La
ruta de la cojoba; una investigación en
los campos de la biogeografía y la
arqueo-etnobotánica
Por Juan
Carlos Román Castañer.
Profesor puertorriqueño graduado en el área de
Historia, con especialidad en Historia Latinoamericana y maestría en Antropología
con concentración en
Arqueología
Fuente:
BAGN. Núm. 118. Vol. 32. Año 2007. Pág. 341-356
La
necesidad de entender las estructuras
socioculturales del caribe precolombino, desde su propia cosmovisión, resalta
la importancia de investigar a profundidad
aquellos elementos estructurales y supraestructurales que juegan un papel central en la
elaboración, organización y sustento de las mismas.
Hoy
día sabemos que las semillas de la planta o árbol de la cojoba contienen
compuestos de probada capacidad psicoactiva;
de hecho estudios confirman un lugar de privilegio a la anadenanthera, entre las plantas con
capacidad psicoactiva vinculada a los compuestos de triptamina por alto
contenido en los mismos. Este hecho fue central en su clasificación del Genus
piptadenia, con más bajo contenido
de triptaminas
al nuevo gentus anadenanthera,
endémica de Sudamérica y de mayor concentración en
compuestos psicoactivos (Reis S.
Von, 1972)
Sumando el importante dato suministrado por expertos
en el campo de la química y las etnobotánicas como Schultres y Hoffmann (2000) que dicen. “Es en el Nuevo Mundo el que ocupa el
primer lugar en cuanto al número, cantidad y variedad y la importancia cultural de las plantas alucinógenas , ya que estas drogas determinan de manera fundamental todos los
aspectos de la vida de sus pueblos
nativos”. Se puede entonces establecer con más claridad la
importancia de estudiar todos los aspectos de la Anadenanthera en el marco
cultural de las Antillas precolombinas.
Chamanismo,
poder político y cojoba.
Como
consecuencia de la abundancia, en la América Indígena es prácticamente imposible
separar la experiencia espiritual de las plantas alucinógenas, pues este
elemento de la religiosidad precolombina está a su vez vinculado a la
antigüedad del chamanismo en el hemisferio. Cabe la pregunta ¿ qué efecto tuvo
esta antigua tradición chamámanica sobre la evolución política de las Antillas
y por extensión y composición en otras culturas indígenas de
este hemisferio? A este respecto Veloz
Magiolo y Daniela Zenin (1999)
<< La importancia de las practicas
mágicas y el tipo de estructura social en el interior de la isla Española
parecen ser contradictorias; por una parte, la sociedad estaba estructurada de
manera jerárquica y con una forma de
gobierno casi proto- estatal, mientras que por la otra los aspectos culturales
o parafernálicos eran en muchos casos triviales y personales. Esto
confirmaría la hipótesis de una sociedad
con una estructura política incipiente
en donde la integración cacical no
estaba rígidamente consolidada y en la
que la figura del bechi que poseía
todavía un poder y un papel central en su condiciones de
chamán>>>
Se
puede afirmar que esta
contradicción puede ser más un producto
de la forma de enfocar el asunto que
otra cosa. Las etapas evolutivas
de la sociedad humana, según la antropología tradicional de sello
occidentalista, postulan un esquema de
jerarquización en la evolución de tribus
a cacicazgos, y de éstos a sociedad –estado, que tal vez resulte inoperante
por rígido, en la formación de algunas
sociedades autóctonas americanas.
Considerando la milenaria travesías de la especie humana en grupos de bandas, moviéndose a través del puente que unía a Siberia con Alaska por el estrecho de Behring, y el aparente hecho de que el chamanismo de
origen siberiano (Deive 1978) sirviera como
un factor de cohesión social a lo largo de esta ruta de milenios y de
millones de millas cuadradas desde Siberia hasta Sudamérica, se podría también considerar la posibilidad de que esta
antiquísima tradición religiosa no fuera subordinada o descartada en todas
las formaciones estatales de América.
Cabría
la posibilidad de otra experiencia, de
otra forma de organizar una sociedad al
nivel estatal que incorpora elementos de orden chamánico a la
consolidación del poder político. Este
parece ser el caso ilustrado en el
reciente estudio de las ciudades estado mayas a partir del desciframiento de su
escritura a fines del siglo XX. En
un libro de título muy sugestivo
al respecto, los autores de Maya cosmos, three thousand years on the shaman s partj. Freidel And Schele 1993)
Producción,
control y comercio de la cojoba.
El
planteamiento en aclarar la
biogeografía de la cojoba ubicada en
tiempo y espacio como aspecto esencial a un mayor conocimiento de las
sociedades precolombinas antillanas, se encuentra el poder distinguir y
contrastar entre posibles zonas de producción
y zonas de comercio, entre los diferentes cacicazgos; esto tanto a nivel inter-islas como intra-
islas. El nivel de conocimiento actual
solo permite bosquejar esta hipótesis,
aún el poder anunciar su necesidad es ganancia.
Existen
ejemplos en la literatura etnográfica
que nos ayudan a delinear los primeros
pasos de esta investigación. En relación al comercio de las semillas de la Anadenanthera en Sudamérica
encontramos en Alvarsson (1978),
refiriéndose al procesamiento de la Anadenanthera por los indios mataco del
noroeste argentino. En otro ejemplo suministrado por Chagnon ( 1992), en su
conocido
trabajo sobre los indios yanomami. Éste nos dice “the
jungler suppñies several highly prized plant products that the Yonomamo use in
the manufacture of hallucinogenic snuff powdwes.-
En otro
artículo sobre el uso de platas silvestres
en la cultura yanomami, Emilio Fuentes (1980), aporta lo siguiente; En torno al hábitat natural de Fisiomi/Hisiomo, Anadenanthera peregrina.
Ampliamos. Que los grupos ( yanomami) de la región del río Ocamo.. Viven
en la zona más importante de producción
natural de esta droga y tienen de algún modo el monopolio de la misma, y luego,
se agrega Fuentes; “Los Yanomami de esta zona
conocen la ubicación exacta de estos árboles y los explotan entre
diversos grupos locales… La recolección
de los alucinógenos la efectúan los hombres entre los meses de noviembre y
marzo”.
Las
semillas disecadas al fuego se envuelven en hojas de palma formando compactos
embutidos, “es así como son objeto de
abundante comercio (Emilio Fuentes. Los
Yanomami y las plantas silvestres. Fundación La Salle-Antropológica, VOL. 54
Año 1980, pp 31-39).
Wassen
(1979), quien concluye; El rapé de los
indios de Sudamérica que ha sido encontrado en ciertas regiones secas de dicho continente, puede ser utilizado como
quizás otros hallazgos arqueológicos para la identificación de caminos comerciales y migraciones”. Esta
última idea podría indicar un nuevo
camino en la investigación del Caribe precolombino siguiendo la RUTA DE LA COJOBA, hacia y entre
nuestras islas.
El
tomar esta senda nos llevan forzosamente a repasar lo que sabemos de la
biogeografía de la Anandenanthera en su ruta continental y hacia las islas.
La
biogeografía de la Anandenanthera o cojoba.
El
trabajo más complejo sobre la Anandenanthera
en toda su diversidad geográfica en el
hemisferio americano lo siguen siendo el estudio hecho por S. von Reis. (1972). En el mismo la
aurora deja establecido lo siguiente. La autora identifica la primera variedad
como la Anandenanthera peregrina (L.
Spegazzini), la segunda variedad la Anandenanthera colubrina (Vell. Brenan), según Rais.
Parece estar limitada al cono sur, y se encuentra desde el Perú Central al
norte de Argentina y en dirección al nordeste de Brasil.
Con
relación a la primera variedad. La Anandenanthera peregrina, hallamos que
es originaria del norte de Brasil, de la Guayana Británica, de Colombia,
Venezuela, las Antillas, el Sur de Brasil y Paraguay. La segunda la Anandenanthera colubrina, aparece en Argentina, Bolivia,
Paraguay, Perú, y el suroeste de Brasil. Como se verá, algunas regiones
contienen las dos variedades.
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