viernes, 21 de noviembre de 2014

Trujillo no pudo con la prostitución



Trujillo no pudo con la prostitución
Por CHICHI DE JESUS REYES
almomento.net
EL AUTOR es Periodista. Reside en Santo Domingo.
A mediados del 1957, la Interpol programó celebrar en Lisboa, Portugal, una asamblea para analizar el alcance y proyección de la prostitución y el proxenetismo en el hemisferio occidental. Dentro de este esquema el organismo pidió al régimen del dictador Rafael L. Trujillo un informe en torno a la legislación vigente en República Dominicana.
Tratando de hacer galas de la falsa conducta moral y las buenas costumbres del régimen que encabezaba, Trujillo, en tiempo récord, comunicó a los organizadores del evento su "respaldo decidido" al tiempo que dispuso, mediante ley, la prohibición total de la prostitución en todo el territorio. En la ocasión la Presidencia la ocupaba su hermano Héctor Bienvenido Trujillo Molina, y el vicepresidente era el Dr. Joaquín Balaguer.
La nueva ley, marcada con el No.4862, fue cumplida a plenitud y los lupanares fueron cerrados, lo que motivó que automáticamente las tradicionales velloneras fueran devueltas a los distribuidores exclusivos de los aparatos musicales, que los encabezaba el señor Francisco Martínez Alba (Paquito), hermano de María Martínez, esposa del generalísimo. Al mismo tiempo, las fábricas de hielo descontinuaron la venta de su producto y los dueños de los cabarets y casas de citas comenzaron a devolver los muebles y otros servicios colaterales que les suplían.
Otros resultados negativos de la disposición no se hicieron esperar: cierres de prostíbulos, prostitutas en las calles, cero ventas de cervezas, ron y cigarrillos,y las vías de circulación de la ciudad capital y el interior del país desiertas. Rápidamente quedó demostradoel poder económico que constituía la prostitución.
Los propietarios de los cabarets se hicieron sentir cancelando los "contratos" de trabajo de las meretrices y los celestinos y retiraron las mercancías que poseían para brindar a los parroquianos un ambiente totalmente alejado de preocupaciones económicas ,sociales y políticas.
Cuando el dictador Trujillo se enteró más a fondo de la situación dio marcha atrás a la disposición y dispuso que nuevamente se abrieran los prostíbulos, lo que se convirtió en un duro golpe para su falsa política de respaldo a los valores cristianos y a la moral pública.
Pero como era costumbre suya, evadir responsabilidad en los casos que no salían bien,Trujillo cargó el fracaso de la medida de persecución contra los lupanares al secretario de Justicia y al consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, licenciados Francisco Elpidio Beras y Manuel A. Amiama, a quienes sin explicaciones alguna destituyó de sus respectivos cargos. Meses después de la destitución de los dos altos funcionarios, en la sección Foro Publico del periódico El Caribe, se publicó una carta , cuyo primer párrafo dice así:
"MUY BIEN SUSTITUIDOS ESTAN EL SECRETARIO DE JUSTICIA Y EL CONSULTOR JURIDICO DEL PODER EJECUTIVO; MUY BIEN SUSTITUIDOS LO SERAN AQUELLOS FUNCIONARIOS QUE INTERVINIERON EN LA ELABORACION DE ESA LEY TAN DESAFORTUNADA, QUE TAN SENSIBLEMENTE AFECTA EL INTERES POLITICO, ECONOMICO Y SOCIAL".
Al conocer el contenido de la famosa carta, el abogado Beras tronó públicamente y días después envió una comunicación al dictador en la que hace una exposición en torno a la indicada ley, consignando que en esa disposición no había un pensamiento ni una sola palabra suya, "por lo que mi cancelación no se justifica".
Trujillo trató de corregir el error con el abogado seibano, a quien envió un emisario que le ofreció una Subsecretaria de Estado. Beras rechazó la oferta al considerarla humillante, y a instancia del generalísimo, el Senado de la República lo designó primer sustituto del Presidente de la Suprema Corte de Justicia, posición que aceptó, no sin antes dejar de advertir la sinuosidad del sueldo, ya que el salario que percibiría era de 700 pesos mensuales, frente a $2,500 que ganaban los subsecretarios de Estado, luego de deducido el correspondiente 10 por ciento del Partido Dominicano.

Imagen.
La vida nocturna en la parte alta de la capital.
Ciudad Trujillo , República Dominicana.
Imagen del año 1959
Fuente : Life Magazine / Hank Walker / IDNH

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