lunes, 20 de octubre de 2014

Ramón del Orbe y del Orbe (1902-1972)

 
Historia Dominicana en Gráficas
hace 4 horas
Ramón del Orbe y del Orbe (1902-1972)

En su residencia de la Ciudad de La Concepción de La Vega, donde habitaba por cincuenta y tres años, pasó a mejor vida el 8 de octubre de 1972, el distinguido profesor Ramón del Orbe y del Orbe, uno de los más idóneos maestros normalistas con que contaba la familia escolar dominicana.

Formado al calor de las aulas en donde enseñaban discípulos directos del Maestro Hostos, profesó fervorosa admiración a la vida y a las ideas del precursor de la educación racional en Santo Domingo, y tras largas vigilias escribió una obra biográfica en la cual analiza la fecunda obra del insigne antillano, que lamentablemente no ha sido impresa aún.

Nació el Señor Del Orbe en la villa de Pimentel, provincia Duarte, el 31 de agosto de 1902, hijo del matrimonio de don Felipe del Obre y Castro y doña Petronila del Orbe y Batista, pertenecientes a antiguas familia de la región del Cibao. Hizo sus estudios primarios en San Francisco de Macorís, ciudad cabecera de la Provincias, y en 1919 se traslado a La Vega en donde hizo los superiores, recibiendo el título de Bachiller en Letras y Ciencias en la Escuela Normal de Santiago de los Caballeros en 1922.

Este mismo año entró como profesor en la Escuela Normal de La Vega, permaneciendo en ella hasta el término de sus días. Después de servir la Secretaria de dicha Escuela, que ahora se llama Liceo Don Pepe Álvarez, paso a la dirección, promovido a ella con motivo del fallecimiento del inolvidable profesor don Mario Concepción Batista.

Fuera de la Normal, pero sin descuidar sus tareas en ésta, sirvió como profesor en horas de las tarde en el Colegio Juan Pablo Duarte, que idóneamente dirigía el profesor don Manuel Acevedo Serrano, portorriqueño, de Arecibo, quien hizo estimable labor educacional en San Pedro de Macorís, en Santiago, y en La Vega. El señor Serrano había sido en Puerto Rico director técnico del Instituto Universitario José del Diego.

Su devoción al ideal y apostolado del Padre de la Patria lo indujeron a consagrarle la ofenda de una bella “Semblanza de Juan Pablo Duarte”, que alcanzó el ´Primer Premio del Tema V del Certamen Nacional patrocinado por el Ateneo Amante de la Luz, de Santiago de los Caballeros, celebrado en 1938 con motivo del centenario de la Sociedad Patriótica La Trinitaria, genitora de la República, trabajo publicando en el volumen tercero de los que recogen los galardones en dicho certamen, y publicado además en un folleto.

Este trabajo le abrió las puertas de la Academia Dominicana de la Historia. Que anotó su nombre entre los de sus Miembros Nacionales Correspondientes. Perteneció al Centro de Historia de La Vega; y al crearse el Instituto Duartiano, por medio del Decreto Número 1892 del 8 de diciembre de 1967, fue incluido como uno de sus Miembros Fundadores. El Ayuntamiento del Municipio de La Concepción de La Vega, lo declara en dos resoluciones de fechas, 19 de junio de 1967 y 7 de octubre de 1969, Hijo Adoptivo e Hijo Meritorio del municipio, respectivamente. De igual forma el Poder Ejecutivo, presidido por el Dr. Joaquín Balaguer le otorgó mediante decreto la condecoración de la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero,.

Solía ir expresamente a Santo Domingo desde La Vega a las sesiones y actos culturales del Instituto.

Su sepelio constituyo una sentida manifestación de dolor público. Su cadáver fue velado en la Sala Capitular del Ayuntamiento de La Vega, en donde montaron guardia de honor sus compañeros de labor, sus discípulos, los regidores y varias de las autoridades locales. En la Catedral de la Concepción su cadáver fue colocado en la nave central, y el Obispo Monseñor Juan Antonio Flores Santana ofició una misa de cuerpo presente, durante que la Benemérita Banda de Músicos Vegana ejecutabas marchas fúnebres. En el cementerio ornamental de La Vega pronunció un brillante panegírico el Dr. Jaime Manuel Fernández. Secretario de Estado de Educación Bellas Artes, quien presidió las honras fúnebres. Expresando el Dr. Fernández “el profesor Del Orbe será insustituible por el momento y por muchos años en el campo de la Educación, porque difícilmente aparezca otro titán que consagre toda la vida a crear conciencia ciudadana. El profesor del Orbe fue una institución de ejemplo y de civismo en las aulas y en las calles, donde siempre se le vio dispuesto a servir con dignidad y abnegación por el auge de los nobles postulados de la enseñanza”

En verdad que el noble profesor se rindió al reclamo imperativo de la muerte con las manos firmes sobre el arado, de ese arado que abrió ancho y fecundo surco en el campo escolar dominican

texto; Vitelio Alfao Duran

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