domingo, 20 de septiembre de 2015

REPORTAJE: CLAUDIO RELATA LOS ULTIMOS MOMENTOS DE VIDA DE CAAMAÑO

REPORTAJE: CLAUDIO RELATA LOS ULTIMOS MOMENTOS DE VIDA DE CAAMAÑO

Félix Jacinto Bretón/Trinchera
VALLE NUEVO, Constanza, Rep. Dominicana.-“¿Me van a fusilar, verdad?, le preguntó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó a sus verdugos aquel inolvidable 16 de febrero de 1973, tras ser capturado en estas lomas, pertenecientes a la ramificación montañosa de la Cordillera Central, la más elevada del país, a donde pudo llegar junto a sus compañeros desde Playa Caracoles, Azua, por donde había desembarcado 14 días atrás.
“Camine, camine más rápido” fue la respuesta a la pregunta del jefe guerrillero, por lo que este volvió a martillar: “Dígame la verdad que yo soy un hombre, coño”,  y uno de los militares que lo custodiaban le confirmó “si, lo van a fusilar”.
Caamaño se encontraba herido pues había sostenido el último combate de la guerrilla a unos 7 kilómetros de esta zona montañosa, a donde pudo llegar con parte de sus hombres tras una feroz persecución de cientos de soldados y asesores militares de los Estados Unidos.
Al menos, eso es lo que asegura Claudio Caamaño Grullón, quien acompañó desde Cuba  al héroe de abril, y quien fue uno de los sobrevivientes de esta epopeya, junto a Hamlet Hermann Pérez.
En principio se había dicho que Caamaño había caído en Nizaito, San José de Ocoa, pero la historia posterior ubica este Valle como tumba del coronel. Aquí fueron encontrados sus restos así como los de Heberto Geordano Lalane José y Alfredo Pérez Vargas.
Los que quedó del cuerpo de Caamaño –fue desmembrado e incinerado- fue colocado en una tumba cercana a la de Lalane José y Pérez Vargas. Estos dos últimos combatientes  fueron enterrados juntos, de acuerdo al testimonio de Claudio, quien estuvo al lado de su jefe y familiar hasta el último momento.
AMAURY ERA EL CONTACTO
Que falló en la guerrilla de Playa Caracoles?, le inquirimos a Claudio. La muerte de Amaury German Aristy y otros tres revolucionarios el 12 de enero de 1973, un año atrás del desembarco, pudo haber alterado los planes iniciales.
Amaury era el contacto directo con Caamaño y proporcionaría la logística para el grupo cuando llegara al país. Pero, al parecer, sus planes fueron descubiertos y desarticulados.
Fue ubicado en una vivienda de Santo Domingo y acorralado en una cueva del kilómetro 14 y ½ de la autopista Las Américas, cayó junto a los que serían la vanguardia de la guerrilla de Playa Caracoles, esto es  Ulises Cerón Polanco, Virgilio Perdomo Pérez y Bienvenido Leal Prandy.
MELVIN TRAIDOR, SEGÚN LA FAMILIA CAAMAÑO
Hay algunos historiadores que señalan que Caamaño y sus hombres llegaron el 3 de febrero a playas dominicanas, pero Claudio asegura con toda firmeza posible que eso ocurrió el día 2.
Tras adentrarse en las lomas no encontraron nada de lo estaba planificado, sobretodo alimentos. Amaury se encargaría del avituallamiento. Pero su muerte, un año antes, desbarato los planes. Aquí salió a relucir, ante una pregunta, el nombre de Melvin Mañón.
Para la familia Caamaño, no es grato el recordar y menos pronunciar este nombre, y no se ahorran palabras al momento de calificarlo, pues lo más suave que le dicen es “traidor”.
Mañón tendría algunas indicaciones de
Caamaño para cuando desembarcara junto a sus hombres en estas tierras. Sin embargo, de acuerdo con Claudio, no hizo nada. Incluso, se le habían provistos de recursos y estos no fueron empleados para lo que originalmente se planificó.
EL HAMBRE LO VENCIO
La falta de alimentos fue uno de los enemigos principales que tuvo la guerrilla de Playa Caracoles. Cuando se planificaba el desembarco, se había convenido que se iba instalar un “pulperiita”, una pequeña bodega, en un punto de San José de Ocoa, en plena montaña.
“Pero nunca eso se hizo y debimos desafiar el hambre durante todos esos días porque los alimentos que llevábamos en nuestras mochilas  no eran suficientes para poder resistir”, recuerda Claudio.
Y refuerza sus palabras con esta revelación: En este escenario nosotros combatimos de manera precaria, pues teníamos unos alimentos que nos iban a guardar en un sitio, pero estos nunca aparecieron, creo que nos engañaron.
(Las autoridades habían ordenado el desalojo de los poblados por donde se desplazaba la guerrilla, y esto hacia a los combatientes más fácil para ser localizados. Esto ocurrió hasta en los pueblecitos madereros).
A pesar de todas las vicisitudes, los combatientes revolucionarios pudieron sobrevivir por 14 días y llegar próximo a este lugar, aunque totalmente agotados y con todo un ejército atrás, asesorado por militares norteamericanos.
EL ULTIMO COMBATE
“Este escenario, Valle Nuevo, fue el último combate de Francisco Caamaño”, rememora su familiar y compañero de lucha visiblemente emocionado al recordar aquellos episodios, ocurridos 42 años atrás.
“A Caamaño lo capturan el 16 de febrero a 7 kilómetros de aquí y lo asesinan allí, en aquel montecito”, dice señalando con su dedo índice el sitio exacto. Desde el lugar donde lo entrevistamos para LA INFORMACION y el portal Trinchera (enmitrincheradelucha.wordpress.com), el promontorio se divisa perfectamente.
Claudio destaca que esta zona montañosa de nuestra patria “para mi tiene muchos recuerdos, recuerdos que son imborrables en mi mente”. “Este lugar aumenta el patriotismo que yo pueda sentir por mi pueblo, por mi país. Yo espero que a las dominicanas y dominicanos les pase igual cuando vengan a esta zona”, expone  con palabras firmes.
“Nosotros, la guerrilla, fracasamos, cometimos errores, y lo que más me duele a mí es que las mejores personas que he conocido murieron en este escenario y en otros de Santo Domingo, San Francisco de Macorís y otros pueblos, luchando por darle al pueblo la legalidad y su verdadera democracia e independencia”.
LA ORDEN ERA “MATARLO EN EL ACTO”
A Caamaño, de acuerdo con Claudio, había supuestas órdenes de matarlo “en el acto”. “No sé por qué no lo hicieron”,  razona. El combate ocurrió a aproximadamente a unos siete kilómetros de aquí.
El coronel estaba herido. Sus compañeros Lalane José y Pérez Vargas habían caído en ese combate. Los otros guerrilleros lograron romper el cerco militar  y dos de ellos salvaron sus vidas, el propio Claudio y Hamlet Hermann Pérez.
¿Me van a fusilar, verdad? cuenta Claudio que le preguntó el líder guerrillero y héroe de la guerra de abril a sus captores. El militar de más alto rango que lo custodiaba lo miró y solo atinó a decirle: camine, camine más rápido. “Dígame si me van a fusilar que yo soy un hombre, coño”, le repitió Caamaño, a lo que recibió la respuesta positiva.
Momentos después tres soldados encargarían de cumplir las órdenes. “Dispararon a lo loco”, dice el exguerrillero. La idea era aparentar que Caamaño había caído en combate. “Fue un tiroteo prolongado que hubo ese  16 de febrero al caer la tarde”, recuerda.
¡Viva la República Dominicana!, dicen que gritó el fusilado en momentos en que recibía los disparos que le apagaron la existencia para definitivamente transportarlo a la inmortalidad.
Después soldados desmembraron el cuerpo e incineraron los restos, los cuales no pudieron quemarse en su totalidad, por la humedad reinante (es Valle Nuevo, el lugar más frio del país con temperaturas hasta 5 grados bajo cero).
Las partes del cuerpo que no pudieron incinerar, apenas quedaron chamuscadas, fueron recogidas y echadas en una bolsa (un saco). Se les enterró en este mismo lugar donde años después fueron recuperadas tras una incesante búsqueda encabezada por Claudio y Héctor Ludovino  Domínguez, familia del coronel Fernández Domínguez.
LOS RESTOS AL PANTEÓN
Hamlet, el otro sobreviviente de la guerrilla de Playa Caracoles, ha ofrecido otra versión, sin embargo. Alega que el cadáver de Caamaño fue trasladado en helicóptero y lanzado al mar, lo que la familia del héroe de abril y de Caracoles rebate y hasta llama “cobarde y traidor” a Hamlet.
El tiempo, sin embargo, se encargará, como ocurre con todas las cosas, se sacar a flote la verdad en este caso. Mientras, se sigue esperando que los restos encontrados y que la familia asegura son del Héroe Nacional, sean definitivamente trasladados al Panteón de la Patria para que reposen juntos a los de Rafael Tomas Fernández Domínguez, el inspirador del movimiento constitucionalista de abril del 65, además de compadre y compañero de lucha de Francisco Alberto

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