Fotomicrografías
de dos especies de ácaros antiguos descubiertos en gotas de ámbar de
230 millones de años en el noreste de Italia. Los ácaros recibieron los
nombres científicos de Triasacarus fedelei, a la izquierda, y Ampezzoa
triassica. (Foto AP/A. Schmidt, Universidad de Göttingen, Proceedings
of the National Academy (Procedimientos de la Academia Nacional de
Ciencias)
Foto: The Associated Press
Tres
insectos antiguos fueron encontrados bien preservados en ámbar, la
trampa más antigua para este tipo de criaturas sobre la Tierra, dijeron
investigadores.
Los
insectos encapsulados en ámbar evocan la cinta "Parque Jurásico", pero
los restos de los seres descubiertos en fecha reciente son incluso más
antiguos.
Tienen
230 millones de años, lo que los coloca en el periodo Triásico, unos
100 millones de años antes de las criaturas hasta entonces más antiguas
atrapadas en resina fosilizada de árbol, o ámbar.
La resina pegajosa de árbol es como la savia, pero no contiene agua y es insoluble en ella.
Los investigadores examinaron laboriosamente 70.000 gotas de ámbar encontradas en el nordeste de Italia.
Una
de las gotas de ámbar tenía pegados un par de ácaros y parte de una
mosca. Los ácaros son demasiado pequeños para ser advertidos a simple
vista y la mosca es mas chica que una mosca de la fruta, dijeron los
investigadores.
El
descubrimiento fue difundido el lunes en la publicación Proceedings of
the National Academy of Sciences (Procedimientos de la Academia Nacional
de Ciencias).
Aunque
se han encontrado en fósiles insectos más antiguos, éstos son
diferentes porque no están comprimidos y están mejor preservados, señaló
el autor y director del estudio, David Grimaldi, curador del Museo
Estadounidense de Historia Natural en Nueva York. Es posible ver más
detalles, señaló Grimaldi.
"Esa
es una de las grandes propiedades del ámbar. Es posible hacer esta
comparación detallada con las especies vivientes", señaló Grimaldi.
Cuando
Grimaldi comparó los ácaros antiguos con los descendientes modernos de
éstos, quedó sorprendido por la similitud entre ellos. Salvo por la
diferencia en la boca y menos número de patas, son los dobles muertos de
los de los ácaros (modernos) que viven en las agallas", señaló. Los
ácaros modernos pueden encontrarse en las burbujas o agallas en las
hojas de las plantas.
Este es un aspecto sorprendente debido a que el mundo mismo ha cambiado bastante desde la época en que vivieron estos insectos.
En
aquel entonces, existía un sólo continente gigantesco, algunos
dinosaurios primitivos y no había plantas que dieran flores. Los ácaros
viven ahora en plantas que florecen, pero sus ancestros deben haber
vivido en los árboles, señaló Grimaldi.
Derek
Briggs, director del Museo de Historia Natural Yale Peabody y ajeno a
la investigación, consideró el descubrimiento tentador. Señaló que
podría contribuir a que los investigadores tengan un mejor entendimiento
de la evolución de la vida en la Tierra.
Fuente: publimetro.cl
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