Juan Bautista Espinola Reyes. (1894-1923)
Nacido
en La Vega, el 24 de junio de 1894, fueron sus precursores; José Antonio Espinola y Sánchez y Fidelia Antonia
Reyes, su Músico, se apodero de
la supremacía inicial de Juan Francisco
García, y puso dedicación al merengue como motivo cuya evolución habían de engendrar aires netamente
dominicanos. Laboró en tal sentido y concibió la danza
dominicana. Esa tendencia no creó género, ni acaso pudo hacerlo, por radical más es una genialidad personal que en
la naturaleza del merengue.
Vertía
sus concepciones con espontaneidad y rapidez sorprendente, éste, en el
intervalo de las tocadas componía piezas bailables para el instante. Espínola
tocaba varios instrumentos musicales, pero el suyo era el clarinete. Considerado junto a Julio Mención, vegano, y Federico
López han sido los más notables
clarinetistas dominicanos,
los tres señalaron la época en
que existieron las mejores orquestas de bailes, que satisficieron uno de los
reclamos de alegría Sena del pueblo.
Espínola
fue el último de ellos, el puesto que aquí tiene corresponde a una
clasificación cronológica que da
superior calidad, ya que él no alcanza pleno desarrollo como consecuencia
de su prematura muerte. Esta clase
de músicos, de efectiva significación
social, tenía sus tipos selectos, cuya alma parecía estar
compenetrada con la tonalidad melódica del instrumento, el que amaban
entrañablemente, sintiendo deleite en oírse a si mismo.
La
condición de alma juvenil en Juan
Bautista Espínola, abierta a los entusiasmos
pasionales, encontró en el ejercicio de las armas, una actividad
acordada a sus inclinaciones. Fue
oficial del Ejército Nacional por los años del
1913 al 1915, aún dentro de sus ocupaciones en las horas libres la
llenaba con producciones musicales.
A muy
temprana edad demuestra su genial talento musical, tocando desde niño
en flauta de caña de Castilla que él mismo fabricaba. Unos de sus
primeros oficios fue de sastre.
Inició sus estudios musicales de solfeo
y clarinete en el año de 1905, bajo la dirección del profesor Don Francisco Soñé (Don Pancho). Admitido como segundo clarinete en la Banda
de Músicos de La Vega, gracias a su rápido
aprendizaje. En 1907 se inició en la misma posición en la arqueta que
dirigía Rafael Morfa.
Contrajo
nupcias con la señorita Frese Salcedo, pariente cercana del
General José Antonio Salcedo (Pepillo),
procreando un hijo, que se llamó Juan Arístides Espinola Salcedo. En el 1908 fue
aceptado en la orquesta “Unión Artística” del maestro Manuel Puello, hasta el 1911.
En el 1913, pasó a las filas del
Ejército Nacional, con el rango de
teniente bajo el mando del General Tadeo
Álvarez
En La
Vega vivió en la calle hoy Benito Monción
y en Las Carreras, sintiendo un gran amor por su ciudad natal,
con una pasión muy profunda por
el Río Camú, el cual fue fuente de su inspiración
En el
1915, siendo Capitán, escribió algunas
de sus mejores composiciones. Durante
su vida militar estuvo de puesto en la
ciudad de La Vega. Funda la “Orquesta
Lira Vegana”. La que estaba
conformada por los instrumentos musicales: dos clarinetes, siento él primer clarinete, dos bombardinos, un saxofón, un cornetín, una tuba, un contrabajo, timbales, güira, y tumbadora. La especialidad de la Orquesta
eran los danzones.
A él se cabe la gloria de haber sido el
primero músico en el país, que tocara por primera vez el merengue en un
baile de salón en la cerrada sociedad
vegana, en una fiesta en el Casino Central, Inc. en diciembre de 1922.
Fueron estos: “Terapéutica” y “Mi Entusiasmo”. Espínola, es el pionero en
la República Dominicana de desarraigar
el merengue confinado en los
campos, lo toma de brazo con galantería
melódica y lo lleva como una quinceañera, para presentarlo como una novedad a la tradicional sociedad dominicana de los albores del siglo XX.
Juan
Bautista Espínola, Emilio Arte y José
Feliú, fueron los tres mejores
arreglistas y orquestadores del principio de
siglo veinte, compuso una pieza musical para clarinete intitulada “ Clarinete Brujo”, que ningún músico
pudo ejecutar por lo difícil que era;
sólo él la podía interpretar. Obras suya son: “Los
Hijos del Casino”. Yami B.B.C.”, “ Viva
Mi Patria”, “ Doctor Morillo”, “
Rubén”, Los Agramontes”, “ Perfumada Flores”, “ Napolitano”, “ Reír llorando”, “ Pepe y Virita”, “ Claro
de Luna”, “ Comisario Guerrero”, “
Consuelito”, “ El Republicano”, “ Calzado marca India”, y “ Cucurumú” este
danzón se lo dedico al Dr. José F. García (Pepito).
Este
extraordinario músico, olvidado, ignorado, sepultado en el sarcófago de la
apatía, cerrado por los candados de la
indiferencia, de un pueblo ingrato con sus
hijos que le han dado brillo y esplendor. Cerros sus ojos un día 29 septiembre de 1923, mientras escribía
una pieza musical sentado, su cabeza reclinada sobre el panel pentagramado se
tiño de sangre fruto de la convulsiones
que le produjo el padecimiento de la tuberculosis. Desapareciendo del mundo de
los vivos a los 29 años de edad, en su ciudad natal. A su muerte una pieza
musical inconclusa titulada “La Gran
Familia”. Este gran ser humano quizá llegue un día que este ingrato
pueblo le dé el merecido sitial que se merece como una de las más
extraordinaria figura del arte de La Concepción de La Vega.
El
25 de junio de 1999,se celebra en su
honor, un sublime concierto musical, ejecutándose diecisiete
de sus piezas , con la participación
de destacados músicos de todo el
Cibao, en este acto el entonces alcalde de La Vega, Ing. Fausto Ruz
Valdez, y el Consejo de Regidores lo declaran “Hijo Meritísimo”, post mortem. Los directores del Concierto
fueron: Prof, Iván Mota, Dr. Reynolds J. Pérez, Prof. Rafael Espínola, este
último sobrino de Juan Espínola Reyes,
el mismo estuvo auspiciado por el
extinto radiodifusor Juan Heriberto Medrao, Lic., Jochy Mármol, bajo la
coordinación del Prof., Hugo Máximo
Estrella Guzmán.
Fuentes consultadas.
Dr.
Reynolds J. Pérez Stefan. Obra La Concepción de La Vega Real en el Meridiano
Histórico de la Universalidad. 1ra. Edición. Año de 1999, p .106
Rufino
Martínez.
Obra Diccionario Biográfico –Histórico Dominicano. 1821-1930. Publicaciones de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo. Vol. CLII.
Colección Historia y Sociedad No.
5. Editora UASD. Año 1971. P.166 y s.
Jovino Espínola Reyes. Papeles y notas sueltos.
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