Cultura Inca
1. MU O LEMURIA
Según varias fuentes esotéricas, la primera civilización se presentó hace 78,000 años en un continente gigante conocido como Mu o Lemuria, el cual perduró 52,000 asombrosos años. Se dice que este continente fue destruido en los terremotos generados por el cambio de ubicación de los Polos, suceso que algunos estiman ocurrió hace unos 26,000 años, es decir hace aproximadamente 24,000 AC.
Mientras que Mu no alcanzó, supuestamente, una tecnología tan avanzada como lo hicieron otras civilizaciones más tarde, se dice que lograron una cierta tecnología avanzada particularmente en la construcción de edificios megalíticos duraderos, que podían soportar terremotos. Sin embargo, fue la ciencia de gobernar lo que se considera a menudo como el logro más grande de Mu.
Supuestamente existía un lenguaje y un gobierno. La educación era la nota clave del éxito del imperio, y debido a que cada ciudadano estaba versado en los leyes del Universo, además de que era entrenado cuidadosamente en alguna profesión o comercio, resultó una magnífica prosperidad. La educación de un niño era obligatoria hasta la edad de 21 años, cuando entonces era elegible para asistir a la escuela de la ciudadanía. Este período de entrenamiento duraba siete años; por lo cual la edad más temprana en la cual una persona se convertía en un ciudadano del imperio era a los 28 años.
2. LA ATLÁNTIDA
Se dice que cuando el continente de Mu se hundió, los océanos del mundo bajaron de nivel drásticamente, debido al movimiento de las aguas hacia la recientemente formada cuenca Pacífica. Las islas relativamente pequeñas que habían existido en el Atlántico, durante la época de la civilización Lemuriana, fueron dejadas expuestas y secas debido al océano en retroceso. La nueva tierra emergente se juntó con las islas de un archipiélago ya existente en el Océano Atlántico, para formar así un pequeño nuevo continente. Este continente es llamado Atlántida por algunos historiadores en la actualidad, aunque su nombre verdadero era “Poseidonis”.
Se cree que la Atlántida pudo haber llevado la tecnología a una condición muy avanzada, más allá de la qué existe en nuestro planeta hoy día. En el libro titulado “A Dweller On Two Planets”, primeramente dictado en 1884 por Phylos el Tibetano a un joven californiano de nombre Frederick Spencer Oliver, así como en la secuencia de 1940, “An Earth Dweller Returns”, existen menciones de inventos y dispositivos tales como los acondicionadores de aire para superar los vapores mortales y nocivos, lámparas cilíndricas sin aire, tubos de cristal iluminados por las fuerzas de la noche, rifles eléctricos, armas que emplean electricidad como fuerza propulsora (las armas tipo “carril” actuales son similares y de invención muy reciente), transportación monocarril, generadores por agua, un instrumento para condensar el agua de la atmósfera, y el Vailx, una nave aérea gobernada por fuerzas de levitación y de repulsión.
El profeta durmiente, Edgar Cayce, en una conferencia habló sobre el uso de aviones y de cristales, o “piedras de fuego”, utilizadas para la obtención de energía y otros fines relacionados. Él también habló del uso inadecuado de dicha energía y de advertencias de destrucción venidera.
3. IMPERIO RAMA DE LA INDIA
Afortunadamente los libros antiguos del imperio Rama de la India se han preservado, a diferencia de los de China, Egipto, América Central y Perú. Muchas de estas naciones antiguas ahora son tierras desérticas, han sido tragadas por la gruesa selva, o literalmente se encuentran en el fondo de algún océano. Con todo, la India, a pesar de la devastación por guerras e invasiones, logró mantener una gran parte de su historia antigua.
Durante mucho tiempo se pensó que la civilización hindú no databa de fechas mucho anteriores al 500 AC.; tan sólo cerca de 200 años antes de la invasión de Alejandro el Grande al subcontinente. En el último siglo, sin embargo, se han descubierto en el Valle del Indo (hoy día Pakistán) las ciudades extremadamente sofisticadas de Mohenjo Daro (“Monte de la Muerte”) y de Harappa.
Los descubrimientos de estas ciudades forzaron a los arqueólogos a empujar las fechas del origen de los millares de hindúes varios miles de años hacia atrás. Fue una maravilla para los investigadores modernos encontrar ciudades tan desarrolladas, lo que hizo pensar a los principales arqueólogos, que dichas ciudades se concibieron en su totalidad antes de ser construidas: un ejemplo temprano y notable del planeamiento urbano. Aún más notable es que el sistema de plomería y aguas residuales a través de la gran ciudad es superior al que se encuentra en Pakistán, la India, y la mayoría de los países Asiáticos actuales.
4. CIVILIZACIÓN OSIRIANA DEL MEDITERRÁNEO
Se dice que, en los tiempos de Atlántida y del Imperio Rama, el Mediterráneo era un valle grande y fértil. Allí se desarrolló una civilización antigua, anterior al Egipto dinástico, conocida como la civilización de Osiriana (de Osiris). El río Nilo salió de África, como lo hace hoy, y fue llamado el río Stix. Sin embargo, en vez de fluir en el mar Mediterráneo, en el delta del Nilo al norte de Egipto, continuó hacia el valle, y entonces dando vuelta el flujo hacia el oeste, creó un gran lago en la parte más profunda del valle Mediterráneo, y después fluyó hacia fuera, entre Malta y Sicilia, y hacia el sur de Cerdeña en el Atlántico, en Gibraltar (los pilares de Hércules). Cuando la Atlántida fue destruida en una agitación cataclísmica, este cambio en el Atlántico inundó lentamente la cuenca mediterránea, destruyendo las grandes ciudades Osirianas, y forzándolas a moverse a tierras más altas. Esta teoría ayuda a explicar los restos megalíticos extraños encontrados a través del Mediterráneo.
Es un hecho arqueológico de que hay más de 200 ciudades sumergidas en el Mediterráneo. La civilización Egipcia, junto con la Minoica y Micena en Creta y Grecia son, en teoría, remanentes de esta gran cultura ancestral. Esta civilización construyó grandes estructuras megalíticas a prueba de terremotos, y tenían la electricidad y otras conveniencias comunes durante la época de la Atlántida. Como Atlántida y Rama, tenían naves voladoras y otros modos del transporte, a menudo eléctricos en naturaleza. Las pistas misteriosas de Malta, que van sobre los acantilados y debajo del agua, pudieron haber sido, tal vez, parte de una antigua línea Osiriana de tranvía, que posiblemente transportaba las piedras hacia las ciudades ahora sumergidas.
El mejor ejemplo de la alta tecnología de los Osirianos es probablemente la plataforma asombrosa encontrada en Ba’albek, Líbano. La plataforma principal se compone de las rocas más grandes del mundo, los famosos “ashlars” de Báalbek. Algunas de las piedras individuales son de 82 pies de largo y 15 pies de grosor, cuyos pesos se estiman entre 1,200 y 1,500 toneladas cada una !
5. CIVILIZACIÓN DE UIGER EN EL DESIERTO DE GOBI
En los tiempos de la Atlántida y del Imperio Rama, se dice que existieron muchas ciudades antiguas, que conformaron la civilización de Uiger en el desierto de Gobi. Aunque el Gobi ahora es un desierto, en aquel tiempo estas ciudades eran puertos del océano. Edgar Cayce dijo una vez que serían descubiertos “elevadores” en una ciudad perdida en el desierto de Gobi, y mientras que no haya sucedido esto todavía, no es inadmisible.
Se dice que los “vimanas” y otros dispositivos avanzados estuvieron en uso en el área de Uiger, y el famoso explorador ruso, Nicolás Roerich, reportó haber visto un disco volador al Norte del Tíbet en los años 1930′s. Quizás el vehículo era un vimana antiguo que utilizaba la tecnología de Uiger, proveniente de alguna ciudad aún activa al Norte del Tíbet, en el desierto de Gobi.
Significativamente, se cree que los Ancianos de Lemuria, conocidos como la “Decimotercera Escuela”, movió su jefatura antes del cataclismo hacia la meseta deshabitada de Asia central que ahora llamamos Tíbet. Allí supuestamente establecieron una biblioteca y una escuela conocida como la “Gran Fraternidad Blanca”.
Por ejemplo, el gran filósofo chino Lao Tze, nacido en el 604 AC, habló con frecuencia de Maestros Ancestrales y de su profunda sabiduría. Él escribió el libro famoso, Tao Te Ching, probablemente el libro Chino más popular. Cuando finalmente salió de China, cerca del final de su muy larga vida, se dice que viajó al Oeste, a la tierra legendaria de Hsi Wang Mu. Según los chinos antiguos, ésta era la jefatura de los “Antiguos”. ¿Habría podido ser esta la Gran Fraternidad Blanca y la Decimotercera Escuela de Mu?
6. TIAHUANACO
Como en Mu y la Atlántida, la construcción en América del Sur era de escalas megalíticas, con las técnicas poligonales diseñadas para elaborar paredes masivas a prueba de terremotos. Las paredes resistentes a terremotos fueron importantes alrededor de todo el “anillo de fuego” del antiguo Mu.
Los hogares y los edificios comunales fueron construidos con bloques megalíticos de piedra. Debido al alto respeto que la cultura tenía por el bienestar de las generaciones futuras y el valor que pusieron sobre el crecimiento gradual y sostenido de la comunidad, las estructuras fueron construidas para durar por miles de años. Una casa construida de cemento, madera y paredes de yeso podría durar cientos de años, si es mantenida. Atestigüe la construcción megalítica de Egipto, Malta y Perú. Estos edificios todavía están de pie hoy. Cuzco, la capital del antiguo Perú, que fue construida probablemente antes de los Incas, todavía es habita hoy, después de miles de años. De hecho, muchos edificios del céntrico Cuzco de hoy incorporan las paredes que cuentan con varios centenares de años de antigüedad (mientras que los edificios más recientes, construidos por los españoles, ya se están desmoronando).
Solo algunos cientos de millas al Sur de Cuzco yacen las fantásticas ruinas de Puma Punku, en el Altiplano de Bolivia. Estas ruinas, cercanas una milla de las famosas ruinas de Tiahuanaco, son construcciones megalíticas masivas que muestran derribadas como bloques de un edificio de juguete. ¿Qué clase de cataclismo pudo producir tal cosa? Aquí aparece nuevamente el tipo de construcción megalítica elaborada para durar miles de años, pero, con todo, los bloques de 100 toneladas han sido arrasados por fuerzas geológicas poderosas.
Parece que el continente Sur Americano fue repentina y violentamente empujado hacia arriba durante alguna clase de cataclismo, muy probablemente con el cambio de los Polos. Un canal marcado por el nivel del mar se puede ver ahora a 13,000 pies en las montañas de los Andes. Como evidencia posible para este escenario, muchos fósiles del océano se pueden encontrar cerca del lago Titicaca. El lago incluso es habitado por los únicos caballitos de mar conocidos en agua dulce.
7. LOS MAYAS
El tipo de pirámides Mayas se encuentran desde América Central, hasta sitios tan distantes como la isla Indonesia de Java. La pirámide de Sukuh, en las faldas del monte Lawu, cerca de Surakarta en Java central, es un templo asombroso con estelas de piedra y una pirámide escalonada que se asemeja a cualesquiera de la encontradas en las selvas de América Central. La pirámide es de hecho virtualmente idéntica a las pirámides encontradas en el o antiguo sitio Maya de Uaxactun, cerca de Tikal.
Los antiguos Mayas eran astrónomos y matemáticos brillantes, cuyas tempranas ciudades vivieron en armonía agraria con la tierra. Construyeron canales y ciudades con jardines hidropónicos a través de la península de Yucatán. Se alega que algunos de los glifos Mayas eran dispositivos radiónicos que difundían una vibración etérica para el control de insectos particulares.
Edgar Cayce menciona a los Mayas y su tecnología en una de sus lecturas: “En cuanto a una descripción de la manera de construcción de la piedra: encontramos que se trataba de un gran cilindro de cristal (como sería llamado hoy), cortado con facetas de tal manera que la tapa en la parte superior centralizaba la energía o la fuerza que se concentraba entre el extremo del cilindro y la tapa misma. Según lo indicado, se registran iguales maneras de construir en tres lugares de la tierra: en la porción sumergida de la Atlántida, o Poseidonis, donde una porción de los templos podría todavía descubrirse debajo del limo marino, cerca de lo que se conoce como Bimini, cerca de la costa de la Florida. Y (en segundo lugar) en los expedientes de los templos que estaban en Egipto, en donde la entidad actuó, más adelante, en cooperación con otros, a la preservación de los expedientes que vinieron de la tierra en donde éstos habían sido guardados. También (en tercer lugar) en los expedientes que fueron llevados a lo que es ahora Yucatán, en América, donde hoy día están estas piedras (de las que se sabe muy poco)…”.
Se cree que un antiguo centro de expedientes o registros reside en alguna parte de la región Maya, probablemente debajo de algún complejo piramidal existente, en un sistema subterráneo de túneles y cámaras. Algunas fuentes dicen que este depósito del conocimiento antiguo se mantiene en cristales del cuarzo de una calidad excepcional, capaces de retener grandes cantidades de información, de manera similar como lo hace un CD moderno.
8. CHINA ANTIGUA
La China antigua, conocida como Han China, se dice que provino, como todas las civilizaciones, del enorme continente Mu del Pacífico. Los chinos antiguos son conocidos por sus carruajes voladores, su geomancia, y la manipulación del jade, que compartieron con los Mayas. De hecho, las historias antiguas de los chinos y de los Mayas parecen estar muy ligadas.
Los antropólogos han presentado un buen caso al hablar de influencias taoístas en la América Central apoyándose en el hallazgo de símbolos y adornos de la dinastía Shang (el yin-yang es el más famoso, pero hay muchos más), y después relacionándolos con el arte y la escultura conocidos de los Mayas. El jade tenía una importancia particular para los chinos de Shang. Hasta ahora, la fuente del jade Chino no se ha establecido claramente. mucho de él pudo haber venido de América Central. Incluso la fuente del jade Centro Americano es un misterio; se cree que muchas minas antiguas de jade todavía no han sido descubiertas. Los antropólogos sugieren que los viajes chinos a México, entre 500-300 años AC, se pudieron haber relacionado con el comercio taoísta de setas o drogas mágicas de la longevidad.
Se dice de los chinos antiguos que fueron los creadores del papel de tocador, detectores de terremotos, billetes, cañones, tecnología de cohetes, métodos de impresión, y millares de otros artículos de alta tecnología. En 1959 los arqueólogos descubrieron en China hebillas de correa hechas de aluminio, con miles de años de antigüedad. ¡ El aluminio se procesa generalmente de la bauxita con electricidad !
9. ISRAEL Y ETIOPÍA ANCESTRALES
De los textos antiguos tales como la Biblia y el libro etíope Kebra Negast, tenemos cuentos de la alta tecnología antigua de Etiopía y de Israel. El templo en Jerusalén se dice haber sido fundado sobre tres bloques de piedra gigantescos, similares a los encontrados en Ba’albek, Líbano. Hoy, donde estuvo el reverenciado Templo de Salomón, existe la Mezquita de la Cúpula de la Roca , cuyas fundaciones se remontan, al parecer, a la civilización Osiriana nuevamente.
Al igual que mucha de la construcción Fenicia más reciente, el edificio del templo destinado a proteger el Arca de la Alianza, y los templos en Etiopía, son el último vestigio de las construcciones megalíticas. El montaje masivo del templo, construido por rey Salomón sobre las ruinas de un templo megalítico anterior, fue hecho para contener la antigua reliquia antigua conocida como el Arca de la Alianza.
Se dice que el Arca de la Alianza pudo haber sido una cada que servía de generador eléctrico y que almacenaba varios objetos sagrados, incluyendo una estatua sólida de oro de culturas anteriores, llamada el “santo de los santos”. Tanto el Arca como la estatua de oro se cree que fueron tomadas por Moisés de la cámara del Rey de la Gran Pirámide de Egipto, durante el período del éxodo.
Muchos eruditos creen que el Arca de la Alianza, así como otros artefactos antiguos, eran realmente dispositivos eléctricos, algunos de los cuales eran adorados en los templos como oráculos. Los recuentos de la Biblia indican cómo ciertas personas desautorizadas eran electrocutadas al tocar el Arca.
10. EL REINO SOLAR DE AROI EN EL PACÍFICO
La última civilización de mi lista es la antigua y virtualmente desconocida cultura del Reino Solar de Aroi, en el Pacífico. Cuando el continente perdido de Mu se hundió hace 24,000 años con el cambio de Polos, el Pacífico fue repoblado más adelante por una mezcla racial de todas las civilizaciones, provenientes del Imperio Rama, de China, de África y de las Américas.
Una nación isleña avanzada, con áreas de tierra más extensas que las existentes hoy en el Pacífico, creció alrededor de Polinesia, Melanesia y de Micronesia. Las leyendas antiguas en Polinesia atribuyen esta civilización notable al reino de Aroi, que existió muchos miles de años antes del redescubrimiento europeo del Pacífico. El reino Aroi construyó muchas de las pirámides, de las plataformas, de los arcos, de los caminos y de las estatuas megalíticas que se encuentra por todo el Pacífico central.
Cuando algunas de las más de 400 colinas de grava en Nueva Caledonia fueron excavadas en los años 60, las columnas de cemento a base de cal y conchas fueron datadas por carbono por Yale y por el museo de Nueva Caledonia, indicando que fueron hechas antes del 5,120 AC y 10,950 AC. Estas extrañas columnas de cemento se pueden encontrar en la parte meridional de Nueva Caledonia y en la isla de Pinos (Pines).
Según los isleños de Pascua, las estatuas de las islas caminaron o levitaron para moverse alrededor de la isla en sentido espiral, como las manecillas del reloj. En la isla de Pohnpei, los micronesios alegaban que las piedras de las ciudad de once millas cuadradas eran levitadas para colocarlas en su lugar.
Los polinesios de Nueva Zelanda, la isla de Pascua, Hawai y Tahití, todos creen que sus antepasados tenían la capacidad de volar y viajar a través del aire de una isla a otra. ¿Fue el remoto pero popular centro de convenciones de la Isla de Pascua, el destino del vuelo de “Air Atlantis” con escalas en Malta, Báalbek, y Rama ?
En la costas del territorio Peruano se desarrollo una de las más geniales grandiosas culturas que han florecido en los actuales territorios Peruanos nos referimos a la cultura chimu heredera de todo un formidable pasdo mochica que ha dado al mundo grandes tesoros que se pasean por los diversos museos del mundo .los especialistas en culturas preincas afirman que esta cultura esta importante como lo fue en su momento la cultura maya ,azteca , chibcha , por los logros alcanzados. Se desarrolló en el mismo territorio donde siglos antes existió la cultura Moche. Su núcleo se encontraba en la ciudadela de Chanchán en el departamento de La Libertad, próxima a la actual ciudad de Trujillo, y a 550 km al Norte de Lima, y se expandió por un vasto territorio, llegando por el norte hasta Tumbes y por el Sur hasta el valle de Huarmey.
Por el este, sus límites fueron definidos por la cordillera montañosa, ya que la cultura no logró imponerse en la Sierra. fue residencia de grandes señores, descendientes del mítico Taykanamo, ciudad en donde se centralizaron y redistribuyeron los frutos de la tierra y los objetos manufacturados.os Chimú fueron un estado expansionista centralizado con claras divisiones de clases, herencia de cargos y una burocracia muy compleja.
Surge al decaer el Imperio Wari, abarcó desde Tumbes hasta Carabayllo. Los Chimú fueron un estado expansionista centralizado con claras divisiones de clases, herencia de cargos y una burocracia muy compleja; el poder lo tenía el gran señor llamado Cie Quic y los Alaec, continuaba un grupo con cierto prestigio y poder económico llamado Fixlla y al final se encontraban los campesinos, los artesanos y los sirvientes.
El sistema económico y social funcionaba por medio de una red de centros urbanos rurales que se encargaban de la recepción y enviar a la capital los tributos obtenidos. El estado se administró en la ciudad capital Chan-Chan, desde allí se manejo, organizó y monopolizó la producción, el almacenamiento, la redistribución y el consumo de bienes y productos. El culto principal estuvo dedicado a la luna debido a su influencia sobre el crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización como marcador del tiempo; sin embargo, cada pueblo debió poseer sus deidades y santuarios locales. La arquitectura ha permitido definir que los gobernantes vivieron en los palacios y recintos monumentales, mientras el pueblo residió en viviendas de quincha con habitaciones pequeñas y fuera de la arquitectura monumental.
ANTECEDENTES DE LA CULTURA CHIMÚ
En sus comienzos, los Chimús sólo constituían un pequeño señorío o estado regional, como los Incas, del cual iniciaron guerras con afán de conquista contra sus vecinos hasta formar un Imperio. Algunos arqueólogos sostienen que entre sus motivos estuvo el sistema de herencia dinástica Chimú, por el cual los nuevos señores no heredaban nada, ni los palacios, ni las tierras, ni los servidores de su antecesor, sino que debía conseguir todo por su cuenta, lo que obligaba a cada soberano Chimú cuando asumía el mando, a emprender nuevas conquistas que le diesen las riquezas que no había heredado. Según las crónicas recogidas por los españoles, el territorio Chimú había sido gobernado por once soberanos antes de ser conquistado por los Incas en tiempos de Pachacútec.
Según la memoria oral Chimú, Guacricaur el hijo del fundador Tacainamu inició las conquistas Chimú que fueron continuadas por Nancem Pinco, quien controló las cabeceras del Valle de Trujillo y los Valles Costeños entre Saña y Santa. El gran conquistador Chimú fue Minchancaman el décimo de sus príncipes a quien con razón se le ha llamado el Pachacútec costeño. Pero la expansión Chimú coincidió con la expansión Inca que alcanzó la costa peruana y sometió al gran Imperio Chan-Chán norteño. Los descendientes de Minchancaman sólo fueron príncipes vasallos de los Incas. Cuatro de ellos gobernaron hasta que llegaron los españoles a principios del siglo XVI. Los Chimú nunca sufrieron una derrota a no ser a las puertas de Lima donde los guerreros de Maranga derrotaron a 1 General Chimú, Querrutumi. La derrota de Minchancaman por su rival Pachacútec ocasionó el saqueo de Chan-Chán por las tropas Incas. El gran Tesoro fue fundido y sirvió para hacer una estatua de Wiracocha y adornar las paredes del Koricancha. El Imperio Chimú pasó a ser una provincia del Imperio Inca.
EL APOGEO CHIMU
En el momento de su máxima expansión los Chimús incursionaron hacia la sierra pero en forma limitada y tuvieron bajo su influencia una fracción de Cajamarca, prefirieron tomar contacto y establecer una alianza con el Señor o Rey de Cajamarca, con lo cual los Chimú creían tener así bien guardadas sus espaldas, pero estos cálculos aunque razonables fracasaron. Los Incas se impusieron sobre los dos grandes reinos norteños, el Reino Serrano de Cajamarca y el Imperio costeño de Chimú. Durante su expansión, los Chimús incorporaron numerosos grupos culturales, étnicos y lingüisticos. La gran diversidad de lenguas, característica de la zona andina puede encontrarse también en el territorio Chimú. Las principales lenguas eran la Sec, la Quingnam y la Yunga. Es posible que una variante o combinación de varias de estas lenguas fuera utilizada por los Chimús del mismo modo como los Incas emplearon el quechua, es decir como un idioma imperial que facilitaba las comunicaciones entre todos los pueblos bajo su jurisdicción.
El territorio imperial Chimú puede ser dividido en tres principales regiones según el arqueólogo Moseley:
1.- La región central formada por los valles costeños de los actuales departamentos de la Libertad y Lambayeque, desde el río Moche en Trujillo hasta encontrar el desierto de Sechura. Esta es una de las regiones más ricas del Perú, comparable por sus posibilidades de explotación agrícola a la meseta altiplánica que rodea al lago Titicaca.
2.- La periferia norte con los actuales departamentos de Tumbes y Piura;
3.- La periferia sur que corresponde a la que hoy llamamos costa central o por lo menos a una sección suya entre el río Santa (actual límite entre los departamentos de Ancash y La Libertad) y el río de Barranca al sur. Esta periferia sur tiene valles más estrechos que la zona central Chimú (porque la cordillera andina avanza más hacia el mar) pero en cambio es la zona más rica del Perú desde el punto de vista de sus recursos marítimos.
El Emperador Chimú vivía en una fastuosa y refinada residencia rodeada de palacios y jardines, con un numeroso séquito de cortesanos. Esta sociedad rica y lujosa con su aristocracia llena de privilegios fue creada por las conquistas militares, pero fue mantenida gracias a un elaborado aparato ideológico y policial, hecho de promesas y castigos. El Derecho Chimú era tan severo como el Derecho Inca, con penas como al sacrílego que era enterrado vivo, el adúltero desbarrancado, pero sobre todo se tenía el mayor cuidado en castigar los delitos contra la propiedad privada, de este modo la nobleza defendía sus propios intereses. Cuando ocurría un robo, los señores y sacerdotes chimús sostenían que todo el Universo había sido transtornado, los Dioses estaban irritados por este delito contra la propiedad, realizaban diferentes ceremonias religiosas hasta encontrar al ladrón que era castigado con la muerte.
El Estado Chimú tampoco era tolerante con los errores o muestras de incapacidad, por ejemplo al médico que por ignorante o error no curaba un enfermo se le condenaba a morir junto con su paciente.
La justificación última de este orden social reposaba en las creencias religiosas, en este aspecto existía una igualdad de creencia, los príncipes al igual que los campesinos eran creyentes devotos, realizaban todas sus actividades y fenómenos de su vida cotidiana con la creencia que se encontraban bajo el amparo de alguna divinidad. Una huaca (Carquiña) protegía contra diversas enfermedades de la piel. Otra era llamada la Piojosa (Mollep). Tenían conocimientos de astronomía, numerosas estrellas, constelaciones y cuerpos celestes servían de guía a los Chimús en sus diversas prácticas económicas. Es posible (aunque algunos lo niegan) que por encima de todos los dioses menores reconocieran un Ser Supremo Aiapaec y debajo suyo al principio femenino y maternal de la fertilidad representada por SI nombre de la Luna.
Su desarrollo político y social tuvo dos etapas:
- En la Primera Etapa se trataba de un pequeño grupo focalizado en el valle de Moche y zonas aledañas.
- En la Segunda Etapa se trataba de un reino expansivo que contó con diez gobernantes.
Los gobernantes vivían en palacios y recintos monumentales mientras el pueblo residió en viviendas con habitaciones pequeñas y fuera de la arquitectura monumental.
La sociedad Chimú, fuertemente estratificada, basó su economía en la agricultura, complementada con la crianza de animales, la pesca, la caza y la producción artesanal, jugando un papel importante el intercambio de productos a distancia.
La agricultura, base de la economía Chimú, se practicó en gran escala e hizo posible ampliar al máximo la frontera agrícola, mediante una extensa red de canales que se abastecía del agua de los ríos de la costa. Aprovecharon también el agua del subsuelo, habilitando huachaques o campos agrícolas hundidos, que les permitió obtener varias cosechas al año. Conocieron la totalidad de plantas alimenticias nativas y su dieta se complementó con animales domésticos, especies marinas y de agua dulce, de caza y recolección.
El mar fue una fuente inagotable de recursos que los Chimú supieron aprovechar al máximo. Usaron embarcaciones de totora y madera, provistas de redes, pesos y flotadores, anzuelos y otros aparejos, para la pesca en alta mar y en orilla de playa, donde también recolectaron mariscos y algas marinas. Además de grandes pescadores, fueron experimentados navegantes e hicieron largas travesías para aprovisionarse de productos exóticos como el Spondylus sp. o “mullu” de uso ritual, o el guano de las islas, usado como abono en la agricultura.
Durante este período, se planificaron y construyeron nuevos asentamientos urbanos y poblados menores unidos por una amplia y compleja red de caminos. Se incorporaron además nuevos terrenos agrícolas en áreas que hasta ese entonces habían sido desérticas.
El sistema económico y social funcionaba por medio de una red de centros urbanos rurales que se encargaban de recepcionar y enviar a la capital los tributos obtenidos. El estado se administró en la ciudad capital Chanchán, desde allí se manejo, organizó y monopolizó la producción, el almacenamiento, la redistribución y el consumo de bienes y productos.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LA CULTURA CHIMÚ
La Cultura Chimú, que tuvo por capital a la célebre ciudad de Chanchán (urbe situada a 5 kilómetros de la actual ciudad de Trujillo), se expandió por el Norte hazta el departamento de Tumbes y por el Sur, hasta el río Rimac (departamento de Lima). Su centro principal, como lo había sido también de sus antecesores Mochicas, hallóse ubicado en los valles de Moche, Chicame y Virú, de la provincia de Trujillo, del actual departamento de La Libertad, como asimismo, en otros valles de los actuales departamentos de Lambayeque y Piura. Esta cultura se desarrolló entre los siglos XIII y XV de nuestra Era.
Capital y ciudades importantes:
La capital del reino de Chimú fué la ciudad de Chanchán. Otras ciudades importantes eran las siguientes: Pacatnamú (de origen Mochica o Tiahuanaco-Wari), que se levanta en el valle de Jequetepeque, en la provincia de Pacasmayo (La Libertad), en cuyas ruinas se observan: ciudadelas, santuarios, pirámides, terrazas, etc.; y Apurlec, edificada entre los valles de Motupe y La Leche (Lambayeque), enorme urbe, que, según, Horkeimer, es más grande que Chanchán, con un área de 27 Km2, en la que sobresalen también: pirámides, huacas, reservorios, acuedictos, conjuntos habitacionales, etc.; todavía desconocida mayormente. Entre otros monumentos que los chimús edificaron figuran: la llamada Fortaleza de paramonga, que, se cree, era propiamente un santuario; y la Muralla del Santa o Mayao,que comienza cerca del mar, en Chimbote, y se interna en el valle del Santa o Mayao. Tiene un largo de 66 kilómetros, con una altura de tres metros, construída de adobe y piedra.
ORIGEN Y ANTIGÜEDAD DEL REINO CHIMÚ:
Así como el origen legendario de la Cultura Lambayeque se halla identificado con la llegada y establecimiento en el valle de Lambayeque, de un personaje legendario denominado Naylamp; algo similar acontece con los comienzos de la Cultura Chimú, el él aparece también un personaje mítico llamado Tacaynamo. El mismo que arribó a los valles de la actual provincia de Trujillo; venía, asimismo, acompañado de una lujosa corte de funcionarios y servidores; y, segun se afirma, procedía de “la parte suprema del Perú”. Seguidamente, dedicáronse al cultivo de la tierra y a la extracción de productos de la región. Con el correr de los tiempos, el último soberano, Chimú Capac o Grán Chimú, llamado también Minchan Caman o Mincahn Zaman, fué tomado prisionero por Túpac Yupanqui y conducido luego al Cusco. Su reino cayó, así, en el poder de los Incas, siendo incorporado entonces al Tahuantinsuyo (año 1460), más o menos. Fué Huamán Chumo, quién asumió el gobierno del Crán Chimú, pero como vasallo del soberano Inca.
EL IMPERIO CHIMÚ:
“El imperio Chimú fué el estado costeño más poderoso de su tiempo. Controlaba un enorme territorio longitudinal longitudinal que a lo largo de 1,000 kilómetros comprendía numerosos valles costeños, desde el norte de Tumbes hasta Barranco en el sur. O sea más del 40% de toda la tierra agrícola de la costa peruana. Su población ha sido calculada en 500,000 – 750,000 habitantes, de los cuales quizáa el 10% – 15% vivía en centros urbanos. Esto representa un índice muy alto de urbanismo en todo el mundo de esa época, incluyendo Europa”.- De “Historia del Perú”.-Dr. Pablo Macera.
PRINCIPALES MANIFESTACIONES DE SU CULTURA
ORGANIZACIÓN SOCIAL
El reino de Chimú fué un estado clasista, es decir, que estuvo organizado a base de clases, con profundas diferencias entre sus componentes.
La integraban:
- El Emperador denominado Chimú Cápac o Gran Chimú.- Suprema autoridad política, religiosa y militar, y, a su vez, cabeza de la sociedad. Vivía en un lujoso palacio en la ciudad de Chanchán, rodeado de una numerosa corte de nobles y sirvientes.
- Los grandes Curacas.- Salidos de la nobleza, dueños de tierras, como los Señores Feudales de la Edad Media. Integraban esta clase también otros jefes locales, esto es, jefes de pueblos sometidos; gozaban todos ellos de gran consideración del soberano.
- La Alta Clase Media.- Cuyos componentes beneficiábanse, asimismo, de la tierra, a la vez que disfrutaban de grandes privilegios como de una vida llena de comodidades.
- Los Campesinos.- Sobre quienes reca&iaacute;a todo el trabajo de la tierra. Era la clase laboriosa a la que, seguramente, pertenecían también los famosos artesanos chimús, que eran numerosos y muy seleccionados.
- Los Sirvientes.- Eran los últimos componentes de la pirámide social; hallábanse consagrados a las faenas del hogar, al servicio del soberano y a la nobleza como de otros personajes de gran figuración social.
ORGANIZACIÓN ECONÓMICA chimú
El Imperio Chimú fue un Imperio inmensamente rico, un estado verdaderamente próspero; poseedor, asimismo, de grandes recursos naturales en cuya área geográfica -su escenario- sobresalen, hoy mismo, las más grandes haciendas azucareras del Perú, las mismas que se hallan entre las principales de América y del Mundo. Habiendo sido la base de tal desarrollo su agricultura floreciente, la explotación de sus grandes recursos marinos, así como la producción voluminosa de sus numerosos centros artesanales; los mismos que dieron origen a una próspera actividad comercial. Además, fueron: el oro y la plata, manifestados en maravillosa orfebrería, que le ha otorgado a Chimú, así como también a los Lambayeque renombre y celebridad en el mundo Contemporáneo.
La economía Chimú se caracterizó por la explotación de los lugares conquistados que tributaban con alimentos, artesanías, trabajo, etc. La especialización laboral obligó el funcionamiento de un sistema de intercambio o trueque que permitió obtener los productos y objetos que cada cual no producía.
La agricultura, base de la economía Chimú, se practicó en gran escala e hizo posible ampliar al máximo la frontera agrícola, mediante una extensa red de canales que se abastecía del agua de los ríos de la costa. Aprovecharon también el agua del subsuelo, habilitando huachaques o campos agrícolas hundidos, que les permitió obtener varias cosechas al año. Conocieron la totalidad de plantas alimenticias nativas y su dieta se complementó con animales domésticos, especies marinas y de agua dulce, de caza y recolección.
El mar fue una fuente inagotable de recursos que los Chimú supieron aprovechar al máximo. Usaron embarcaciones de totora y madera, provistas de redes, pesos y flotadores, anzuelos y otros aparejos, para la pesca en alta mar y en orilla de playa, donde también recolectaron mariscos y algas marinas. Además de grandes pescadores, fueron experimentados navegantes e hicieron largas travesías para aprovisionarse de productos exóticos como el Spondylus sp. o “mullu” de uso ritual, o el guano de las islas, usado como abono en la agricultura.
Durante este periodo, se planificaron y construyeron nuevos asentamientos urbanos y poblados menores unidos por una amplia y compleja red de caminos. Se incorporaron además nuevos terrenos agrícolas en áreas que hasta ese entonces habían sido desérticas.
LA AGRICULTURA CHIMÚ
Son dignos de admiración los formidables sistemas de irrigación con que contaron los chimús. Unos, fruto de su esfuerzo y capacidad creadora, otros, herencia de sus antecesores, los excelentes ingenieros mochicas. De esta manera, el considerable avance de la ingeniería hidráulica, manifestado en la construcción de magníficos canales, acueductos, reservorios, bocatomas, etc., muchos de ellos, extensos y sólidamente edificados, contribuyeron al logro de una agricultura floreciente en sus grandes valles ubicados, mayormente, en los departamentos de Lambayeque, La Libertad, Ancash y Lima. Figurando entre las principales producciones: el maiz, el pallar, el frijol, la calabaza, la yuca, así como el algodón; además, frutales como: el pepino, el pacae, la guanábana, la lúcuma, la guayaba, la ciruela del fraile, etc.
Por otra parte, los Chimús supieron aprovechar también, además de las aguas de los ríos, las de sus “puquios”, o aguas que afloran del subsuelo; igualmente, por medio de los Wachaques, o chacras hundidas, una nueva tácnica agrícola, que aprovechó de terrenos sumamente húmedos, lograron sembrar, fundamentalmente, totora, planta ésta que les facilitó la fabricación de aquellos famosos “Caballitos de Totora”, eficaz vehículo para sus pescadores activos.
En relación con los grandes valles de la Costa Norte, donde los chimús desarrollaron una agricultura floreciente, creemos interesante reproducir las valiosas referencias que, sobre este particular, hace, el historiador Dr. Macera:
LA PESCA
La extracción de recursos marinos fué fundamental para reforzar la producción alimentaria de los chimús y atender, así, las necesidades de su numerosa población. En razón de ello, fomentaron la pesca en el Océano Pacífico, sirviéndose, mayormente, de los mencionados “Caballitos de Totora”, así como de amplias redes y de arpones que les permitieron extraer una gran variedad de peces (dada la riqueza de nuestro mar), moluscos y crustáceos; y hasta cazaron lobos marinos en sus islas vecinas.
LA INDUSTRIA: LOS CENTROS ARTESANALES
Como los chimús no tuvieron que atender solamente las exigencias de su numerosa población, sino también las demandas de sus mercado de “exportación”, se consagraron a la fabricación masiva de productos manufacturados. Surgiendo, de esta manera, los grandes centros artesanales, con obreros especializados como: tejedores, ceramistas, metalistas, etc. Chanchán, precisamente, fue famoso como uno de los más grandes centros artesanales y comerciales del Imperio Chimú.
Las artes
Mientras los mochicas fueron excelentes ceramistas, los chimús, en cambio, han logrado celebridad entre los más EMINENTES ORFEBRES DEL CONTINENTE AMERICANO PRECOLOMBINO. Igualmente, alcanzaron renombre en Arquitectura, por lo que figuran entre los mejores arquitectos de América Prehispánica.
PRINCIPALES MANIFESTACIONES CULTURALES
Los Chimú destacaron en diversas técnicas, las cuales se pueden apreciar en la actualidad en base a las ruinas que se han encontrado, a las cerámicas, a los tejidos y a otros elementos más; que son propios de esta cultura milenaria.
LA ARQUITECTURA CHIMÚ
Una de las características de la sociedad Chimú es su rígida división en grupos sociales y a la vez una de las ideas más aceptadas es que las ciudadelas fueron verdaderos palacios en los que vivía la selecta nobleza, aislada casi por completo del mundo exterior. Su acceso era restringido, estos palacios no solo servían como viviendas de elite sino que reunían en su interior a funcionarios encargados de recibir los productos que el pueblo entregaba a manera de tributo.
Se cree también que había artesanos al servicio de los nobles y que ciertos sectores del palacio albergaban a los sirvientes y se diferenciaban claramente de la zona habitada por los señores. Se supone que cada de uno de los palacios partencia a un gobernante y que cuando fallecía, era enterrado en el sector de las plataformas funerarias. El palacio le seguía perteneciendo y sus parientes continuaban viviendo en él encargándose de rendirle veneración. El siguiente gobernante tenia que construir su propio palacio en el que viviría y se enterraría al morir. Esto quiere decir que los palacios fueron construidos uno después del otro, según morían los sucesivos gobernantes. Los sucesores del mítico Tacaynamo habrían sido enterrados allí, cada uno en su palacio.
Lo característico de la arquitectura Chimu son sus frisos, los cuales eran elaborados en base a barro y que servían para decorar las paredes. Estos son figuras en plano relieveque cubren totalmente largas paredes. Uno de los lugares en donde se concentra mayor número de frisos es en la ciudad-capital de Chanchán con patios y pasadizos profusamente decorados con figuras geométricas de peces y aves. Se sabe que los frisos tenían vivos colores, lo que hacían que sus motivos resaltaran aun más.
CHANCHÁN
La maravillosa cuidad de Chanchán, capital del reino Chimú, se ubica frente al mar , muy cerca de la desembocadura del río Moche, ocupando alrededor de 24 km se trata de una de las ciudades mas grandes de la América precolombina y su grandeza asombra a visitantes del mundo entero a pesar de su tremendo deterioro.
En ella es posible distinguir tres sectores diferentes, el principal es un conjunto de grandes recintos rectangulares conocido como palacios o ciudadelas. En torno a esto se encuentra zonas de viviendas menores que conforman una especie de barrios marginales y otros grandes recintos.
Dentro de la ciudad-capital de Chanchán se desarrollaron palacios o ciudadelas; es decir se trata de diez grandes áreas rectangulares delimitadas por muros de barro que alcanzan altura de 10 m todas se orientan de norte a sur y comparten una misma estructurageneral. Al interior el espacio esta dividido en una serie de patios con rampas, pasadizos, habitaciones, estructura en forma de U, plataformas funerarias, depósitos, talleres, grandes posos rectangulares de agua. Generalmente existe una sola puerta de acceso, ubicada en el lado norte. Las ciudadelas son conocidas como: Gran Chimu, Velarde, Squier, Tello, Uhle, Laberinto, Caihuac, Tachuidi, Rivero y Bandelier.
HUACA DE LA RAYA (El Purgatorio)
Ciudadela perteneciente a la Cultura Chimú, de menor dimensión que Chan-Chán. Este complejo urbanístico se encuentra ubicado en Túcume, en el departamento de Lambayeque. Al igual que Chan-Chán se puede apreciar su belleza sin par en sus trazos urbanos, así como en sus edificaciones.
Entre otros complejos urbanísticos tenemos:
- PACATNAMU.- Que de acuerdo a diversos estudios y descubrimientos realizados, en los que se han encontrado numerosos santuarios, se trataría de un centro eminentemente religiosos sagrado.
- HUACA PINTADA.- Este complejo se encuentra ubicado cerca a Túcume, el cual cuenta con hermosos arabescos así como pinturas.
- BATAN GRANDE.- Este complejo en ruinas fueron dadas a conocer por Mario Florián, la cual cuenta con murales estilizando personajes, de complicados atavios.
LOS CAMINOS DE LA CULTURA CHIMU
Los Chimús emplearon una red de caminos que existía probablemente desde antes suyo, y que posteriormente serían aprovechados por los Incas. El arqueólogo Rodriguez Suy Suy ha diferenciado hasta cuatro clases de caminos:
1.- Longitudinales a través de la costa o de la sierra;
2.- Transversales o de penetración (costa – sierra);
3.- Vecinales;
4.- Ceremoniales.
Las vías troncales básicas eran cuatro; tres de ellas longitudinales y una última transversal. La primera corría de Casma a Sullana y avanzaba hacia el Ecuador de Recuay a Cajamarca y luego a la sierra del Ecuador. El camino longitudinal del Oriente pasaba por Huacrachuco y Balsas. El gran camino troncal de penetración comenzaba en Pacatnamú sobre la costa y por Cajamarca llegaba a Chachapoyas y Yurimaguas. Los Chimús estaban así mejor comunicados, para su época, de lo que hoy estamos nosotros. Muchos de estos caminos habían sido hechos durante el Formativo y fueron quizás ampliados durante la expansión Wari. Según Rodriguez Suy Suy los grandes caminos troncales representan otros tantos canales básicos de difusión sociocultural entre diferentes regiones. Mientras que los caminos vecinales estimulaban la cohesión y los intercambios entre los grupos al interior de una sola región.
El TÚMI
Fue su obra más representativa, el cual representaba al dios Naylamp (divinidad ornitomorfa) a través de la forma de ave. Se trata de un tipo de cuchillo ceremonial de Illimo. Estaba construido en oro con incrustaciones de soldadita (metal de baja ley) y utiliza como elementos ornamentales: Turquesas y Concha Perlas.
En su estructura el Tumi era: de dos planchas, anterior y posterior, dichas planchas eran delgadas hechas a golpes sobre superficie plana; además las planchas eran soldadas para formar una estructura vacía en el centro. En la aureola es decir en la parte superior de la cabeza se nota que estaba hecho por un semicírculo divido en 5 espacios concéntricos, así mismo se determino que la zona del borde es estrecha y perlada (sector compuesto por 12 elementos decorativos en forma de S), zona perlada muy estrecha que sirve de división entre los espacios, zona geométrica basándose en los triángulos tallados, zona constituida por 8 círculos concéntricos en cuyo interior incrustaban turquesas y por ultimo cerraba la decoración un semicírculo en alto relieve.
Con respecto a su rostro; este representaba un rostro humano con características de aves (antropomorfo), los ojos circulares y profundos y de forma ornitorringe (forma de ave), nariz en forma de ave, boca pequeña y rectangular y de cada lado penden dos orejas pegadas al rostro. Además la cara es más pequeña que la aureola. Y por ultimo el cuerpo: este tenia la cabeza pequeña unida a un cuerpo también pequeño y rectangular, en donde los brazos eran pequeños, rígidos y pegados al cuerpo con las manos abiertas, de los hombros salen dos alas estilizadas en forma rectangular, el cuerpo termina en borde estilizado a manera de vestido, sus pies son muy pequeños de manera rígida y rectangular.
Por ultimo cabe recalcar que la segunda parte del Túmi esta constituida por un cuchillo ceremonial de dos sectores: una parte rectangular manera de empuñadura y una parte semicircular que concuerda con la aureola superior, formando un conjunto unitario.
Las técnicas de orfebrería para trabajar el Tumi era: tallado, repujado, filigrana y soldadura y que para trabajarlo adecuadamente se utilizo instrumentos como martillos de madera o de metal.
TEXTILERIA CHIMU
La textileria chimú destaca por la versatilidad de técnicas, por su iconografía y por su belleza estética. El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un conjunto de hilos pequeños para poder lograr un hilo largo y continuo, en esta labor inicial de la textileria se utilizaron diversos instrumentos como el huso.
El huso, es un instrumento manual confeccionado de una varita pequeña y delgada que generalmente se va adelgazando a ambos extremos; se lo emplea junto a un tortero o piruro que se inserta en la parte inferior para que haga contrapeso. Se empieza a hilar tomando de la rueca (donde se ha fijado la fibra que se va a hilar) algunas fibras que son fijadas en el huso que se lo hará girar rápidamente entre el pulgar, el cordial y el índice para lograr enrollar y torcer las fibras ininterrumpidas.
Cuando ya se había obtenido los hilos necesarios se empezaba el tejido ósea el entrecruzamiento o combinación de los hilos para hacer las telas.
Los Chimú confeccionaron telas, gasas, brocados, bordados, telas dobles, telas pintadas, etc. Algunas veces los textiles fueron adornados con plumas y placas de oro y plata, los colorantes se obtuvieron de ciertas plantas que contenían tanino, del molle y del nogal; de minerales como la arcilla ferruginosa y el mordiente de aluminio y de animales como la cochinilla. Las prendas se confeccionaron de la lana de cuatro animales; el guanaco, la llama, la alpaca, y la vicuña y de la planta de algodónnativo que crece en forma natural en siete colores diferentes. La vestimenta de los Chimú consistió en taparrabos, camisas sin mangas con o sin flecos, pequeños ponchos, túnicas, etc.
En la iconografía de los textiles Chimú aparece un personaje central que tiene la cabeza separada del cuerpo. Este ser antropomorfo suele ser simétrico, tiene los brazos extendidos, los pies y las manos dirigidas hacia los lados y casi siempre lleva aretes y un gran tocado en forma de media luna. Su identidad es una incógnita, aunque se dice que tal vez representa a la divinidad de la portada del sol de Tiahuanaco.
Otra imagen que aparece con frecuencia en la iconografía del arte textil Chimú es la de un animal aparentemente felinico que se muestra encorvado.
Su origen se remonta a la iconografía Moche y Recuay. Generalmente se le encuentra sentado, su piel de caimán, la lengua de lagarto y tiene cresta y cola que se asemejan a la de un animal prehistórico, a este personaje se le conoce como el animal de la luna.
Por último se determina en base a diversas investigaciones, que la cultura Chimú tiene los tejidos mas grandes hasta ahora encontrados en el Perú prehistorico. Por su tamaño se ha podido determinar que estas enormes telas de algodón en estado natural se usaban para cubrir muros. En este génerodestaca el que ilustra a unos personajes principales con unos prisioneros sujetos por una cuerda, encontrados en los terrenos de la hacienda Mocupe, dentro de una cámara cubierta con una losa de piedra. Este textil media aproximadamente 35 metros de largo en sus estado original y se señala que esto podría ser un acontecimiento mítico o arquetipo de esencial trascendencia para la cultura Chimú.
El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un conjunto de hilos pequeños para poder lograr un hilo largo y continuo, en esta labor inicial de la textilería se utilizaron diversos instrumentos como el huso. El huso, es un instrumento manual confeccionado de una varita pequeña y delgada que generalmente se va adelgazando a ambos extremos; se lo emplea junto a un tortero o piruro que se inserta en la parte inferior para que haga contrapeso. Se empieza a hilar tomando de la rueca (donde se ha fijado la fibra que se va a hilar) algunas fibras que son fijadas en el huso que se lo hará girar rápidamente entre el pulgar, el cordial y el índice para lograr enrollar y torcer las fibras ininterrumpidas.
Cuando ya se había obtenido los hilos necesarios se empezaba el tejido. El entrecruzamiento o combinación de los hilos para hacer las telas.
Los Chimú confeccionaron telas, gasas, brocados, bordados, telas dobles, telas pintadas, etc. Algunas veces los textiles fueron adornados con plumas y placas de oro y plata, los colorantes se obtuvieron de ciertas plantas que contenían tanino, del molle y del nogal; de minerales como la arcilla ferruginosa y el mordiente de aluminio y de animales como la cochinilla. Las prendas se confeccionaron de la lana de cuatro animales; el guanaco, la llama, la alpaca, y la vicuña y de la planta de algodón nativo que crece en forma natural en siete colores diferentes. La vestimenta de los Chimú consistió en taparrabos, camisas sin mangas con o sin flecos, pequeños ponchos, túnicas, etc.
LAS VESTIMENTAS
Dicha vestimenta estaba compuesta de tres artículos principales: El Unku o camisa con mangas, un taparrabo y un llautu o turbante. También se encontraron binchas o bandas con extremidades bifurcadas que seguramente se usaban de adorno en la frente, recalcando que estas bandas eran hechas con la técnica del tapiz kelim y con figuras antropomórficas y zoomorfitas.
LA NAVEGACIÓN EN LA CIVILIZACIÓN CHIMÚ
Los Chimú fueron grandes y eminentes navegantes e hicieron grandes travesías, cuando los conquistadores españoles incursionaron en el mar frente a nuestras costas se encontraron con expertos navegantes en la zona de Tumbes. Ellos eran herederos de grandes conocimientos adquiridos a través de los siglos o de pueblos anteriores a los incas, los hombres de la cultura Chimú utilizaron esos conocimientos tanto para la pesca como para realizar largos viajes con el fin de intercambiar productos con otras regiones del continente.
En base a investigaciones posteriores se llego a determinar que la embarcaciones en la civilización Chimú, fueron de dos tipos:
El Caballito de Totora; el cual se utilizaba para la pesca, hecho de atados de junco, que soportaba a una persona sentada o arrodillada. Estos caballitos son comunes aun en la actualidad y se le puede encontrar en las caletas de pescadores de la costa norte.
La Balsa; esta era de una superficie plana formada por varios troncos y sobre lo que se levantaba uno o dos mástiles en lo que se colocaba una enorme pieza de tela. Esta vela, podía ser cuadrada o triangular, era el principal medio de propulsión de la balsa y algunas veces se complementaba con los remos, la balsa podía ser bastante compleja, incluyendo una cabina donde dormía la tripulación y se guardaban las mercaderías, como anclas utilizaban piedras. Las balsas de troncos estaban hechas con una tecnología apropiada para nuestro mar, especialmente acondicionado para llegar hasta la orilla de playas poco profundas. Un sistema particular era el de los Huauras; eran tablones que iban colocados entre los troncos en la proa y en la popa. Al subir y bajar estas huauras controlaba la dirección de las balsas. El sistema era tan eficiente que se podía navegar incluso en contra del viento.
CERÁMICA DE LA CULTURA CHIMÚ
La cerámica chimú, procede de la Mochica, pero es inferior a ésta, tanto en su aspecto estético y la técnica de su elabotación y acabado, como en la calidad de los materiales empleados. Además, nótase la ausencia de los finos y expresivos dibujos escenográficos, como, asímismo, las excelentes esculturas de arcilla, que tanto distinguieron a los mochicas.
Esta cerámica se caracteriza, además, por el empleo de un solo color: negro brillante, pero se han encontrado también ejemplares de color gris, a causa, seguramente, de que el artista no aplicó debidamente loa técnica del cocido; excepcionalmente, hay piezas finas, y otras de color marrón, con un acabado poco perfeccionado.
La forma de los ceramios fué, mayormente, globular con gollete o asa puente en forma de estribo que remata en un sólido pico cónico.
EL ARTE PLUMARIO Chimú
“Los chimús fueron eximios en labrar tejidos de plumería. Esto lo lograron con plumas de aves costeñas o selvícolas, podrían muy bien competir con los elaborados por los tejedores aztecas. Los mantos amarillos con superposiciones de pájaros azules son una muestra de lo que queremos subrayar.
Se hacían sobre un tejido básico de algodón y en ciertas hebras se anudaban los tallos hendidoas y rebajados de las plumas luego de doblarlos para alcanzarles permanencia en la hechura. El manto de plumas así acabado se mostraba, sencillamente, hermosísimo, pasando a integrar el vestuario ceremonial con calidad, a más de bello, de impermeable”.
Los ceramios Chimú cumplieron dos funciones, como recipientes para uso diario o doméstico y los ceramios de uso ceremonial o para ofrendas de los entierros; los primeros fueron elaborados sin mayor acabado mientras los funerarios muestran bastante dedicación.
Las principales características de las vasijas Chimú son una pequeña escultura en la unión del gollete con el arco, su fabricación moldeada para la cerámica ceremonial y modelada para uso diario, su coloración generalmente negro metálico con algunas variantes, su brillo característico se obtenía humeando la vasija que previamente había sido pulida.
En pequeñas cantidades también se elaboraron ceramios de colores claros. En la cerámica se han plasmado muchas representaciones realistas como animales, frutos y personajes, así como, escenas míticas
RELIGIÓN DE LA CULTURA CHIMÚ
El culto principal estuvo dedicado a la Luna debido a su influencia sobre el crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización como marcador del tiempo; sin embargo, cada pueblo debió poseer sus deidades y santuarios locales.
Los Chimú decían descender de cuatro estrellas, de las dos mayores los nobles y la gente común de las otras dos. Creían que el alma de los difuntos iba hasta la orilla del mar, desde donde era transportada por los lobos marinos hacia su última morada en las islas.
También por el mar arribó a estas tierras Taykanamo, héroe fundador de la dinastía de gobernantes Chimú, cuyas momias fueron veneradas en grandes ceremonias. A la llegada de los españoles, en el antiguo territorio Chimú se hablaba hasta cinco lenguas, pero prevalecía la lengua “muchic”.
LA METALURGIA CHIMÚ
Los artesanos Chimú fueron diestros en la confección de objetos de metal. Los metaleslos trabajaron en talleres divididos en secciones para cada caso del tratamiento especializado de los metales; trabajaron el enchapado, el dorado, el estampado, el vaciado a la cera perdida, el perlado, la filigrana, el repujado sobre moldes de madera, etc. Con todas estas técnicas elaboraron gran cantidad de objetos como vasos, cuchillos, recipientes, figuras de animales sólidas o vacías, brazaletes, alfileres, coronas, etc.
Al igual que los artesanos de la cultura Lambayeque utilizaron el dorado y el plateado de superficies. Mediante estas técnicas elaboraron adornos como collares, orejeras, mascaras, y objetos diversos como pinzas para depilación, agujas, anzuelos, cucharitas, vasos, entre otros. Para realizar las aleaciones recurrieron a combinaciones de ácidos que se encontraban naturalmente. Los minerales debieron ser obtenidos de minas, de atajos abiertos de los ríos y de socavones. Los metales más usados fueron el cobre, la plata, el oro y el estaño. Este mineral extraído se molía en batanes para poder separarlos de otros minerales o impurezas en seguida se fundían en un horno que tenía como combustible carbón vegetal y mineral; constantemente debieron avivar las brasas soplándolas con tubos largos para así elevar la temperatura.
COMO SE FUNDIAN LOS METALES
El mineral extraído se molía en batanes para poder separarlos de otros minerales o impurezas en seguida se fundían en un horno que tenía como combustible carbón vegetal y mineral; constantemente debieron avivar las brasas soplándolas con tubos largos para así elevar la temperatura.
Trabajaron los metales con singular maestría, pero en lo que ha logrado superar a los demás pueblos de América Precolombina, a excepción de los Lambayeques, fue en la orfebrería, es decir, en la elaboración de joyas. Pues, muchas de éstas, confeccionadas en oro y plata, fundamentalmente, ponen de manifiesto un arte y una técnica sumamente avanzados, esto es, con altos niveles de perfección.
Como eximios orfebres llevaron, pues, el arte de la metalurgia a un grado superior, no obstante haber empleado solamente herramientas primitivas.
Su técnica comprendió: el moldeado, la forja, el laminado, el soldado y el dorado.
Nuestros museos, tanto estatales como particulares, exhiben tales obras primorosas del arte orfebre Chimú.
Goza, asimismo, de fama mundial el museo particular del señor Miguel Mujica Gallo, en Lima, y en él la maravillosa colección “ORO DEL PERÚ”, formada por bellísimas y deslumbrantes joyas, como: vasos sagrados y máscaras ceremoniales de oro laminado y adornados de turquezas, recipientes de plata martillada y repujada, así como otras figuras diversas también de oro tales como: pectorales, pulseras, diademas, aretes, anillos, guantes, narigueras, collares, adornos y vajilla.
Gozaba igualmente, de fama universal el famoso Cuchillo de Oro de Illimo (Tumi), maravillosa pieza de oro que representaba al dios Ñaimlap o Naimlap, lamentablemente sustraída (robada) del Museo Nacional de Arqueología y Antropología d Pueblo Libre (Lima), y rescatados sólo partes de él, completamente destrozadas. Un rudo golpe para nuestro patrimonio cultural.
Vaso de oro Chimú
Los artesanos Chimú trabajaron los metales en talleres divididos en secciones para cada caso del tratamiento especializado de los metales; trabajaron el enchapado, el dorado, el estampado, el vaciado a la cera perdida, el perlado, la filigrana, el repujado sobre moldes de madera, etc.
Con todas estas técnicas elaboraron gran cantidad de objetos como vasos, cuchillos, recipientes, figuras de animales sólidas o vacías, brazaletes, alfileres, coronas, etc.
Para realizar las aleaciones recurrieron a combinaciones de ácidos que se encontraban naturalmente. Los minerales debieron ser obtenidos de minas atajo abierto, de los ríos y de socavones. los metales mas usados fueron el cobre, la plata, el oro y el estaño.
El mineral extraído se molía en batanes para poder separarlos de otros minerales o impurezas en seguida se fundían en un horno que tenía como combustible carbón vegetal y mineral; constantemente debieron avivar las brasas soplándolas con tubos largos para así elevar la temperatura.
EL ORO DE CHIMÚ
“El oro se ha llamado el viejo y glorioso metal. La plata es empaña, el hierro en enmohece, pero el oro hace a la vida suntuosa; adquiere una luminosidad refulgente, casi bruñida, aumenta el fausto. Los españoles quedaron asombrados por la cantidad de oro que encontraron en estos reinos. Incluso antes que los españoles, los Incas al conquistar el reino Chimú, saquearon una enorme cantidad de ese metal. Garcilaso de la Vega, el Inca, ha observado que el oro que despojaron a los Chimús se fundía y con el se formaba grandes estatuas, tales como la del Dios creador, Wiracocha, y la de la Mama Ocllo, la legendaria progenitora de la dinastía Inca. También crearon un gigantesco sol y, además, enrollaron una ancha cinta de oro macizo alrededor del Coricancha, su grán Templo del sol”.
Como Colofón a todo esto una colonia de herreron Chimús se instaló en el Cusco, donde, decía Cieza de León, “vestían a la manera de su tierra y podían ser reconocidas por las insignias que llevaban a la cabeza”.
ORFEBRERÍA DE LA CULTURA CHIMÚ
La cultura Chimú fue la mejor exponente de la orfebrería y metalurgia de toda la región costeña del Perú. Sus artesanos dominaron muchas de las técnicas utilizadas para moldear el oro, la plata y el cobre, y las más diversas aleaciones.
La cultura Chimú sobresalió entre las civilizaciones prehispánicas por sus finos trabajos de orfebrería. Sus artífices dominaban muchas técnicas y usaban sobremanera el repujado y martillado en la mayoría de sus productos. Además de trabajar con oro y plata, lo hicieron con diferentes aleaciones.
La técnica metalúrgica de esta cultura fue tan extraordinaria que los incas trasladaron al Cusco a muchos orfebres chimues para que enseñaran el arte de labrar los metales a sus similares cusqueños. Confeccionaron joyas de oro y plata, los tumis o cuchillos de corte semicircular, los vasos ceremoniales, así como orejeras y mascaras, todos en fino oro incrustaciones de turquesas.
La civilización Chimú (1000-1470) fue el mayor imperio que controló la costa norte del Perú antes de los Incas. El imperio Chimú estableció su capital en Chan Chán (cerca a la actual Trujillo). Fue la mayor ciudad en América precolombina y la más grande de adobe en todo el mundo.
1 Orejeras de oro. Eran de gran tamaño para destacar la importancia de quien las llevaba. Se usaron hasta la conquista europea y los españoles llamaban “Orejones” a la élite inca.
2 Vaso de oro que representa una deidad con cetro real. Se usaba para tomar chicha en ceremonias rituales, normalmente en dos vasos. Dos personas tomaban de cada uno.
3 Una de las más impresionantes máscaras funerarias. Cuando los Incas conquistaron la capital en 1476, se llevaron a los artistas más talentosos a Cusco, adoptando el estilo Chimú
OCASO DE LA CULTURA CHIMÚ
Hacia 1.470, los Chimú fueron derrotados por otra cultura en expansión: los Incas del Cuzco. Los incas trasladaron oro y plata para adornar el Templo del Sol.
Características
Surge al decaer el Imperio Wari. Los Chimú fueron un estado expansionista centralizado con claras divisiones de clases, herencia de cargos y una burocracia muy compleja; el poder lo tenía el gran señor llamado Cie Quic y los Alaec, continuaba un grupo con cierto prestigio y poder económico llamado Fixlla y al final se encontraban los campesinos, los artesanos y los sirvientes.
El sistema económico y social funcionaba por medio de una red de centros urbanos rurales que se encargaban de recepcionar y enviar a la capital los tributos obtenidos.
El estado se administró en la ciudad capital Chan Chan, desde allí se manejo, organizó y monopolizó la producción, el almacenamiento, la redistribución y el consumo de bienes y productos.
El culto principal estuvo dedicado a la luna debido a su influencia sobre el crecimiento de las plantas, las mareas y a su utilización como marcador del tiempo; sin embargo, cada pueblo debió poseer sus deidades y santuarios locales.
La arquitectura ha permitido definir que los gobernantes vivieron en los palacios y recintos monumentales, mientras el pueblo residió en viviendas de quincha con habitaciones pequeñas y fuera de la arquitectura monumental.
ESTUDIOS REALIZADOS DE LA CULTURA CHIMÚ
Alfred L. Kroeber
En 1925 el término Chimú fue utilizado por primer vez por este arqueólogo, al describir un conjunto de diferencias estilísticas de la última tradición alfarera de la costa Norte del Perú. Kroeber definió seis unidades estilísticas denominadas:
•Geométrico tricolor,
•Trípode cursivo,
•Cursivo moderado,
•Recuoide rojo – blanco – negro,
•Chimú negro tardío y
•Chimú rojo tardío.
Los tres primeros se vinculan a los estilos alfareros del Horizonte medio, mientras que los estilos Chimú empiezan antes de la conquista Inca de esta región y persisten hasta el periodo colonial
Christopher B. Donnan y Carol Mackey
Sus estudios nos proporcionan información sobre los entierros llevados en cabo en esta época. Inicialmente, los muertos eran enterrados en arena o en las plataformas funerarias dejadas por los Moche. Los cadáveres eran puestos en posición flexionada y sentada. La diferencia con los entierros anteriores es la menor cantidad de cerámica utilitaria y un incremento en el uso de vasijas elaboradas. En algunos casos, las vasijas partidas se colocaban en la cabeza del muerto. En los últimos tiempos se incrementa la cantidad de ofrendas de cerámica y metal.
Alan Kolata
Sobre la base arquitectónica de Chan Chan, la seriación de los adobes y la cronología efectuadas en 1979, este investigador ha propuesto una secuencia para la construcción de la ciudad, siendo el núcleo original la ciudadela Chayhua-Uhle, al Sureste del sitio. A partir de ésta creció hacia el Oeste, con las ciudadelas Tello y Laberinto. En una segunda fase se edificó la ciudadela Gran Chimú y la gran muralla que limita el norte de la ciudad. Finalmente, en la tercera y mayor etapa de construcción se edificaron Velarde al Oeste, Bandelier al Norte, y Tschudi y Rivero al Sur.
Es el principio explicativo fundamental en la cosmovisión de los pueblos originarios andinos, en América del Sur. Pachamama o pacha (del aimara y quechua pacha: tierra y también “mundo”, “cosmos” ; mama: madre -es decir “Madre Tierra” ) es el núcleo del sistema de creencias y de actuación ecológico-social entre los pueblos indígenas de los Andes Centrales de América del Sur (Merlino y Rabey 1993).
La divinidad Pachamama (madre tierra) representa a la Tierra, pero no sólo el suelo o la tierra geológica, así como tampoco sólo la naturaleza; es todo ello en su conjunto. No está localizada en un lugar específico, pero se concentra en ciertos lugares como manantiales, vertientes, o apachetas. Pero es una deidad inmediata y cotidiana, que actúa directamente, por presencia y con la cual se dialoga permanentemente, ya sea pidiéndosele sustento o disculpándose por alguna falta cometida en contra de la tierra y todo lo que nos provee. No es una divinidad creadora sino protectora y proveedora; cobija a los hombres, posibilita la vida y favorece la fecundidad y la fertilidad.
A cambio de esta ayuda y protección, el pastor de la Puna Meridional está obligado a ofrendar a la Pacha parte de lo que recibe, no sólo en los momentos y sitios predeterminados para el ritual sino, particularmente, en todos los acontecimientos culturalmente significativos, configurándose así una suerte de reciprocidad”. Sin embargo se la considera asimismo con una faz negativa: la Pachamama tiene hambre frecuente y si no se la nutre con las ofrendas o si casualmente se la ofende, ella provoca enfermedades. Los quechuas, los aymaras y otras etnias de la región andina, realizan ancestralmente ofrendas en su honor, sacrificando camélidos para derramar su sangre.
Entre otros objetos se ofrecen hojas de coca, conchas marinas mullu y sobre todo el feto de la llama, según una creencia para fertilizar la tierra sin que faltara jamás la cosecha, este tipo de ofertorio suele llamarse en los Andes centromeridionales “corpachada”.
Pachamama, más las deidades Mallku y Amaru, conforman la trilogía de la percepción aimara sociedad – naturaleza; y sus cultos son las formas más antiguas de celebración que los aimaras realizan en la actualidad. Con la invasión de los españoles y la persecución de las religiones nativas (llamada en esa época “extirpación de idolatrías), la deidad Pachamama producto del sincretismo, comenzó también a ser muchas veces a través de la Virgen María.
Actualmente se mantiene y conserva el sistema de creencias y rituales relacionados con la Pachamama, practicada principalmente por las comunidades quechuas y aimaras, y otros grupos étnicos que han sufrido la influencia quechua-aymara, en las áreas andinas de Ecuador, Perú y Bolivia, pero también en el norte de Chile, y en el norte de Argentina.
A través de los migrantes, se ha hecho conocida en otros lugares, y se ha expandido a numerosas ciudades y grandes metrópolis modernas como Buenos Aires, por este motivo se puede ver ocasionalmente en tal ciudad (especialmente en los 1990s y a inicios del presente siglo) a gente que, por ejemplo, vuelca un poco del vino o la cerveza que está por beber diciendo: “antes para la pacha”.al realizar el ritual en el hogar por primera vez se debe realizar todos los años de no hacerlo se dice que se acaba la buena suerte y los alimentos que provee.
El ritual central de la Pachamama o fiesta de la Madre Tierra es la challa o pago, que como ya se ha mencionado implica un acto de reciprocidad. Aunque se ha popularizado el primer día del mes de agosto como día principal para su realización, de hecho se lo practica durante todo el mes, y en muchos lugares también el primer viernes de cada mes.
Las ceremonias están a cargo de personas ancianas o de mayor autoridad moral dentro de cada comunidad. En el caso del pueblo aimara esta persona recibe el nombre de ‘yatiri’. También se realizan ceremonias a la Pachamama en ocasiones especiales, como al partir de viaje o al pasar por una apacheta. Según Mario Rabey y Rodolfo Merlino, antropólogos argentinos que han estudiado la cultura andina desde la década de 1970 a la de 1990, “el ritual más importante es el “challaco”. Challaco es una deformación de los vocablos quechua ‘ch’allay’ y ‘ch’allakuy’, que se refieren a la acción de rociar insistentemente (Lira 1941: 160 y 1611 ); en el lenguaje corriente de los campesinos del sur de los Andes Centrales, la palabra ‘challar’ se usa como sinónimo de ‘dar de comer y beber a la tierra’.
El challaco, tal como se practica en la zona estudiada (Merlino y Rabey 1983: 153-1554 ), abarca una compleja serie de pasos rituales que comienzan en las viviendas familiares la noche de la víspera, durante la cual se cocina una comida especial, la tijtincha, y que culminan en un ojo de agua o la toma de una acequia donde se realiza el ritual principal a la Pachamama, con una serie de ofrendas que incluyen comida, bebida, hojas de coca y cigarros” (Rabey y Merlino 19885 ).
La religión centrada en la Pachamama se practica en la actualidad en forma paralela al cristianismo, al punto tal que muchas familias son simultáneamente cristianas y pachamamistas. En Perú, especificamente en Puno, la Pachamama es identificada con la Virgen de la Candelaria.
Cahuachi, en el Perú, era un centro ceremonial de la cultura Nazca que vivió su época de esplendor entre el año 1 y el 500, y estaba situado en el valle del río Nazca, a 28 km de la ciudad del mismo nombre y cerca de las líneas de Nazca. Su nombre significa lugar donde viven los videntes.
El arqueólogo italiano Giuseppe Orefici ha estado excavando el lugar desde 1982, y ha descubierto Debido al clima seco, los hallazgos son abundantes e incluyen incluso material efímero, tal como ropa; en 1998 se descubrió un depósito de ropas, con 200 prendas de tela estampada. Esto es algo fuera de lo corriente en la cultura nazca, que en general usaba tejidos de un único color, bordados posteriormente. Cahuachi también ha sido estudiado por Helaine Silverman, que ha escrito un libro sobre esta ciudad.
Sus habitantes permanentes era pocos y vivían de la agricultura, pero era un centro de peregrinaje cuya población crecía en las fechas de acontecimientos ceremoniales importantes, acontecimientos que implicaron probablemente las líneas de Nazca y la duna gigante.
También tenía una necrópolis, otra causa de viajes periódicos. Esta teoría del peregrinaje está apoyada tanto por evidencia arqueológica de la escasez de población en Cahuachi como por las figuras de Nazca, que muestra criaturas como orcas o monos que no existen en la región.
Se alinea cuál las criaturas de la demostración tales como orca y monos que no estaban presentes en la región de Nazca, aunque esto también puede explicarse por el comercio o por expediciones de otro tipo.
La ciudad fue fundada antes del nacimiento de la cultura Nazca, durante el siglo IV a. C., y declinó cerca el 300 d. C., tras la invasión de los Huari.
Sus construcciones eran de adobe, en forma cónica, alcanzando 24 Km2, siendo una de las zonas urbanas más grandes del mundo andino y la más importante de la cultura Nazca (400 a. C. – 400 d. C.). Los restos apuntan a que los techos, puertas y ventanas eran sostenidos con madera de guarango y la techumbre se hacía con cañas entrecruzadas atadas con cuerdas de pelo de llama y algodón.
Hasta ahora se han descubierto 34 construcciones dentro de la muralla, entre los que destacan:
Gran pirámide, que tiene 100 metros de lado y 28 de altura, y de la que se han descubierto siete niveles escalonados. Era el centro ceremonial del culto.
Templo escalonado, del que se ha descubierto un muro con inscripciones y frisos, de 5 metros de alto y 25 de largo.
Montículos: 40 montículos con construcciones de adobe.
En la necrópolis se han investigado varias tumbas, encontradas con su ajuar intacto.
Todo el material arqueològico procedente de este yacimiento se encuentra exhibido en el Museo Arqueológico Antonini de Nazca.
Kuélap, o Cuélap, es un importante sitio arqueológico del Perú construido por la cultura Chachapoyas. Forma un conjunto arquitectónico de piedra de grandes dimensiones, ubicado en lo alto de una montaña a 3.000 msnm. Se encuentra en la margen izquierda del río Utcubamba, en la provincia de Luya. Se estima que su construcción se realizó hacia el año 1000, coincidiendo con el período de florecimiento de la cultura Chachapoyas. En lengua nativa, Kuélap significa “lugar frío”, y es que, a pesar de encontrarse en la selva peruana, tiene un clima templado, seco durante el día y con temperaturas muy bajas durante la noche.
Aunque algunos autores consideran que Kuélap fue una fortaleza militar, los estudios del arqueólogo Federico Kauffmann Doig lo consideran un centro de administración de la producción de alimentos y del culto destinado a favorecerla. También se cree que simplemente fue una ciudad fortificada. Este monumental exponente de la arquitectura de los chachapoyas permaneció virtualmente ignorado hasta 1843. La razón estriba en lo poco accesible de la zona boscosa y lluviosa en la que se encuentra. En el año referido, al realizar una diligencia en la zona, Juan Crisóstomo Nieto, juez de Chachapoyas, pudo admirar su grandeza guiado por lugareños que ya conocían el sitio arqueológico. Con posterioridad, Kuélap mereció la atención de algunos estudiosos y curiosos en materia de antigüedades.
Entre ellos descuella el francés Louis Langlois, que lo analizó en la década de los años 1930, y Adolf Bandelier, que lo describió con anterioridad. El complejo Arqueológico de Kuélap están ubicado en las coordenadas 6°25′9.29″S 77°55′22.85″OCoordenadas: 6°25′9.29″S 77°55′22.85″O (mapa) . La zona es boscosa y lluviosa. Por un sendero empinado que parte del poblado de El Tingo, cercano al la ribera del Utcubamba, a 3.000 msnm de altura, se accede al sitio tras andar unos 8 kilómetros y ascender unos 1.000 metros. También es posible el acceso por una vía carrozable que serpentea por la margen izquierda del río Tingo y que, luego de cruzarlo, permite alcanzar en unas 4 horas de viaje la planicie de Marcapampa, en las proximidades del monumento.
Kuélap se caracteriza por su condición monumental, con una gran plataforma, orientada de sur a norte, asentada sobre la cresta de roca calcárea en la cima de la montaña. La plataforma se extiende a lo largo de casi 600 metros y se sostiene por una muralla de 19 metros de altura. Sobre la plataforma, se levantan, hacia uno de los lados, un segundo y tercer Waru waru y más de 400 recintos, en su mayoría de planta circular, de los que tan solo quedan las bases en la mayor parte de ellos.
En algunos casos, los recintos presentan paredes ornamentadas con frisos de contenido simbólico que, por lo general, parecen evocar ojos y aves que toman la forma de una “V” en cadena. Dichos recintos no fueron, al parecer, viviendas, sino depósitos de comestibles para que la población no sufriera por la falta de alimentos en años aciagos, cuando la región era azotada por fenómenos naturales, como las catástrofes que desata el fenómeno del Niño. Los campesinos, por otro lado, debieron morar en los campos adyacentes al monumento y, siendo sus viviendas frágiles, estas no han resistido los embates del tiempo.
Entre las muchas construcciones existentes en Kuélap, tres son las estructuras que más destacan: El Tintero, La Atalaya y El Castillo. El Tintero está situado en el extremo sur del gran andén y se caracteriza por ser un torreón circular en forma de cono invertido, verdadero desafío a las leyes de la gravedad. La Atalaya, conformada también por un torreón, se ubica en el extremo norte de Cuélap. El Castillo, por su parte, es una construcción presente en el sector más conspicuo de Kuélap y destaca sobre el andén superior. Probablemente, el conjunto de El Castillo fue morada del jerarca y de los altos dignatarios del lugar.
El acceso a la primera plataforma era posible solo ingresando por dos portadas, ambas ubicadas en la fachada este o principal; una tercera portada, ubicada en el costado de un despeñadero que da al oeste, más que entrada debió de ser “salida” al precipicio; ello lleva a suponer que podría haber sido el acceso a un lugar de sacrificios. La portada mejor conservada, y probablemente la principal, se ubica en el lado sur del frontispicio que da al este. Alcanza, en su base, tres metros de ancho y sus jambas se angostan al elevarse por unos 10 metros.
Para permitir el acceso a la plataforma ya citada, esta portada necesariamente cala en el andén, cortándolo cual si se hubiera retirado un “pedazo de torta”; acaso simbolice una inmensa vulva. Al internarse el visitante, esa entrada lo conduce a un pasaje con forma de rampa que asciende flanqueada por altas paredes, lo que le confiere el aspecto de un “callejón”. Este se va estrechando a lo largo de un recorrido de 20 metros, hasta permitir, en su tramo final, el paso de una sola persona, por una especie de angosto túnel. Aunque en el sector de la entrada las jambas terminan casi tocándose en su extremo superior, las paredes que flanquean el pasaje convierten a este en una especie de “Callejón” sin techo en el que las paredes se inclinan hacia el interior a medida que van elevándose.
Es evidente que Kuélap es un monumento anterior al Imperio inca. Considerando su carácter monumental, es indudable que debió desempeñar un papel protagónico en el pasado de la cultura chachapoyas. En efecto, la arquitectura de Kuélap es, en términos generales, la misma que se halla dispersa en el área cultural de los chachapoyas. Lo que no se ha podido precisar hasta ahora es en qué momento del largo proceso de desarrollo de la cultura chachapoyas, cuyos inicios podrían remontarse al siglo VIII, fue levantado el monumento de Kuélap.
Asimismo, se desconoce el tiempo que perduró su florecimiento y cuándo y por qué fue abandonado. Hay otros aspectos que no han podido ser dilucidados, como el transporte de los bloques de piedra hasta lo alto de la montaña y la habilidad de los arquitectos involucrados en la construcción, que supieron dotarla de un sofisticado sistema de drenaje del agua de las lluvias. En la actualidad, por estar obstruidos sus ductos, el monumento se ha ido “hinchando”. Al dilatarse la gran plataforma, las piedras de las murallas que la revisten van desprendiéndose.
Tampoco ha quedado aclarado cómo se llevaba a cabo el suministro de agua para sus moradores; tal vez algunos de los recintos carentes de acceso hayan servido como reservorios. Los demás recintos, en su gran mayoría, debieron ser almacenes de alimentos a la manera de los tambos incaicos, en los que se solía edificar un conglomerado de graneros. En cuanto a la función que cupo a Kuélap, también se carece de una respuesta del todo satisfactoria. Popularmente, el monumento es calificado de “fortaleza”, por su ubicación y por la solidez y altura de sus muros. Adolf Bandelier, y especialmente Louis Langlois, trataron de demostrar que Kuélap, más que fortaleza, habría podido ser un lugar fortificado destinado a servir de refugio a la población en casos de emergencia.
Le atribuyeron, probablemente por analogía, el mismo papel que desempeñaron los burgos en la Europa medieval. Los altos muros que enchapan la plataforma y la estrechez del acceso a la ciudadela en su tramo final sugieren, en efecto, que el monumento de Kuélap pudo construirse con miras a servir como reducto defensivo, o que por lo menos debió ser un sitio protegido de los intrusos. Pero esta posibilidad no necesariamente anula otras interpretaciones, acaso de mayor trascendencia.
Así, tomando en cuenta la función desempeñada por la arquitectura monumental en el pasado arqueológico peruano en general, la cual estuvo relacionada con las necesidades socioeconómicas motivadas por el medio, puede concluirse que Kuélap pudo básicamente ser un santuario precolombino en el que residía una poderosa aristocracia cuya misión primaria era administrar la producción de los alimentos, recurriendo para ello al mando y a prácticas mágicas, a fin de contar con la colaboración de los poderes sobrenaturales que gobernaban los fenómenos atmosféricos, que, de no ser bien honrados, podían hacer llover en exceso o azotar a los hombres con sequías que pudieran hacer peligrar su existencia.
Viracocha, Wiracocha o Huiracocha también llamado el dios de la Varas es el más destacado entre los dioses del ámbito andino. Es posible que su gran difusión se debiera a que los religiosos católicos buscaban un nombre para explicar a los naturales el concepto de Dios. Además, añadieron a su nombre otras palabras a fin de recalcar su calidad de ser supremo, de este modo se formó el nombre en quechua de: Apu Qun Tiqsi Wiraqucha Pachaq Yachakchi.
En quechua, apu significa señor, tiqsi significa fundamento, base, inicio; mientras que wiraqucha proviene de la fusión de dos vocablos: wira (grasa) y qucha (contenedor de agua lago, laguna). En la simbología de los antiguos andinos, la grasa era una figura de la energía y el agua, el elemento capital del ciclo vital del universo.
Cuando los primeros cronistas llegaron a América, el español estaba en plena evolución y su alfabeto aún carecía de normativa. En tales casos, era común el uso tanto de la “v” como de la “u” para representar indistintamente la vocal [u] y a la semiconsonante [w], hoy representadas como u o hu. Por tal motivo fue mayoritariamente transcrito como Viracocha, aunque también algunos escribieron Huiracocha y Huiraccocha. Otras versiones fueron Ticci, Tiqsi o Tiksi.
Es plausible que el nombre original sea wayra qucha- el viento de los mares- tanto por su concepción como un personaje que aparece por el lado del mar y como viento. Características señaladas en Kon -viracocha de los relatos de Huarochirí, como en la desaparición de Tunupa. Cf. Dioses y hombres de Huarochirí.
En el Tahuantinsuyo, el culto a Viracocha fue muy restringido, pues aparte del templo de Quisuar Cancha eran pocos los santuarios dedicados en su honor y todos estaban localizados en la zona del Cusco. Su imagen se encontraba también en el Coricancha, y según los cronistas existía cierta rivalidad entre el culto a Viracocha y el culto a Inti, el dios sol. Al parecer, en ciertos momentos de la historia inca prevaleció la adoración de uno sobre otro.
Los cronistas señalan que Tiqsi Viracocha vino de Tiahuanaco y creó unos seres a su semejanza . Algunas versiones mencionan que él hizo el mundo; que en su peregrinaje llegó a Cacha donde sus habitantes trataron de matarlo: él se arrodilló, levantó las manos al cielo e hizo bajar de lo alto un fuego que abrasó la comarca. Luego siguió su camino y llegó al puerto de Manta, donde se encontró con sus servidores y se embarcó con ellos por el mar.
En este tipo de relatos, hay coincidencia en mencionar que Viracocha es el dios supremo o hacedor del mundo.
En el antiguo Cuzco, se le dio gran importancia al ser “el que envió a Manco Cápac y Mama Ocllo a fundar una ciudad”(aunque eso se descartó porque esa leyenda tiene más de fantasía que realidad), ya que los “cuzqueños” creían que en verdad había ocurrido eso. Con el paso de los años se fue olvidando el culto a este dios, y se tomó más importancia al dios Sol(Inti), hasta el reinado de Yahuar Huacac (‘[el que] llora sangre’), que mandó a construir el templo de Wiracocha en la ciudad del Cuzco, ya que Sinchi Roca en su reinado bautizó a akamama como qusqu (= Cuzco).
Viracocha al igual que otras deidades, fue nómada y tenía un compañero alado, el pájaro Inti, una especie de pájaro mago, conocedor de la actualidad y del futuro, representado en mitos orales como un picaflor de alas de oro (Quri qinqi).
Se da al dios todopoderoso la facultad de dirigir la construcción de todo lo visible e invisible.
Comienza su obra en el mundo de los antiguos (ñawpa pacha) tallando en la piedra las figuras de los dos primeros seres humanos, de los primeros hombres y mujeres que van a ser los cimientos de su trabajo. Estas estatuas las va situando Viracocha en los sitios correspondientes y, a medida que les da nombre, se animan y toman vida en la oscuridad del mundo primigenio (ñaupa pacha), porque todavía no se ha ocupado el dios de dar la luz a la Tierra, solamente iluminada por el resplandor del Titi, un puma salvaje y ardiente que vive en la cima del mundo, seguramente el jaguar que se entremezcla con otros animales en las representaciones totémicas del Imperio inca y de las culturas preincas anteriores.
Este mundo de aquí o Kay Pacha, todavía está en tinieblas porque Viracocha posterga toda su labor de erección de un mundo completo, al nacimiento de los seres humanos que van a disfrutar de él.
Satisfecho con los humanos, el dios prosiguió su proyecto, ahora poniendo en su lugar a sus hijos el Sol (Inti), a la Luna (Mama Quilla), y a las estrellas infinitas, hasta cubrir toda la bóveda celestial con sus luces.
Después, Viracocha se dirige al norte para, desde allí, llamar a su lado a las criaturas que él acaba de dotar con vida propia.
Al partir de Tiahuanaco, Tiqsi Huiracocha había delegado las tareas secundarias de la creación en sus dos ayudantes, Tocapu Huiracocha e Imaymana Huiracocha, quienes emprenden inmediatamente las rutas del este y del oeste de los Andes, para a su paso por tan largos caminos dar vida y nombre a todas las plantas y a todos los animales que van haciendo aparecer sobre la faz de la tierra, en una hermosa misión auxiliar y complementaria de la realizada antes por su dios y señor Huiracocha, misión que terminan junto a la orilla del mar, para después perderse regiamente en sus aguas, una vez cumplida la tarea ordenada por el dios creador principal del universo de los incas y preincas al parecer desde la época de Caral.
En los mitos orales se revela a Huiracocha como un sabio gobernante de la época de Caral el cual dio las leyes de la economía de la retribución (trueque, sistema de distribución del trabajo) como también del Ayllu o gran unidad familiar andina. Este Viracocha luego ascendió a la categoría divina, al igual que todos los grandes gobernantes preincas e incas.
Sacsayhuamán (en aymara Saqsaywaman, de saqsaw, lugar de saciarse, y waman, halcón, es decir, “Lugar donde se sacia el halcón”) es una “fortaleza ceremonial” inca ubicada dos kilómetros al norte de la ciudad del Cuzco. Se comenzó a construir durante el gobierno de Pachacútec, en el siglo XV; sin embargo, fue Huayna Cápac quien le dio el toque final en el siglo XVI.
La “fortaleza ceremonial” de Sacsayhuamán es con sus muros megalíticos, la mayor obra arquitectónica que realizaron los incas durante su apogeo. Desde la fortaleza se observa una singular vista panorámica de los entornos, incluyendo la ciudad del Cusco.
La “construcción ceremonial” de Sacsayhuamán está ubicada a 2 km del Cusco, capital del antiguo Imperio inca; se encuentra a una altura de 3.700 msnm y abarca una extensión de 3.093 hectáreas. El valle se encuentra cercado por las montañas Ausangate, Pachatusán y Cinca, y esta bañado por el río Tullumayo. Esta zona posee un paisaje de gran belleza, flora y fauna abundantes, entre la que destacan las llamas y los halcones.
Diseño :
La zona donde se encuentra esta fortaleza corresponde a la cabeza del animal sagrado, y una de las traducciones que tiene esta palabra es, precisamente, cabeza de puma. Pachacútec Inca Yupanqui, el noveno Inca, rediseñó la ciudad y le dio forma de puma acostado (el puma es el guardián de las cosas terrenas).
El espacio que abarcan sus construcciones es particularmente grande; lo que más llama la atención son los tres muros de piedra que sugieren la figura de la fortaleza.
La construcción en sí es peculiar, ya que algunas de las piedras que se encuentran ahí son gigantes y hacen que uno se pregunte cómo es que las lograron transportar. Las piedras fueron encajadas con una precisión casi inimaginable.
Resulta inexplicable descifrar cómo los incas pudieron cortar las piedras con tal maestría que no entra ni siquiera la lámina de un cuchillo entre dos piedras. El complejo también consta de una especie de toboganes grandes de piedra por donde el visitante se puede deslizar.
La suavidad aterciopelada de la piedra resalta en estas formaciones. Hay figuras diseñadas en las piedras y rocas, entradas a túneles subterráneos o chicanas, anfiteatros, construcciones de carácter ritual, probablemente relacionadas con el culto al agua. Este sitio desempeñó un importante rol en las actividades rituales incaicas.
Se piensa que correspondió a una fortaleza militar, en donde se entrenaba a los guerreros. Hay dudas al respecto, ya que, de acuerdo a su arquitectura, podría haber tenido un fin religioso y haber sido construido como un gran templo al Dios Sol.
Sin embargo, durante la época de la conquista, mostró su eficacia como fortaleza para defender la ciudad. Su principal característica es la forma en que fue construida; cuenta con grandes bloques de piedra, alcanzando los más altos los 9 m. Se asevera que su construcción demoró 50 años aproximadamente, iniciándose en el período del Inca Túpac Yupanqui. Fue construida por 20.000 hombres.
Dentro de la fortaleza, había grandes almacenes de alimentos y armas, y también canales para la distribución del agua. El trono del Inca, ubicado junto a la fortaleza, consistía de una gran roca tallada y pulida en varios niveles, desde donde el soberano presidía las fiestas, celebraciones, desfiles y daba órdenes.
En la actualidad, quedan vestigios de las tres murallas escalonadas edificadas de piedra caliza de origen sedimentario y formación fasilífera.
Sacsayhuamán está dividida en diferentes sectores: Sacsayhuaman, Rodadero, Trono del Inca, Warmi K’ajchana, Baño del Inca, Anfiteatros, Chincana y Bases de Torreones, entre otros.
Hubo tres torreones ubicados en la parte superior de la fortaleza: Muyucmarca, Sallacmarca y Paucamarca. El primero tenía una forma cilíndrica con una altura equivalente a unos cuatro pisos y un diámetro de unos 22 metros. Se encontraba en el centro. El segundo tuvo forma cuadrangular. Desde allí se divisaba toda la ciudad del Cusco. El tercero, también de forma cuadrada, estaba ubicado al otro extremo del Sallacmarca.
Templo ;
La fortaleza fue el escenario donde los Incas adoraban al sol en este templo para ceremonias religiosas. Se piensa que decenas de miles de personas se movilizaban en las fiestas especiales y hacían ofrendas y cierto tipo de peregrinaciones.
Un grupo de arqueólogos descubrió el pasado lunes 3 de septiembre, una tumba única en su género en el parque arqueológico de Machu Picchu. La estructura funeraria mide 1,20 metros de largo por 75 centímetros de ancho y fue hecha por piedra labrada.
El hallazgo fue hecho en la parte superior de la colina Uñawaynapicchu, ubicada unos diez metros más abajo de la cumbre que se observa por delante del Huayna Picchu.
A diferencia de las tumbas halladas en Machu Picchu, que fueron hechas en cuevas tapiads, es decir, con piedras de diferentes dimensiones colocadas una sobre otra y cubierta de barro, esta tumba fue hecha con piedra fina y construida en la altura.
Lamentablemente la tumba ya habría sido profanada por lo que no se hallaron osamentas ni fragmentos de cerámica. Tampoco se ha podido determinar la época en la que fue construida.
Sin embargo, los especialistas creen que debió pertenecer a un personaje distinguido de la civilización inca.
Fuente : Agencia Andina
El dios creador, con rasgos de héroe cultural, es Viracocha, calificado como Anciano hombre de los cielos o Señor maestro del universo. Por haber creado la tierra, los animales y los seres humanos, y ser el poseedor de todas las cosas, los incas lo adoraban. Creó a los hombres, los destruyó y volvió a crearlos a partir de la piedra. Después los dispersó en cuatro direcciones. Como héroe cultural, enseñó a los seres humanos varias técnicas y oficios. Emprendió muchos viajes hasta que llegó a Manta (Ecuador), desde donde surcó el océano Pacífico: según algunos, en una embarcación hecha con su capa; según otros, caminando sobre el agua.
Inti, el dios Sol, era la divinidad protectora de la casa real. Su calor beneficiaba a la tierra andina y hacía madurar las plantas. Se representaba con un rostro humano sobre un disco radiante. Cada soberano inca veía en Inti a su divino antepasado. La Gran Fiesta del Sol, el Inti Raymi, se celebraba en el solsticio de invierno. Para dar la bienvenida al Sol, le ofrecían una hoguera, en la que quemaban a la víctima del sacrificio, junto con coca y maíz. Culminada la celebración, exclamaban: “¡Oh, Creador, Sol y Trueno, sed jóvenes siempre! ¡Multiplicad los pueblos! ¡Dejad que vivan en paz!”.
La mujer de Inti se llamaba Mamaquilla, la Madre Luna, y era la encargada de regular los ciclos menstruales de la mujer. El dios dador de lluvia, Illapa, era una divinidad agrícola. En época de sequía se hacían peregrinaciones a los templos consagrados a Illapa, construidos en zonas altas. Si la sequía era muy persistente, llegaban a ofrecerle sacrificios humanos. Los incas creían que la sombra de Illapa se encontraba en la Vía Láctea, desde donde arrojaba el agua que caería en la tierra en forma de lluvia.
Otros dioses importantes son Pachamama, la Madre Tierra, el mundo de las cosas visibles, Señora de las montañas, las rocas y las llanuras, y Pachacamac, dios del fuego y del cielo, el espíritu que alienta el crecimiento de todas las cosas, espíritu padre de los cereales, animales, pájaros y seres humanos.
Según el testimonio del cronista peruano Felipe Huamán Poma de Ayala en Nueva crónica y buen gobierno (1615), entre los incas existía la creencia en la sucesión de cinco edades. La primera, llamada Huari Viracocha Runa (o Pakarimok Runa, ‘los habitantes de la aurora de la humanidad’), duró ochocientos años. Por ser la primera generación, los pobladores no morían ni se mataban entre sí. Parían de dos en dos, hombre y mujer. Eran nómadas, vivían en cuevas y se cubrían con hojas de árboles y esteras de paja. Al llegar, destruyeron a los animales (jaguares y osos) y a los monstruos que habitaban la tierra. Adoraban como dios a Runa Camac Viracocha. Llamaban al diluvio Uno Yaco Pachacuti.
La segunda edad, llamada Huari Runa (‘gente autóctona’), duró mil trescientos años. Se caracteriza porque en ella se inició el trabajo de la tierra y de los cultivos agrícolas, además del aprovechamiento del agua de ríos, lagunas y pozos. Vivían en casas semejantes a hornos, llamadas pukullos, y se cubrían con pieles de animales. Adoraban a un solo dios en tres personas, soberanos del cielo y de la tierra, llamadas Yayan Illapa (‘rayo padre’), Chaupichurin Illapa (‘rayo hijo intermedio’) y Sullca Churin Illapa (‘rayo hijo menor’).
La tercera edad, Purun Runa, duró mil ciento treinta y dos años y sus contemporáneos “se multiplicaron como la arena del mar, tanto que ya no cabían en la tierra”. Construyeron casas de piedra con tejados de paja y formaron poblados. Mejoraron las técnicas de aprovechamiento del suelo y los sistemas de riego. Criaron llamas y alpacas y desarrollaron los procedimientos de teñido y tejeduría. Organizados bajo el mando de reyes, señores y capitanes, su elevado número y sus posesiones despertaron la codicia y las guerras. Adoraban al señor del cielo, Pachacamac. Dicen que la tercera edad acabó con una epidemia que no dejó a nadie con vida y que eran tantos los muertos “que en seis meses los buitres y cóndores no pudieron terminar con los cadáveres”.
Los indios de la cuarta edad, Auka Runa, vivieron y se multiplicaron durante dos mil cien años. Hubo tres periodos, que se caracterizaron por las luchas de expansión y conquista: el primero, de guerras para aumentar o consolidar el dominio territorial; en el segundo, la nación Chincha sometió a las demás y las confederó, asegurando su paz y su prosperidad; en el tercero, los incas dominaron la confederación y extendieron el cultivo de distintas variedades de maíz y de patata. La expansión del imperio inca, Tahuantinsuyu, define y da nombre a la quinta edad, que incluye además el periodo de la conquista española.
Entre los incas, el tiempo se medía según las fases en el curso natural de la Luna. El año, de trescientos sesenta días, estaba dividido en doce lunas de treinta días cada una. Los cuatro hitos del recorrido del Sol, que coincidían con los festivales más importantes consagrados al dios Inti, se indicaban por medio del intihuatana, una gran roca, coronada por un cono que hacía sombra en unas muescas de la piedra. En Cuzco los solsticios se medían con pilares llamados pachacta unanchac o indicadores de tiempo. La organización mítico-religiosa determinaba la sucesión en el calendario a través de las doce lunas, correspondientes a festividades y actividades cotidianas:
Capac Raimi Quilla (Luna de la Gran Fiesta del Sol), equivalente a diciembre, mes de descanso;
Huchuy Pucuy Quilla (Pequeña Luna Creciente), enero, tiempo de ver el maíz en crecimiento;
Hatun Pucuy Quilla (Gran Luna Creciente), febrero, tiempo de vestir taparrabos;
Pacha Pucuy Quilla (Luna de la Flor Creciente), marzo, mes de maduración de la tierra;
Ayrihua Quilla (Luna de las Espigas Gemelas), abril, mes de cosecha y descanso;
Aymoray Quilla (Luna de la Cosecha), mayo, el maíz se seca para ser almacenado;
Haucai Cusqui Quilla (Luna de la Preparación), junio, cosecha de patata y descanso, roturación del suelo;
Chacra Conaqui Quilla (Luna del Riego), julio, mes de redistribución de tierras;
Chacra Yapuy Quilla (Luna de la Siembra), agosto, mes de sembrar las tierras en medio de cantos de triunfo;
Coia Raymi Quilla (Luna de la Fiesta de la Luna), septiembre, mes de plantar;
Uma Raymi Quilla (Luna de la Fiesta de la Provincia de Uma), octubre, tiempo de espantar a los pájaros de los campos cultivados;
Ayamarca Raymi Quilla (Luna de la Fiesta de la Provincia de Ayamarca), noviembre, tiempo de regar los campos.
Muchos lugares naturales, como cursos de agua, montes, cuevas, precipicios, se consideraban asiento de los antepasados. De carácter sagrado, los incas creían que allí se encontraban los encargados de transmitir los oráculos y proteger a los miembros del ayllu. Los llamaban pacariscas o pacarinas, que significa ‘lugar de origen’. Las piedras, concebidas como los huesos de la tierra, también merecían veneración. Se les atribuía en algunos casos el carácter de testimonios de su historia mítica: en la Roca de Titicaca se habría ocultado el Sol después del gran diluvio; otras rocas eran representaciones antropomorfas de los gigantes que, como castigo a su desobediencia, fueron convertidos en piedras.
También se daba el caso inverso, el de piedras que se habían convertido en hombres, surgidos para prestar ayuda al Inca Pachacutic. Las huacas (‘lo sagrado’) en forma de muñecas estaban destinadas a proteger a los individuos, las cosechas y a los propios muertos, costumbre similar a una práctica de los egipcios (véase Mitología egipcia). Las mamas (‘madres’) eran espíritus destinados a alentar el crecimiento de las plantas: saramama (‘maíz madre’), cocamama (‘madre de la planta de coca’), y también encargados de regir a fuerzas naturales como el mar (mamacocha), temido por los pueblos del interior y considerado benévolo por los habitantes de la costa, pues los alimentaba con sus frutos.
A unos 35 kilómetros, de la ciudad de Puno, cerca del lago Titicaca, se levanta la Puerta de Aramu Muru un pórtico de piedra labrada de siete metros de ancho por siete de alto.Su descubrimiento se debe al guía J.L.Delgado , un hombre muy relacionado con los “Yantris”o chamanes de la zona y de sus bocas escucho la descripción de la puerta y sus propiedades “mágicas”. Después de descubrir la puerta entró en contacto con autoridades arqueológicas de Puno, la Paz y Lima, y en poco tiempo la zona fue sitiada por arqueólogos e historiadores de los incas. Resultó que los indios nativos de la región tenían una leyenda que hablaba de “una entrada a las tierras de los Dioses”, y en esa leyenda se decía que en tiempos lejanos grandes héroes había ido a unirse a sus dioses y pasaron a través de la puerta para una nueva vida gloriosa de inmortalidad, y en raras ocasiones esos hombres volvieron durante poco tiempo con sus dioses para “inspeccionar todas las tierras en el reino” a través de la puerta.
Según cuenta la leyenda hace unos 450 años, un sacerdote del Imperio Inca, escondió en las montañas para guardar de los conquistadores españoles un disco de oro creado por los dioses con el fin de curar enfermos y ayudar a la iniciación a los chamanes y este sacerdote que conocía el poder de la misteriosa puerta, la atravesó portando consigo el disco de oro, no regresando jamás.Los habitantes del lugar dicen, que es la entrada al “templo de la Iluminación de los Dioses Merú” y cuentan extrañas historias sobre esta puerta, como que algunos atardeceres se hace semi-transparente dejando entrever la ciudad.También cuentan que al tocar con ambas manos los lados interiores del marco de la puerta de piedra y apoyando la cabeza en la hendidura que hay en esta, se puede percibir extrañas sensaciones tales como la visión del fuego e incluso de túneles que atraviesa la montaña.
Los nativos consideran al lugar llamado “Aramu Muru” como una puerta en si y al hombre como la llave….el cual puede pasar por ella cuando entra en sintonía con el Sol.En 1961, el esotérico Brother Philip publicó en Inglaterra la hoy célebre obra “El Secreto de los Andes”, donde dedicó varias páginas al lago Titicaca, Aramu Muru, y la Hermandad de los Siete Rayos. Según Philip, el Señor Muru (Aramu Muru) era un antiguo guardián del conocimiento de Lemuria o Mu, y que trajo a Sudamérica, concretamente al lago más alto del planeta, un poderoso disco de oro.
El origen de esta leyenda tiene que ver con el Continente Mu los grandes Maestros de Mu sabían muy bien que una catástrofe final provocaría gigantescas mareas y enormes olas, que sumergirían la ultima parte de su tierra, el maestro Muro, fue delegado por la Jerarquía para llevar los rollos Sagrados que estaban en su posesión junto con el enorme Disco Solar de oro, a la zona montañosa de un lago recién formado en lo que ahora es América del Sur, llego al lago ahora llamado Titicaca. Aquí el Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos, cobro existencia, organizado y perpetuado por Aramu Muru…………….
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