viernes, 18 de septiembre de 2015

Apresamiento y exilio de Juan Pablo Duarte y sus compañeros Trinitarios el 10 de Septiembre de 1844


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Apresamiento y exilio de Juan Pablo Duarte y sus compañeros Trinitarios el 10 de Septiembre de 1844



El 2 de septiembre de 1844, el prócer Juan Pablo Duarte y varios de sus compañeros trinitarios fueron traídos detenidos a la ciudad de Santo Domingo.

El grupo que formaban además de Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Juan Evangelista Jiménez y el español Gregorio del Valle, fue transportado desde Puerto Plata, en la goleta “Separación Dominicana”, capitaneada por el coronel Juan Bautista Cambiaso, quien llegó al Puerto de Santo Domingo, en horas de la noche.

Los presos fueron llevados a la Fortaleza de la Torre del Homenaje, donde quedaron en prisión hasta el día 10 de septiembre de 1844, cuando fueron deportados. En ese momento Duarte estaba afectado por una fiebre y estaba muy débil.

José Gabriel García, en el II tomo de su obra “Compendio de la Historia de Santo Domingo”, anota que desde la Torre del Homenaje, Duarte “presenció la farsa ridícula con que hombres apasionados, valiéndose de ignorantes esbirros, hicieron aparecer al pueblo pidiendo con furor las cabezas de los iniciadores de su independencia, y al ejército las de los más ilustrados de sus generales, augurio fatal de la larga serie de crímenes que en nombre de entidades morales tan respetables debían realizarse en no lejano porvenir”.

Juan Pablo Duarte había sido detenido el 27 de agosto de 1844, por una patrulla militar que lo localizó en Jamao, Puerto Plata, en la residencia de su amigo el ex oficial del Ejército francés Pedro Eduardo Dubocq.

La patrulla que apresó a Duarte, la comandaba el General Pedro Ramón Mena, quien trasladó al detenido a la Fortaleza San Felipe.

En la prisión Juan Pablo Duarte fue visitado por varios amigos, incluidos el Presbítero Manuel González Regalado y Muñoz, y el trinitario Juan Isidro Pérez.

Fue en la cárcel de San Felipe, en Puerto Plata, que Juan Isidro Pérez le expresó a Duarte:

“Sé que vas a morir, y he venido a cumplir el sagrado juramento de dar mi vida por la tuya”.

Horas después Juan Pablo Duarte fue trasladado a Santo Domingo, para ser deportado, por disposición de la Junta Central Gubernativa encabezada por el General Pedro Santana.

El día 22 de agosto de 1844, La Junta Central Gubernativa, había declarado al patricio Juan Pablo Duarte y a un grupo de trinitarios traidores e infieles a la patria.

En el momento que se produjo la decisión, Juan Pablo Duarte, se encontraba escondido en Puerto Plata, luego que fue calificado de anarquista por el general Pedro Santana.

La Junta Central Gubernativa cuando declaró a Duarte y a los trinitarios traidores a la patria era presidida por el General Pedro Santana. La integraban los demás miembros Tomás Bobadilla, Manuel Jimenes, Félix Mercenario, Toribio Mañón, J. Tomás Medrano, Norberto Linares, Toribio L. Villanueva y Félix M. Marcano, secretario.

Además de Juan Pablo Duarte, la Junta declaró traidores a la patria a los generales Francisco del Rosario Sánchez, y Matías Ramón Mella; a los coroneles Pedro Alejandrino Pina y Gregorio del Valle.

También el comandante Juan Evangelista Jiménez, el capitán y poeta venezolano Juan José Illas y el ex secretario de la Junta, Juan Isidro Pérez.

Al considerar que Juan Pablo Duarte y sus compañeros habían sido traidores e infieles a su patria, “y como tales eran indignos de los empleos y cargos que ejercían, de los que quedaban depuestos y destituidos, ordenando que todos ellos fueran inmediatamente desterrados y extrañados á perpetuidad del país, sin que pudieran volver á poner el pié en él, bajo la pena de muerte, que sería ejecutada en la persona del que lo hiciera, después que fuera aprehendido y se justificara la identidad de su persona, á cuyo efecto se le daba poder y facultad á cualquiera autoridad civil y militar que verificara la captura, todo ello sin perjuicio de las indemnizaciones civiles que debieran al erario público ó á algunos ciudadanos particulares, por la mala inversión que hubieran tenido en sus empleos, por el abuso de poder que hubieran hecho, ó por los daños y perjuicios que hubieran causado”. (sic)

Con la decisión se intensificó una política de intolerancia que llevaría al exilio a Juan Pablo Duarte, a sus seguidores y a su familia.

El 24 de julio de 1844, la Junta Central Gubernativa, presidida por el general Pedro Santana, había rechazado la decisión de los pueblos del Cibao de proclamar a Juan Pablo Duarte, Presidente de la República.

La reacción del primer organismo de Gobierno de República Dominicana se produjo cuando una comisión encabezada por el coronel Domingo Mallol y Juan Luis Franco Bidó, le entregó el 24 de julio, la proclama aprobada en Santiago de los Caballeros, por los pueblos del Cibao, el día 19 de julio de 1844.

El día 19 de julio de 1844, el prócer Matías Ramón Mella, Jefe del Departamento de Santiago y frontera del Noroeste, envió el informe a la Junta Central Gubernativa, en el que le comunicaba de manera oficial, que Juan Pablo Duarte había sido proclamado Presidente de la República por los pueblos del Cibao.

En el momento que dirigió el documento a la Junta Central Gubernativa, Matías Ramón Mella, ignoraba que en la Capital el general Pedro Santana había dado un golpe el día 16 de julio que desalojó del primer organismo de

Gobierno dominicano a los trinitarios que encabezaba Francisco del Rosario Sánchez.

De esa manera, los conservadores que presidía Tomás Bobadilla, retomaron el control de la Junta Central Gubernativa, que era dirigida por los trinitarios desde el día 9 de junio de 1844.

La nueva Junta rechazó el documento de Mella, y el día 24 de julio de 1844, dio a conocer un manifiesto en el que advirtió que “no reconoce ni reconocerá el nombramiento de Presidente en el General Duarte ni en ninguna otra persona, a menos que no sea hecho por el Congreso Constituyente”.

Tras tomar el poder, Pedro Santana desató un plan represivo contra los trinitarios, el cual culminó con la expulsión al exilio, de Juan Pablo Duarte, el 10 de septiembre de 1844, hace hoy 171 años.

Texto: Héctor Tineo

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