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martes, 28 de octubre de 2014
LOS CENOTES DE CHICHÉN ITZÁ Y SU RELACIÓN CON LA PIRÁMIDE EL CASTILLO
Los cenotes de Chichén Itzá y su relación con la pirámide El Castillo
Posibilidad de la existencia de una cámara funeraria
Presentación.
En el año 1975 se realizaron algunas mediciones en la pirámide El Castillo y su entorno, encontrándose que la misma había sido construida en la vertical del punto de cruce de dos corrientes subterráneas situadas a diferentes profundidades y que se cruzaban bajo ella formando un ángulo de 89º.
El croquis trazado sobre la fotografía de satélite, indica aproximadamente la disposición de las mismas y el sentido de su circulación hacia el N-NE.
La corriente más próxima a la superficie se encuentra a unos 15 o 20 metros de profundidad bajo el nivel del suelo, siendo su sentido de circulación hacia los 022,5º y su anchura, medida en superficie, de unos 4,5 metros.
Se determinó su recorrido aproximado por medio de una serie discontinua de localizaciones, encontrando que describiendo una curva, procedía del cenote Xtoloc y tras atravesar bajo la pirámide, se dirigía al cenote Sagrado siguiendo aproximadamente, el curso del camino actualmente existente entre él y la pirámide.
De la corriente situada a más profundidad, tan solo se realizaron mediciones en la proximidad de la pirámide, encontrándose que su dirección estaba en los rumbos 113,5º y 293,5º sin determinar su sentido de circulación.
Tampoco se determinó su profundidad, comprobándose únicamente el que ésta era superior a la de la otra corriente.
En aquel momento no se le dio otra importancia más que la de una simple curiosidad.
Posteriores estudios realizados en Europa y Norte de África, así como lo encontrado para la tumba de Pacal II en el Templo de las Inscripciones de Palenque, vienen a aportar nuevos datos, que convierten estos pasados hallazgos, en elementos que pudieran ser importantes para completar el estudio del significado y contenido de la pirámide-templo de Kukulcán.
ANALOGÍAS ENTRE EL TEMPLO DE LAS INSCRIPCIONES Y EL CASTILLO
Templo de Las Inscripciones y cripta de Pacal II
La situación y dimensiones de la cámara funeraria o cripta de Pacal II, presenta una serie de notables características con relación a la hidrología de su subsuelo.
Al igual que la pirámide El Castillo, se construyó situándola en la vertical del cruce de dos corrientes subterráneas que forman un ángulo muy próximo a los 90º, orientándola de manera que su escalinata principal sigue el sentido de la corriente más próxima a la superficie, aguas abajo del punto de cruce.
El desarrollo constructivo de la cripta se inicia a partir del rectángulo formado por la proyección en superficie del cruce de ambas corrientes y se prolonga en el sentido de circulación de la corriente más próxima a la superficie, siguiendo exactamente la dirección de esta y centrada con ella, por lo que resulta ligeramente desalineada con la perpendicular a la pared frontal del templo situado en la parte superior de la pirámide, ya que este a su vez, sigue exactamente la proyección de la corriente más profunda.
La escalinata también se encuentra ligeramente desviada, ya que las corrientes, a consecuencia de tratarse de un proceso natural, presentan irregularidades geométricas, describiendo la más superficial una ligera curva para, finalizada la escalinata, terminar alejándose hacia los 016º, en lugar de los 019º que sería la perpendicular exacta.
Esto indica que lo que podría llamarse “perfección ritual”, predomina sobre la “perfección constructiva”, dando lugar a las ligeras distorsiones geométricas que presentan todas estas estructuras, a pesar de que su lugares de emplazamiento y orientación, fueron cuidadosamente elegidos antes de iniciarse su construcción.
La sección vertical presenta algunas características notables, ya que la cámara funeraria no se construye directamente sobre el nivel del suelo, para quedar embebida en la masa de la pirámide, sino que se excava una profundidad de metro y medio.
Evidentemente se busca una buena conexión del terreno con el interior de la cripta. Incluso se construyen apoyos sobre los que depositar la masa del sarcófago de piedra, ya que podría entorpecer esta conexión, si se depositaba directamente sobre el suelo de la cámara.
Estas pautas constructivas, de tipo que pudiera definirse como “ritual”, son comunes con las estructuras funerarias europeas y norteafricanas.
Esta coincidencia, entre culturas y épocas sin aparente conexión entre ellas, parece indicar que obedecen a alguna razón técnica, sobre la que pueden plantearse diferentes hipótesis, pero lo importante para el caso que nos ocupa es que, al menos por la cultura maya de Palenque, se siguen rigurosamente.
Pirámide El Castillo y posibilidad de existencia de una cripta.
En esta estructura, los diferentes trabajos arqueológicos, no han puesto de manifiesto ninguna cámara funeraria. Esto no quiere decir que no pueda existir.
Se trata de analizar las posibilidades de su existencia, en función de las pautas “constructivas rituales” utilizadas por los mayas, para el templo de Las Inscripciones.
Los trabajos arqueológicos han puesto de manifiesto la existencia en su interior de una pirámide más antigua (430 d.C.) y que probablemente fue la primera que se edificó en este lugar.
La pirámide exterior añadida, no constituye más que un alarde de poder y riqueza realizado con posterioridad, por lo que las pautas rituales constructivas, han de buscarse en la estructura primitiva.
Su vértice se encuentra situado en la vertical del punto de cruce de dos corrientes subterráneas situadas a diferente profundidad y que forman entre si un ángulo de 89º, muy próximo al ángulo recto.
La corriente más próxima a la superficie, que es la que debe tenerse en consideración a la hora de determinar las pautas constructivas, circula hacia los 022,5º y su anchura, detectada en superficie, está en el entorno de los 4,5 m.
Su profundidad es del orden de los 15 o 20 m. bajo el nivel del suelo.
Una vez repetidas estas mediciones con la suficiente precisión, será posible situar en planta, la proyección en superficie del área cubierta por una posible cripta, ya que habría de iniciarse a partir del lado N-NE del cuadrilátero formado por la proyección del cruce de las dos corrientes, desarrollarse hacia los 022,5º y su anchura sería igual o inferior a los 4,5m.
Suponiéndole un desarrollo longitudinal igual o menor que la de Pacal II en Palenque, puede establecerse éste en unos 7 m.
Con estos datos puede fijarse una superficie rectangular de 5 x 7 m situada adyacente al punto de cruce por su lado N-NE, que queda exactamente localizada sobre plano.
El posicionado vertical presenta algunas dificultades, ya que suponiéndole a la cripta una altura de 6,5 m, su situación puede variar desde una posición alta, todo lo alta que permita la solidez de la estructura de la pirámide que la embebe, y una posición baja que está limitada por el espesor de terreno bajo ella, que la permita mantenerse sin riesgo, encima del río subterráneo sobre el que se construye. Este espesor de seguridad, puede estimarse en unos 2 m.
Todo el volumen situado entre estas dos posiciones extremas, incluidas ellas mismas, constituye la situación de una posible cripta.
Sucede que si se hubiera situado en la posición alta, los trabajos arqueológicos llevados a cabo, la hubieran puesto de manifiesto, cosa que no ha ocurrido, por lo que la posición más alta a tener en cuenta es aquella en la que la parte superior de la posible cripta, se encuentra ligeramente por debajo del nivel del suelo. Puede estimarse en unos 2 m.
Estas consideraciones permiten limitar el volumen a explorar en una profundidad de 10,5 m a partir de los 2 m bajo el nivel del suelo.
Técnica a emplear para la localización de la posible cripta.
Realizadas las nuevas mediciones con la máxima exactitud posible, podrá establecerse de un modo definitivo, la posición exacta del volumen donde podría encontrarse la cripta.
Será suficiente realizar una perforación desde fuera de la base de la pirámide exterior, inclinada con el ángulo preciso, para alcanzar en su zona central al volumen de probable localización.
El diámetro de esta perforación seria el mínimo necesario, para poder introducir por él una pequeña cámara fotográfica, empleando una técnica similar a la utilizada en el Templo XX de Palenque.
Este diámetro puede estimarse en no más de unas dos o tres pulgadas.
La inclinación con respecto a la horizontal sería del orden de los 15º y la longitud de la perforación de unos 28 m.
En el momento en que la perforación alcanzase un vacío en el terreno, podría examinarse su interior y comprobar si se trataba de la cámara funeraria buscada.
De esta manera se evita alterar la estructura arqueológica ya conocida, a la vez que puede llevarse a cabo con un coste económico mínimo.
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