A los 40 años de los 7 Días con el Pueblo: El único heredero es el pueblo y su memoria
28 de noviembre de 2014 - 12:00 pm -}
http://acento.com.do/2014/cultura/8199591-a-los-40-anos-de-los-7-dias-con-el-pueblo-el-unico-heredero-es-el-pueblo-y-su-memoria/
Cuando hago memoria 40 años después, a
borbotones me llegan las imágenes de aquella casa repleta de cuadros de
Cándido Bidó, su mejor tiempo, escultura de Gaspar Mario ("Gaspar manos
de nubes, corazón de madera")... Cruz, un Ho Chi Min, en cuya cabeza
palomas y flores conversaban, esculturas y pinturas eran testigos de la
fertilidad de un grupo formado casi al azar, cumplía con la historia y
con su tiempo
dame tu frío y tu pan
dame tu mano hecha puño
que no necesito más.
Esta es la hora primera,
este es el justo lugar
con tu mano y con mi mano
hermano empecemos ya”
(Hermano dame tu mano, versión de Mercedes Sosa./Autores: Jorge Sosa y Damián Sánchez)
London,Reino Unido(28 de Noviembre 2014).-Parado en una ventana, mientras la niebla se nubla y se convierte en un vaporoso espejo, mis ojos miran hacia 40 años, que para mí, no han pasado de modo simple, porque combatí y he sido combatido, por suerte.
El tiempo que es un verdugo moral, de hogaño como antaño, ahora nos convoca.
Un aire frio, como aquel de René del Risco, sacude a Londres y desde mi ventana, con toda la niebla convertida en espejo y Flash Back, narro:
Apenas queda tiempo para un recuerdo, porque de solo pensar en todo aquello muchas penas en el tiempo han quedado, algunas nunca se van curar, nunca.
No fuimos héroes, la gente que se dice héroe a sí misma, normalmente nunca lo fue en el momento que dicen que lo fueron.
El verdadero héroe nunca sabe que lo es, es la posteridad la que lo designa y lo hace con justicia, pero no siempre.
Nosotros los de entonces, eso debimos hacer, lo que hicimos, porque nos correspondía poner hechos y riesgos a las palabras y las canciones escritas.
Porque sobre nuestra espalda de la historia, con el ejemplo (*), los ojos joviales de Amaury Aristy, estaban frescos y nos miraba.
Esa generación, la nuestra estaba encadena en sus actos por la generación anterior, cuando miro la historia, más que ponerme a pensar si valió la pena, lo que pienso es que hubo un régimen que me marco con los muertos, esos que no se ven y que están prendidos en afecto eterno, mientras vida tengamos.
Como uno de los fundadores de Nueva Forma, puedo decir con propiedad, que la idea tomo cuerpo en la casa de Juan Tomas García, (Tommy), que el cariño de Yaya, su abuela con su voz preocupada y maternal, aun resuena en mis oídos, que los chistes y los mejores humores también se recuerdan a 40 años: “Amarra a tu tía que voy para allá”.
Marcados por las escuchas radiales de Radio Habana, la Voz de Cuba en AM, todo lo que hacia el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC nos interesaba, por eso el Grupo se llamaba Grupo Experimental, porque trabajaba bandas sonoras e imágenes, había un concepto de puesta en escena con diapositivas, prehistoria de las imágenes hilvanadas en secuencia manual, con una música de fondo.
Aquello fue una bella aventura, poco a poco fuimos cambiando de casa, llegamos finalmente a casa de Joaquín Basanta y Milagros Ortiz Bosch.
Juan Basanta, apenas daba pequeños discursos escolares, ante su madre que le hacía señas para que recordara donde estaba el papel.
Le guste o no, fue una mascota del grupo.
Pantaloncitos cortos y a fuñir temprano con la gente de Nueva Forma, chillaba por las escaleras, eso también es parte de esos recuerdos.
De repente Juan Bosch aparecía, se maravillaba con las canciones y la voz de Sonia Margarita Silvestre, le hechizaba.
El tiempo se detenía, porque éramos un grupo donde las diferencias sociales estaban matizadas porque había consensos en los objetivos intelectuales: teníamos clarísimos que nuestra misión no era tumbar a Balaguer con canciones, que las canciones podían escribirse con dos visiones: para lo inmediato y la posteridad, otros antagonistas nuestros, se quedaron en lo inmediato, el resultado lo hemos visto.
En mi caso personal, nunca pretendí ser compositor de canciones, pero había que escribirlas, y si bien es cierto que “Nana a Una Niña de Vietnam”, es un lírico panfleto, puedo decir que por lo menos tiene prosa y mensaje. Revela, escuchada hoy, una época difícil de la vieja Guerra Fría, la muerte de niñas y niños vietnamitas a causa de los bombardeos asesinos de la fuerza área de los Estados Unidos.
Soledad Álvarez escribió entonces una hermosa canción: “Yo cantaré”. La recuerdo como ahora, revisaba junto Orlando Herrera y Otto Fernández textos de los recitales.
Cuando hago memoria 40 años después, a borbotones me llegan las imágenes de aquella casa repleta de cuadros de Cándido Bidó, su mejor tiempo, escultura de Gaspar Mario (“Gaspar manos de nubes, corazón de madera”)… Cruz, un Ho Chi Min, en cuya cabeza palomas y flores conversaban, esculturas y pinturas eran testigos de la fertilidad de un grupo formado casi al azar, cumplía con la historia y con su tiempo.
Aquella casa era nuestro de referencia afectivo, amistoso, sin ella Nueva Forma nunca hubiese existido de modo tan coherente y fluido para crear lo que creo, que hoy es historia.
Joaquín Basanta encontró inspiración en aquel grupo y no comía cuento con su embajador de Nigeria (*), al extremo que el mismo escribió un texto excelente que hizo una regia interpretación de Pablo Neruda, así nacería “Neruda Raíz y Geografía”, otro de los trabajos de Nueva Forma.
Luis Tomas Oviedo y Víctor Víctor habían instalado un laboratorio de melodías y canciones porque ellos eran los que más sabían de música y terminaban confeccionando y arreglando las canciones del grupo. De igual modo, Claudio Cohén, quien otorgó a la canción “Para la Madre de Víctor Jara”, de mi autoría, una dimensión vocal conmovedora y desgarrante.
Estalla la crisis: Claudio Cohén se niega a cantar un estribillo que usa la expresión “matar”.
No recuerdo ahora al final, cómo se arregló el asunto, no se enmudecía en ese momento, pero eso sucedió.
(Pregunta Claudio Cohén mirando una biblioteca en la Moisés García 4, mi viejo hogar, “¿te has leido todos esos libros?”, yo le respondí: “sí, Claudio, con mi vista de rayos x”)
Nueva Forma dejó una huella en la música sinfónica. Con la complicidad de Tommy García, Manuel Rueda y Miriam Ariza, hicimos en Bellas Artes Bach entre Nosotros.
Aquello fue tan maravilloso que hay una foto de Ismael Guantes, percusionista de Nueva Forma (hoy viviendo en Frisco, San Francisco), aplaudiendo inspirado el Concierto para dos pianos y Orquesta de JS Bach.
Aquella noche, Félix Servio Ducoudray estaba feliz. Luego escribiría en la revista ¡Ahora! un bello artículo sobre la labor cultural de Nueva Forma.
Había en carpeta Mozart entre nosotros, Beethoven entre nosotros.
Visto ahora, al menos quedaron las intenciones y los deseos para mostrar nuestra visión plural sobre la música y la cultura, que siempre serán compatibles con toda acción política necesaria. Una nunca negará a la otra.
Manuel Rueda fue un cómplice temerario de Nueva Forma. Hoy quiero recordarlo en la dimensión alta, del compromiso que asumió en la profunda conciencia de su convicción. Nadie se lo pidió, fue solidario hasta el final y creo que nuestro Grupo le encendía la irreverencia y la rebeldía de ser humano brillante e inteligente. Aún tenemos con él una gran deuda de recuerdo y honra.
¿Nos divertimos alguna vez en Nueva Forma? Cantidad, de locura. Teníamos un flautista llamado Víctor Cruz, para Luis Tomás Oviedo, el padrecito, inquieto y especial, lo recuerdo con entrañable afecto, siempre. Con nosotros estuvo Frank Canelo, digno es recordarlo.
Nueva Forma, Grupo Experimental Sonoro Visual (Joaquín en broma decía que cuantos nombres iban a ser ) hizo un aporte generacional, la idea de Juan Tomás García y de quien escribe se discutió alguna vez en la casa de Felipe Martínez Brea, el padre de Amalia Martínez, otra fan jurada de Nueva Forma, hoy residiendo en Canadá. Ella hizo sus aportes, en su casa de la José Contreras. Vascinación verduga…
José Thomas y Miguel Cohn, mejor conocidos como Tuco y Tico, las Urracas Parlanchinas, estuvieron allí, son primos. Ellos, en su humor, dentro del grupo eran un grupo aparte. Humor ácido, permanente, tanto José, excelente fotógrafo, como Miguel, escribieron canciones y fueron importantes colaboradores de Nueva Forma, llevaron al grupo una frase lapidaria que aún resuena en aquella casa que nos acogió: “Los perros de barrio nunca mueren”. Ellos hicieron circular con picardía la anécdota de la biblioteca más arriba recordada.
Conozco bien ese grupo. Ninguno, a los 40 años de los 7 Días con el Pueblo, reivindicará un heroísmo planificado, demandante, pedante, ramplón. Ninguno lo haría.
El único heredero de lo mejor de esa memoria es el Pueblo Dominicano, a quien la clase política aún le debe rendir cuentas, alguna vez…
Porque desde aquellos días teníamos otra visión de muchas cosas. Por eso Nueva Forma hace un comunicado el mismo día del espectáculo, que hoy la historia recoge como una muestra de madurez en el tiempo que fue necesario, porque detrás el evento hubo muchos intereses encontrados. Personalmente, mis posiciones fueron intransigentes, nunca pude ir como delegado a la CGT, porque no me podían ni ver. A los 40 años aún me alegro de eso. Y, algo mejor, me río… ¡jajajajajajajajajajajajaja!
Porque la CGT estaba llena de gente sectaria, cuya visión de la política correspondía a lo agreste de esa izquierda. Ello explica a posteriori de los 7 Días con el Pueblo, los rabazos y los problemas que, como ropa sucia, hoy se ocultan a discreción.
Nueva Forma, con inteligencia y distancia, por consenso, lo previó. Sus documentos de entonces así lo demuestran.
No nos dejamos utilizar como pendejos. En el grupo se pensaba y se debatía. Fueron debates agrios, difíciles, terribles, pero necesarios. Con el éxito público se superaban las consecuencias. La razón esencial de esos debates permanentes se debía a que también el grupo convergían las corrientes partidarias del aquel tiempo, Corecatos, PCD, PLD, PRD, Línea Roja. Pero la sangre nunca llegaba al río, en todo caso sangre nunca hubo.
Esta es mi visión y mi memoria personal de Nueva Forma. No soy dueño de la misma, publico este texto sin pretender que sea la única visión de aquel tiempo. Cada quien recordará lo que sea más querido, cada quien tiene derecho a su propia memoria, porque en la diversidad de los seres humanos que componen un grupo (Atención CCD) está la riqueza inspiradora de la obra o tarea que tiene por delante.
Confieso que a 40 años de todo aquel momentum de la historia cultural de la República Dominicana, me siento muy orgulloso de todo lo que viví, gocé y rabié cuando era de Nueva Forma. Compartí con personas que no puedo olvidar. (**)
La fuerza de mi pensamiento insular le regala a Londres unos rayitos de sol y luz, la niebla ha cedido y el espejo vaporoso se desvanece, como lo hace el tiempo que nos consume, como lo hace esa nostalgia y daga de lo vivido. (CFE)
(*) Broma de Joaquín Basanta conmigo, permanente. Vitico a su vez le puso el sobrenombre de “La Pampa”. A Vitico a su vez se le puso Abombe.
(**) Alfredito Freites debería desenfundar la foto de familia de Nueva Forma, que debe tener, tomada en el Alma Mater de la UASD, con motivo del Recital Canciones para Isla Nueva.La fecha exacta no la sé. Quizás 24 de abril de 1974.
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