La teoría de la resistencia: una crítica a la reproducción cultural
La
Teoría de la Resistencia se ubica dentro del contexto actual, surgiendo
como la propuesta teórica de un crítico cultural norteamericano llamado
Henry Giroux; el cual se aboca al plano de la pedagogía crítica, los
estudios culturales y la enseñanza superior.
Giroux es
un crítico que se encuentra inconforme con la idea de que la única
posibilidad de la escuela es reproducir las condiciones previas de
quienes ingresan a ella, lo que negaría las posibilidades de acción y
participación de los actores que la integran, reconociendo que la lógica
de la reproducción es dominante, este autor busca explicar que la
dominación simbólica no se acepta de manera pasiva, o que no todos los
actores se conforman con la lógica dominante.
El trabajo
de Giroux representa la perspectiva más importante para el estudio de
la Teoría de la Resistencia; además su enfoque se basa en las
instituciones educativas y en los roles que tanto docentes como alumnado
desempeñan en el sistema para promocionar el éxito o el fracaso
escolar.
Con estos
elementos analiza críticamente los diversos aparatos que moldean el
contexto educativo. Giroux propone una pedagogía radical, sustentada en
la Teoría Social Crítica, la cual fue elaborada principalmente por los
teóricos y pensadores adscritos a la Escuela de Frankfurt, entro los
cuales destacan Adorno, Horkheimer, Habermas y Fromm; pero también
retoma algunos principios planteados por Gramsci y Giddens.
La Teoría
de la Resistencia es un recurso teórico e ideológico que ofrece las
herramientas necesarias para analizar la relación existente entre la
dualidad escuela – sociedad, como impulso teórico que permite comprender
las formas bajo las cuales los grupos subordinados experimentan o
enfrentan el fracaso educativo.
La Teoría de la Resistencia enfatiza la importancia del agencia-miento humano y la experiencia escolar [1]
como piedras angulares teóricas para analizar las ya complejas
relaciones existentes entre las instituciones educativas y la sociedad
dominante.
Este
análisis teórico da importancia fundamental a las nociones de conflicto,
lucha y resistencia. Giroux en este sentido considera que
potencialmente existe una posibilidad de vínculo entre escolarización y
emancipación; es decir, que la institución escolar debe habilitar a los
alumnos para que estos desarrollen una comprensión crítica de ellos
mismos; y estos logren luchar contra la desigualdad de clases.
Los
teóricos de la resistencia han tratado de demostrar que los mecanismos
de la reproducción social y cultural son incompletos, lo anterior a
través del desarrollo teórico de la noción crítica del agencia-miento.
En esta
teoría se señala la participación activa de los estudiantes a través de
conductas de oposición en la lógica de subordinación de clase que se
presenta ante el carácter de dominación de una clase en el contexto
escolar.
Sin
embargo, el propio Giroux menciona que las Teorías de la Resistencia
también tienen aspectos teóricos que se les escapan; estas ausencias
provienen de una deuda con los rasgos más débiles de la Teoría de la
Reproducción.
Por otra
parte, los acercamientos teóricos reproductivos y los de la resistencia
comparten la falla de reciclar el dualismo entre agencia-miento y estructura, una falla que ha permeado a las teorías de la educación.
En cuanto a
lo que la noción de resistencia implica, Giroux menciona la necesidad
de comprender más a fondo las formas complejas bajo las cuales los
individuos responden a la interacción entre sus propias experiencias y
entre las estructuras de dominación y opresión.
Para
Giroux las resistencias son aquellas conductas de oposición frente a las
estrategias externas u obligaciones cotidianas, conductas que surgen
del interés emancipatorio y que tienen por objeto desarticular las
formas de dominación explícita o implícita del sistema escolar y social.
Las categorías centrales que emergen de la temática de la resistencia[2]
son: intencionalidad, y la conciencia, esta última es una forma
englobada dentro de las relaciones sociales en el espacio escolar, la
cual canaliza a los estudiantes a aceptar el ethos (costumbre) y la jerarquía de las funciones de trabajo existentes.
Por otra
parte, encontramos en la Teoría de la Resistencia el significado del
sentido común que implica adentrarse en el contexto neoliberal y
repensar el significado de las políticas culturales para el siglo XXI,
esta construcción y significación del sentido común neoliberal gana
fuerza mediante su confianza en la fuerza educativa de la cultura, para
así asegurar un consentimiento generalizado.
Por
último, encontramos la noción de la naturaleza y valor del
comportamiento no discursivo, mismo que se materializa en las escuelas,
puesto que las resistencias son comportamientos no discursivos y formas
de expresar los desacuerdos ante los líderes o las cabezas autoritarias.
La Teoría
de la Resistencia señala la importancia de estudiar a las instituciones
educativas como sitios sociales que contienen niveles determinados de
especificidad única; lo cual implica que son sitios sociales que no
reflejan la totalidad de la sociedad, pero que poseen una relación
particular con ésta.
Una de las
hipótesis de la Teoría de la Resistencia, es que los estudiantes
provenientes de la clase proletaria no son únicamente producto del
capital económico, sino que dentro de la escuela plantean críticas al
orden establecido, lo cual es marcado por la resistencia estudiantil
colectiva.
En otras
palabras, las instituciones educativas representan la pluralidad de
situaciones y posiciones presentes en la sociedad, puesto que son
lugares sociales con currículos tanto definidos, como ocultos, culturas
hegemónicas y subordinadas; esto no excluye la idea del conflicto ni
quita peso a los campos o posibilidades de resistencia, mismos que
rechazan los mensajes centrales de la escuela.
Giroux
reconoce claramente la lucha social y de clases, así como los diversos
intereses que ponen en juego los grupos, donde tanto alumnos como
docentes poseen la posibilidad de resistir las prácticas sociales
dominantes; sin embargo, es preciso mencionar que la resistencia no es
el fin de la acción sino un hecho práctico en el hacer cotidiano de las
escuelas.
La parte
pedagógica, es aquélla que involucra a los docentes en la contestación y
lucha en contra del carácter tradicionalista y reproductivo de las
instituciones educativas del sistema, principalmente en aquéllas en
donde la ideología dominante se perpetúa y justifica.
En lo que
concierne al papel del docente, este debería convertirse a sí mismo en
un agitador social, en un intelectual transformador del status quo,
debido a que su conocimiento en ciencia, tecnología y cultura debe
usarse en beneficio y para la transformación de la sociedad; en función
de una mejora planificada y constante.
Lo
anterior, es debido a que Giroux considera que el fracaso escolar es
consecuencia de la sociedad y de la institución que la respalda
(escuela); sin embargo, paralelamente también considera que la escuela
es el espacio vital para la transformación y cambio de la compleja
sociedad, todo esto mediante la resistencia y la lucha de clases.
De igual
modo, Giroux considera vital que los grupos oprimidos por la clase
dominante encuentren una alternativa de cambio o transformación a través
del agencia-miento humano, y que bajo una producción cultural
específica se desenvuelva la inmensa transformación de la sociedad.
Dentro del
marco de la Teoría de la Resistencia, las instituciones educativas son
relativamente autónomas, ya que ofrecen un espacio para la enseñanza, y
para las contradicciones que en ocasiones las hacen disfuncionales o
poco funcionales para los intereses ideológicos de la sociedad
hegemónica.
En este
sentido, las escuelas existen en una relación contradictoria con la
sociedad dominante, alternativamente jugando el papel de apoyo y el de
crítica. Giroux propone un modelo educativo que contribuya a la
educación ciudadana con la finalidad de emancipar a los individuos, esta
propuesta se divide de la siguiente manera:
- Racionalidad técnica: Ésta toma como modelo de desarrollo teórico a las ciencias naturales, y afirma que los educadores deben considerar el conocimiento fijo bajo el pretexto de la objetividad y la neutralidad.
- Racionalidad hermenéutica: Ésta busca la comprensión de los patrones de interacciones comunicativas y simbólicas que dan forma al significado individual e inter-subjetivo de los individuos.
- Racionalidad emancipadora:Ésta promueve la capacidad que poseen los sujetos para darle un significado al mundo con intencionalidad; la diferencia es que con la racionalidad emancipadora se pretende ligar el significado y la acción con intencionalidad de los actores sociales, dentro de un contexto social.
CONCLUSIONES.
El
propósito fundamental de este trabajo fue describir las posturas
específicas en las que tienen lugar la teoría de la resistencia, de
manera específica la propuesta de Henry Giroux como crítica al
planteamiento reproduccionista, logrando una contrastación analítica que
refleja las divergencias teóricas para interpretar los sucesos que
acontecen en el espacio educativo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Apple, Michael y Nancy King (1986) “Economía Política y Control Escolar en la Vida Cotidiana”. España, en Ideología y Currículo. Madrid, Akal pp. 63-83.
De Ibarrola, María (1985) “Las Dimensiones Sociales de la Educación”. México, El Colegio de México.
Giroux, Henry (1988) “Escolarización y Políticas del Currículum Oculto”, en Landesman M. Op. Cit. Pp. 117-141.
Giroux, Henry (1992) “Teoría y Resistencia en Educación”. Argentina, Siglo XXI Editores.
Giroux,
Henry (1983) “Teorías de la Reproducción y la Resistencia en la Nueva
Sociología de la Educación: Un Análisis Crítico”, en Harvard Education Review No.3.
[1] En
el sentido señalado por Dubet (sin año), se plantea que aunque el
contexto sea el mismo, en la medida en que los antecedentes sociales y
escolares de los estudiantes son distintos, cada uno de ellos vive la
escuela de distinta manera, es decir, tiene una experiencia social
distinta.[2] El concepto es estructural, ya que explora la diversidad de respuestas a un mundo cuyas relaciones son desiguales en términos de poder. Cuando el concepto tiene un núcleo teórico, este define un mundo dualista entre dominadores y dominados; en cuanto al concepto empírico, la resistencia explora las formas en que se mantiene, confiere y plantea la oposición al poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario