Moais
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Los moais, las gigantescas estatuas de piedra de la Isla de Pascua, constituyen la expresión más importante del arte escultórico Rapa Nui y
se han convertido en su seña de identidad. No obstante, a pesar de su
fama mundial y la multitud de estudios realizados sobre ellos, todavía
quedan muchas preguntas sin resolver en torno a estos gigantes de
piedra. Intentaremos responder algunas.
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¿Qué es un moai y qué representa?
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¿Cómo los fabricaron?
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¿Cómo los movieron?
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¿Cuántos moais hay en la isla y dónde están?
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¿Qué tamaño tiene un moai?
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La puesta de ojos y el mana
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Los pukaos
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Forma y estética de los moais
¿Qué es un moai y qué representa?

Moai semienterrado en la ladera de Rano Raraku
La arquitectura monumental de Rapa Nui es el producto de un modelo ampliamente difundido en la Polinesia, en particular, en las islas Marquesas, Tahiti y Raivava’e, donde se encuentran estructuras pétreas y esculturas que parecen ser los prototipos de los ahu y los moais rapanui.
El nombre completo de las estatuas en su idioma local es Moai Aringa Ora, que significa “rostro vivo de los ancestros”. Estos gigantes de piedra fueron hechos por los Rapa Nui para representar a sus ancestros, gobernantes o antepasados importantes, que después de muertos tenían la capacidad de extender su “mana” o poder espiritual sobre la tribu, para protegerla.
Los reyes poseían este poder de manera innata; otros podían adquirirlo en el transcurso de sus vidas, pero para ello tenía que realizar una serie de hazañas extraordinarias, y estaban obligados a demostrarlo constantemente para no perderlo.
Los clanes más prósperos ordenaban construir un moai como una manera de honrar al hombre difunto con mana. Después de varios meses de duro trabajo , el moai recorría su camino hasta llegar al ahu o altar de piedra preparado para recibirlo. Finalmente era erigido acompañado de grandes celebraciones.
¿Cómo los fabricaron?

Cara sur del cráter del volcán Rano Raraku
Curiosamente la mitad norte del cráter, cuyos bordes bajan en una suave pendiente, está compuesta por un material arcilloso rojizo inservible para el tallado. La toba lapilli aparece en la mitad sur del cráter, en el lado más alto, por tanto la actividad de los antiguos maestros talladores de moais se concentró en la pared exterior que mira al suroeste, pero llegaron hasta la cima e incluso hasta el interior del cráter, en cuya ladera se conservan más de cuarenta estatuas, orientadas hacia la laguna.

Fases de construcción de un moai
Uno de los misterios sin resolver es saber por qué no extrajeron los grandes bloques en bruto y los llevaron a un lugar más accesible para que escultores pudieran trabajar de manera más cómoda, y en cambio, ascendían hasta la parte más alta y difícil del volcán para tallar cada detalle de los moais, incluso los finos rasgos de la cara y las manos, en su lugar de origen.

Imagen dónde se observa la quilla de piedra tras el moai
¿Cómo los movieron?
Aunque muchas teorías se han planteado al respecto, el traslado de estas enormes y pesadas estatuas es todavía el mayor misterio sin resolver de la Isla de Pascua. Sin embargo, descartando algunas ideas fantasiosas, existe una serie de hipótesis serias y experimentos que han permitido demostrar que el transporte es factible con los recursos humanos y materiales con que contaban los antiguos isleños.Según la tradición, los moais “caminaban”. De hecho, desde la cantera del volcán salían varios caminos destinados al transporte de las estatuas. Aún hoy es visible la ruta que seguían por la costa sur, en donde se hallan varios moais caídas hacia delante.

Representación de una de las posibles formas en que trasladaron los moais
Ya sea de pie o acostado, los moais debieron instalarse sobre una base de troncos a manera de trineo, deslizándolos sobre troncos transversales, para reducir el roce. Excavaciones recientes en un tramo del camino de los moai entregan datos nuevos, que obligan a replantear la ingeniería del traslado y a realizar nuevos experimentos. El camino presenta tramos cóncavos, o con pavimento, pero las huellas de una gran cantidad de troncos instalados de manera vertical, o inclinados, a ambos lados del camino, parecen indicar que en el transporte eran fundamentales la palanca con troncos resistentes y las cuerdas de fibra vegetal, del árbol hau hau (Triumfetta semitriloba).

Levantamiento de un moai por el equipo de Thor Heyerdhal
¿Cuántos moais hay en la isla y dónde están?

Moais en la ladera del volcán Rano Raraku
Unos 164 moais llegaron a los distintos ahus dispersos en todo el contorno de la isla como formando un anillo sagrado. Unos pocos llegaron a pequeños ahus en el interior, como es el caso de Ahu Huri a Urenga y Hanga Kio’e . En ocasiones formaban grupos imponentes, como los 15 moais del Ahu Tongariki, con pesos individuales de más de sesenta toneladas, los 13 del Ahu Akahanga, o los siete moais del tipo promedio en el Ahu Akivi.
Los millones de golpes de esas pesadas picotas de mano parecen haberse detenido en un solo momento. Cientos de moais quedaron en distintas etapas del tallado.
Aunque en algunos casos fueron abandonados por problemas técnicos o fracturas, da la impresión de que, por alguna razón, ese enorme esfuerzo fue interrumpido abruptamente, como si las propias herramientas esperaran la vuelta de los trabajadores en cualquier momento.
¿Qué tamaño tiene un moai?

La altura media de los moais es de unos 4,5 metros, pero los antiguos especialistas fueron capaces de trabajar y trasladar dos estatuas de 10 metros de alto, que llegaron al Ahu Hanga Tetenga en la costa sur, y al Ahu Te Pito Kura en la costa norte, en el sector de La Pérouse, a unos seis kilómetros de distancia de la cantera. El de Hanga Tetenga se encuentra quebrado en cuatro partes sobre la plataforma y sin cavidades para los ojos, prueba de que no pudieron controlar el último impulso para ponerlo en posición vertical.
El peso estándar ronda las 5 toneladas y no más de 30 a 40 estatuas pesan más de 10 toneladas. Estas corresponden a la época de pleno desarrollo de la cultura rapanui llamada Período Ahu Moai situado entre los años 1.500 y 1.600 d.C..
El moai más grande

Moai Te Tokanga en Rano Raraku
La puesta de ojos y el mana

Moais con ojos restaurados en Ahu Tahai
Hoy, el mana ya no puede actuar. Ningún moai tiene sus ojos originales Tal vez fueron arrojados mar adentro, tal vez fueron destruidos o se desvanecieron con el tiempo. Nadie lo sabe realmente.
En el año 1978, durante la reconstrucción del Ahu Nau Nau en Anakena, se encontró por primera vez uno de los ojos originales de un moai, que se expone actualmente en el Museo Antropológico de Hanga Roa.
En el complejo de Tahai se puede apreciar la única estatua con ojos restaurados. En comparación con el resto de los moais de la isla, parece como si hubiera recuperado la vista y quisiera proyectar de nuevo su poder a los nuevos pobladores y visitantes.
Los pukaos

Moais con pukaos del Ahu Nau Nau en Anakena
En la propia cantera, o en transporte, quedaron abandonados 31 pukaos. Las dimensiones de estos cilindros alcanzaban entre uno y dos metros de alto, por dos a tres metros de diámetro, con pesos de entre nueve y veinte toneladas. Fueron la máxima expresión del poder de algunos linajes, y en un extraordinario alarde de ingeniería y poder político, levantaron sobre el moai del Ahu Te Pito Kura, a 10 metros de altura, un cilindro de escoria que pudo pesar más de diez toneladas.
Forma y estética de los moais

Caballos salvajes en las cercanías de un moai en Rano Raraku
El estereotipo del moai es de forma rectangular, y destaca por la mayor proporción de la cabeza respecto del tronco, con una nariz alargada en donde las aletas se detallan con finos espirales, boca de labios finos de expresión despectiva, orejas con largos lóbulos, en los que a veces se aprecian aros cilíndricos. El mentón tiene un borde pronunciado, que a veces termina en una pequeña barba. Los ojos permanecían “cerrados” hasta que la figura era levantada sobre un ahu.
Los cuerpos fueron diseñados para que la estatua tuviera un bajo centro de gravedad, con un abdomen abultado en el tercio inferior y una espalda cóncava. La base se corta a la altura de la pelvis, dejando en el frente los genitales masculinos cubiertos por un taparrabos. Los brazos están pegados al cuerpo y las manos sostienen un vientre ligeramente abultado con sus pulgares señalando hacia el ombligo, Te Pito, la matriz, que contiene el poder de la vida. Sus dedos alargados y finos simbolizan a un ser sagrado, intocable, no destinado al trabajo común, sino a la reflexión y sabiduría.
Los pectorales presentan tetillas modeladas como espirales en relieve. Bajo el grueso cuello, se define una línea que representa las clavículas, y en el centro, la hendidura de la parte superior del esternón. El ombligo está marcado en relieve, aunque en la mayoría de los casos la erosión ya no permite apreciarlo.
En la antigüedad, probablemente todos los moai que llegaron a levantarse sobre un ahu estuvieron pintados con pigmentos minerales rojos. Algunos presentan diseños incisos que representan tatuajes en el cuello. En los moais del Ahu Nau Nau de Anakena se pueden apreciar diseños geométricos en relieve aplicados en la espalda, como un cinto a la altura de las caderas, diseños en forma de M o Y, así como espirales sobre los glúteos.




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