OSCAR DE LA RENTA.....
El Olor que
definitivamente me remonta a mi niñez es el de la flor del Ilan-Ilan ,
arboles que aún se conservan en el parque Independencia de esta Ciudad.
Oscar de le Renta lo utiliza en sus perfumes.Jaime Enrique De Marchena, Santo Domingo, República Dominicana”
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Conocí a Oscar Renta Fiallo durante una época en la que comenzaba a
trajinar por el reducido mundo de mi país, allá por los finales de los
años cuarenta. El tendría unos catorce o quince años, y yo once o doce.
Nos veíamos con frecuencia en el Parque Independencia, que entonces
lindaba, de norte a sur, con la calle Pina. Recuerdo que él iba a ese
lugar en busca de las flores de un árbol de ilan ilan, que se encontraba
en el lugar donde estaba la “rosa de los vientos”. De poco hablar, no
obstante decía que el perfume de esa flor era algo que le fascinaba. De
hecho, con la combinación de esa fragancia y otras, se produjo su
perfume “Pour Lui”, según he sabido.
“El Olor que definitivamente me remonta a mi niñez es el de la flor
del Ilan-Ilan , arboles que aún se conservan en el parque Independencia
de esta Ciudad. Oscar de le Renta lo utiliza en sus perfumes.
Jaime Enrique De Marchena, Santo Domingo, República Dominicana”
Jaime Enrique De Marchena, Santo Domingo, República Dominicana”
Pasaron los años, y en el año 1968, estando yo como director de la
Oficina de Patrimonio Cultural (OPC), se presentó Oscar a mi oficina. El
placer de verlo, y en mi despacho, fue inmenso. Aunque todavía no se
había convertido en lo que llegó a ser, sentí que su presencia me
transportaba al Parque Independencia. Después de un abrazo, entre viejos
amigos, le pregunté cual era el motivo de su visita. Su respuesta no se
hizo esperar, tenía interés en adquirir una casa antigua en la Ciudad
Colonial, y pensó en mí para que lo ayudara. Le propuse un recorrido por
el mejor de los sectores del centro histórico, y sin pensarlo dos veces
salimos rumbo a ese sector.
Después del recorrido me manifestó que la
casa ubicada en la calle Padre Billini, justamente a un costado del
Parquecito del mismo nombre, y junto a la nuestra, en la que Manuel de
Jesús Galván escribió su obra “Enriquillo”, fue la que más le llamó la
atención. Iniciadas las gestiones, para las que hice las veces de
intermediario, me comuniqué con uno de sus propietarios, el Poeta
Franklin Mieses Burgos, quien estuvo de acuerdo en vender.
Lamentablemente la negociación no prosperó. Oscar hizo una oferta por
debajo de lo que aspiraban los propietarios, y ahí quedó todo. Lo que
lamenté enormemente. Posteriormente, la casa fue adquirida por dos
ciudadanos italianos, uno de los cuales era un gran amigo del modista
italiano Gianni Versace.
Tres años después volvimos a encontrarnos.
Una mañana Volvió a mi oficina acompañado de su primera esposa
Francoise Langlade, entonces editora de la edición francesa de la
revista Vogue. La visita fue con motivo de su última colección. Quería
presentarla en Santo Domingo, su ciudad natal, y deseaba que se llevara a
cabo en el Alcázar de Colón. Con el propósito de dar a conocer el
evento, me solicitó la sede de la OPC, incluyendo su patio, donde se
celebró un coctel.
EL sábado 17 de marzo de 1971, de la Renta
presentó su última colección de primavera en los jardines del Alcázar
de Colón, evento que obtuvo un resonado éxito. Con esta presentación
Oscar adquirió una notoriedad en su país, que hasta el momento no había
logrado. Se sabía de sus éxitos en New York y otras ciudades del mundo,
de galardones como el premio Cotty, y otros, se sumaron a su incipiente
notoriedad, que continuó creciendo hasta el día de su muerte.
Posteriormente, estando residiendo en
Miami, fundé con un grupo de amigos la Cámara Dominico Americana de
Comercio, Inc., que tuvo un éxito impresionante. Para celebrar su primer
aniversario nos propusimos llevar a cabo un gran evento social. Y este
fue el motivo para que Oscar y yo volviéramos a encontrarnos. Con la
aceptación de la directiva, y los magníficos comentarios que surgieron,
lo llamé para preguntarle si le interesaba exhibir su última colección
en Miami, y luego de su aceptación viajé, acompañado de otros dos
miembros de la directiva a New York. Era la primera vez que presentaba
una de sus colecciones en La Florida, y el éxito fue rotundo. El evento
se llevó a cabo en el recién inaugurado Hotel Pavillion, ubicado en el
centro de la ciudad. Fue amenizado por la Super Orquesta San José, del
maestro Papa Molina, y contó con la actuación de la vocalista dominicana
Rhina Ramírez.
Desde entonces solamente volví a ver a
Oscar muy ocasionalmente. No obstante debo decir, que el diseñador de
modas dominicano Oscar de la Renta, dejará profundas huellas en nuestro
país, país que él supo llevar bien alto donde quiera que estuvo, y que
desde hace tiempo reunió los atributos para pertenecer al círculo de
dominicanos gloriosos de nuestra época.