La Vida Literaria y Cultural en la época Colonial de la Isla de Santo Domingo.(1ra parte).
Fuente:
Literatura Dominicana, obra de Pedro Henríquez Ureña op. Cit. V. 3p. 311-329,
republicano en Antología Literaria
Dominicana, IV, discursos, semblanzas y ensayos, Santo Domingo, 1981
No se ha escrito aún la
historia de la cultura dominicana en los siglos coloniales. No es mucho lo que de ella se sabe. La leyenda
local dice que la ciudad de Santo Domingo,
en el siglo XVI, mereció el nombre de Atenas del Nuevo Mundo. La frase
es muy del gusto español; ¡qué extraña
concepción del ideal ateniense: una
Atenas militar en parte, en parte
conventual y escolástica! ¿En qué se fundaba el pomposo título? En la Universidad, desde luego; en el saber de los conventos, del Palacio
Arzobispal, de la Real Audiencia, y después
En el orden de la
cultura. Santo Domingo precede a todos los países de América. Fue el primero que tuvo escuelas y conventos; el
primero que tuvo sede episcopal; el primero que tuvo Real Audiencia. El primero
a que se concedió Universidad. No fue el primero que tuvo imprenta; México (1539) y Perú (1584).
Se le adelantaron. No se sabe cuando apareció la tipografía entre nosotros;
la versión usual, no conformada, la coloca en el siglo XVII. Del XVIII, se
conocen impresos dominicanos (1)
Hubo de ser Santo
Domingo el primer país que produjera hombres de letras, aunque los conocidos no
son anteriores a los que produjo México. Dominicos fueron en el siglo XVI, el fraile dominico Alfonzo
de Espinoso, uno de los más antiguos escritores nacidos en América, doña Leonor de Ovando y doña Elvira de
Mendoza, la más antiguas poetisas del nuevo mundo (2)
No es fantasía afirmar
que en la isla comenzó a escribirse
desde su descubrimiento. El diario de Colón, que se conserva extractados por el
Padre Las Casas, contiene las páginas con que tenemos derechos a abril m
muestra historia literaria, el elogio de nuestra isla que comienza: La Española
es maravilla´.
Con el primer Almirante
vinieron, en viajes posteriores, el benedictino Fray Bernardo Boíl, el primer
representante de la Santa Sede en el nuevo mundo y el Jerónimo Fray Ramón Pane,
autor de las primeras noticias sobre las costumbres religiosas y artísticas de
nuestros indios (3)
Luego de la inundación
de la conquista, los exploradores, los futuros grandes capitanes: Ponce de
León, Núñez de Balboa, Velázquez, Ojeda,
Pizarro, Cortés, y los religiosos,
seculares y regulares, los prelados y sus familiares, los maestros, los hombres
de letra, los hombres de leu y las damas
cultas de la corte de Doña María de Toledo y las religiosas aficionadas a
escribir, todos escribían en la España de entonces; la
literatura fue, un fenómeno
colectivo en que participaba todo la nación
La Imperial y
Pontificia Universidad de Santo Domingo de A quino
fue, originalmente el colegio de los frailes dominicos, cuyo convento fue el
segundo establecido en la isla, hacia el 1515, años después que el franciscano. Dieron categoría universitaria
al colegio el Emperador Carlos V y el Pontífice Paulo III, cuya Bula In
Apostolatus culmine, de el 26 de
octubre de 1538, le concede los privilegios y honores de la Universidad de de Alcalá de Henares. (4)
La Universidad de Santo
Tomás de Aquino, sirvió de modelo para la de la Habana, fundada en el siglo
XVIII, y todos los cronistas aseguran que
a la nuestra (La Universidad de Santo Tomás de Aquino) acudían
estudiantes de las colonias vecinas: Cuba, Puerto Rico y Venezuela
*** (1) El dato sobre el
siglo XVII lo trae Henri Stein, Manuel de bibliographie générale, Paris, 1879,
Pág. 636 y ante Isaiah Thomas, History of Printing in America, Worcester 1810,
reimpresa en ALBANY, 1878. Moreu de Saint Méry, Descriptiom topographique
et politique de la partie espagnole de l
Isle de Saint Dominigue, filadelfia, 1796 menciona la imprenta que existía en
la capital a fines del siglo XVIII, destinada a publicaciones oficiales
*** (2) De las poetisas hay
suficiente noticia en la Historia de la poesía
hispanoamericana, tomo I, Madrid,
1911, nombre que lleva la reimpresión de los prólogos puestos a la Antología de
postas hispanoamericanos de la Real Academia Española, Madrid, 1893-1895, por
Marcelino Menénde y Pelayo. De Fray Alonso de Espinosa hablo extensamente en el artículo de Pedro Henrique Ureña ´´ El primer libro de
escritor americano, en la Romantic Review, de New York, 1915, Es seguro
que Santo Domingo produjo en el siglo
XVI un escritor de ese nombre, fraile dominico, de quien dice Gil González Dávila ( Teatro Eclesiástico de la Primitiva
Iglesia de las Indias Occidentales,
Madrid, 1649-1655, `
*** (3) La historia literaria de Santo Domingo no
tiene por qué comenzar con la exposición de esas elementales costumbres
religiosas y artísticas, que pertenecen a la etnología y no a la literatura. Se
cree que los indios llegaron a producir jeroglíficos toscos, que grababan, por ejemplo,
en las cibas mortuorias o piedras de los
sepulcros. Tenían ritos de canto y danza combinados (areitos). También se dice
que la palabra ´´yaravi´´ significaba
cantar (aunque esta palabra no existía
en nuestra islam, sino que pertenece al continente meridional) y que la palabra
´´ diumba significaba danza ( como
parece conformarlo la palabra tumba, empleada por nuestros campesinos para
designar bailes)……. La reina de Maguana, Anacaona, esposa de Caonabo y victima
de la crueldad de Ovando, es el único
poeta y corifeo cuyo nombre conservamos.
En su historia general y natural de las
indias. Tomo V, capítulo I, dice Gonzalo Fernández de Oviedo: ´´ En
el tiempo que el comendador mayor
fray Nicolás de Ovando gobernó esta isla, hizo un areito ante él
Anacaona, mujer que fue del cacique o
rey Caonabo ( la gran señora) areito, es los mismo que bailar cantando. De la letra de los areitos sólo queda una muestra, cuya traducción completa no se
conocen ,el himno de guerra. IGI AYA BOMBE O AYABOMBE, cuyo primer verso, según la tradición, cuyo origen se ignora,
significa ´´ PRIMERO MUERTO QUE ESCLAVO . cuyo segundo renglón alude a la reina
poetiza.
Aya bomba ya bomai (bi)
Lamassam Ana-Caona (bis),
Van van tavana dogai (bis),
Lamassan Ana-Caona
(bis)
Estos versos se
encuentran en el artículo del reverendo Hamilton W. Pieson sobre Anacaona, impreso en las páginas 309
a312 del Tomo II, de la enorme obra que lleva el nombre de Informartión
respecting the History, Condition and Prospects of the Indian Tribes of
the United State, Collected and Preparad..
by Henry R. Schioolcraft, seis volúmenes,. Filadelfia, 1861-1960
*** (4)
La de México funcionó desde 1553,
de acuerdo con cédula dada por Carlos V, en 1551,; pero la muestra, como
queda dicha arriba, funcionaba desde
mucho ante como colegio de la Orden de
los Predicadores, y desde 1539
Recopilado por Ubaldo
Solís
No hay comentarios:
Publicar un comentario