FEDERICO GARCIA GODOY
Prócer de las letras nacionales
Titán de la literatura dominicana
Federico García Godoy, fue cubano de nacimiento y dominicano de
corazón. Hijo de Federico García Copley y Josefa Godoy, su primer vagido lo
anuncia a la vista de Santiago de Cuba el 25 de Diciembre de 1852, época en que
los patriotas cubanos luchaban por
independizarse de España.
Con motivo de los acontecimientos revolucionarios que irrumpieron en
Cuba el 10 de Octubre de 1886, cuando el General Carlos Manuel de Céspedes, secundando las revueltas
acaudilladas por el General Joaquín
Agüero y el patriota Armenteros lanzó en el Ingenio de La Damajagua el grito de
Guerra Separatista, la familia García Godoy vino a residir
a la ciudad de Santo Domingo de Guzmán
El futuro prócer de las letras nacionales tuvo como verdadero maestro a
su padre, profesor y literato de méritos indiscutibles. En cuanto a idiomas extranjeros, sus estudios
los hizo en el Colegio San Luís Gonzaga
Después de haber residido en
Puerto Plata y Santiago, en dos de los
periodos en que su juventud vigorosa se iniciaba en el conocimiento de los
problemas culturales, se instala en La Vega , ciudad en la cual
contrae matrimonio con la señorita Rosa Ceara y procrea familia. En esa ciudad,
medio propicio a todas las efusiones de la inspiración por el
embrujo de sus paisajes y la
hidalguía y hospitalidad de sus moradores, erige su belvedere, levanta su antena y entre el
fragor de las luchas partidarias que
tanto han menoscabado nuestro desarrollo histórico, capta las múltiples proyecciones de la
cultura
Su aislamiento respecto de los verdaderos centros intelectuales de la época, obra en su
espíritu como un incentivo para la intensificación de los esfuerzos encaminados
a procurarle una posición firme entre
las figuras pensantes del continente
Sus libros, vistos a la luz de los tiempos en que fueron escritos, así
como tomando en consideración al medio desde
el cual fueron dados a la publicidad, representan un esfuerzo heroico. Esa empresa. Llamándola así es para hombres tan altos de talento como de
carácter; porque tal como observa
Clemenceau estudiando la vida de Demóstenes, el príncipe de las ágoras
helénicas, “es muy difícil mantener la
disciplina interior, a menudo severa, que impone el servicio desinteresado de
las causas nobles”.
Federico García Godoy, no sólo
defendió con honra el acervo de la cultura dominicana, sino también
contribuyó a forjarlo con clara inteligencia y adecuada interpretación de
nuestras grandezas y miserias. Si su obra no
estuviese enaltecida por ideas estéticas y filosóficas que enriquecen el
acervo de las letras nacionales, dos razones existen para estudiarla con
verdadero respeto; el patriotismo que
iluminó su vida y el entusiasmo generoso
que inspiró su lucha por el ideal en la noche de nuestras discordias civiles.
En la redacción del “EL PUEBLO”, periódico que se editaba en La Vega en el transcurso de los
años 1896-1899, actuó como gran
decoro; y como director del “EL DIA”, diario de esa misma ciudad,
defendió con coraje en plena
intervención norteamericana, los intereses cívico del pueblo dominicano
Se había iniciado en las faenas
periodísticas en “EL PORVENIR”, decano de la prensa nacional y periódico al
cual corresponde el honor de haber servido de tribuna a los primeros trabajos
literarios de los insignes hombres de letras dominicanos. (Centenares de artículos escritos por García Godoy, se encuentran en periódicos y revistas que existieron en el
país en distintas épocas, tales como: El
Progreso, El Adalid, Sangre Nueva y La Defensa , de La Vega ; La
Cuna de América, Renacimiento, Letras, Comospolita, Blanco y
Negro, El Tiempo, El Siglo, Listin
Diario, La Opinión , Nuevo Diario, El
Combate, El Imparcial, La
Bandera y Bandera Libre, de la ciudad Capital; El Diario, La Información , Cupido y
Anarcos, de Santiago y El Boletín de Noticias de Puerto Planta)
Como periodista se advierte en sus trabajos el mismo estilo que campea en
todos sus libros. La calidad estética de la prosa de Federico García
Godoy, está determinada por la inquietud del estilo romántico influido a
intervalos por la sobriedad del estilo clásico. En todas sus obras, sean éstas
critica o de literatura histórica, fluye un aticismo de equilibrada modalidad.
Hasta cuando exterioriza conceptos de filosofía política conserva la altura de
expresión que da elocuencia a la palabra
Como hombre, Federico García
Godoy no se aparto de lo humano, aunque en su espíritu el germen de lo divino. Frente a la religión, sin ser
librepensador, no concibió el sentido dogmático
de la fe católica, pero en cambio su vida estuvo inspirada por una sincera
admiración a la Excelsa
Figura que alienta y
vivifica el sentimiento cristiano.
Samuel Guy Inman, director de la
revista norteamericana Nueva Democracia, emplazando imaginariamente en una entrevista de fuerte evocación, cinco
años después de su muerte, “el venerable
literato cuya fama literaria era orgullo de toda la América Latina y de España”
como dice él – se refiere al patriotismo de Federico García Godoy, y se lamenta de que
hubiese muerto algunos años antes
que Charles E. Young desempeñara las funciones de ministro de los
Estados Unidos en la República Dominicana ,
ya que le habría gustado introducirlo al hospitalario salón en que el notable diplomático recibía a todos los sábados a un
grupos de poetas dominicanos para leer
la literatura nacional
Por desgracia, Federico García Godoy llevándose en su alma la tragedia
del imperialismo estadounidense. Desparramando entonces como un vendaval
sobre las tierras en la América Hispana. El sólo supo de las prácticas
antidiplomaticas de los Ministros Russell
y Sullivan, partidarios declarados de la fuerza; la misma fuerza que declara fuera de la Ley y destruye su obra “EL DERRUMBE”, grito de próstata de un
hombre herido por las cadenas de la esclavitud
Cuando en su hogar de La
Vega , cae titán en
brazos de las percas con un libro abierto entre sus manos, el 12 de febrero de 1924, no había experimentado los
sacudimientos emocionales que a
todo buen hispanoamericano produjo la Política del buen vecino,
felizmente desarrollada por el Presidente Roosvelt. El se marcho para siempre
con la garganta ardida aún por la
efervescencia patriótica de sus
conferencias y discursos del
“Teatro La Progresista ”
verdaderas cátedras de dignidad nacionalista y de coraje cívico
El critico
Como crítico, Federico García Godoy fue generoso siendo justo en la
apreciación y transigente sin dejar de
ser sincero con sus propias
convicciones. Su crítica era orientada a juzgar la vida y la obra de los
grandes hombres. Dijo cuanto considero menester, sin
incurrir en la grave
Dad del término sentencioso. Observó lo grande del pensamiento
dondequiera que éste se columbrase, con
visión universal. Partiendo de la según la cual toda crítica es la respuesta de un espíritu a
otro espíritu que ha logrado excitar la atención reflexiva a
avivar notablemente la sensibilidad, la
hace radicar en un impresionismo personalista tanto más valioso
cuanto mejor refleje los sentimientos experimentados al correr, viajero
de emociones imprevistas, las páginas de
un libro.
Como crítico tuvo las dos
orientaciones supremas que inspiraron todos los actos de su vida espiritual; la
verdad y la belleza. Ante la primera vivió su pensamiento en perenne
genuflexión; ante la segunda vibraron todas sus fibras sensoriales, como si el coraje del
sentimiento, sublimándose en el éxtasis, fuese capaz de dar a plenitud
la sensación de lo infinito
Sin separar el arte y la belleza
de las condiciones de universalidad que
deben atesorar para mejer cumplimiento de sus finalidades estéticas, rechaza la
fórmula de el arte por el arte, fatal a juicio
suyo por las producciones insustanciales que ha originado , alejando el espíritu creador
de la resonancias necesarias al concepto de evolución artística, y se declara
partidario del arte en movimiento de función social
Vinculado a las costumbres autóctonas, al contenido psicológico y a las
finalidades prácticas, el ideal artístico se nacionaliza sin dejar de ser
universal en sus proyecciones. Como resultado de
la idea nacionalista que sustenta
respecto del arte, aboga por un
nacionalismo literario llamado a robustecer el concepto de patria hasta darle
la modalidad de ideas forces que preconiza Fouiollée
La concepción del nacionalismo
literario broita en García Godoy al conjuro del americanismo literario que nace
con las producciones de Rodó, Ugarte y Rufino Blanco Fombona.
Tras el estudio y conocimiento
de la literatura universal en sus condiciones
fundamentales,. Surge la idea de una literatura continental en la cual debe estar asentada la
esencia de nuestra personalidad, y
como consecuencia de ésta, el
advenimiento de una literatura nacional inspirada en los propósitos que
sustenta García Godoy. El concepto de nacionalidad en filosofía, estética y
arte, es posterior al concepto de universalidad.
El hombre se hace más apto
para asimilar, el contenido su propia
esencia, después que se ha
preparado para captar la quididad, el contenido ontológico
de sus congéneres. En este caso el movimiento es deductivo, vive de lo general
a lo particular, de lo complicado a lo simple. Realizada la concepción universalista, entonces se produce
el movimiento inductivo, el movimiento
inverso, el que generaliza la idea particular proyectándola hacia el mundo.
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