miércoles, 29 de febrero de 2012

Explicación Histórica de nuestro Himno Nacional Dominicano


Explicación Histórica de nuestro Himno Nacional Dominicano

Explicación Histórica de nuestro Himno Nacional Dominicano

Los versos de nuestro Himno, embellecido por el bien logrado concierto de su métrica y rima e impregnados de patriotismo, narran los más sobresalientes hechos históricos acaecidos en Quisqueya desde la invasión haitiana de 1822 hasta la Restauración.
Estamos percatados de que muchos dominicanos no ignoran esto; pero conscientes de que esos son escasos con relación a los desconocedores, nos proponemos llevar nuestra explicación a esa gran mayoría

Emilio Prud Home, el afortunado poeta, al escribir los primeros versos: “Quisqueyanos valientes alcemos”, hace una invitación al dominicano a levantar con emoción en la voz nuestro himno, y a mostrar a la vez al universo nuestra inmaculada bandera.
Luego de alabar en la segunda estrofa al pueblo que se lanzó sin temor a la guerra contra el invasor haitiano para sacudir el yugo de la esclavitud, asegura en la tercera que un pueblo que no se lastime con la deshonra, y que no avive en su pecho la llama que fortalece el heroísmo varonil, no merece la libertad.
Sin embargo , dice en la cuarta estrofa, Quisqueya, indomable y bravía siempre mantendrá la rente levantada, y “si fuere mil veces esclava otras tantas ser libre sabrá”. Estos dos versos hablan claro.

En la quinta estrofa se refiere al engaño del cual se valió Boyer para pisotearnos con sus tropas el 9 de febrero del 1822, y quiere decir que si ese hecho bochornoso fue amarga realidad, en las batallas de Beler y Las Carreras (como en muchas otras) supimos darles a los intrusos su merecido.
Según la sexta estrofa el dominicano, siguiendo los designios de sus fundadores, guiados por el genio de Duarte, supo en los campos de Santomé y Sabana Larga, en La Estrelleta, en Cambronal, en Cachimán, El Número, Azua, Santiago, embriagarse del sentido patriótico y encarnar la personificación viva del héroe, prefiriendo la muerte a la deshonra. De ella podemos sacar la consigna ¡patria o muerte¡ no es nueva.

“Y si pudo inconsulto caudillo, de esas glorias el brillos empañar” dicen los primeros versos de la séptima estrofa. No hay dudas de que este inconsulto caudillo a que se refiere el poeta Prud Home, es al pérfido Pedro Santana,. Que las glorias que empaño fueron las guerras independentistas contra Haití, y que el hecho con que la empaño fue la oprobiosa anexión a España llevada a cabo en 1861, Quizás Santana no fue un caudillo tan inconsulto,. Porque asesoramiento siempre le sobro, ahora bien lo que hay que observar es lo nefasto y antipatriótico del asesoramiento.

En los versos restantes de la comentada estrofa, y en la octava entera se refiere a la guerra Restauradora. Esta comenzó definitivamente en Capotillo, y el poeta dice cómo se vio ondear en la afortunada loma la lumínica bandera de fuego de la guerra. Narra cómo el histórico incendio de la ciudad de Santiago ocurrido el 6 de noviembre de 1863, dejó anonadadlo al soberbio león español, tanto, que vencido, sangrante y maltrecho se alejó de nuestras orgullosas playas en donde nuestra soberana bandera flotaba airosa

Son las restantes cuatro estrofas las más encendidas de patriotismos, las que sin dudas leerlas, no hay dominicano que no sienta estremecerse, y vibrar en sus adentros con fortaleza un sentimiento de dominicanidad profunda

Invita la octava estrofa a mostrar erguida e imperturbable nuestra frente, orgullosos más que nadie de nuestra actitud ante la vicisitudes pasadas; pero lo más significativos de esta estrofa son sus dos últimos versos de los cuales habla elocuentemente “ QUE QUISQUELLA SERA DESTRUIDA, PERO SIERVA DE NUEJO ¡JAMAS¡

La novena dice con razón que nuestros pechos son templos de honor en donde vive la patria. Desde luego, Prud Home, no se refería al escribir así todos los dominicanos; él sin dudas excluía a los traicioneros que tantos puñales le han clavado a Quisqueya; por lo mismo, hoy no son todos los dominicanos a los que atañe gozar de las significativas estrofas de nuestro himno; hay a quien las amigue oírlas. Termina la novena estrofa repitiendo el lema de ser libre no morir que debe vivir en cada dominicano

En las dos estrofas finales resalta un acendrado amor a la libertad. Prud Home, repite esta palabras cinco veces en dicha estrofas; pinta nuestra victoria paseando serena en su carroza invicta , y al clarín marcial pregonando a los cuatro vientos ¡libertad¡ los ecos esparciéndose y llenando los ambientes; los campos inmensos repitiendo sin cesar ¡libertad¡ ¡libertad¡ ¡libertad¡.

Sin temor a pecar de exagerados, es nuestro himno patrio una composición de un maravilloso logro que cumple a cabalidad su cometido; embriagarnos de amor patrio. Su música no podía ser más acorde, es la mejor gala con que don José Reyes pudo vestir los magníficos versos de Prud Home.
Escrito por el 1883, adaptado oficialmente en 1934, pero en los actos oficiales desde 1890.
Da mucha lástima que las letras de nuestro himno sean tan poco conocidas, estoy seguro que `para hallar un dominicano que le sepa habría que buscar unos cien mil y que lños que la interpreten correctamente son escasos. Es una de tantas de las consecuencias desgraciadas del desamor a los nuestro; esto así porque la difusión no ha faltado, puesto que hemos visto las letras de nuestros himno hasta en cuadernos escolares; pero es que falta levantar el incentivo hacia los nuestro valorizarlo y no mirarlo indiferente



Himno Nacional Dominicano Las letras del Himno Nacional Dominicano fueron escritas por Emilio Prud-Homme y la mú-sica por José Reyes. La primera ejecución pública del mismo se realizó en agosto del mismo año, con motivo del traslado de los restos de Duarte (1884). En 1897, el maestro Reyes adaptó a su himno unas estrofas escritas por Federico Henríquez y Carvajal. En 1877 Prud’Homme modificó las letras de su himno. Poco antes habían ocurrido discusiones públicas en torno a las diferentes letras publicadas. A finales de 1897, el Himno de Prud-Homme, fue aprobado oficialmente por el congreso Nacional, pero el Presidente Heureaux se negó a dar vigencia a esa decisión. En 1934 Trujillo, oficializó el Himno de Reyes y Prud-Homme. La versión cantada que se escucha en actos públicos, actividades políticas, la radio, la televisión, centros académicos, etc. sólo contiene las cuatro primeras estrofas. la cuales aparecen, en español e inglés, al final de las letras completas del himno, transcritas a continuación.Quisqueyanos valientes, alcemosNuestro canto con viva emoción,Y del mundo a la faz ostentemosNuestro invicto, glorioso pendón¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte,A la guerra a morir se lanzó,Cuando en bélico reto de muerteSus cadenas de esclavo rompió.Ningún pueblo ser libre mereceSi es esclavo, indolente y servil;Si en su pecho la llama no creceQue templó el heroísmo viril,Más Quisqueya la indómita y bravaSiempre altiva la frente alzará;Que si fuere mil veces esclavaOtras tantas ser libre sabrá.Que si dolo y ardid la expusieronDe un intruso señor al desdén,Las Carreras! Beller!... campos fueronQue cubiertos de gloria se ven.\Que en la cima de heroico baluarteDe los libres el verbo encarnó,Donde el genio de Sánchez y DuarteA ser libre o morir enseñó.Y si pudo inconsulto caudilloDe esas glorias el brillo empañar,De la guerra se vió en CapotilloLa bandera de fuego ondearY el incendio que atónito dejaDe Castilla al soberbio león,De las playas gloriosas le alejaDonde flota el cruzado pendón.Compatriotas, mostremos erguidaNuestra frente, orgullosos de hoy más;Que Quisqueya será destruidaPero sierva de nuevo, jamás!Que es santuario de amor cada pechoDo la patria se siente vivir;Y es su escudo invencible, el derecho;Y es su lema: ser libre o morir.¡Libertad! que aún se yergue serenaLa Victoria en su carro triunfal,Y el clarín de la guerra aún resuenaPregonando su gloria inmortal¡Libertad! Que los ecos se agitenMientras llenos de nobles ansiedadNuestros campos de gloria repitenLibertad! Libertad! Libertad

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