El mosaico multicultural precolombino en la Isla Española y las Antillas.
En
este ensayo vamos a referirnos a la relevancia que hoy le asigna la
arqueología moderna al aspecto de la diversidad cultural y a la
interacción social de los distintos grupos de pobladores en los estudios
de la sociedad taína en la región de las Antillas, y de manera
particular, en la Isla Española. Para ello nos basaremos en las
reflexiones e ideas expuestas por el Dr. Jorge Ulloa en diferentes
publicaciones y presentamos una síntesis o resumen interpretativo en
relación al tema. En ocasiones nos basaremos directamente en algunos de
los trabajos que son fuentes de sus publicaciones.
Por lo
general hoy se considera cultura taína a las representaciones artísticas
producidas por las sociedades aborígenes que habitaban gran parte de
las islas del Caribe.
En
ninguna de las fuentes históricas del periodo colonial aparece la
palabra taíno para designar a la población aborigen de alguna de las
islas antillanas, sino que desde los primeros cronistas se estableció
que el término lo emplearon los propios aborígenes al momento de la
llegada de los europeos, y pudo significar noble o bueno en el lenguaje
hablado por esas comunidades en tanto lo usaron para destacar la actitud
pacífica de un grupo, en contraposición a la de otro grupo, llamado
Caribes, que se caracterizaban por su actitud guerrera. Por tanto, su
origen se puede considerar una especie de percepción humana o moral.
En
realidad fueron investigadores del campo antropológico los que
introdujeron el término taíno para distinguir, primero, a todos los
aborígenes de las Antillas mayores, y luego, para denominar a la
totalidad de los grupos del área antillana, considerándolos a todos como
un mismo grupo cultural.
El
término inicialmente se utilizó durante el siglo XIX (Jesse Walter
Fewkes) con un enfoque lingüístico para distinguir el lenguaje arawaco
que se hablaba en las Antillas Mayores del que se hablaba en las
Antillas Menores. Se refería entonces a una práctica cultural
específica, dispersa básicamente en las Antillas Mayores.
Ya en el
siglo XX Taíno comenzó a utilizarse como una categoría antropológica,
para denominar a la población aborigen que habitó La Española, Puerto
Rico, Jamaica, el este de Cuba y las islas Bahamas. Esta definición o
clasificación se basó en un contenido arqueológico amplio referido a
distintas manifestaciones de la cultura material de aquellos pobladores,
sobre todo en su alfarería. Fue introducida por el arqueólogo
estadounidense Mark R. Harrington en1936, y ampliada más tarde por
Irving Rouse.
El
modelo arqueológico tradicional de estudio de la historia pre-colonial
que se ha seguido para La Española y el Caribe interpreta la cultura
taína basándose en imágenes etnohistóricas de lo taíno, en un criterio
difusionista de las migraciones y en una visión de homogeneidad de los
procesos históricos. Se rige por el esquema:
Migración – difusión – homogeneidad – aculturación (desplazamiento).
Pero la
cultura taína no puede ser considerada como algo sin antecedentes o como
algo uniforme, definido como antítesis de los llamados Caribes. Tampoco
puede ser vista solamente como derivación de las migraciones de gentes
desde Sudamérica.
Arqueología moderna y cultura taína.
Conforme
la visión de la arqueología moderna la cultura taína no es solo una
expresión artística, es más bien el resultado de un proceso evolutivo
que resumió todas las experiencias culturales de los grupos aborígenes
que penetraron en las islas del Caribe; por tanto, es una especie de
síntesis transformadora de las más importantes influencias de sus
predecesores, que fueron perfeccionadas y usadas, aunque es importante
reconocer que el tronco cultural fundamental sobre el que se asienta
esta cultura se encuentra en las tribus de la etnia arawaca procedentes
de la cuenca del río Orinoco en el noreste de Sudamérica.
La
cultura taina en realidad debe ser percibida como un resultado de
procesos complejos y centenarios que tuvieron lugar en el contexto de
las islas del Caribe, en especial en La Española y Puerto Rico.
Reflexionando
en esa perspectiva, desde 1991 el Dr.Veloz Maggiolo consideró a la
cultura taína como el primer ensayo de la mezcla que hoy constituye la
cultura caribeña, y sus comienzos son estudiados a partir de la
vinculación entre los procesos migratorios y el desarrollo de distintas
formas de interacción social desarrollados en la etapa pre-colonial del
Caribe. Esos procesos migratorios implicaron la formación de un mosaico
de culturas en las cuales es posible definir un conjunto de rasgos
esenciales desde el punto de vista social, económico, político,
religioso y cultural. Es esto lo que puede definirse como cultura taína,
o como lo taíno, y dentro de esta se puede encontrar una diversidad de
expresiones que fueron captadas solo levemente por algunos cronistas de
Indias.
Por lo
anterior, queda claro la estrecha relación que existe entre el estudio
de la historia precolombina del Caribe y el conocimiento del proceso que
desembocó en la formación y desarrollo de lo que se llama cultura
taína.
El poblamiento de las Antillas y el mosaico multicultural precolombino.
Las
investigaciones arqueológicas han demostrado que el poblamiento indígena
de las Antillas, y por tanto el establecimiento de las primeras
culturas, inició alrededor del año 6,000 a. C. Hasta el momento se ha
visualizado que el proceso migratorio hacia las Antillas se realizó a
través de dos rutas: la primera desde la costa atlántica de
Centroamérica hacia las Antillas mayores (Cuba y La Española). La
segunda desde la zona noreste de Sudamérica y la isla de Trinidad,
desplazándose a través de las Antillas Menores, hasta alcanzar la parte
más occidental del Caribe.
Una vez
en las islas, los primeros habitantes antillanos conocidos hoy como
Barreroides y Banwaroides, modificaron muchas de sus tradiciones
culturales continentales y se adaptaron a los nuevos contextos. Estos
grupos arcaicos desarrollaron culturas altamente dependientes de la
recolección, la pesca y la caza, y también iniciaron la domesticación de
plantas y en algunos puntos una incipiente alfarería.
La
arqueología ha puesto en evidencia que los cambios culturales que
experimentaron esos primeros pobladores también estuvieron relacionados
con su propia interacción.
El Dr.
Veloz Maggiolo registra evidencias de coexistencia e hibridación entre
ellos en La Española a partir del año 2,000 a. C. La transformación de
los grupos arcaicos en el contexto antillano ha sido captada mediante el
estudio de los cambios en su instrumental de uso, los patrones de
asentamiento y también por las huellas de los procesos económicos
vinculados a la explotación del medio.
“En
síntesis, los primeros pobladores del arco antillano, fruto de
migraciones en diferentes momentos y desde diferentes espacios
continentales de las riberas del mar Caribe, protagonizaron los primeros
procesos de interacción y transformación que luego desembocarían en la
llamada cultura taina” (La cultura taina y las bases de lo caribeño,
pág. 21).
Estas
comunidades primitivas interactuaron posteriormente de manera paulatina
con los nuevos inmigrantes aborígenes que eran agricultores y
ceramistas, quienes a su vez se mezclaron con ellos desarrollando
procesos de hibridación que estaban aún en curso a la llegada de los
españoles en 1492. Al respecto son relevantes los registros de algunos
cronistas que describieron la existencia de posibles grupos de esta
naturaleza cultural en la parte occidental de La Española y en el
occidente de Cuba a los que denominaron Guanahatabeyes, cuestión que
actualmente se encuentra en proceso de revisión por los investigadores
arqueológicos.
Los
antepasados más inmediatos de los aborígenes tainos que ocupaban las
Antillas a la llegada de Colón procedían de la selva amazónica,
pertenecían a la etnia de los Arawacos y desde el año 600 a. C.
penetraron al espacio isleño del Caribe por la costa noreste de
Venezuela, manejaban las técnicas agro-alfareras y su cultura se le
denomina saladoide.
Los
Saladoides constituyeron la base fundamental para el posterior
desarrollo del mosaico cultural que denominamos cultura taína. Las
investigaciones más recientes sobre esta segunda oleada migratoria hacia
las Antillas han demostrado que el mismo fue un proceso más complejo y
multilateral de lo que anteriormente se concebía: no fue una migración
masiva y única; no debe ser interpretada como un paso gradual de isla en
isla hasta alcanzar las Antillas mayores, más bien ha sido catalogada
como “salto de rana”; se conocen expresiones culturales distintas pero
contemporáneas a la saladoide (que en Puerto Rico han sido denominadas
huecoides) las cuales posiblemente también hayan sido generadas en el
continente sudamericano.
Esto ha
demostrado la continuidad de contactos entre las Antillas y el
Continente durante la época, y que las migraciones desde éste fueron
algo ininterrumpido.
Las
Antillas en ningún momento del proceso de poblamiento fueron comunidades
aisladas. La interacción en esas comunidades y los elementos envueltos
en ellas comprendieron importantes factores de carácter social, político
y religioso, además de adquirir matices diferentes en distintos
momentos.
Durante
la primera etapa de poblamiento arawaco en las Antillas las relaciones
de intercambio con el continente fueron acentuadas, lo que aseguraba el
mantenimiento de relaciones entre los ocupantes iniciales y sus
comunidades matrices.
El
asentamiento y adaptación a las Antillas de los primeros emigrantes
Arawacos dio lugar, en la última etapa de la historia pre-colonial
caribeña, a desarrollos culturales locales basados en lo arawaco como
tronco esencial y en la relación con los descendientes de los pobladores
iniciales arcaicos. La relación o interacción entre los descendientes
de los primeros arcaicos y los nuevos emigrantes Arawacos hoy es vista
como un factor clave para explicar el carácter de los desarrollos
locales, y también para explicar las propias variaciones y diversidad
que contiene la cultura taína.
El
antecedente más directo en cuanto al desarrollo local del mosaico
multicultural reconocido como cultura taina en las Antillas Mayores se
encuentra precisamente en la expresión cultural denominada ostionoide,
que se generó en el oeste de Puerto Rico y al este de la Isla Española,
la que a su vez se derivo, de las migraciones arawacas y de los procesos
de interacción con los grupos arcaicos precedentes.
Ese
mosaico cultural se fue consolidando como resultado de procesos
complejos y centenarios que tuvieron lugar en el contexto de las
Antillas, y se ha sugerido denominarle el mosaico cultural de la
tainidad, idea que suscribimos plenamente.
En
síntesis, el mosaico multicultural precolombino y el concepto
arqueológico de tainidad podemos resumirlo en el esquema siguiente:
Diversidad – interacción – transculturación (transformación).
Hubo hibridación, sincretismo y finalmente mestizaje o transculturación entre los distintos grupos de pobladores aborígenes.
Referencias.
Ulloa
Hung, Jorge (2013). Hacia una arqueología en la Isla de la Española.
Nuevos enfoques, perspectivas y desafíos de una ciencia. Museo del
Hombre Dominicano, Papeles Ocasionales No. 17. Santo Domingo, R.D.,
pp.46.
- (2012). La cultura taina y las bases de lo caribeño en Tesoros del arte taíno. Centro Cultural Eduardo León Jiménez, Generalitat Valenciana and IVAM Centre Julio González, . pp. 13-47.
Veloz
Maggiolo, Marcio (1991). Panorama histórico del Caribe Precolombino
(Edicion del Banco Central de la República Dominicana). Santo Domingo,
R. D., Editora Corripio, C. por A., pp. 262.
(1976). Medio ambiente y adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo, Tomos I-2, Santo Domingo, R. D., Editora de la UASD.http://generatiodigital.opennemas.com/articulo/cultura/mosaico-multicultural-precolombino-isla-espanola-y-antillas/20111011194408000215.html
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