29 de noviembre de 1947
Partición de Palestina
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba el plan de partición de Palestina por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial la presión internacional para establecer un Estado judío en Palestina, hasta entonces bajo mandato británico, creció de forma progresiva. En esa situación, el 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó su resolución 181 (II) sobre el futuro gobierno de Palestina. Ésta contemplaba la partición de Palestina (una vez que los británicos pusiesen fin a su mandato) en dos Estados independientes, uno árabe y otro judío, así como la creación de una zona internacional bajo su control en Jerusalén. El plan fue inmediatamente aprobado por los judíos que vieron en él la posibilidad de convertir en realidad su aspiración de tener un Estado propio, pero fue rechazado por los árabes que lo entendieron como un expolio. Los enfrentamientos entre ambas comunidades estallaron al día siguiente de la aprobación y no harían sino incrementarse en los meses siguientes. La situación culminaría, tras la salida británica de Palestina en mayo de 1948 y la proclamación del Estado de Israel en junio, en la primera Guerra árabe-israelí.
Partición de Palestina
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba el plan de partición de Palestina por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial la presión internacional para establecer un Estado judío en Palestina, hasta entonces bajo mandato británico, creció de forma progresiva. En esa situación, el 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó su resolución 181 (II) sobre el futuro gobierno de Palestina. Ésta contemplaba la partición de Palestina (una vez que los británicos pusiesen fin a su mandato) en dos Estados independientes, uno árabe y otro judío, así como la creación de una zona internacional bajo su control en Jerusalén. El plan fue inmediatamente aprobado por los judíos que vieron en él la posibilidad de convertir en realidad su aspiración de tener un Estado propio, pero fue rechazado por los árabes que lo entendieron como un expolio. Los enfrentamientos entre ambas comunidades estallaron al día siguiente de la aprobación y no harían sino incrementarse en los meses siguientes. La situación culminaría, tras la salida británica de Palestina en mayo de 1948 y la proclamación del Estado de Israel en junio, en la primera Guerra árabe-israelí.
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