes, bailarinas, actrices, vedettes, prostitutas... Es el caso de Yvette Guilbert (con sus inseparables guantes largos negros), Jane Avril, May Belfort, La Goulue, Aristide Bruant (cantante y dueño del Mirliton, al que retrató con capa y sombrero negros y una bufanda roja al cuello), Valentín «el deshuesado», Cha-U-Kao... El museo ha ido enriqueciendo sus fondos con compras como las de la colección de Maurice Joyant, amiga de Toulouse-Lautrec. También cuenta entre sus fondos con préstamos y depósitos del Museo d'Orsay de París, así como con una colección de arte antiguo, con obras de Francesco Guardi, Georges de La Tour...

Nuevos espacios

Las salas de la primera planta, situadas alrededor del Patio de Honor, acogerán el final del recorrido por la obra de Toulouse-Lautrec. En la segunda planta se exhiben las colecciones de arte moderno: Degas, Bonnard, Vuillard... El ala Stainville albergará el gabinete de dibujos. En el sótano se ha instalado una sala de exposiciones temporales de 470 metros cuadrados, con tres pequeños gabinetes y una galería de presentación de obras de pequeño formato. La primera muestra temporal, que se inaugura el 26 de mayo, estará dedicada a los maestros de la estampa japonesa. Ya en septiembre se abrirá la muestra «La Belle Époque de Jules Chéret». Está considerado el padre del cartel artístico. El nuevo museo cuenta con auditorio, almacenes, talleres pedagógicos, centro de documentación, tienda... Su web:www.museetoulouselautrec.net



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