DUARTE Y LA UNIDAD DE RAZA.
Por el Dr. Alcides García
Lluberes.
Fuentes: BAGN. Año XXV. Vol. XXV.
Núm. 105. Año de Duarte. Editora del Caribe. Santo Domingo. 1970. P 131 y sig.
(Listín Diario, S.D. 16 de julio de 1929)
El
principio racional de la fusión de las razas, que será la salvación de la
América tropical, dotándola con una población apropiada a sus necesidades,
encontró en Duarte un intérprete fiel,
cuando ideó el pabellón dominicano… Emiliano Tejera.
La nación sobre la cuales se asienta el Estado Dominicano fue
inapreciable primicia de la labor revolucionaria de Juan Pablo Duarte. La
Unidad de Raza (se
emplea la frase Unidad de Raza en la acepción
de Fusión de Razas porque así lo
hace Rosa Duarte en sus ya célebres
Apuntes. La Fusión de Razas es el
verdadero elemento étnico en nuestra
infraestructura nacional.). Es uno de los
elementos más poderosos en la formación y existencia de las Naciones y
Núñez de Cáceres no lo incluyó en las bases de su Estado Independiente de Haití
Español, obedeciendo a su conservadurismo esclavista.
Duarte, en cambio, puso entre los
cimientos de su perdurable obra ese gran
principio. La Unidad de Raza existía en el país
como consecuencia forzosa de la ocupación haitiana; pero no porque ninguna legítima representación
del pueblo dominicano lo hubieres adoptado debajo del influjo de la clase
principal o dirigente. Porque eso Duarte, al insuflar en nuestro pueblo el espiritad
de Nacionalidad, proclamó solemnemente ese principio y con energía de carácter se lo hizo respetar a sus correligionarios, blancos todos en los
comienzos de la Revoluciona e imbuidos todavía algunos de las ideas exclusivistas de 1821.
Los párrafos que van a continuación, tomado de los APUNTES PARA LA
HISTORIA DE LA ISLA DE STO. DGO. Y PARA LA BIOGRAFIA DEL GENERAL DOMINICANO JUAN
PABLO DUARTE, ESCRITO POR SU HERMANA
ROSA DUARTE Y DIEZ, dan inestimable luz
sobre nuestras trascendentes afirmaciones.
Dice la ilustre Rosa.
“Al hablar de los fundadores de La
Trinitaria; “Casi todos eren muy
jóvenes, los que reunidos el año de 1838, a las onde de la mañana, a los sacrosantos nombres de Dios, Patria y
Libertad, República Dominicana; se
proclamaron en nación libre e
independiente de toda dominación, protectorado, intervención e influencia
extranjera, jurando libertar la Patria o morir en la demanda, declarando además que todo el que contrariase de
cualquier modo los principios fundamentales de nuestras instituciones políticas
se colocaba IPSO FACTO y por si mismo fuera
de la ley, que la ley no
reconocía más vileza que la del vicio, ni más nobleza que la de la virtud, ni
más aristocracia que la del talento, quedando para siempre abolida la
aristocracia de sangre como contraria a la UNIDAD DE RAZA, que es uno de los
principios fundamentales de nuestra
asociación política. Desaprobando
y combatido acaloradamente este gran
principio fundamental de nuestras instituciones políticas, Juan Pablo,
en un rapto de irritabilidad, hizo
pedazos la constitución que estaba escriba escribiendo; afortunadamente yo
recogí lo principal, mejor dicho, lo más
esencial para levantar el acta de nuestra independencia nacional. Los demás
principios fundamentales, aunque de sumo interés, me parecen secundarios en vista
de los que se han salvado, su falta no es tan lamentable.”
Los haitianos que
tiranizaban la Parte Española, y los pocos dominicanos indignos que se avenían
con aquella ominosa dominación, desearon sin duda que Duarte hubiera
prescindido de la UNIDAD DE RAZA en su fecunda labor nacionalista; pero el
talento político y los sentimientos
nobilísimos de tan grande Apóstol no le
permitieron incurrir en ese error. A pesar de
ello, los enemigos de la libertad
de nuestro pueblo se dieron a la tarea de propagar que los SOSPECHOSOS
REVOLUCIONARIOS querían restablecer la
esclavitud y que por lo tanto eran LOS COLOMBIANOS.
Manuel
María Valencia, en su interesante opúsculo
LA VERDAD Y NADA MÁS, habla varias veces de la calumniosa especie de la
FACCION COLOMBIANA ente los conspiradores de la Parte Española y escribe con
este motivo las siguientes hermosas frases: Cuando las columnas de la
tiranía vieron que se acercaba el momento de la lucha, escogieron varios medios
de producir una contrarrevolución, y como las preocupaciones de color presentaban
una brecha en el muro revolucionario, trataron de introducirse en ella,
persuadiendo a los negros de que el objeto de la REFORMA era esclavizarlos……
esos mismos predicadores de la esclavitud fueron los que en abril de 1842
forjaron pasquines en el pacifico pueblo de Baní, suponiendo una facción
colombiana; y para darle un aire
de verosimilitud se establecieron todos
los señalados por colombianos etc.….
Traigamos ahora a colación dos
pasajes de Rosa Duarte, transcriptos de
sus ya mencionados APUNTES: “Joaquín
Lluberes callaba, cuando Duarte le
decía; esto de la Reforma. Ya cerca de
la plaza del Mercado, desembocó por la esquina del Conde el pueblo reunido que
iba a Santa Bárbara, a buscarlo; uno
de los traidores, al verlo (iba a
caballo) le tendió la mano gritándole; “Viva Colombia”, palabra de muerte lanzada por un miserable envidioso de su popularidad,
él entonces grito “ Viva la Reforma!”
“La Ciudad era presa de la mayor consternación; los enemigos ideando infamias
para ver coger a Duarte, mandaron dos oficiales del Batallón que estaba alojado
frente a su casa a proponer a sus hermanas que bordaran una bandera con las
armas de Colombia, diciendo que habían
cogido dos pabellones en Santiago, y
se había perdido uno, y querían
llevar dos a Puerto Principe: el padre de Duarte contestó que sus hijas no
sabían bordar: los oficiales querían
dejar la bandera de muestra, pero como su padre no quería recibirla, los
oficiales se irritaron.
Al alboroto se reunió gente del
pueblo, alborotada también. El Comandante del Batallón (con quien
amenazaban los oficiales) llegó en el momento y los hizo salir amenazándolos con dar parte a Riviere”
Pero a despecho de las necias
pretensiones de una minoría no abolicionista y de las dolosas propagandas de
los esbirros de la tiranías, los elementos constitutivos de la NACION
DOMINICANA se arraigan en medio de nuestra sociedad; reavivados unos y creados
otros por el talento fundador de Juan Pablo Duarte… Y esa nuestra UNIDAD DE
RAZA como ya hemos advertido, era muy
distinta a la de los germanos que estatuyeron en las primeras décadas del siglo XIX EL CONCEPTO DE NACION Y EL PRINCIPIO DE LAS NACIONALIDADES, pues aquellos usaban la palabra RAZA en
sentido etnográfico y procedían por
reivindicación de elementos semejantes y dispersos: la UNIDAD DE RAZA DE
JUAN PABLO DUARTE admitía la FUSION DE RAZAS ( empleando este vocablo en su
sentido antropológico) e igualaba en derechos políticos y sociales a los
individuos puros de cada una de las grandes divisiones de la familia
humana y a los variados productos de todos los cruzamientos de éstas. Los
significativos redondillos siguientes, que trae Duarte en una de sus canciones
patrióticas, contribuirán también a
sacarnos verdaderos
Los blancos, morenos,
Cobrizos cruzados,
Marchando serenos,
Unidos y osados
La patria salvamos,
Y al mundo mostraremos
Que somos hermanos.
Y tanta importancia le dio Duarte
a este GRAN PRINCIPIO que lo llevó hasta la enseña que sirvió de distintivo a su magna empresa. El calor blanco, que era signo de
realeza en la bandera de Francia, en la nuestra representó la gente
principal que iniciaba
y dirigía el movimiento nacionalista, ennoblecido además con el augusto
significado de símbolo de la redención
definitiva de todos los hombres que integran el pueblo
dominicano, sin distinción de castas ni
de razas. ¡Oh, la bandera nacional; en ella se reflejan dos de los principios
de más fuerza en la constitución de las naciones el sentimiento religioso,
reavivado por Duarte con la utilización del simbolismo de la cruz como égida de la
revolución y nuestra SUI GENERIS UNIDAD DE RAZA, concebida y preconizada con
tanto entusiasmo por ese mismo Duarte frente a los blancos de Santo Domingo, a
los negros de Haití y a los otros pueblos americanos en que después se han
proclamado lo más grandes ideales de
RAZA COSMICA……
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