domingo, 18 de enero de 2015

Metro de Moscú, el museo más barato y sorprendente


Hay 12 líneas y 196 estaciones en el metro de Moscú, 44 de ellas han sido reconocidas como objetos de patrimonio cultural. El suburbano más bonito del mundo transporta a más de siete millones de pasajeros al día y es el quinto más ocupado del mundo. Para el 2020 se prevé la construcción de 78 nuevas estaciones, lo que aumentará la extensión del suburbano en más de 160 kilómetros.
La línea Koltsevaia (anular o circular) es única. Según la leyenda, Iósif Stalin, al escuchar un informe del desarrollo del metro por enésima vez, puso una taza de café sobre el plan del proyecto dejando una mancha redonda sobre la hoja que acabo convirtiéndose en su trazado. Sea verdad o no, esta línea tiene las estaciones más bonitas del metro y ocupa una parte significativa de nuestra ruta.
En la parte sur de una de las estaciones, Sportívnaia, se ubica el museo del metro, que es de entrada libre. Allí puede encontrar monedas de 5 kopeks y torniquetes de roble con un olor único.
Elektrozavódskaia

Fuente: TASS / Stanislav Krasilnikov
Empiece por esta situación de la línea Arbatsko-Pokróvskaia, color azul marino, ubicado al este de la ciudad. Originariamente iba a ser una central eléctrica y servía para estudiar la luz y la producción industrial. Su techo tiene 318 lámparas originales y la decoración del vestíbulo central describe el trabajo de la central y sus obreros.
Ploshchad Revolutsii

 Source: Photoxpress
A dos estaciones del primer punto de la ruta encontrará “Ploschad Revolutsii” (Plaza de la Revolución), estación diseñada por el famosos arquitecto Alexéi Dushkin y que cuenta con 76 esculturas de bronce. Una de las tareas más difíciles para el escultor Matvéi Manizer era hacer que estas obras, hechas a tamaño real, cupiesen en los pequeños nichos de la estación.  Los estudiantes creen que frotar la nariz del perro que tiene el guardia fronterizo trae buena suerte en los exámenes. Además, se dice que tocar el pie de la estatua es una cura para una relación infeliz.
Arbátskaia

Fuente: TASS / Aleksander Katkov
La próxima parada es parte de parte del centro de transbordos más grande de Moscú, ya que consiste de tres estaciones y es la segunda estación más larga, después de Vorobiovi Gori. En la estación Arbátskaia en la línea Filevskaia (no se conecta directamente con esta estación Arbátskaia) hay una barata, y auténtica, cafetería para los empleados del metro. Aunque la planearon para su personal todo el mundo es bienvenido. Está ubicada cerca del último vagón y el horario de apertura es de lunes a viernes de 7 a 18 horas.
Kíevskaia 

Fuente: Lori / Legion Media
Continúe su recorrido en Kíevskaia, línea Koltsevaia. Esta estación completó la línea circular y fue uno de los proyectos fetiche de Nikita Jruschov.  Este mandatario soviético fue electo Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista en 1953 y aprovechó la ocasión para construir una estación dedicada a su patria, Ucrania. Los 18 mosaicos están incrustados en un marco de estuco con motivos tradicionales de ornamentos ucranianos y cuentan la historia de relaciones ruso-ucranianas desde que los cosacos de Zaporoshie se unieron a Rusia y prestaron juramento al zar ruso.
Dato curioso: en uno de los mosaicos de 1954 parece que un oficinista está con su portátil y teléfono móvil. En realidad se llama “la lucha del poder soviético en Ucrania”, y muestra a un guerrillero con un teléfono ordinario de campo.
Belorússkaia

Fuente: TASS / Aleksander Katkov
Otro punto de la línea circular. Los arquitectos crearon los “arabescos” de Belorússkaia inspirándose en las bóvedas de las villas de la Roma Antigua. En el centro del techo hay 12 pinturas que ilustran la vida del pueblo bielorruso y el suelo describe técnicas de bordado y ornamentos bielorrusos. En el 1951 los arquitectos que crearon la estación fueron galardonados con el premio de Stalin por este trabajo.
Novoslobodskaia

Fuente: Ria Novosti / Aleksander Krivobok

Seis de las 32 vidrieras describen “profesiones liberales”: arquitecto, geógrafo, artista, ingeniero energético, agrónomo y músico. En las demás hay cuadros geométricos y estrellas de cinco puntos, hechas de cristal que estaba guardado en la catedral de Riga (Letonia). Se trata del último proyecto del arquitecto Dushkin. En la pared frontal de la sala central aparece un mosaico del artista Pável Korin, que representa a una mujer cargando un niño y supuestamente se parece a la esposa del arquitecto. Ambos arquitectos metieron una moneda en la mezcla para el esmalte para pedir un deseo.
Komsomólskaia

Fuente: photoxpress

Fue diseñada para ser uno de los puntos más transitados del transporte urbano. Su interior es lo primero que ven los que llegan en tren a la capital rusa, ya que es la más cercana a uno de los nodos de tren más importantes de la ciudad: la Plaza de Tres Estaciones. Komsomólskaia fue el punto culminante del estilo imperial del metro de Moscú, creado en época de Stalin. Cuenta con motivos del barroco de Moscú, estilo anterior a la Revolución, y recibió el primer premio en la exposición Internacional en Bruselas en 1958.
Chístie Prudí

Fuente: photoxpress
Pase a la línea roja (Sokólnicheskaia) hasta llegar a Chístie Prudí. Durante la Segunda Guerra Mundial en su interior se ubicaban las oficinas del jefe del Estado y de la defensa antiaérea. Los trenes no hacían parada allí y la plataforma estaba aislada por pantallas de contrachapado, ya que allí estaba la oficina de Stalin y su centro de comunicaciones. Los trenes alteraban las transmisiones telegráficas y el ruido causaba que los documentos se cayeran de los escritorios. 
Novokuznétskaia

Fuente: Lori / Legion Media
Vaya después a Novokuznétskaia (haciendo transbordo en Turguénievskaia y Tretiakóvskaia). Los mosaicos de esta estación se realizaron durante el sitio de Leningrado, en la Segunda Guerra Mundial, cuando la ciudad estaba muriendo de hambre, por Vladímir Frólov. Al acabar estaba tan débil que murió pocos días después, apenas fue capaz de cargar los mosaicos para que los enviasen a Moscú.
Maiakóvskaia

Source: RIA Novosti/Román Galkin
La última estación de nuestro tour es Maiakóvskaia. Dushkin fue capaz de crear un palacio bajo tierra, que impresiona por su altura, luz y espacio. Es una obra maestra del estilo art-déco. El proyecto recibió en premio más importante en la Exposición Industrial Universal, celebrada en Nueva York en 1938 y todavía es considerada como una de las estaciones de metro más bellas del mundo.  El tema de los mosaicos es “un día en la vida de la Unión Soviética”, y en los motivos que se presentan aparecen la mañana el día y la noche una y otra vez.

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