El
jueves, Vladimir Putin acusó a Ucrania de “graves delitos” por agredir a
militantes pro-rusos . El primer ministro de Ucrania acusó a Rusia de
prepararse para invadir y de “querer iniciar la Tercera Guerra Mundial”.
Nada es inevitable, ¿pero qué opciones militares tiene Rusia en estas circunstancias?
OPCION # 1: CONMOCIÓN Y PAVOR
La
OTAN asegura que Rusia tiene situadas sobre el terreno las tropas que
necesitaría para poner en marcha el viejo y típico modelo de asalto
total por tierra, mar y aire.
Este
tipo de conflicto implicaría ejércitos de tanques y ataques aéreos y
posiblemente anfibios. Se requeriría una campaña aérea violenta para
suprimir las defensas aéreas de Ucrania y su infraestructura de comando,
control y comunicaciones (C3).
Los objetivos no son nada obvios.
El gran pensador militar prusiano Carl von Clausewitz, escribió que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”
La guerra podría llegar a ser una herramienta para Vladimir Putin. Pero ¿para qué?
Un
ataque a gran escala sería la opción lógica si el objetivo fuera ocupar
de inmediato todo el este y el sur de Ucrania: las regiones con mayor
población Rusa.
La
OTAN ha evaluado que Rusia tiene la capacidad de penetrar hasta Odessa ,
en el suroeste del país, y hasta Transnistria, el enclave separatista
pro ruso en la vecina Moldavia.
Rusia
carece de fuerzas sobre el terreno para ocupar toda Ucrania por la
fuerza, a menos que el gobierno de Kiev se derrumbe por completo. Se
estima que Rusia acumula 40.000 hombres en la frontera. Eso puede sonar
como una gran cantidad, pero no en comparación con el tamaño del país.
Recordemos que en la Segunda Guerra Mundial, el territorio fue defendido
por aproximadamente un millón de hombres.
Los riesgos de un ataque a gran escala son altos:
·Logística: Un
ejército en movimiento necesita una gran cantidad de combustible,
municiones y alimentos para seguir adelante y seguir luchando. Y todo
tipo de material voluminoso y pesado. Cuanto más profundamente se
penetra en un país, más complicada es la logística y más larga es la
cola de suministros.
·Contra- ataque: Rusia
carece de fuerzas para asegurar un cordón continuo de defensa, por lo
que sus fuerzas estarían expuestos a un contra-ataque convencional.
·Guerra de guerrillas: las
fuerzas rusas también serían vulnerables a ataques no convencionales de
pequeñas unidades -acciones de tipo guerrillero- especialmente, en
aquellas líneas de suministro tan largas.
·Recursos Humanos: Una
invasión a gran escala y una ocupación afectaría las reservas que tiene
Rusia de mano de obra capacitada y disponible. Sería necesario
desplegar gran cantidad de fuerzas, lo que significaría la incorporación
de reclutas. Rusia se encuentra inmersa en un cambio hacia un nuevo
sistema de organización militar, con más soldados de carrera profesional
y un menor número de reclutas, que generalmente tienen menos
entrenamiento, armas inferiores y menor motivación.
·Consecuencias políticas: Un
paso decisivo ocupando y anexando todos los territorios pro-rusos
impediría cualquier tipo de colaboración futura con lo que quedara de
Ucrania. Una derrota humillante podría generar en la población ucraniana
una oleada de enemistad y competencia hacia Rusia, con el consecuente
peligro de revanchismo y terrorismo. También podría unir a la opinión
internacional a la hora de establecer sanciones contra Moscú.
No
podemos saber lo que hará Vladimir Putin. Pero su historial indica que
no es un jugador de apuestas altas, dispuesto a arriesgarlo todo en una
sola jugada.
Parece que prefiere jugar sus cartas con mucha cautela y prudencia.
OPCIÓN # 2 : INTERVENCIÓN LIMITADA
Muchos
analistas predicen una operación más limitada, bajo el pretexto del
“mantenimiento de la paz ” o de los objetivos “humanitarios”. Esto
implicaría el despliegue de la fuerza suficiente para asegurar una o dos
provincias y Donetsk y Lugansk serían los objetivos obvios, dado el
nivel de disturbios y enfrentamientos que se producen en esos
territorios.
Pequeñas
fuerzas con armamento ligero, podrían , en cuestión de horas, sellar
las pocas carreteras principales y luego tomar posiciones defensivas
ante cualquier posible contraataque. Cualquier unidad Ucraniana situada
en el interior del cordón se vería rodeada y aislada.
El
objetivo sería evitar el conflicto y el derramamiento de sangre, con el
objetivo, tal vez, de permitir un referéndum como se hizo en Crimea.
Además, como opción política tiene varias ventajas:
·Economía de la fuerza: Un
famoso principio militar dice que “debe utilizarse la mínima cantidad
de fuerza para asegurar un objetivo”. En este caso también
proporcionaría ambigüedad política y diplomática, sobre todo si hubiera
pocas bajas.
·Una buena prueba: Tal
medida sería además, una buena prueba de la reacción internacional y
mostraría el temple de Ucrania a la hora de responder, información
necesaria a la hora de emprender posibles nuevas acciones.
·Mantener la iniciativa: Una
operación limitada podría ayudar a Rusia a mantener la iniciativa
estratégica. En otras palabras, Moscú podría ocultar más cartas en la
manga si fuera necesario realizar más incursiones.
·Estrategia Ofensiva, Táctica defensiva: Estratégicamente
Rusia estaría a la ofensiva y sin embargo, una apropiación de tierras
limitada permitiría que sus tropas tomaran de inmediato una táctica
defensiva. Los ucranianos tendrían que atacar para recuperar el
territorio perdido. Eso pondría a los ucranianos en gran desventaja, ya
que aún no han demostrado ningún dominio de la logística ni del control
necesario de sus tropas para realizar una acción ofensiva coordinada.
·Mano de obra: Rusia
no necesitaría grandes fuerzas de seguimiento y por lo tanto reduciría
su dependencia de reclutas menos fiables y profesionales.
·El derecho internacional: una
operación limitada bajo un pretexto humanitario sería una violación
menos obvia del derecho internacional. En cambio, hacer una guerra de
agresión es un crimen de guerra.
·Política: Una
operación limitada y relativamente poco cruenta sería un “éxito”
evidente de cara a la política interior Rusa. Además evitaría el
derramamiento de sangre que sería usado como pretexto a la hora de
establecer sanciones fuertes a Rusia.
Sin embargo, esta opción también presenta sus desventajas.
Podría
resultar difícil repetir la operación en las provincias vecinas, cada
vez menos pro-rusas a medida que nos movemos hacia el oeste de Ucrania.
El
otro inconveniente es que daría tiempo a los Ucranianos de
reestructurar a sus propias fuerzas, eliminar a los desleales e
incompetentes, mejorar su organización y logística, su comando y control
y por último, formar a nuevos voluntarios.
Incluso un ejército incompetente puede mejorar con el tiempo y la experiencia.
OPCIÓN # 3 : MÁS DE LO MISMO
Por
supuesto, Rusia podría desestabilizar Ucrania con una participación
limitada de las fuerzas especiales encubiertas y reforzando a los
milicianos pro-rusos cuando sea necesario, con el fin de socavar el
gobierno de Kiev hasta provocar su colapso y tal vez, instalando al
final un régimen más favorable a los intereses rusos.
O
quizás podría ser un preludio de una secesión. Cualquiera que sea la
opción elegida por Moscú, la historia enseña que la guerra es siempre
impredecible. Otro adagio militar antiguo es que incluso los planes
mejor trazados, por lo general se hacen pedazos tan pronto como se
produce el primer disparo.
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