Un avión no tripulado puede revolucionar la arqueología
Hace 1 h 40 min
No tiene sombrero ni látigo,
pero con sus cámaras y sus sistemas de mapeado este avión no tripulado
puede hacer en poco tiempo lo que un equipo de arqueólogos realizaría en
años de minuciosa excavación (e Indiana Jones en todo un largometraje).
El nombre de la nave ya es sugestivo: SUAVE, y
deriva de las siglas en inglés de 'vehículo aéreo semi-autónomo no
tripulado', también conocidos como drones.El drone incorpora cámaras especiales, programas informáticos y sistemas de mapeado geográfico que permitirán recrear en 3D la estructura de este antiguo asentamiento inca construido en la era colonial.
Los secretos de Mawchu Llacta
Según explicó el equipo de investigadores, Mawchu Llacta está compuesto de una serie de edificaciones de bloques regulares del tamaño de 25 canchas de fútbol que fueron construidas por los españoles en 1570 para alojar a poblaciones incas. El lugar fue misteriosamente abandonado en el s.XIX.Mapear un yacimiento de tal envergadura podría llevar años. Pero gracias a las cámaras, los Sistemas de Información Geográfica (GIS por sus siglas en inglés) y los algoritmos integrados en programas específicos, los arqueólogos esperan que el drone realice la tarea en cuestión de minutos.
"Para saber algo de sociedades pasadas necesitamos ser capaces de ubicar sus restos materiales con el contexto más completo posible. El mapeado es por lo tanto la base de la investigación arqueológica”, explicó a BBC el profesor Steven Wernke de la Universidad de Vanderbilt.
"Mawchu Llacta está ubicado a una altitud de 4.100 metros, lo que lo convierte en un buen lugar para probar los límites de esta tecnología en lo que respecta a la altitud”.
El mapeo del área permitirá a los investigadores entender el yacimiento, que en su día fue uno de los mayores asentamientos forzados de la historia. Los españoles trasladaro a esta ciudad planificada a alrededor de 1.5 millones de nativos andinos.
"La planificación arquitectónica era uno de los conceptos base de los españoles que pensaban que estaban haciéndolo para civilizar, convertir y subyugar a la población andina”, apuntó Wernke.
Ojos en el aire
"Teniendo en cuenta el ritmo de saqueo y destrucción de los yacimientos arqueológicos en el mundo, es también interesante contar con medios para registrarlos digitalmente”, afirma la profesora Julie Adams, co-desarrolladora del proyecto.
El aparato volador es los suficientemente pequeño como para transportarse en una mochila y Adams espera que pueda ser utilizado fácilmente por grupos de arqueólogos.
"Queremos proporcionar a los arqueólogos la capacidad de usar estos sistemas sin necesidad de contar con ingenieros y expertos en tecnología”, aclaró.
El investigador de la Universidad de Cambridge Tom White aprecia sobre todo este último aspecto del sistema.
"Si se pudiera tan sólo hacer volar esta cosa sería una forma barata de obtener datos aéreos de alta resolución”, dijo a BBC.
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