martes, 13 de octubre de 2015

Musicas Dominicana, Diferentres tipos de Musica del territorio Dominicano. Música

Musicas Dominicana, Diferentres tipos de Musica del territorio Dominicano.

Música



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Música:
República Dominicana es la patria del Merengue. La música está omnipresente en todo el país. El merengue es la expresión más popular de la música dominicana. Juan Luis Guerra ha sido sin duda la mejor representación del merengue a nivel internacional. Otros ritmos y músicas dominicanas han crecido en popularidad como la Bachata que cada vez es más escuchada y bailada dentro fuera de sus fronteras.
Origines del merengue:
Merengue es ánimo, merengue es movimiento, merengue es una pareja abrazándose y dando vueltos que los levan al cielo. Se ha dicho que la música dominicana es contagiosa, y verdaderamente, el merengue, nacido en un país pequeño, ha llegado a animar y enriquecer las vidas de gente en el mundo entero. Es contagiosa de manera quq de amor y vida: el merengue es un virus curativo.
España fue parte del mundo cosmopolitano islámico desde 711 hasta la reconquista. las culturas españolas, asiáticas y africanas estaban ligadas en éste mundo. Bilal, el muezzin (cantor) del profeta Hohammad, fue un negro africano. Reconocido como el mejor cantor de su día, Ibrahim Ibn al-Mahdei (779-839) fue hijo de una esclava africana y un padre aristocrático que pasó la mayor parte de su vida en España, donde fundó un movimiento musical de gran influencia. Hasta el año 1492 un estimado de 150,000 africanos (mayormente escavos) residieron en España. Siendo parte del nexo cosmopolitano afro-asiático, los españoles estaban listos para la interacción con los africanos cuando conocieron América; un rico sancocho africano-español creció en Santo Domingo. En cuanto a la vida musical, la parte negra predominó, creando una música afro-criolla.
El merengue surgió como una transformación afro-americana de la contradanza europea. Otras transformaciones de la contradanza incluyen el danzón cubano y el ragtime estadounidense. El término "merengue" (en francés "meringue" y en creole "mereng") se aplica a géneros estilísticamente distintos en Haití, Venezuela y Colombia. Así, el merengue dominicano es parte de una familia de bailes generalizada en el Caribe. El antihaitianismo que persiste entre muchos dominicanos se manifiesta en el hecho de que algunos investigadores dominicanos casi han ignorado el merengue de su vecino país. La investigación del merengue haitiano pudiera enriquecer la investigación de la música dominicana por ejemplo, mientras la relación entre el merengue y la contradanza es clara, cuando uno considera el caso del merengue haitiano (los fuentes históricas haitianas demuestran dicha vinculación), la relación entre el merengue dominicano y la contradanza fue ofuscada por muchos años. El hecho de que el merengue es el baile nacional tanto de Haití como de la República Dominicana refleja semejanzas de las culturas de los dos países de la isla Quisqueya.
El merengue dominicano, como los merengues haitiano y venezolano, surgió en los salones a mediados del siglo XIX como derivativo de la contradanza, Imitando la buena sociedad, los campesinos de las varias regiones de la isla transformaron el merengue de contradanza a sus propias maneras, utilizando estéticas e instrumentos musicales propios de sus culturas regionales. Lo que hoy en día se llama "el merengue dominicano" viene de una región de la República Dominicana, el Cibao. Otras regiones del país, y de Quisqueya entera, han tenido sus propias formas de merengue. Los otros merengues no se parecen al merengue cibaeño en el estilo musical ni en el estilo coreográfico.
Los diferentes estilos de merengue son: 1) el merengue de atabales (en el Este), 2) el merengue palo echa'o, también llamado pri-prí (en Villa Mella), 3) el merengue redondo (en Samaná), y 4) el merengue cibaeño (en el Cibao).Durante años el merengue popular ha admitido muchas influencias foráneas, sufriendo muchos cambios en su estilo musical. Por eso se ha dicho que el merengue ha "degenerado." Papa Molina, el líder de una de las mejores orquestas de los años 1950s, indica que la música popular de Estados Unidos siempre ha cambiado su nombre cuando su estilo musical ha cambiado, y opina que "un género musical no puede evolucionar cuando la célula ritmica cambia, el género cambia, y su nombre debe cambiar." Sin embargo, se debe notar que muchas veces, nombres de géneros musicales se aplican a tipos de música que son estilísticamente distintos.
El son cubano no suena como el son mejicano, y el merengue venezolano no se parece al merengue cibaeño dominicano, que tampoco se parece el merengue palo echa'o dominicano (el pri-prí). Quizás los dominicanos no han cambiado el nombre de su música popular precisamente porque el merengue se ha convertido en un foro para promover la identidad nacional. La colonia dominicana en Estados Unidos creció rápidamente después de los años 1960s y los dominicanos ausentes usaron el merengue como una estrategia para fomentar su cohesión social en el ambiente foráneo.
Origines de la bachata:
 
En sus orígenes más remotos conocidos, a comienzos de los años veinte del siglo XX, el término bachata designaba un tipo de reunión social, emparentada con la jarana de la época, definido por la presencia de varios géneros de música y baile populares. Etimológicamente, la palabra bachata es sinónimo de juerga, holgorio, parranda, según Fernando Ortiz.
La bachata constituía una forma de redreación popular: una fiesta que se realizaba en cualquier patio, bajo la sombra de un árbol callejero, o en una esquina cualquiera, y cuyo anteedente podemos establecer que fue el fandango, del cual refiere Veloz Maggiolo que: "Casi todos los cronistas que tocan este tema lo refieren a una festividad abierta y no a una música".
Las dos menciones más antiguas acerca de la bachata que hemos encontrado en documentos datan de 1922 y 1927. La primera la contiene un informe que se refiere al hombre común del poblado de Sabaneta, en la Línea Noroeste, y dice que este encuentra en el pueblo "todo lo que puede halagar sus vicios y apetitos mal contenidos: peleas de gallos, golosinas y ron; pero lo que más le encanta y atrae es la fiesta (si es de acordeón) o la bachata si es de guitarras y cantos o boleros. Allí se está largas horas, entre trago y trago, sin que le preocupe para nada la heterogeneidad social de conjunto, ni el hálito asfixiante con que el polvo y el sudor enrarecen el ambiente, ni la forma incivil con que se arrebatan unos a otros las bailadoras, hasta que muy entrada la noche vuelve achispado al hogar."
En la segunda, Arzeno definía la bachata como animados jolgorios en los que "el trovador popular se hacía rey y comentarista de todo suceso empleando para ello el repentizado bolero."De ambas menciones podemos extraer algunas características de la bachata antigua: conjugaba música, canto y baile; el bolero era inicialmente el género predominante, pero se trataba de un bolero rítmico, antillano, puesto que era bailable, lo cual a su veez significa que perticipaban hombres y mujeres; y era frecuente el consumo de ron.
De estas caracterizaciones se puede colegir que la bachata era un complejo socio-musical, del cual, dundiendeo ritmos, melodías e intrumentos y adaptándolos al ambiente nativo, mació posteriormente un modo musical e interpretativo de aspecto autóctono, que es el género musical de la bachata.Precisamos que en aquellos añoa se diferenciaban los términos fiesta, baile y bachata, como señalaba Reamón Emilio Jiménez ya en 1955. Se entendía, comúnmente, que las tres eran celebraciones diferentes: se consideraba baile las que tenían lugar en salones de lujo, donde primaban las danzas selectas de la época, cuya realización se hacía con orquesta; a su vez, las fiestas eran las celebraciones con güira, tambora y acordeón, o sea, donde la música predominante era el merengue, el zapateo y otros ritmos folklóricos similares; las bachatas eran especificamente las celebraciones que se hacían con guitarras, bongó, palitos o cucharas, y otros instrumentos afines, y donde se bailaba predominantemente boleros y guarachas, pero también se entonaba son, ranchera y merengue con guitarra.
Pacini Hernandez define la bachata como una música popular dominicana autóctona, que emerge en 1961, teniendo como base las músicas latinoamericanas tocadas con guitarra, como bolero, ranchera y son. Indica, además, que el típico conjunto de bachatas se compone de dos guitarras, maracas -sustituidas recientemente por la güira- y el bongó -sustituido ocasionalmente por la tumbadora.

En tal celebración los instrumentos eran ejecutados por músicos las más de las veces improvisados y aislados en su medio, lo cual le imprimía a los ritmos que servían al baile las matizaciones propias de aquél universo marginal. Los espacios físicos de las bachatas eran principalmente los habitáculos marginales urbanos o rurales. En el campo, en una sociedad predominantemente rural como la de entonces, podía ser la enramada rústica o la sombra de un árbol, y en la ciudad, el parque o el patio de una vivienda. De esa manera, la bachata se extendió lentamente.
Jiménez, quien, como se evidencia a continuación, detestaba tal celebración, dice: "Las bachatas eran un foco de atracción de todos los hombres, y que nivelaba las clases sociales que a ellas concurrían, predominando las formas más burdas y libres de la democracia, el arroyo en toda su naturalidad pecaminosa". Sobre el escenario favorito para ese desborde de pasiones "pecaminosas", lo que él llamaba "placer disoluto", era "una salita impregnada de fuertes esencias" que parecían "conjuradas para desafiar la honestidad y poner sobre las armas los sentidos. Las más airosas formas de suburbio están allí desafiadoras y audaces". Y agrega: "La presencia del trago, la tonada zandunguera y las ansias provocadas por las guapas indias de pícaros ojazos de noche, maestras en el arte de imprimir temblores a su fresca carne virgen, quebranta la tranquilidad nocturna de la barriada para ceder espacio a la acción de bachatear o jaranear"
El nombre designaba, pues, más que un tipo de música, un ambiente social de vecindario o de barrio, definido básicamente por la presencia del baile y un conjunto de músicas populares. Esa diversión "conjugaba música, baile, relaciones amorosas, galanteos, amistades, alcoholismo y otras muchas actitudes"
La música previa solía ser heterogénea, pero la línea temática esencial de sus canciones, al decir de Jiménez, era desde un principio de corte trágico-melancólico; enfocaban la traición amorosa, al desprecio, recuerdos de ayer, los obstáculos que impedían la felicidad, el agobio económico; en otras palabras, tenía un texto narrativo y descriptivo, con frases figuradas muchas veces cargadas de doble sentido.Por su origen y social y su temática, desde un principio aparecieron sectores aficionados a la bachata, casos de las trabajadoras domésticas, guardias, campesinos y peones, entre otros. Puede señalarse que en estos grupos sociales, "la música es síntesis de cientos de años de vivencias en la marginalidad"
En relación con ellos fue que surgieron distintas denominaciones para la bachata, con sentido peyorativo, tales como "música de guardia", "canciones de amargue:", o "discos de vellonera". En general, esto no era más que evidencia de la actitud despectiva predominante en la sociedad formal acerca de lo popular, y que implicaba al merengue y a la bachata tanto como a las demás músicas populares, y casi todas las actividades de las clases populares: música, arte, recreación. A todos estas manifestaciones se les consideraba "bajas" por su origen social plebes, inmorales, indecentes, impuras, pecaminosas. estas nociones puritanas de lo social, lo moral y lo cultural, resultan de interés en cuanto implicaron una aversión ideológica hacia lo popular, íntimamente asociada al predominio de la cultura autoritaria en la elite hegemónica en la sociedad.
A partir de los años treinta, el tipo de celebración que era la bachata se extiende hasta los bares, casas de cita, y lugares similares. En el Santo Domingo de la época posterior al ciclón de San Zenón (1930) se recuerda el sitio denominado El Yarey, situado en el barrio de Villa Francisca, periférico a la ciudad en ese entonces. En Santiago de los Caballeros era famoso el llamado Callejón de la Alegria, espacio donde por primera vez se usó el saxofón en el Caribe a comienzos del siglo XX en el conjunto denominado Perico Ripiao - que ejecuta el merengue típico dominicano-, y p0or donde, también, el son cubano reingresó a la República Dominicana alrededor de 1930.
A los grupos que amenizaban las bachatas se les llamaba "conjunto de bachata". Nuestras indagaciones indican que el género musical denominado bachata se originó como resultado de una lenta evolución de la música interpretada en la tipología de reunión social que ese nombre designaba, y que sus creadores naónimos fueron los conjuntos que las amenizaban. Recuérdose que los ritmos que predominaban en ellas eran el bolero ritmico, la guaracha y el son, entre otros, bastante extendidos en las Antillas después de la primera guerra mundial y con gran repunte, sobre todo del primero, tras la segunda guerra mundial.
Mientras, por una parte, Juan Luis Guerra reconoce en la bachata "un bolero antillano", otros observan también la influencia de la guaracha y del son, en los años ochenta se puso en evidencia la existencia de dos vertientes rítmicas de la bachata, una pausada y otra acelerada.Nuestra hipótesis al respecto es que los primeros bachateros crearon una forma propia y acelerada de bolero, con letras similares a la de este y una manera gangosa de cantar, con una voz de resonancias nasales, y con giros de desgarramiento, dolor y amargura, de ahí el sobrenombre de "música de amargue" que se le endilgó durante mucho tiempo.
La forma musical de la bachata refleja el predominio del bolero tropical, que es más acelerado que el tradicional español, y era interpretada por unos músicos generalmente empíricos. A estas formas de canto y música se le agregó un cambio en coreografía del baile, incluyendo un elevamiento de los pies al concluir cada ciclo de los movimientos del baile, con lo cual quedó conformado el género como un ente musical y danzario autónomo, en los años sesenta del siglo XX.
Es probable que los antiguos "conjuntos de bachatas", en sus interpretaciones del bolero la guaracha y el son, chocaran con las limitaciones propias de una débil preparación musical al intentar hacerlo por las reglas. Esto probablemente llevó a simplificar esos ritmos, dando origen a una nueva forma de musicalización e interpretación, que con el tiempo adoptó el nombre de la actividad que designaba la bachata.
A la caída de Trujillo, la afición por la guaracha era tal que pronto esa influencia encontró una expresión masiva en un canal tan idóneo como la radio, en una sociedad pre- moderna como la dominicana de aquél entonces. Eso vino a ser La Guarachita, la emisora especializada en esa música, y cuyo nombre salió de la inclinación popular hacia ese ritmo. Este nombre, y el de música de amargue, durante mucho tiempo se disputaron la denominación del nuevo género, aunque en los lustros recientes el nombre de bachata se ha hecho indisputable.
El nombre mudó del tipo de actividad que designaba, al conjunto musical que la amenizaba, y finalmente al tipo de música que predominó en aquella, que no era, ya, ni bolero, ni guaracha, ni son, sino algo nuevo, distinto.
Ahora bien, resulta importante establecer dónde y cuándo se produce el paso final hacia la constitución de la bachata como especie musical autónoma. Sabemos lo dificultoso que resulta establecerlo con precisión, principalmente si tomamos en cuenta que la evolución fue espontánea y anónima. De manera tentativa, y con base en los datos que he podido recoger, lanzo la hipótesis de que el paso definitivo se produjo en el ámbito urbano, contrario a la idea de que su origen es rural.
En otras palabras, aunque el término bachata designaba en sus orígenes una actividad de preeminencia rural, por estar inserta en una sociedad también rural, el género musical bachata, que resultó de la evolución de aquélla, es de origen urbano, producto de un movimiento de traslación que convirtió a las ciudades en el epicentro de actividad. El espacio urbano, en comparación con los campos y por razones culturales, era más proclive a favorecer la evolución de los patrones culturales.
Esto no ha de extrañamos, si tomamos en cuenta la explosión demográfica y el brusco proceso de urbanización desde los años cincuenta, producto de una acelerada migración rural-urbana de la población dominicana
Asimismo, nuestros datos indican que ese paso se produjo entre 1950 y 1965. Como ya vimos, desde los años veinte las zonas populares de las ciudades conocían celebraciones de bachatas. Antes mencionamos a Sabaneta, en el Noroeste, y luego El Yarey en el sector de Villa Francisca, en Santo Domingo. En los años treinta, en Santiago de los Caballeros, de donde ya mencionamos e Callejón de la Alegría, so conocieron como músicos "bachateros" a Ramón Wagner ("Mon La Bruja"), y al "Conjunto de la mulatería", donde tocaban Jim Sánchez y Morito Sánchez, entre otros. En esos años alcanzaron popularidad en el país lo grupos cubanos como Los Compadres, el Sexteto Habanero y el Trío Matamoros, el cual se encontraba en Santo Domingo en agosto de 1030, y en donde pasaron el ciclón San Zenón, el cual dio origen al tema El Ciclón.
Otras evidencias aparecieron en el sector de Borojol, en Santo Domingo, con posterioridad a la segunda guerra mundial. Sara Pérez recogió el testimonio de Pedro María, un músico bachatero de los años cincuenta, quien llegó a ese barrio a comienzos de ese decenio, y tomó parte en las celebraciones de bachatas, en las que, dice, tocaban con todo, incluso a veces bastaba con el toque de dos cuchara, lo cual puede resultar exagerado. Esta fue la época también en que escribió sus opiniones Ramón Emilio Jiménez, mencionando el nombre de bachata como actividad.
Ahora bien, el mismo Jiménez apunta los instrumentos que se usaban para entonces en las celebraciones: guitarra, bongó y los palitos o clave. Estos son los mismos con que se originó la bachata musicalmente. Ese dato, aunque no es garantía de que el ritmo haya surgido para entonces, sin embargo, señala un acercamiento hacia ello: indica que la instrumentación básica ya estaba establecida. La transformación parece ocurrir a partir de entonces, y antes de la guerra patriótica de 1965, como síntesis de varias confluencias.

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