Las elecciones de 2016
2 de octubre de 2015 - 12:12 am - 5
http://acento.com.do/2015/opinion/8287909-las-elecciones-de-2016/
La reelección es derrotable, pero al día de hoy no hay quien la derrote. Todos están haciendo “campaña”, mientras el pueblo espera y ansía que alguien lo acompañe en sus luchas cotidianas.
La República Dominicana se está “automatizando” tanto que aquí nadie quiere ni siquiera pensar con el cerebro mientras sostiene los pies sobre la tierra en lugares tan bellos como Los Caños o Cerro Montoso, en la cordillera Central, que corresponde a Ocoa. Por eso dan por descontadas verdades que fueron verdaderas hace muchos años.
Aquí se piensa que el presidente Danilo Medina es “inderrotable” en su inesperado intento reeleccionista. No lo creo.
Melvin Mañón ha dicho en varios artículos y en tertulias con sus amigos –incluido yo, naturalmente- que un escenario ideal para enfrentar probablemente con éxito la repostulación de Medina es que se les enfrenten dos bloques opositores capaces de acumular por sí mismos dos minorías que impidan que el gobernante se corone con el triunfo en la primera vuelta.
Su argumentación es que el PLD no podrá materialmente montar dos fraudes (compra de votos y otras acciones) en 45 días, mientras que una oposición inicialmente “dividida” podría unificarse en la segunda vuelta y derrotar el continuismo peledeísta.
No voy a enjuiciar la tesis de Melvin porque él es mucho mejor expositor que yo y prefiero que sus lectores vean sus argumentos y motivaciones en directo.
Lo que sí quiero es poner un contexto –riesgoso en mis apreciaciones- sobre el que se puede dar la próxima elección nacional.
Creo que Leonel Fernández no hará campaña por Danilo Medina ni por los candidatos legislativos y municipales del partido que preside porque al danilismo no le interesa y él es consciente de que una reelección del actual gobernante lo liquida políticamente. Es mutua conveniencia. Así que desde el primer momento hay que descontar que Leonel –el mejor aglutinador electoral que tiene el PLD- se suba a la “patana” a defender su partido.
Su acción electoral puede limitarse a asegurar que la Fuerza Nacional Progresista (FNP) de Marino Vinicio Castillo, su inmolado aliado, consiga alguna diputación y conserve su reconocimiento. No me extrañaría que los leonelistas votaran masivamente por los candidatos vinchistas y no lo hagan por los danilistas del PLD.
Lo menos que gana Leonel en campaña son 200,000 votos de personas no peledeístas para el candidato que apoye. Si sus fuerzas firmes, muy enojadas con el danilismo cuantificaran otros 200,000 votos, estamos hablando de que Danilo tendría 400,000 votos menos para su reelección por el solo hecho de arrinconar a Leonel. Eso es, sencillamente, más del 6 % de los votantes habilitados, cifra que nadie puede despreciar.
El desmadejado PRD de Miguel Vargas Maldonado se ha aliado al gobierno a cambio de nada. Quiere asegurar el 5 % del voto para seguir recibiendo el “situado” que le regala el gobierno a los partidos más votados. Es un puro negocio donde la libertad, la democracia y la justicia social son sepulturas olvidadas con los miles de muertos en la lucha por su materialización.
No creo que el PRD-Vargas Maldonado aportará un voto significativo a la reelección. Con su desprestigio actual, la resta puede ser equivalente o mayor que la suma y así no se gana batalla alguna.
El factor de mayor seguridad para pasar la reelección es la inmovilidad de la oposición que representa la candidatura de Luis Abinader y Guillermo Moreno, principalmente.
Ninguno de los dos comprende que este pueblo no se aglutina en torno a candidatos que prometen. La esperanza no es un método que satisfaga las aspiraciones inmediatas de las grandes masas.
Lo que sí puede identificar al pueblo con un candidato es su acompañamiento cotidiano en las luchas por agua en los acueductos, energía en lugar de apagones, seguridad para que terminen los asaltos, agresiones y muertes, solución a la falta de agua para irrigar predios y dar de beber al ganado, calles, alcantarillas y carreteras en barrios, ciudades y campos que hoy las reclaman. Pero la oposición –Abinader y Moreno- no están ahí.
La reelección es derrotable, pero al día de hoy no hay quien la derrote. Todos están haciendo “campaña”, mientras el pueblo espera y ansía que alguien lo acompañe en sus luchas cotidianas. Una pesadilla más para el pueblo dominicano.
No aprendemos y mucho menos nos colocamos a la altura de la época en esta América Latina cambiante.
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