ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL MERENGUE
Nota: este trabajo, desconozco su autor, lo
considero interesante y educativo e histórico sobre la música nacional dominicana,
agradeciendo a su autor, por su
contenido, hoy día que se desconoce la real historia de nuestra música
Se discute aún el origen del merengue.
Entre las opiniones diferentes acerca del tema encontramos: Su origen y
aparición se pierde en las brumas del pasado según Julio Alberto Hernández.
Nació con carácter de melodía criolla tras la batalla de Talanquera donde
triunfaron los dominicanos opina Rafael Vidal. Y también Según Fredique
Lizardo parece ser que el merengue se desprende de una música cubana llamada
UPA, una de cuyas partes se llamaba merengue.
La UPA paso a Puerto Rico, de donde llego a
Santo Domingo a mediados del siglo pasado. Al parecer Lizardo se acerca más
al posible origen o sea que suena más lógica su opinión. En 1844 el merengue
aun no era popular, pero ya en 1850 se puso de moda, desplazando a la Tumba.
A partir de ese momento tuvo muchos detractores. A principios de la década de
1850 se desato en los periódicos de la capital dominicana, una campaña en
defensa de la Tumba y en contra del merengue que reflejaba el auge que iba
adquiriendo el merengue en detrimento de la última.
Don Emilio Rodríguez Demorizi dice:
"Los orígenes del merengue siguen pues, en la niebla. No parece que
pueda atribuirse a origen haitiano. De haber tenido esa oscura procedencia no
habría gozado de boga alguna en 1855, época de cruentas luchas y repudio
contra Haití después de que la isla había logrado la independencia de ese
vecino país; ni los que en ese año repudiaban al merengue habrían dejado de
señalar tal procedencia como suficiente motivo. Tampoco lo señaló Ulises
Francisco Espaillat en sus escritos contra el merengue en 1875".En
realidad, poco se sabe en concreto acerca del origen del merengue.
En realidad, poco se sabe en concreto
acerca del origen del merengue. A mediados del siglo pasado, de 1838 a 1849,
un baile llamado URPA o UPA Habanera, se paseó por el Caribe llegando a
Puerto Rico donde fue bien recibido. Este baile tenía un movimiento llamado
merengue que al parecer es la forma que se escogió para designar el baile y
llegó a nuestro país donde ni siquiera se mencionó en los primeros años.
Posteriormente fue bien acogido y hasta el coronel Alfonseca escribió piezas
de la nueva música con títulos muy populares como "¡Ay, Coco!",
"El sancocho", "El que no tiene dos pesos no baila", y
"Huye Marcos Rojas que te coje la pelota".
La estructura musical del merengue en la
forma que se puede considerar más representativa, constaba de paseo, cuerpo o
merengue, y jaleo. Se le quiere atribuir a Emilio Arte erróneamente el haber
agregado el paseo al merengue tal como existía en su época. Toda la música se
escribe a un ritmo de 2 x 4 y existen discrepancias en cuanto al número de
compases que deben constituir cada parte, pues se abusaba a veces al
alargarlas "ad infinitum".
Desde el principio el merengue se
interpreto en los instrumentos que poseía el pueblo y que les eran más
fáciles de adquirir, las bandurrias dominicanas, el Tres, el Cuatro. A fines
de siglo pasado hizo su entrada por El Cibao el acordeón diatónico de origen
alemán que por su fácil manejo desplazo la bandurria. Por sus escasas posibilidades
melódicas este instrumento limitó la música que interpretaba y así el
merengue se conservó en cierta forma desvirtuado con relación al original.
Con esta variante el merengue se adentro en la sociedad dominicana, integrándose por completo con ciertos sectores sociales desplazando inmediatamente a otras danzas tales como la Tumba que requerían de sus ejecutantes (bailadores) un gran esfuerzo mental y físico. Este último tenia once figuras diferentes. Es fácil de imaginarse por que el merengue con su coreografía reducida a la más simple expresión pudiera desplazar a todos sus rivales y acaparar el fervor del pueblo.
La coreografía del merengue se reduce a
lo siguiente: El hombre y la mujer entrelazados se desplazan lateralmente en
lo que se llama "Paso de la empalizada", luego pueden dar vuelta
hacia derecha o izquierda. Esto constituye el verdadero "merengue de
salón", en el cual las parejas no se separaban jamás. Existe también lo
que se conoce con el nombre de "merengue de figura" en el cual las
parejas hacían múltiples evoluciones y adornos o "floreros" como se
le llamaba, pero siempre sin soltarse.
El merengue genuino y auténtico solo
sobrevive en las zonas rurales. La forma tradicional del merengue ha
cambiado, el paseo desapareció, el cuerpo del merengue se ha alargado un poco
mas y en vez de 8 a 12 compases a veces se le ponen desde 32 hasta 48. El
jaleo ha sufrido la introducción de ritmos exóticos que lo han
desnaturalizado.
El Merengue es un baile folklórico dominicano que se ha
difundido ampliamente y que muchos consideran como el baile nacional
dominicano.
Origen
Se discute aún el origen del merengue. Entre las
opiniones diferentes acerca del tema encontramos:
Al parecer Lizardo se acerca al meollo de la
cuestión. En 1844 el merengue aún no era popular, pero ya en 1850 se puso de
moda, desplazando a la Tumba. A partir de ese momento tuvo muchos
detractores.
A principios de la década de 1850 se desató en los
periódicos de la capital dominicana, una campaña en defensa de la Tumba y en
contra del merengue que reflejaba el auge que iba adquiriendo el merengue en
detrimento de la última.
Don Emilio Rodríguez Demorizi dice: "Los
orígenes del merengue siguen pues, en la niebla. No parece que pueda
atribuirse a origen haitiano. De haber tenido esa oscura procedencia no
habría gozado de boga alguna en 1855, época de cruentas luchas contra Haití;
ni los que en ese año repudiaban al merengue habrían dejado de señalar tal
procedencia como suficiente motivo. Tampoco lo señaló Ulises Francisco
Espaillat en sus escritos contra el merengue en 1875".
En realidad, poco se sabe en concreto acerca del
origen del merengue. A mediados del siglo pasado, de 1838 a 1849, un baile
llamado URPA o UPA Habanera, se paseó por el Caribe llegando a Puerto Rico
donde fue bien recibido. Este baile tenía un movimiento llamado merengue que
al parecer es la forma que se escogió para designar el baile y llegó a
nuestro país donde ni siquiera se mencionó en los primeros años.
Posteriormente fue bien acogido y hasta el coronel Alfonseca escribió piezas
de la nueva música con títulos muy populares como "¡Ay, Coco!",
"El sancocho", "El que no tiene dos pesos no
baila", y "Huye Marcos Rojas que te coje la pelota".
La estructura musical del merengue en la forma que
se puede considerar más representativa, constaba de paseo, cuerpo o merengue,
y jaleo. Se le quiere atribuir a Emilio Arté erróneamente el haber agregado
el paseo al merengue tal como existía en su época. Toda la música se escribe
a un ritmo de 2 x 4 y existen discrepancias en cuanto al número de compases
que deben constituir cada parte, pues se abusaba a veces al alargarlas
"ad infinitum".
Las formas literarias que acompañan al merengue son
las más comunes dentro del arte popular la copla, la seguidilla, y la décima,
apareciendo pareados de vez en cuando.
Desde el principio el merengue se interpretó en los
instrumentos que poseía el pueblo y que les eran más fáciles de adquirir, las
bandurrias dominicanas, el Tres, el Cuatro. A fines de siglo pasado hizo su
entrada por el Cibao el acordeón diatónico de origen alemán que por su fácil
manejo desplazó la bandurria. Por sus escasas posibilidades melódicas este
instrumento limitó la música que interpretaba y así el merengue se conservó
en cierta forma desvirtuado con relación al original.
Con esta variante el merengue se adentró en la
sociedad dominicana, integrándose por completo con ciertos sectores sociales
desplazando inmediatamente a otras danzas que como la Tumba, por ejemplo,
requerían de sus ejecutantes (bailadores) un gran esfuerzo mental y físico.
Este último tenía once figuras diferentes. Es fácil de imaginarse por qué el
merengue con su coreografía reducida a la más simple expresión pudiera
desplazar a todos sus rivales y acaparar el fervor del pueblo.
Coreografía
Rechazo inicial y aceptación
posterior
A pesar de su auge entre las masas populares, la
clase alta no aceptó el merengue por mucho tiempo, por su vinculación con la
música africana. Otra de las causas que pesaron sobre el repudio y ataques
contra el merengue fueron los textos literarios que lo acompañan,
generalmente subidos de tono. Por ejemplo:
Tó loj'
cuero* son de Santiago
y en Santiago ello' viven bien y por culpa de'sa maidita santiaguero soy yo también
* En la Rep. Dominicana se le llama cuero a una
mujer de poca dignidad, prostituta, inmoral.
Otras danzas dominicanas de origen negro no fueron
atacadas por su carácter de danzas rituales. Esto que chocaba con la
concepción religiosa de los grupos de la clase elevada. Su mismo carácter
ritual hacía que su práctica se restringiera a unos pocos lugares o días al
año, con un alcance o difusión entre la población muy limitado. El merengue
por el contrario por su carácter de danza de regocijo se introdujo con más
facilidad en los lugares de fiestas generales y por esto la reacción en
contra si bien fue fuerte, fue vencida por el sabor de su ritmo.
En 1875 Ulises Francisco Espaillat inició una
campaña contra el merengue que fue totalmente inútil pues ya el baile se
había adueñado del Cibao donde se hizo fuerte a tal punto que se asocia hoy
esta región como cuna del merengue.
A principios del presente siglo músicos cultos
hicieron una gran campaña para la introducción de esta danza en los salones.
Los músicos populares se unieron a esa campaña, la que encontraba siempre la
resistencia que inspiraba el lenguaje vulgar de las letras que acompañaban el
ritmo. Juan F. García, Juan Espínola y Julio Alberto Hernández, fueron
pioneros en esa campaña. Su éxito no fue inmediato ya que a pesar de que
establecieron la forma musical del merengue, no pudieron conseguir que el
merengue penetrara en "la sociedad" y se considerara como una creación
del pueblo dominicano aceptándola sin aspavientos.
El panorama cambió a partir de 1930, pues Rafael L.
Trujillo en su campaña electoral usó varios conjuntos de "Perico
Ripiao" y logro difundir el aire nuevo a zonas donde no se le conocía
previamente, ayudándole mucho en esa difusión el uso de la radio recién
llegada al país antes del inicio de la dictadura.
A pesar de esta gran difusión y propaganda no se
aceptó de pleno el merengue en lo que se llamaba "la buena sociedad
dominicana" hasta que en una familia de la "aristocracia" de
Santiago, en ocasión de la celebración de una fiesta solicitaron a Luis Alberti,
que iba a amenizar con su orquesta, que compusiera un merengue con
"letras decentes", y éste accedió. Compuso para tal ocasión el
"Compadre Pedro Juan", el cual no solo gustó, sino que causó furor,
llegando a convertirse en el himno de los merengues. A partir de ese momento
comenzó a diseminarse el merengue. Para esto la radio prestó una ayuda
generosa.
Al diseminarse el merengue por todo el ámbito nacional,
produjo, como toda manifestación cultural, variantes. Estas reflejan el
manejo de los elementos culturales hecho al acomodo y conveniencia de
algunos.
Como fueron músicos cultos los que fijaron la forma
musical del nuevo merengue, los músicos populares trataron de imitar y seguir
este modelo mientras que el hombre de campo continuó tocando el merengue de
la misma forma. Esto dio origen a dos formas de merengue bien diferenciadas
entre sí. El merengue folklórico auténtico que aún se encuentra en los campos,
y el merengue de salón. Este último es el que más se difunde y el que la gran
mayoría de personas creen que es folklórico.
Variantes
Algunas de las variantes del merengue se redujeron a
designar con este nombre a otro tipo de música tradicional, por simple
asimilación del nombre como se ha encontrado en algunos pueblos de la
República Dominicana. Pero este fenómeno ha sido poco estudiado y es difícil
emitir juicios sobre las formas peculiares de estas variantes.
No sucede así con lo que se llama "pambiche"
que según leyendas que puede tener visos de verdad, no es más que el nombre
que recibe el jaleo del merengue desprovisto de sus otras partes y adaptado
al paso lento de los marinos "yanquis" que ocupaban nuestro país y
a los cuales se les hacía un poco difícil adaptarse al ritmo más rápido del
merengue. Asar la Bachata.
Ya en 1974 la Salsa comienza a tomar otro rumbo, ha
evolucionado hacia nuevas experiencias. La Salsa es una música de fusión, de
mezcla, ajiaco de elementos caribeños con aportes de Jazz, Samba, Rock,
Reggae aunque nunca renunciara a sus ancestros cubanos, es un fenómeno
musical con fisonomía propia.
MERENGUE: El merengue surge en medio de las luchas
por la independencia en la región de Cibao (República Dominicana), Rafael
Vidal afirma que fue cantado y bailado en 1844 en los campos de batalla donde
el pueblo dominicano luchaba contra las tropas intervencionistas haitianas.
Se ubica genéricamente dentro de las expresiones del
folklore de origen afro-americano. Se cita como fuente nutricia la danza
cubana “La Habanera” especialmente del estilo llamado UPA, junto a la cadena
antillana.
Juan Bautista Alfonseca (1810-1875) fue el primer
compositor y director de orquesta y cultivo sostenidamente el merengue. En su
estructura original el merengue consta de una introducción musical breve
llamada paseo, muy poco empleada en la actualidad y que recuerda cierto
estilo del Danzón cubano, seguida de una sección llamada jaleo, de canto
(aparte del acompañamiento) a cargo de un solista o en ocasiones de dos voces
con un corto defasamiento, donde se desarrolla el tema básico de la selección
empleando coplas.
Por último se pasa a la sección llamada merengue,
con el canto en la forma de llamado y respuesta. Según Florida Nolasco,
musicóloga dominicana se le llamó merengue quizás por decir; lo dulce o por
balanceo cortado, batido.
El merengue ha evolucionado a través del tiempo. Hoy
no solo se toca por grupos tradicionales dominicanos como por ejemplo Perico
Ripiao (Saxofón, Acordeón, Bajo, Tambora, Güira), sino que también se han
incorporado a la instrumentación metales, piano, batería, etc. Incluso hasta
la conformación de la pieza es diferente.
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