domingo, 11 de octubre de 2015

VISION HISTORICA DEL REGIMEN

VISION HISTORICA DEL REGIMEN

http://paraquenoserepitalahistoria.blogspot.com/2012/09/vision-historica-del-regimen.html







El 25 de Noviembre fue declarado como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha fue elegida como conmemoración del brutal asesinatoen 1960 efectuado por orden del dictador Rafael Trujillo (1930-1961) de las treshermanas Mirabal :Patria ,Minerva y Maria Teresa . Activistas políticas de la República Dominicana.


La informacion dada del hecho fue la siguiente :
“en un accidente que se presume ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo placa J-19488, y cayó unos 50 metros, deteniéndose en la margen del río Guazumal”.
La realidad fue que estas damas fueron eliminadas a garrotazos y palos .
Este vil asesinato fue la gota que lleno el vaso de la Dictadura Trujillista ,la ceguera creada por la desinformacion ,la promocion del culto a la personalidad del tirano que subyugaba la psicologia del pueblo y el terror impuesto por su regimen ,empezo a flaquear ante esta ignominia y la gente desperto.




Trujillo fue - ¡ por fin! - ajusticiado a tiros la noche del 30 de mayo de l961...................
Mary Jerez 
"Qué si fuere mil veces esclava
otras tantas ser libre sabrá”.




MONUMENTO A LOS HEROES DEL 30 DE MAYO.

Silvano Lora


Luego de decapitada la dictadura empezó a organizarse el país, entonces en junio de 1962 se realizo el juicio por el vil asesinato de las hermanas Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz.
"Los autores materiales del cuádruple crimen, Ciriaco de la Rosa, Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta, Ramón Emilio Rojas Lora y Néstor Antonio Pérez ,como complices :fueron juzgados Sandito Almonte, Cándido Torres Tejada (Ausente en el juicio), jefe de Operaciones del Servicio de Inteligencia Militar en la estación Central en Ciudad Trujillo, Víctor Alicinio Peña Rivera, jefe de Operaciones del SIM en el Cibao, Silvio Antonio Gómez Santana, Viterbo Alvarez (Pechito), Pedro Peña Ortiz y David Olivero".
La mayoría de estos fue condenado a 30 años de prision ,a excepción inexplicablemente de Ciriaco de la Rosa que le dieron 20. Muy corto tiempo despues con la ayuda de grupos militares Trujillistas fueron provistos de pasaportes y sacados del país.
"Muchos de ellos han muerto en distintas circunstancias, otros , muy pocos, se encuentran vivos gozando de la impunidad que les permitió la complicidad oficial y un pueblo con ansias de libertad y a veces un poco olvidadizo".Arq.Raffi Genao
ALGUNAS HISTORIAS SOBRE TRUJILLO



Trujillo fue acusado de cuatrero ,violador y otros delitos
El primer asesinato de la Era de Trujillo en el año 1930, sucedió en Sosúa, Puerto Plata; lo fue el agricultor José Joaquín Pelegrín (a) Culula.

Trujillo hizo matar a Martinez Reyna y su esposa embarazada
Con posterioridad a la muerte de Cipriano Bencosme por ordenes de Trujillo en 1930 , varios miembros de su familia fueron asesinados, entre ellos Sergio en el 1935 en Nueva york ,mas tarde Toribio y Donato Bencosme.


En 1931 Trujillo dispuso el asesinato del senador Desiderio Arias. La misma noche del crimen se personó en la casa del difunto y, sentado junto al ataúd, veló hasta la mañana siguiente cuando decretó tres días de duelo nacional.
Algunos hasta han dicho que era tan malo que no podía ser humano , que era undictador reptiliano.El 28 de septiembre de 1937 en la mañana se inicio al sur de Dajabon el exterminio de los residentes haitianos, los mataban con cuchillos, palos y machetes con la intención de que pareciese un motín llevado a cabo por campesinos dominicanos.intensificándose y expandiéndose a partir del 2 de octubre. Entre 12,000 y 25,000 nacionales haitianos fueron asesinados en esta matanza, las cifras no son exactas debido al clima de especulación preponderante en la época...la matanza de haitianos continuo hasta el 15 de noviembre de forma disminuida y esporádica" Wanda Andujar .Monografia sobre el tema .
EN EL TERREMOTO DEL 46Dos señores, muy conocidos por su militancia antitrujillista, fueron detenidos y acusados por la Policía de haber sido los que propagaron los rumores de que el mar estaba entrando en la capital. Ambos fueron condenados a seis meses de prisión correccional “por vagos y por alterar la paz pública”.
Jesús de la Rosa .
Entre los muertos de la invasion de Luperón en 1949 estaban:
Gugu Henríquez “Dominicano”
Hugo Kunhart “Dominicano”
Salvador Reyes Valdez “Dominicano”
Manuel Calderón Salcedo “Nicaragua”
Alejandro Celva “Nicaragua”
Humberto Ramírez “Nicaragua”
Alfonso Leyton “Costa Rica”
El 8 de Diciembre de 1950, agentes encubiertos al servicio de Rafael Leónidas Trujillo se presentaron en casa número 8 de la calle Cervantes, en el reparto Sevillano en la Habana Cuba, secuestraron a Mauricio Baez , y nunca más se le volvió a ver.
Andres Requena desaparecio misteriosamente en Nueva York en 1952
El 12 de marzo de 1956 se secuestro por orden de Trujillo Jesus de Galindez ,nunca aparecio.
José Almoina, autor de la obra “Una Satrapía en el Caribe” quien fue “atropellado” por un automóvil en México en 1957 exclamando al morir: “Fue Trujillo”. 



Despues de sufrir las mas crueles e inimaginables torturas,más de doscientos fueron fusilados en la 40 a raiz de la invasion del 14 de juniode 1959


Entre el 29 y el 30 de enero de 1960 fueron asesinados 27 jovencitos que provenían de los barrios de Pueblo Nuevo, Marilópez, Nibaje y el Callejón de San José de Santiago. Su líder,Wenceslao Guillén enfrentó las torturas y la muerte
Hoy, cuarenta y siete años después, muchas madres no saben dónde están las tumbas de sus hijos. Porque quien sabe donde reposan los restos mortales de:
Wenceslao Guillén.Luis Prud Home- El Haitianito.Pedro Jaime Tineo Tejada.Jorge Marín.Henry Stresse Cepeda- El Alemán.José Emilio Soriano- Chepe.Porfirio Gómez.Manuel Medina.Ramón Mejía.Manuel Ramón Liviano- El Chino-.Napoleón Sánchez Cabreja.Manolito González.Victor González Pardi.Miguel Ramírez.Roque Peña.José Camilo Disla.Jorge Khoury.Guarino Jiminián.Manuel Antonio Arias Villamán – El Locutor.Anastasio Sudi Díaz - Millan-Domingo Russo.Eugenio Perdomo Ramírez". Apuntes de Ramon Antonio Veras .
El 24 de junio de 1960 se efectuo elatentado ordenado por Trujillo contra el presidente de Venezuela Romulo Betancourt ,este "salió de entre las llamas de su vehículo con la cara y las manos llagadas por el fuego ,parecio la explosión de 100 kilos de dinamita ,se volcó e incendió el auto que iba delante y el del mismo Betancourt, resultando muertos el coronel Ramón Armas Pérez, jefe de la Casa Militar, otro oficial y el chofer del Presidente"
"La criminal acción, preparada por Johnny Abbes García, se ejecutó con una bomba de alto poder explosivo accionada por micro-ondas, colocada en un automóvil estacionado en una calle" J.Armando Lora. 



El 25 de Noviembre de 1960 ocurrio el brutal asesinato de las hermanas Mirabal ,ordenado por el tirano .Este acto abominable empezo a despertar la conciencia del pueblo Dominicano y asi seis meses despues se decapito la dictadura con el ajusticiamiento el 30 de mayo del sanguinario dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina .

EL COMPLOT DEL 30 de MAYO
MUERTO EL PERRO SE ACABO LA RABIA
Dos grupos complotaban para eliminar la tirania. El de Santo Domingo liderado por Juan Tomás y Modesto Díaz y el de Moca por Antonio de la Maza . El complot se habia realizado en dos partes:La eliminación de Trujillo y luego el Golpe de Estado para celebrar elecciones libres .





LOS HEROES DEL 30 DE MAYO

Antonio de la Maza,Salvador Estrella Sadhala,Huascar Tejeda,Roberto Pastoriza ,Antonio Imbert Barreras, Pedro Livio Cedeño , ,Amado Garcia Guerrero,Juan Tomas Diaz ,Luis Amiama TioMiguel Angel Baez Diaz Modesto Diaz
Este grupo de valientes son los héroes del 30 de mayo .Los primeros ocho mencionados fueron el grupo de acción que jugo un papel de principalía y coraje en el malecón de Santo Domingo, enfrentándose a tiros con el hombre mas fuerte del país .Los otros cuatro fueron los tácticos y hacedores de seguimiento al complot .
Cabe destacar a Tunti Cáceres como parte del grupo de acción, quien fungiera como volante en las simulaciones previas al hecho, por razones fortuitas del destino esa noche estuvo en Moca y se acostó a dormir temprano para estar descansando, todos pensaban que el día después del hecho era la fecha esperada, pero el 30 de Mayo era cuando el universo fluía para que se ajusticiara al tirano y así se diera inicio al comienzo de la libertad y la democracia en República Dominicana.
Lograr esto bajo el régimen de terror que se vivía en el país fue una verdadera hazaña, que no se habría ejecutado sino hubiese sido con el concurso y la colaboración de muchos hombres y mujeres que trabajaron tras bambalinas luego de que el plan del complot de De la Maza y Juan Tomas Díaz se elaborara.

ALGUNOS DETALLES SOBRE EL REGIMEN DEL DICTADOR TRUJILLO

"Su megalomanía es proverbial. Por la época de la celebración de los 440 años de fundación de la capital, Santo Domingo la ciudad más antigua de América, bautizada así por Bartolomé Colón, el Generalísimo decidió cambiarle el nombre por el de Ciudad Trujillo, denominación que subsistió, desde enero de 1936, durante el siguiente cuarto de siglo. Similar suerte corrió la montaña más alta de la isla, conocida desde entonces como Pico Trujillo.
En la ciudad se yerguen altaneras 1.217 estatuas de Trujillo, esculpidas, moldeadas y fundidas en toda clase de materiales nobles, y en toda las posiciones imaginables: a caballo, con toga, pedestres, heroicas. En cada hogar dominicano, una placa votiva reza: En esta casa, Trujillo es el jefe "El tiempo.com 



"Nombrado a los siete años de edad coronel del ejército, Ramfis Trujillo Martinez se convirtió a los diez en general, alcanzando durante la Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre el grado de teniente general". La otra fiesta del chivo .Luis Morillo Vilchez. 

"Todo articulo, discurso o conferencia, aun cuando sea en la Universidad, tiene que comenzar allí con el encendido elogio para el Benefactor, y ay! Del que así no lo hace, porque su nombre será agregado prestamente a la lista negra”. Y no solamente exige que se diga que todo es obra suya y gracia a él, sino que ya hasta de las obras de Dios se ha incautado. Hay elocuentes letreros que dicen: “Trujillo es el único que te da agua”. Hasta ahí llega su enfermo afán de apoderarse de lo ajeno..”

“Todo empleo por insignificante que sea, tiene que serle solicitado directamente por carta”

“Encarcelar, golpear hasta bañarlo en sangre; torturar hasta la muerte; matar por la espalda, son cosas tan corrientes en la dictadura de Trujillo, como la salida o puesta del sol”

“Muchas veces matan a alguno a balazos o le cortan la cabeza y entonces, son tan cínicos que le taponan los orificios de los balazos con algodón y le cosen la cabeza, y le mandan el cadáver a la familia, informándole que murió de fiebre en el hospital: como sucedió en el caso del Coronel Blanco (Blanquito)”
Libro Yo acuso 1946 de Carmita Landestoy 



El control del “Jefe” era absoluto, cualquier sospechoso de conspiración o deslealtad podía terminar de huésped de “La 40”, “El 9”[12] o víctima de los más crueles tratos en el manicomio del Km 28. Unos lograban sobrevivir a las torturas ideadas por Johnny Abbes[13] y sus secuaces, los que no, eran arrojados a los tiburones en las inmediaciones del matadero de reses de la Autopista Sánchez. Nadie parecía escapar a la mirada inquisitiva del Jefe, que mantenía su régimen de “orden y paz”a través de una impresionante red de espías que controlaban los movimientos de todos: el limpiabotas, el vecino o el compañero de trabajo podían ser pagados por las huestes de Chapita[14]. El temor cobraba formas inusitadas, así durante la estancia de un grupo de exiliados anarquistas en las colonias agrícolas de la provincia de San Juan de la Maguana, los campesinos alertan a los españoles de los peligros que entraña hablar de Trujillo. No hay hora del día, ni sitio que escape a su control, cuando la red de caliés[15] deja de trabajar, los poderes sobrenaturales vienen en su auxilio, pues el Jefe durante las noches “manda a las brujas” a escuchar las conversaciones.[16]
Cada día la gente esperaba con ansía el periódico para revisar con mano temblorosa la sección de “El Foro Público”, columna que rezumaba el malestar de Trujillo destruyendo reputaciones y condenando al ostracismo a los que caían de su gracia y pasaban a engrosar la funesta lista de los “desafectos”[17].Trujillo Mito y emblematica de una dictadura.Paola Torres de la Cruz .Trujillo es sencillamente Trujillo o mejor el jefe .J.Castellanos
Regularmente las patrullas militares que recorrían la ciudad exigían a los ciudadanos “los tres golpes”:
• La cédula de identificación personal.
• El papel de certificación de haber hecho el servicio militar obligatorio.
• El carnet de miembro del PD, conocido popularmente como “la palmita”.


Quien no tuviese estos tres documentos podía ser acusado de delito de vagancia




"¿Sabía usted que Trujillo, aquel pedazo de analfabeto, fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Pittsburgh? Lo más curioso es que los sobornos que pagó para conseguir el título los sacó de unos fondos especiales que los judíos norteamericanos le habían dado para que acogiera a judíos europeos fugitivos del terror nazi", denuncia Manuel Vázquez Montalbán en Galíndez, donde se relata el secuestro .La dinastia Trujillo

Existía una orden del Dictador Trujillo de exigir que en todas las casas Dominicanas tuvieran el cartel que decía: "En esta casa Trujillo es el jefe"


Los dominicanos que nacimos entre 1930 y 1961 nacimos en La Era. Los que nacimos en La Era aprendimos desde la cuna a hablar poco y callar todo. Los que nacimos en La Era sabíamos por ósmosis que vivíamos en el terror. Lo sabíamos aunque nadie nos lo explicara. Los que nacimos en La Era recordamos tiempos tan apacibles que tenían que ser un mito. Y así era. Debajo de esa engañosa tranquilidad había un tumulto de horrores y temor que lo empañaba todo. Y aún así vivimos una niñez dorada... ESTE ES EL SITIO PARA RECORDAR 
CONTINUARA CON LOS SUCESOS POSTERIORES AL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO Y LOS HECHOS DE LA HACIENDA MARIA 

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PONENCIA COMPLETA DE ROBERTO CASSA. 

Participo en este encuentro acerca del libro atribuido a María de los Ángeles Trujillo (Angelita), Trujillo. Mi padre con el fin de exponer opiniones personales. Aclaro que el hecho de ser yo director general del Archivo General de la Nación, institución que convoca esta noche, no la compromete en ningún sentido, puesto que posicionamientos de ese género no forman parte de sus atribuciones.

He querido traer escrita la ponencia para, en aras de la economía del tiempo, obviar por adelantado hacer referencia a las posiciones que expresen los demás expositores que me acompañan.Roberto Cassá junto a Mario Bonetti, Bernardo Vega y Euclides Gutierrez Felix debatiendo el libro de Angélita Trujillo

Este encuentro se celebra por haberse considerado valederos los motivos de la solicitud del profesor Mario Bonetti. Pero si asisto como expositor es porque pienso que lo que procede analizarse no es tanto el “libro de Angelita”, sino el reclamo anacrónico que contiene.

Hoy el trujillismo carece de toda importancia práctica, por lo que ha optado por restringir su discurso a la validación de su pasado. Si bien tal reivindicación constituye un despropósito producto de una bancarrota política y cultural, no deja de tener posibles implicaciones. Finalmente, lo que aconteció durante los treinta y un años ha dejado no pocas estelas todavía no del todo superadas. Por tanto, puede ser esta una ocasión para desmontar argumentos con que se pretende cuestionar la lucha por la democracia que tanta sangre ha costado.

Sin embargo, no hay nada nuevo que decir a propósito de este libro, que no pasa de ser un pestilente desecho de infamias. Ahora no hago más que reiterar posiciones que he esbozado desde hace mucho tiempo como historiador social y antitrujillista de izquierda.

Parto de la premisa de que el libro no es “de Angelita”, sino una obra colectiva, en la cual se ha pretendido validar el trujillato con idénticos argumentos y procedimientos que los utilizados en su momento por los alabarderos del régimen. Carece de importancia quiénes han sido los autores de esta obra, puesto que al parecer participaron movidos por el interés mercurial. Lo interesante es que han aunado esfuerzos en el propósito para presentarse como la emanación actual del discurso despótico.

De paso, cabe constatar la indigencia intelectual de esta capillita trujillista, que hace presencia en un libro muy mal escrito, plagado de faltas ortográficas, disparatoso, carente de todo ingrediente intelectual y de cualquier consistencia expositiva. Posiblemente estos señores han llegado a la conclusión de que el ordenamiento democrático vigente ha dado muestras de tal grado de incapacidad que hace creíble que se reproduzca al pie de la letra el discurso ideológico de antaño.

A pesar de la indignación que suscita la intención malévola que guía este libelo de manchar las reputaciones de los antitrujillistas, en seguimiento de los moldes del discurso de la Era, no se le puede evaluar de manera emotiva, puesto que lo que requiere es de una refutación política. En el meollo del asunto, lo que está en juego es desmontar el supuesto balance favorable a la tiranía de los treinta y un años, que según ellos se define no más que por sus magnas realizaciones materiales.Dr. Roberto Cassá, director del AGN y expresidente de la Academia Dominicana de la Historia

Ante sus seudo-argumentos del “libro de Angelina”, puesto que no trae nada nuevo, lo que queda es reiterar posturas que asumieron los antitrujillistas en sus luchas por la libertad. La “importancia” es del todo punto insustancial porque está hecho en pura clave retrospectiva.

El libro parece estar escrito en 1961, como si el tiempo de la historia se hubiese detenido y la verdad horrorosa del esquema trujillista de dominación no se hubiese hecho inconcusa. Aquí se encuentra, por lo demás, una señal de uno de los rasgos de la elaboración ideológica del trujillato, que fue la alteración flagrante de la realidad de las cosas. La mentira hiriente se renueva en la tónica dominante de este libro, que intenta pasar por alto los charcos de sangre que dejó detrás de sí la larga noche del terror de Chapita.

A la luz del tiempo presente, esta operación adolece de falta de eficacia. El solo hecho de que estemos congregados aquí para cada quien expresar sus criterios de manera libre delata un progreso histórico que inutiliza los alegatos contenidos en el libro. Bajo el trujillato la mínima disidencia conllevaba muerte, tortura o exilio.

El hecho de que todavía tengamos que afrontar este debate tiene una causa: Tras el ajusticiamiento del tirano no hubo una drástica solución de continuidad y no se ajustaron cuentas con los criminales materiales e intelectuales. De todas maneras qué bueno que este adefesio de libraco pueda circular, porque nos ayuda a ratificar el develamiento de las matrices ominosas del trujillismo.

Visto el contenido del libro, no es solo desfasado, sino sobre todo resulta infamante sin apelación. Por tal motivo, carece de objeto discurrir acerca de sus afirmaciones, todas cargadas de una perversidad inaudita. Nada lo hace merecedor de un debate historiográfico especializado o de una ponderación profesional como fuente.

El libro destila mierda, es el peor desecho que puede emanar del ser humano, en este caso un excremento de un concierto de individuos que, desde sus antepasados legitimadores de la mentira y el crimen, perdieron la honra y, por ende, el atributo de la humanidad bien entendida.

Solo hay que ver cuánta infamia recorre sus pestilentes páginas, cuando asevera mentiras flagrantes para traspasar los crímenes del tirano a otros. Es el caso de la trama fantasiosa para exculpar al inefable “papá” del crimen de las hermanas Mirabal, hecho que no puede negarse y que tiene que ser recogido por el espíritu malicioso como procedimiento para obviar miles de crímenes y de pasada y a conveniencia endilgar a otros algunos de ellos.

En el mismo tenor, pretende que el complot que desembocó en la muerte de Trujillo estuvo originado por una maniobra de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, que concibió y alentó el asesinato de las hermanas Mirabal a través de Luis Amiama Tió y José René Román Fernández.

Ante un hecho de tal gravedad como ese crimen múltiple, se pretende que Chapita, que controlaba el mínimo movimiento de todos los dominicanos con significación social o política, iba a quedar impasible.Parte del publico asistente al debate libro Angelita Trujillo

Vale reiterar lo que es ya un saber acerca del 30 de Mayo: Fue un hecho libre de dominicanos que decidieron correr todos los riesgos. Su hazaña los hace acreedores de la categoría de la heroicidad. Obraron por su cuenta, en suprema manifestación de libertad y bravura. Aceptaron la colaboración de la Agencia Central de Inteligencia, pero los conjurados del interior del país no eran sus agentes o instrumentos.

Está documentado que el gobierno de Estados Unidos, ante el fracaso de la expedición contrarrevolucionaria de Bahía de Cochinos, ordenó detener el operativo y que los “disidentes” rechazaron ese criterio imperial.

Siempre dentro de ese tenor, se llega a la infamia de pretender que todos los antitrujillistas obraron con el propósito de apoderarse de la fortuna de “papá”, ese hombre angelical (como la hijita), tan bondadoso que parece alcanzar la santidad. Esa inmensa fortuna, labrada a costa de la sangre de todo un pueblo, parece que fue bien habida, pues ni siquiera se molestan los autores en explicar su origen.

Se llega a lo grotesco cuando se asevera que los movimientos del héroe Antonio de la Maza durante la ejecución libertaria del 30 de Mayo tuvieron por móvil apoderarse del maletín del gran ladrón. Se le adjudica esta caricatura a quien durante años se dedicó a dilapidar el dinero que provenía de su aserradero en Restauración, penetrado por la amargura lacerante de la espera de la justa venganza.

Esta letrina descarta, pues, toda reflexión concienzuda en el terreno historiográfico. Nada de lo que contiene este libro alcanza la entidad que lo haga un medio de obtención de información o de replanteo de lo conocido.

Su pretendido sustento documental está cimentado en documentos por encargo carentes de toda veracidad. Pongo el caso del propósito de presentar como dos cobardes a los presos Segundo Imbert y Rafael Sánchez Sanlley, asesinados al otro día del tiranicidio. Angelita y sus socios se amparan en unas declaraciones hechas años después y en el exterior, ante notario, por el coronel Horacio Frías, jefe del penal de La Victoria, un criminal cobarde que ese mismo día asesinó a un teniente del ejército.

Dice Frías que hubo que cargar a Imbert mientras chillaba de miedo, al tiempo que Sánchez también se había desencajado por el temor a la muerte. Sin embargo, José Daniel Ariza, compañero de prisión de ellos, afirma que los vio salir sin que notara señal alguna que delatara el pánico que les atribuye Frías. Rafael Martínez, otro de los prisioneros, ratifica la versión de su compañero de celda. Ambos, al igual que otros del penal, como el fenecido doctor José Antonio Fernández Caminero, son categóricos en cuanto a que no es cierto, contrario al expandido mito retomado en este libelo, de que Segundo Imbert fue sacado del penal para dirigir el asesinato de las hermanas Mirabal.El concurrido acto contó con la presencia de importantes personaliidades

Se exige la reiteración de la apología de quienes dieron sus vidas, al margen de deslindes ideológicos y políticos. Me permito hablar a nombre de los muertos, de los torturados, de los castigados, de todos, con independencia de las culpas que algunos pudieron albergar con antelación y de las diferencias que pueda haber, pasadas o presentes, con las posiciones de muchos de ellos.

Aunque el antitrujillismo de derecha iba en sentido contrario a la historia, sus exponentes, como gran parte de los complotados para la gesta del 30 de Mayo, al igual que todos los demás antitrujillistas, tuvieron la razón, iban en el sentido progresivo de la historia, porque el trujillato representaba lo peor.

Este carácter se reitera cuando, a medio siglo de distancia, se reproduce en el libro la criminalidad inherente al orden trujillista. Angelita asume la desenfadada validación del asesinato como procedimiento político.

Es lo que hace respecto al grupo de complotados del 30 de mayo en la Hacienda María. No fue únicamente Ramfis Trujillo, pues, quien asumió la criminalidad ante el futuro por sus actos desenfrenados y la remembranza de su amigo y no menos criminal ex marido de Angelita. No es casual que Angelita también se asocia con el crimen.

La en apariencia cándida Reina de la Paz reunía desde entonces un complejo de figuras delictivas. Los encajes y diamante proveían resumían el crimen con glamour. La Reina de la Paz, la hija mimada, se devela en estas páginas como lo que es: una vampiresa, Reina de las Tinieblas de la Larga Noche.

Esta abuela obesa de hoy y pretendida santurrona casi desde la niñez dio rienda suelta a delirios desenfrenados de connotación patológica.

Es suficientemente elocuente el suicidio de su marido, tan denostado en el libelo pese a haber sido también un sádico criminal, al tiempo que portavoz retrospectivo de la criminalidad del hermano primogénito.

Angelita pertenecía a una familia que reunía a varios criminales. Ella estaba enterada de todo lo que sucedía y no dejó de tener su cuota en el horror, como se podría demostrar con facilidad.

Bueno, ¿algo entonces razonable en esas páginas? Al menos que queda retratada la sustancia irremediable del trujillismo. Al fin y al cabo dicen verdades que todavía son aleccionadoras, aunque sean bien conocidas. Es el caso de la empatía de papá por Estados Unidos y su correspondiente furor anticomunista.

Igual de sintomática es la reiteración de la sustancia ideológica y cultural del trujillismo. En páginas escritas por algún idiota, que usa la ocasión para pretender erigirse en filósofo emergente del trujillismo, se recurre al argumento manido del progreso material como signo esencial de la Era, por consiguiente, como se afirma, el único periodo de realización del pueblo dominicano. Es lo que le dio la tónica a los discursos de Manuel Arturo Peña Batlle y demás intelectuales envilecidos. Todo lo que se dijo acerca de las excelencias de realización de aquel pasado no fue más que una falsificación colosal de la realidad.

En realidad, se vivía bajo una opresión generalizada, en que campeaba el miedo, el crimen cotidiano, la deshonra colectiva, la tortura, la explotación social desenfrenada. Detrás del oropel de las obras públicas magnificentes, subyacía la miseria de las masas. Nadie podrá probar lo contrario.

El país trabajaba a todo vapor y sin pausas en beneficio de este supremo señor de fortunas y vidas, de este Lucifer que se deleitaba sin ambages con la posesión de las esposas de sus áulicos, víctimas tristes al igual que victimarios feroces. Ahí, en tantas cosas, como la mentira y el comportamiento disoluto, se comprueba la validez del De tal palo tal astilla. Todo lo que se pretende acerca de una época de realización absoluta de todo un pueblo no es sino la pieza articuladora del discurso ideológico del trujillato, la mentira más mendaz jamás lanzada en la historia dominicana.
José Daniel Ariza, combatiente de la guerrilla de Manaclas, narra los crímenes de la dictadura


No significa, claro está, que bajo la Noche Larga no hubiese crecimiento económico y hasta desarrollo, según se le conceda una acepción al término. Aquel tirano ha sido hasta hoy el gran héroe del capitalismo dominicano. En ningún otro momento de nuestra historia se ha reiterado en igual manera la hegemonía del interés del capital.

De acuerdo que, en términos materialistas, estaba implicado el avance del proceso histórico. Pero avance histórico no es sinónimo de realizaciones, por lo que la única posición correcta desde el punto de vista socialista era oponerse a esa situación. El capitalismo personalizado por el monstruo implicaba crimen y opresión en forma generalizada. No podía haber nada que pudiera hacer valer una solidaridad con el trujillato a nombre del capitalismo nacional y del progreso histórico que comportaba.

En esa etapa todavía incipiente, el capitalismo en una formación periférica tenía por necesidad dosis de horror, que se magnificaban con los ingredientes particulares de la dominación trujillista. Los salarios eran miserables. Las masas sobrevivían en la indigencia atroz. Los campesinos iban descalzos, a lo sumo con soletas de cuero o de goma, o vestidos de harapos o no pocos hasta cierto momento con piezas burdas hechas de sacos de cabuya. Los niños estaban muy lejos del paraíso pretendido por la propaganda, aquejados de enfermedades crónicas que disparaban la mortalidad. Miles de campesinos trabajaban gratuitamente en las carreteras y en las empresas emblemáticas del supuesto progreso. No pocos murieron después de sufrir devastadoras palizas ejemplificadotas de la disciplina laboral.

La explotación desenfrenada se amparaba en un miedo interiorizado por todos. La delación se tornó en virtud dentro de la proterva Cartilla cívica. Era frecuente que los esposos no se confiaban sus pensamientos ante lo que vivían. El que no se viviera así por muchos, la mayoría incluso en el campo, tiene su explicación materialista, en razón de los efectos de la imposición de un sentido del orden, que era el resultado de un estado interiorizado de temor. Buen discípulo de los infantes de Marina, el tirano dio el puntillazo a la subordinación de todos, en especial los del campo, a los designios del Estado.


Hubo desarrollo económico capitalista pero no progreso. Por esto resulta inadmisible hablar de realizaciones o de aspectos “positivos”. Progreso implica la humanización progresiva de la sociedad, y el trujillato representaba lo contrario. No hay progreso sin dignidad, sin libertad, sin el imperio de la ética, sin participación, sin desarrollo educativo genuino. El avance material formó parte del remolino de horrores.

La comparación con el presente, a la que hice alusión más arriba, constituye otro de los tópicos del sofisma de la ideología trujillista. Es indiscutible que el esquema de la democracia posterior a 1978 no ha cumplido con un desideratum genuino. Es indiscutible también que han aparecido nuevos problemas que se adicionan a los anteriores. Pero no quiere decir que el ordenamiento político que existe hoy sea más negativo que el instaurado en 1930.

Es fácilmente demostrable con indicadores económicos que el pueblo vive mucho mejor que antes, aunque las condiciones de la mayoría pobre continúe siendo altamente deplorables. El desarrollo económico impulsado por el régimen despótico no podía repercutir en una mejoría de la condición de vida de la gente ya que se puso en operación una maquinaria infernal que succionaba todas las riquezas, hasta los niveles más infinitesimales, hacia las arcas de papá y, en menor media, de los integrantes de la corte de familiares y secuaces.

Todos los indicadores sociales resultan indiscutibles en cuanto a mejorías puntuales respecto al pasado. Y no es pequeña cosa y sin que por supuesto, en sentido contrario, se pretenda hacer la apología del presente. Pero si persisten graves problemas y han aparecido otros no se debe a que se haya dejado atrás el trujillato. Más bien es lo contrario: muchos de los problemas de que está aquejada nuestra sociedad todavía, como la persistencia de estilos autoritarios, son en parte atribuibles a que no se ha practicado la necesaria cirugía de las masas purulentas del espíritu del trujillismo.

La solución de los problemas no puede estribar en una reorientación hacia el pasado, como pretenden los sicofantes redactores de esta porquería. La agenda que tiene por delante el logro del progreso social presupone la orientación exactamente inversa de lo que representó el trujillismo. Nada es más importante, en primer lugar, que la libertad. El espíritu de la equidad social, obligado ingrediente del único progreso posible, también es lo inverso de aquel régimen en que se concentró la riqueza de forma inaudita.

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