Recordando que la venta de antigüedades es la segunda fuente de financiación del Estado Islámico
Las autoridades sirias incautan antigüedades robadas en Palmira
Si ya se conocía que el petróleo es la principal vía de financiación de los extremistas del Estado Islámico, la segunda puede resultar sorprendente: la venta de antigüedades supone ya el segundo flujo más importante de ingresos para los extremistas por lo que les conviene sólo destruir piezas arqueológicas de Museos que son copias o que no pueden trasladar.
En un intento por cortar esta vía de enriquecimiento, la ONU ha prohibíedo la compra de antigüedades procedentes de Siria, además de la compra de petróleo procedente del 'EI'. El veto afecta también al 'Frente de al Nusra', aliada de al Qaeda en la región. El grupo terrorista 'EI' fue nombrado hace unos meses el grupo terrorista más rico del mundo, gracias a que ha ocupado zonas ricas en petróleo en Siria e Irak. En noviembre se calculó que sus ingresos diarios rondaban los 850.000 a 1,65 millones de dólares, y sólo en la venta de crudo.
En el caso de las antigüedades, el valor se ha disparado en toda la región. Según informa el Wall Street Journal, el precio de antigüedades importadas de Siria ha crecido un 134% hasta los 11 millones de dólares en 2013. Aunque el total de venta ilícita es difícil de evaluar, el diario lo cifra en 100 millones de dólares al año. Académicos opinan que la mayor parte del mercado es organizado y controlado por el 'EI'.
Algo que intenta parar ahora la ONU. Han sido 35 los países que han cofirmado la resolución del ente, hecha este jueves, que pide que todo el mundo haga el máximo esfuerzo para salvaguardar los monumentos y la herencia cultural e histórica del país. Además, ha pedido que los gobiernos no paguen rescates por rehenes del grupo. Una declaración que hace especial referencia, a modo de bronca, a aquellos países, como Italia, Francia y España, que se cree han pagado dinero a los terroristas.
Países como Reino Unido o Estados Unidos se niegan a pagar dichos rescates, una firme defensa de sus valores que han tenido que pagar con las muertes de los rehenes Jim Foley, Steven Sotloff, David Haines, Alan Henning y Peter Kassig. Además de los occidentales ha matado a numerosos sirios, iraquíes y otros rehenes de diferentes nacionalidades.
La preocupación por el 'pillaje' de ruinas y de objetos de gran valor histórico se une a otra: el temor por la destrucción de lugares de gran importancia histórica. No sólo a manos del 'EI'. Desde que comenzara la guerra civil en Siria, los distintos bandos han llevado a cabo ataques, a veces de forma inintencionada, contra lugares de gran importancia cultural.
Las universidades estadounidenses de Pennsylvania y el centro Cultural de Antropología de la de Penn han llevado a cabo proyectos para evaluar los daños causados. A través de imágenes por satélite han mostrado la desaparición y daños a importantes monumentos. Entre los lugares más dañados está la mezquita de Aleppo: que ya nunca más será igual.
Patrimonio Mundial, es uno de los casos más flagrantes de cómo la guerra temina con la historia: construida en 715 por la dinastía Umayyad era una de las mezquitas más antiguas del mundo. Una herencia milenaria que quedó hecha, literalmente, polvo en 2013 con la Guerra Civil.
Oldest mosque in world built in 715 Aleppo Syria.faced brutal damage during the Syrian civil war #islamichistory pic.twitter.com/MjA2vLkm50
— Sana Zia (@sanazia5) febrero 5, 2015
Si ya se conocía que el petróleo es la principal vía de financiación de los extremistas del Estado Islámico, la segunda puede resultar sorprendente: la venta de antigüedades supone ya el segundo flujo más importante de ingresos para los extremistas por lo que les conviene sólo destruir piezas arqueológicas de Museos que son copias o que no pueden trasladar.
En un intento por cortar esta vía de enriquecimiento, la ONU ha prohibíedo la compra de antigüedades procedentes de Siria, además de la compra de petróleo procedente del 'EI'. El veto afecta también al 'Frente de al Nusra', aliada de al Qaeda en la región. El grupo terrorista 'EI' fue nombrado hace unos meses el grupo terrorista más rico del mundo, gracias a que ha ocupado zonas ricas en petróleo en Siria e Irak. En noviembre se calculó que sus ingresos diarios rondaban los 850.000 a 1,65 millones de dólares, y sólo en la venta de crudo.
En el caso de las antigüedades, el valor se ha disparado en toda la región. Según informa el Wall Street Journal, el precio de antigüedades importadas de Siria ha crecido un 134% hasta los 11 millones de dólares en 2013. Aunque el total de venta ilícita es difícil de evaluar, el diario lo cifra en 100 millones de dólares al año. Académicos opinan que la mayor parte del mercado es organizado y controlado por el 'EI'.
Algo que intenta parar ahora la ONU. Han sido 35 los países que han cofirmado la resolución del ente, hecha este jueves, que pide que todo el mundo haga el máximo esfuerzo para salvaguardar los monumentos y la herencia cultural e histórica del país. Además, ha pedido que los gobiernos no paguen rescates por rehenes del grupo. Una declaración que hace especial referencia, a modo de bronca, a aquellos países, como Italia, Francia y España, que se cree han pagado dinero a los terroristas.
Países como Reino Unido o Estados Unidos se niegan a pagar dichos rescates, una firme defensa de sus valores que han tenido que pagar con las muertes de los rehenes Jim Foley, Steven Sotloff, David Haines, Alan Henning y Peter Kassig. Además de los occidentales ha matado a numerosos sirios, iraquíes y otros rehenes de diferentes nacionalidades.
La preocupación por el 'pillaje' de ruinas y de objetos de gran valor histórico se une a otra: el temor por la destrucción de lugares de gran importancia histórica. No sólo a manos del 'EI'. Desde que comenzara la guerra civil en Siria, los distintos bandos han llevado a cabo ataques, a veces de forma inintencionada, contra lugares de gran importancia cultural.
Las universidades estadounidenses de Pennsylvania y el centro Cultural de Antropología de la de Penn han llevado a cabo proyectos para evaluar los daños causados. A través de imágenes por satélite han mostrado la desaparición y daños a importantes monumentos. Entre los lugares más dañados está la mezquita de Aleppo: que ya nunca más será igual.
Patrimonio Mundial, es uno de los casos más flagrantes de cómo la guerra temina con la historia: construida en 715 por la dinastía Umayyad era una de las mezquitas más antiguas del mundo. Una herencia milenaria que quedó hecha, literalmente, polvo en 2013 con la Guerra Civil.
Oldest mosque in world built in 715 Aleppo Syria.faced brutal damage during the Syrian civil war #islamichistory pic.twitter.com/MjA2vLkm50
— Sana Zia (@sanazia5) febrero 5, 2015
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