martes, 1 de abril de 2014

Transculturación y aculturación. Fragmento.

Transculturación y aculturación. Fragmento.
Fuente;  Luis  Alejandro Peguero Guzmán. El Folk- Life, Conservadurismo y los procesos de la dinámica cultural: Sincretismo y Transculturización. Boletín del  Museo del Hombre Dominicano. No. 28. Núm. XXVII. Año 2000 Santo Domingo. Pág. 120 y sig.
Cuando Fernando Ortiz publica su  obra Contrapunteo Cubano del Tabaco y el Azúcar. (La Habana. Ed.  de  Ciencias Sociales, 1983), el  concepto que predomina para describir los procesos que promovían el cambio cultural  y las mutuas influencias entre cultura era  el de: aculturación.  A partir de esa obra, se introduce un término que matizará la naturaleza del proceso aculturativo, transparentando un fenómeno de reciprocidad en la transferencia de diversos sistemas culturales, implicando transformaciones mutuas manifiestas en el consciente o el inconsciente colectivo. El nuevo término se conoce como: transculturación.
En ambos casos, los términos pretenden definir los tipos de cambio cultural a que puedan ser sometidas dos o más culturas separada y con  cierto grado relativo de autonomía. Es por esto que algunos autores asumen ambos términos como sinónimos. Sin embargo, “transculturación” implica un cierto grado de reciprocidad de las influencias culturales entre las sociedades implicadas en el proceso. Acerca del vocablo “aculturación”,  Boronislaw Malinowki,  escrita en 1940: “La voz aculturación contiene todo un conjunto de  indeterminadas e inconvenientes  implicaciones etimológicas. En  un vocablo etnocentrico con una significación moral”. (Ver introducción de Boronislaw Malinowki, a la primera edición de la obra Contrapunteo Cubano del Tabaco y el Azúcar, de Fernando Ortiz).
La mayor parte de las veces, los investigadores ponen mayor atención sobre el impacto aculturativo que se verifica en el interior de la sociedad sometida. Por ejemplo;  siempre se habla  y entiende el proceso de aculturación que se verificó entre  los colonizadores y los más antiguos pobladores de la isla donde se produjo un cambio social y cultural cuyas consecuencias son de todas conocidas.  Sin embargo, nadie ha ponderado suficientemente el proceso “transculturativo” que se verificó entre  las costumbres adoptadas por los  europeos en estas tierras desde 1492 Colonizadores quienes generalmente, se incorporaron a las costumbres, normas alimentarias y matrimoniales propias de los aborígenes, no sin antes propiciar un cierto nivel de reelaboración social. Además no se ha  ponderado el  impacto cultural promovido hacia el interior d la cultura occidental conocida hasta el  momento del contacto universal entre culturas  impacto que reformuló profundamente las formas de vivir de todas los pueblos del mundo.
La transculturación por  otra parte resulta ser un vocablo más apropiado para  reflejar la naturaleza compleja del intercambio cultural donde se promueven nuevas fórmulas culturales y nuevos perfiles sociales, como propusiese Riveiro (Darci Ribeiro, introduce la categoría de “ Pueblos Nuevos”, mediante el cual intenta explicar la naturaleza de las sociedades del Nuevo Mundo a  las cuales también llamó “ Sociedades Emergentes”), al formular  las  categorías del pueblo nuevos o pueblos emergentes
La síntesis, la transculturación implica en las palabras de Malinowski;
“Un proceso en el cual ambas partes de la ecuación resultan modificadas. Un proceso en el cual emerge una nueva realidad que no es una aglomeración mecánica de caracteres,  ni siquiera un mosaico, sino un fenómeno nuevo, original e independiente”. La aculturación, transculturación y sincretismo, son procesos culturales que implican transformaciones generales o particulares en el perfil o  los perfiles culturales de las sociedades que protagonizan el  contacto que da pie a estos procesos. Las diferencias entres estos términos, se  puede sugerir, radican en magnitud dirección  o especialización del cambio socio-cultural.






         

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