El Adulón
EL adulón es un
elemento perverso y vulgar, que para saciar sus apetitos despreciables
se arrastra miserablemente a tal extremo que es capaz de todo,
prestándose desde mandadero hasta la ejecución del crimen si es que así
se le solicita. Este es el elemento más funesto de todos los tipos
vandálicos que corrompen a la sociedad
Antiguamente el adulón
existía, pero no en cantidad tan alarmante como en los momentos
actuales, dado por resultado la persecución de víctimas inocentes, pues
son muchos los que llegan hasta la inventiva para así ganar el favor de
los personajes a quines pretende adular
En la política es en
donde más esta clase de elementos abundan ya que por medio de tan
malvado proceder se logran posiciones que no están al alcance de tales
adulones por faltarles la preparación intelectual requerida para el
desenvolvimiento exitoso de las funciones a desempeñar
En su
desmedido afán por la conquista del favor ajeno por medio de la práctica
aludida, el adulón encumbra a su adulado hasta colocarlo en el punto
más alto de la gloria, haciéndole creer hasta lo incierto y como
secuela, sumándolo al montón de equivandálicos que corrompen a la
sociedad.
Más existen los profesionales adulones, que ya no
ejercen tal práctica para la obtención de beneficios económicos, sino
que lo hacen para satisfacción propia ya que tan despreciable hábito o
manía constituye una veterana costumbre que, no sólo clavó raíces en
sus almas, también corrompió sus posibles nobles sentimientos
hereditarios
No dejamos de apreciar que la vanidad en gran parte,
ha sido la fuente básica de tan funesto mal, si tenemos en cuenta que
el noventa por ciento de los humanos somos vanidosos y por tanto la
adulación encuentra campo propicio de fértiles surcos en donde la
semilla maldita logra una germinación exitosa
El adulón, tanto en
la amistad como en lo político, tiene por costumbre el no contradecir,
por el contrario, éste robustece todo cuanto su adulado manifieste, con
lo que espera inspirar confianza para la realización cabal de sus
pretensiones
De ahí que, nos encontremos frecuentemente con
grupos de elementos incapacitados al frente de posiciones para las
cuales la competencia brilla por su ausencia. Es por tal razón que
muchos han fracasado y han hecho fracasar a sus incautos favorecedores
Se
hace necesario pues, que unidos todos tratemos de poner freno a la
criminal hazaña ya que, de lo contrario el elemento a que referimos
continuará en su morbosa campaña cuya finali8dad comprobada va
contaminado poca a poco a la sociedad hasta tal extremo que, la
sombra de la adulonería son muchos los que han logrado posiciones
especiales que en honora la verdad no les corresponden, ni como
caballeros ni como intelectuales
Es del todo seguro que una gran
mayoría de los que lean estas líneas, se mortificaran grandemente, pero
esas mortificaciones sólo las sufrirán aquellos que pertenecen al
montón de escombros patrocinadores de tan perturbadora costumbre
Fuente
Revista Relicario, Num. 131, año XII,
Santo Domingo, marzo de 1972
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