jueves, 27 de noviembre de 2014

BREVE HISTORIA DE LA PRIMERA INVASION NORTEAMERICANA DEL 1916

BREVE HISTORIA DE LA PRIMERA INVASION NORTEAMERICANA DEL 1916

La primera ocupación estadounidense de República Dominicana se produjo desde 1916 hasta 1924. Fue una de las numerosas intervenciones en América realizadas por las fuerzas militares estadounidenses. El 3 de mayo de 1916, el contraalmirante William Banks Caperton obligó al Secretario de Guerra de la República Dominicana Desiderio Arias, quien había ocupado el cargo durante el gobierno de Juan Isidro Jimenes Pereyra, a abandonar Santo Domingo bajo la amenaza de realizar un bombardeo naval a la ciudad.

Tres días después de que Desiderio Arias abandonara el país, un contingente del Cuerpo de Marines de Estados Unidos desembarcó y en dos meses tomó el control de la nación imponiendo en noviembre de 1916 un gobierno militar bajo el mando del contraalmirante Harry Shepard Knapp.

Los Marines impusieron el "orden" en la mayor parte de la república, con excepción de la región oriental. A consecuencia de la ocupación, el presupuesto del país se equilibró, se disminuyó la deuda externa y se retomó el crecimiento económico. La fuerza de ocupación propició la realización de importantes proyectos de infraestructura como la creación de nuevas carreteras que unieron todas las regiones del país por primera vez en la historia. También se creó la "Guardia Nacional", una organización militar profesional que sustituyó a las fuerzas partidistas de carácter caudillista que habían librado una lucha interminable por el poder.

La mayoría de los dominicanos, sin embargo, se resintió por la pérdida de su soberanía a manos de los extranjeros. Un movimiento guerrillero conocido como los "gavilleros" contó con el apoyo de la población en las provincias orientales de El Seibo y San Pedro de Macorís. Estos insurgentes, en base a su mejor conocimiento del terreno local, lucharon contra la ocupación de Estados Unidos desde 1917 hasta 1921. No obstante, las fuerzas estadounidenses mantuvieron el orden durante este período de insurrección hasta que en 1921, los gavilleros fueron definitivamente aplastados por la supremacía aérea de los ocupantes y los métodos de contrainsurgencia y acoso constante implementados por los militares estadounidenses.

Retirada

Después de la Primera Guerra Mundial, la opinión pública en Estados Unidos comenzó a manifestarse en contra de la ocupación. Warren G. Harding, quien sucedió a Wilson en marzo de 1921, había hecho campaña contra las ocupaciones de Haití y la República Dominicana.

En junio de 1921, representantes de Estados Unidos presentaron una propuesta de retirada, conocida como el Plan Harding, que abogaba por la ratificación dominicana de todos los actos del gobierno militar, la aprobación de un préstamo estadounidense de $2,5 millones de dólares para obras públicas y otros gastos, la aceptación de los oficiales de la policía creada por los estadounidenses o Guardia Nacional y la celebración de elecciones bajo la supervisión de los Estados Unidos.

La reacción popular al plan fue abrumadoramente negativa. Algunos líderes dominicanos, sin embargo, utilizaron el plan como base para nuevas negociaciones que terminaron en un acuerdo entre el Secretario de Estado de Estados Unidos Charles Evans Hughes y el embajador dominicano en Estados Unidos Jacinto Bienvenido Peynado el 30 de junio de 1922. Este acuerdo permitió la selección de un presidente provisional para gobernar hasta que las elecciones pudieran ser organizadas. Bajo la supervisión del Alto Comisionado Sumner Welles, Juan Bautista Vicini Burgos asumió la presidencia provisional el 21 de octubre de 1922.

En las elecciones presidenciales del 15 de marzo de 1924, Horacio Vásquez Lajara, un aliado estadounidense que colaboró con el gobierno de Estados Unidos, derrotó a Peynado fácilmente. El Partido Alianza de Vásquez también obtuvo una cómoda mayoría en ambas cámaras del Congreso. Con su ascenso al poder el 13 de julio, el control de la república regresó a manos dominicanas.

Consecuencias

A pesar de la retirada de las tropas de ocupación, se mantuvo la preocupación respecto a la recaudación y uso de los ingresos aduaneros del país. Para solucionar este problema, representantes de Estados Unidos y del gobierno de República Dominicana se reunieron en una convención y firmaron un tratado el 27 de diciembre de 1924, mediante el cual se cedió a Estados Unidos el control sobre los ingresos aduaneros del país. Este tratado fue motivo de un largo resentimiento entre Estados Unidos y el pueblo dominicano hasta que, en 1941, el tratado fue oficialmente derogado y el control de los ingresos aduaneros del país volvió de nuevo a ser administrado por el gobierno dominicano.

Una de las consecuencias de la ocupación fue el ascenso al poder de Rafael Leónidas Trujillo. Trujillo, miembro de la Guardia Nacional creada a principio de 1919 por Estados Unidos y no obstante a ser una persona de calidad moral cuestionable, recibió altas calificaciones por parte de los oficiales militares estadounidenses y finalmente, se convirtió en jefe de personal del ejército del país en 1928.

A raíz de las elecciones fraudulentas de 1930, Trujillo se convirtió en presidente del país. A pesar de que el Departamento de Estado de Estados Unidos vio en Trujillo una especie de "Frankenstein, que cobró vida gracias a los Marines de Estados Unidos" y que probablemente sería causa de nuevos levantamientos, fue apoyado por el gobierno estadounidense cuando sus tácticas de mano dura evitaron la necesidad de una intervención militar. Gracias al beneficio del control de Estados Unidos sobre las aduanas del país, Trujillo pudo desviar fondos para su ejército y suprimir la disidencia interna.

La corrupción política, la fuerza militar, la tortura, el asesinato, el nepotismo, los monopolios comerciales y el manejo personalista del tesoro nacional de la república, le permitió a Trujillo acallar a sus opositores y amasar una fortuna superior a los $800 millones de dólares de la época.

Foto: Libro MARINES IN THE DR, del Cuartel General de Museos e Historia del US Marine CorpBREVE HISTORIA DE LA PRIMERA INVASION NORTEAMERICANA DEL 1916
La primera ocupación estadounidense de República Dominicana se produjo desde 1916 hasta 1924. Fue una de las numerosas intervenciones en América realizadas por las fuerzas militares estadounidenses. El 3 de mayo de 1916, el contraalmirante William Banks Caperton obligó al Secretario de Guerra de la República Dominicana Desiderio Arias, quien había ocupado el cargo durante el gobierno de Juan Isidro Jimenes Pereyra, a abandonar Santo Domingo bajo la amenaza de realizar un bombardeo naval a la ciudad.
Tres días después de que Desiderio Arias abandonara el país, un contingente del Cuerpo de Marines de Estados Unidos desembarcó y en dos meses tomó el control de la nación imponiendo en noviembre de 1916 un gobierno militar bajo el mando del contraalmirante Harry Shepard Knapp.
Los Marines impusieron el "orden" en la mayor parte de la república, con excepción de la región oriental. A consecuencia de la ocupación, el presupuesto del país se equilibró, se disminuyó la deuda externa y se retomó el crecimiento económico. La fuerza de ocupación propició la realización de importantes proyectos de infraestructura como la creación de nuevas carreteras que unieron todas las regiones del país por primera vez en la historia. También se creó la "Guardia Nacional", una organización militar profesional que sustituyó a las fuerzas partidistas de carácter caudillista que habían librado una lucha interminable por el poder.
La mayoría de los dominicanos, sin embargo, se resintió por la pérdida de su soberanía a manos de los extranjeros. Un movimiento guerrillero conocido como los "gavilleros" contó con el apoyo de la población en las provincias orientales de El Seibo y San Pedro de Macorís. Estos insurgentes, en base a su mejor conocimiento del terreno local, lucharon contra la ocupación de Estados Unidos desde 1917 hasta 1921. No obstante, las fuerzas estadounidenses mantuvieron el orden durante este período de insurrección hasta que en 1921, los gavilleros fueron definitivamente aplastados por la supremacía aérea de los ocupantes y los métodos de contrainsurgencia y acoso constante implementados por los militares estadounidenses.
Retirada
Después de la Primera Guerra Mundial, la opinión pública en Estados Unidos comenzó a manifestarse en contra de la ocupación. Warren G. Harding, quien sucedió a Wilson en marzo de 1921, había hecho campaña contra las ocupaciones de Haití y la República Dominicana.
En junio de 1921, representantes de Estados Unidos presentaron una propuesta de retirada, conocida como el Plan Harding, que abogaba por la ratificación dominicana de todos los actos del gobierno militar, la aprobación de un préstamo estadounidense de $2,5 millones de dólares para obras públicas y otros gastos, la aceptación de los oficiales de la policía creada por los estadounidenses o Guardia Nacional y la celebración de elecciones bajo la supervisión de los Estados Unidos.
La reacción popular al plan fue abrumadoramente negativa. Algunos líderes dominicanos, sin embargo, utilizaron el plan como base para nuevas negociaciones que terminaron en un acuerdo entre el Secretario de Estado de Estados Unidos Charles Evans Hughes y el embajador dominicano en Estados Unidos Jacinto Bienvenido Peynado el 30 de junio de 1922. Este acuerdo permitió la selección de un presidente provisional para gobernar hasta que las elecciones pudieran ser organizadas. Bajo la supervisión del Alto Comisionado Sumner Welles, Juan Bautista Vicini Burgos asumió la presidencia provisional el 21 de octubre de 1922.
En las elecciones presidenciales del 15 de marzo de 1924, Horacio Vásquez Lajara, un aliado estadounidense que colaboró con el gobierno de Estados Unidos, derrotó a Peynado fácilmente. El Partido Alianza de Vásquez también obtuvo una cómoda mayoría en ambas cámaras del Congreso. Con su ascenso al poder el 13 de julio, el control de la república regresó a manos dominicanas.
Consecuencias
A pesar de la retirada de las tropas de ocupación, se mantuvo la preocupación respecto a la recaudación y uso de los ingresos aduaneros del país. Para solucionar este problema, representantes de Estados Unidos y del gobierno de República Dominicana se reunieron en una convención y firmaron un tratado el 27 de diciembre de 1924, mediante el cual se cedió a Estados Unidos el control sobre los ingresos aduaneros del país. Este tratado fue motivo de un largo resentimiento entre Estados Unidos y el pueblo dominicano hasta que, en 1941, el tratado fue oficialmente derogado y el control de los ingresos aduaneros del país volvió de nuevo a ser administrado por el gobierno dominicano.
Una de las consecuencias de la ocupación fue el ascenso al poder de Rafael Leónidas Trujillo. Trujillo, miembro de la Guardia Nacional creada a principio de 1919 por Estados Unidos y no obstante a ser una persona de calidad moral cuestionable, recibió altas calificaciones por parte de los oficiales militares estadounidenses y finalmente, se convirtió en jefe de personal del ejército del país en 1928.
A raíz de las elecciones fraudulentas de 1930, Trujillo se convirtió en presidente del país. A pesar de que el Departamento de Estado de Estados Unidos vio en Trujillo una especie de "Frankenstein, que cobró vida gracias a los Marines de Estados Unidos" y que probablemente sería causa de nuevos levantamientos, fue apoyado por el gobierno estadounidense cuando sus tácticas de mano dura evitaron la necesidad de una intervención militar. Gracias al beneficio del control de Estados Unidos sobre las aduanas del país, Trujillo pudo desviar fondos para su ejército y suprimir la disidencia interna.
La corrupción política, la fuerza militar, la tortura, el asesinato, el nepotismo, los monopolios comerciales y el manejo personalista del tesoro nacional de la república, le permitió a Trujillo acallar a sus opositores y amasar una fortuna superior a los $800 millones de dólares de la época.
Foto: Libro MARINES IN THE DR, del Cuartel General de Museos e Historia del US Marine Corp

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