martes, 10 de febrero de 2015

Amín Abel Hasbún: Revolucionario con grandes virtudes y fortalezas ¿Cometió un liberalismo?

Amín Abel Hasbún: Revolucionario con grandes virtudes y fortalezas ¿Cometió un liberalismo?

Publicado: 24 septiembre, 2013 en DESAHOGÁNDOME
Por Bienvenido Scharboy
 https://scharboy2009.wordpress.com/2013/09/24/amin-abel-hasbun-revolucionario-con-virtudes-y-fortalezas-cometio-un-liberalismo/
Joaquin-Balaguer.-Amin-Abel-Hasbun-e1372443854615-300x296Hace varios días, en mi convalecencia por las consecuencias de un accidente de tránsito pensaba que aspecto diferente podíamos abordar en este espacio, relacionado a la vida del inmortal Amín Abel Hasbún, a propósito del 43 aniversario de su vil asesinato, que no fueran las tradicionales virtudes que adornaron su breve; pero fecunda vida y que son las que siempre se resaltan.
En esos pensamientos pulularon ideas como el contenido de su inconcluso ensayo “América Latina Busca su Camino”, entre otras facetas.
Sin embargo, hoy 24 de septiembre, un comentario en el muro del querido hermano Amauris Taveras, del señor Guillermo Rodríguez me motivó a escribir sobre lo que muchos, en privado, han criticado como un error y liberalismo de Amín, de ir a su casa en momentos en que se desataba una cacería para eliminarlo físicamente.
Por estas razones, presento algunas ideas divergentes con esa apreciación, sin temor a que me contradigan otras personas que vivieron esa época y tuvieron vivencias personales, que no tuve, pues, solo me baso en relatos obtenidos en indagatorias sobre el tema en mis años de militancia en el Movimiento Popular Dominicano (MPD), pero las doy a conocer siempre motivado es incentivar el debate con altura, respetando siempre los criterios divergentes.
Para contextualizar sobre mi posición, aquí va primero lo que escribió el señor Guillermo Rodríguez:
“Amín no tuvo quien lo defendiera como se debió, primero porque salió de las filas del 14 de Junio pensando que el MPD sería el partido de la clase trabajadora y sin darse cuenta cayó en una situación en donde lo que había era una lucha de los Maoístas de entonces. Es decir el MPD se desmigabaja entre quienes eran los representantes no de esa clase trabajadora sino de ese Maoísmo que creo tantas divisiones no solo en nuestro país y en China sino en todo el continente. Se Fraccionó este movimiento que tuvo en un momento el control del PRD en varios grupos y a la muerte de Amín, un hombre noble, no se mantuvo un frente de lucha para llevar a sus asesinos a los tribunales como paso con la muerte de Orlando Martínez. Porque se enfrentaban los MPDistas y el realmente no fue un hombre solo del MPD! Todavía hay tiempo para enmendar y comenzar un frente para investigar por donde andan los asesinos. Nunca es tarde!”.
Mis ideas sobre lo planteado por don Guillermo
SANTO DOMINGO. No sé si don Guillermo tiene suficientes argumentos o pruebas vivenciales para sostener que el MPD en su momento no defendiera a Amín, la cual creo es falsa y deja entrever que su organización no lo protegió porque venía del Movimiento Revolucionario 14 de Junio y no es así. Por un asunto de edad, no tuve el privilegio de estar organizado en la época de “El Turco”; pero me organicé en el MPD en 1975, cuando apenas yo tenía 15 años y estuve en esa organización hasta el 1992.
Siempre he sostenido que Amín hay que desmitificarlo y verlo como lo que fue: un gran revolucionario, de carne y hueso, con grandes virtudes, aciertos y errores, con fortalezas y debilidades. Lamentablemente solamente destacamos sus virtudes y nunca mencionamos sus defectos o errores, lo que impide abrevar en esas malas experiencias para no repetirlas. Esto es extensivo a otros revolucionarios y revolucionarias de entonces, que sucumbieron víctimas del liberalismo y la subestimación del enemigo. ¿O era que su firme convicción los y las llevaba a subestimar los peligros y mandar “al diablo la seguridad”, por el cumplimiento del deber?
Recuerdo que un día en una actividad organizada por el Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel (Felabel), en uno de los primeros aniversarios de su fundación, en el comedor de la UASD, sobre la vida del más destacado dirigente estudiantil dominicano, me paré y reflexioné en torno a que no entendía como un hombre de la grandeza de Amín, a sabiendas que lo buscaban para matarlo y que incluso horas antes de su asesinato habían acribillado a un joven, en una calle de Santo Domingo, porque lo confundieron con él, fuera a su casa y permaneciera ahí, por varios días, consciente de que esa vivienda, en la que vivía con su compañera iba a estar súper vigilada.
Este atrevimiento de un “carajito” de apenas 16 ó 17 años me costó muchas críticas, las que me dieron la impresión de que nadie había cometido la osadía de reflexionar sobre esta decisión del inmortal Amín Abel Hasbún y de seguro me restaron méritos por mis pocos años de militancia revolucionaria.
Más tarde, en ese afán y curiosidad por conocer qué llevó a Amín a ir donde su compañera Mirna Santos, arriesgando su vida y en conversaciones con antiguos y actuales dirigentes del MPD, encontré dos o tres versiones.
La primera, que alegadamente Amín había burlado a los integrantes del equipo de seguridad que lo cuidaba y se fue a su casa matrimonial, desoyendo la línea partidaria que le prohibía ir a ese lugar para mantener su integridad.
La segunda versión da cuenta que Amín había pactado reunirse con un alto dirigente del Comité Central en su casa, que por respeto a sus descendientes no mencionaré y porque falleció hace varios años, luego de pasarse a las filas del enemigo. Al este personaje no presentarse y asesinar a Amín, muchos sospecharon que se trataba de un delator. Repito es una versión que siempre ha circulado por lo bajo, sin decirla públicamente.
Asimismo, a la espera de este citado encuentro, siempre de acuerdo a dirigentes de la época, es que Amín permanece varios días escondido en la habitación de su casa; pero hubo un día, que cruzó por la sala y según reseñas periodísticas fue detectado por agentes de los organismos de seguridad, por medio de un telescopio instalado en un banco que había en la San Martín, casi frente a la casa.
Luego años más tarde, en el proceso de investigación para escribir su libro “Amín Abel Hasbún, un Gigante Dormido”, a Fidel Santana, a quien considero un hermano y con quien libre muchas jornadas de lucha, en mis años de militancia en el MPD, el Felabel, el Falpo y otras estructuras, le relataron que en esos momentos previos a su asesinato, Amín estaba acorralado por ciertos problemas familiares, lo que lo llevaría a ir donde su compañera, aún a costa de perder la vida.
Entre esos problemas estuvo el que su padre don Mahoma Abel le prohibió ir a su casa materna, porque el hermano de Amín, Faisal, sentía temor cuando los cuerpos represivos allanaban la vivienda buscándolo a él.
Sobre este y otras situaciones familiares, Fidel no quiso dar detalles en su libro, razón por la que también me reservo mencionarlas; pero hay documentadas y ojalá algún día se publiquen, para que las futuras generaciones no se hagan la misma pregunta que me asaltó a mi sobre las razones que empujaron a Amín a ir a su casa matrimonial.
Como seres humanos terrenales, los revolucionarios y revolucionarias aunque llevemos la firmeza como la roca, o el hierro, también tenemos debilidades y así como lloramos por el dolor ajeno, hay vivencias y situaciones en nuestro entorno familiar o con seres cercanos que laceran nuestro espíritu, y nos hacen tambalear, aunque parezcamos murallas que nada ni nadie derriba.
Con esto no quiero rebajar la estatura moral y política de Amín, ni restarle méritos, jamás, eso no está en discusión y yo no tengo calidad moral ni política ni intelectual para cuestionarlo. Mi único interés es que veamos a nuestros héroes y heroínas como seres humanos de carne y hueso y además que se asimilen las malas experiencias que han llevado a este país a perder para siempre a grandes hombres y mujeres en el proceso histórico de construcción de una mejor sociedad.
Por estas razones no creo en la aseveración de don Guillermo de que Amín no tuviera quien lo defendiera.

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