El Complejo de Yarmuk, una serie de plantas militares cerca de Jartum, que fue bombardeado cinco minutos después de la medianoche del miércoles 24 de octubre, por cuatro cazabombarderos, recientemente empezó a fabricar misiles balísticos iraníes tierra-tierra, misiles Shehab bajo licencia de Teherán, según han desvelado fuentes militares y de inteligencia de Debkafiles. Fuentes de inteligencia occidentales no han revelado qué tipo de misiles Shehab se está ensamblando en Sudán, pero ellos creen que la producción de Yarmouk tenía la intención de servir como material de reserva estratégica de Teherán en caso de que su arsenal balístico fuera alcanzado por los bombardeos israelíes.
La Fuerza Aérea de Israel tiene un largo historial de ataques preventivos para la destrucción de misiles de largo alcance de un enemigo en las primeras etapas de un conflicto. En junio de 2006, por ejemplo, la IAF destruyó el 90 por ciento de los misiles de largo alcance de Hezbolá en las primeras horas de la guerra del Líbano.
Los videos de las explosiones causadas por el ataque aéreo sobre Sudán mostró grandes cantidades de bengalas de fósforo en el cielo, lo que sugiere que un gran arsenal fue demolido junto con el equipo de fabricación.
Las fuentes occidentales no divulgaron información acerca de las idas y venidas de los especialistas de misiles iraníes o si el gobierno de Bashir habría dado permiso a Teherán a llevar a cabo ataques desde Sudán contra objetivos en Oriente Medio, a cambio de la adjudicación de una serie de misiles para el ejército sudanés. Lo único que dijeron es que las estructuras del complejo han sido completamente arrasadas por los bombardeos aéreos y el posterior fuego.
Sudán acusa a Israel del ataque y dijo que se reservaba el derecho a responder en el momento y las circunstancias de su elección. Las autoridades israelíes se negaron a comentar en respuesta a las acusaciones.
Si efectivamente Israel fue el responsable del bombardeo, es posible postular los siguientes objetivos:
1. Su fuerza aérea voló 1,800-1,900 kilómetros para llegar a la fábrica de armas de Sudán, a una distancia superior a los 1.600 kilómetros de la planta de enriquecimiento iraní de Fordo que está bajo tierra. Esta operación puede haber tenido la intención de mostrar a Teherán que la distancia no presenta ningún obstáculo para un ataque israelí sobre su programa nuclear.
2. La IAF tiene una eficiente capacidad de vuelo de reabastecimiento.
3. El ataque tendría capacidad de degradar la capacidad de Irán para tomar represalias por un potencial ataque de Israel o de EE.UU..
Si fue llevado a cabo por Israel, habría que añadir un tercer elemento a la lista de ataques clandestinos en los que Irán e Israel parecen estar involucrados en los últimos tres meses.
El 17 de agosto, las líneas de alimentación de Fordo fueron saboteadas, interrumpiendo el trabajo de enriquecimiento que tiene lugar allí y causando que algunas de las centrifugadoras avanzadas se prendieran fuego.
El 6 de octubre, un avión stealth iraní fue lanzado desde el Líbano hacia el espacio aéreo israelí y fotografió sus instalaciones militares más sensibles, así como el reactor nuclear de Dimona antes de que Israel lo derribara.
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