La isla de Creta: es experimentar asombro todos los días
"Para vivir lejos de los
hombres, para no necesitar de ellos y todavía amarlos. Para tener las
estrellas del cielo, la tierra a la izquierda y el mar a la derecha y
para darse cuenta de repente de que en tu corazón, la vida ha logrado su
último milagro..."
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Pamil Visions PR
Jue, 8 May 2014 12:06 +0000
La costa y Lefka Ori (o montañas blancas) vistas desde la Fortaleza Veneciana de Heraklion. (Cortesía de Phil Butler
La costa y Lefka Ori (o montañas blancas) vistas desde la Fortaleza Veneciana de Heraklion. (Cortesía de Phil Butler
“¿Por qué a Creta, por qué tres
semanas?” preguntó un amigo a quien invité para que se uniera a un grupo que
planea ir a la isla de vacaciones. La respuesta se la dejo a la mejor sabiduría
literaria cretense, la de Nikos Kazantzakis, Zorba el griego:
"Para vivir lejos de los hombres, para no necesitar de ellos y todavía amarlos. Para tener las estrellas del cielo, la tierra a la izquierda y el mar a la derecha y para darse cuenta de repente de que en tu corazón, la vida ha logrado su último milagro: Se ha convertido en un cuento de hadas".
Para quienes vieron la adaptación cinematográfica de la novela protagonizada por Anthony Quinn, ¿quién podría olvidar la escena “¿enséñame a bailar?”? En cuanto a mi razón por visitar la tierra de los Minoicos, finalmente descubrí que era para enseñarme a bailar entre la naturaleza y vecinos amistosos de nuevo.
Creta es la isla más grande de Grecia. Hace tiempos fue el hogar de los Minoicos, una civilización primitiva de Europa de la de Era Bronce, y ahora es también la quinta isla más grande en el Mar Mediterráneo, la cual continua siendo un componente clave de la cultura, historia y economía de Grecia.
La isla es tan hermosa y con un paisaje tan diverso como se pudiera imaginar, las montañas cubiertas de nieve se encuentran con mares cristalinos y de color turquesa. Al este, los molinos de viento de Lasithi Plateau marcan un gran contraste con lugares como el Puerto Veneciano de Chaná. La imponente grandeza imaginada en el Palacio de Cnosos es etérea comparado con humildes sonrisas de los aldeanos, pero cada viaje debe empezar y terminar en algún lugar. Nuestro paseo empieza en Heraklion, la capital.
Un panorama del viejo puerto y faro de Chaniá. (Cortesía de Jay Thomas en JayFoto)
Creta perfecta: siempre disculpándose
¿Cuándo fue la última vez que un taxista se disculpara contigo por el mal tiempo en la ciudad? Mi esposa, mi hijo y yo llegamos a través del vuelo, Aegean Air con un feroz viento de cola que sacudía el avión. Al salir del avión, el olor familiar de aire salino era gratificante, sin embargo, parecía que hubiésemos traído un poco del viento frio de Alemania con nosotros. Y como descubriríamos después, es típico que un taxista, recepcionistas, dueños de los hoteles y de restaurantes se disculpasen cada vez que el clima de Creta no era el ideal.
A pesar de las demás disculpas de los ciudadanos por los lugares sucios, Heraklion es un laberinto de la vida cotidiana en Creta. Aquí, tiendas pintorescas trazan un paisaje peatonal, mientras que los hoteles elegantes sobresalen con vista a la Fortaleza Veneciana, logran expresar también la modernidad de la ciudad. Las estrechas calles hacen recordar a los europeos en los tiempos de carruajes. Los espacios donde coexisten restaurantes y museos traen a la mente el término “crisol de cultura”.
Nos pareció que el mundo antiguo, literalmente se integra con el nuevo, las boutique de Hugo Boss se encuentra al lado de los café donde las normas de comportamiento social son un cliché. La Iglesia de Ayios Titos, lleva el nombre del santo patrón de la isla, queda a la esquina de Starbucks. Fue hasta curioso que durante una cena entre amigos en Brillant Restaurant (Restaurante Brillante), ellos nos contaran que vieron a nuestro hijo de cinco, Paul Jules, asistir a misa. “Él parecía hechizado y reverente durante la ceremonia”, relataron. Efectivamente, Heraklion hace evocar una especie de reverencia religiosa y de otro tipo.
Partiendo de Heraklion y viajando al día siguiente hacia nuestra villa a las afueras de Chaniá, nos reunimos con mi mejor amigo del bachillerato que llegó al segundo día. Anticipando el viaje en carro hasta la costa, los cuatro no quedamos decepcionados en absoluto por los paisajes marinos y las montañas grandiosas que tiene Creta. Si describir a Heraklion fue difícil para este escritor, la descripción de gran Zorba “las estrellas del cielo, la tierra a la izquierda y el mar a la derecha” es mejor visto en persona que imaginado. Las Montañas Blancas y los eternos bosques de olivos a la izquierda están perfectamente enmarcados por una autopista al frente y por el azur del Mar de Creta a la derecha.
Recorrimos la pintoresca ciudad costera de Rethymno, después, hacia arriba y hacia abajo en la atractiva carretera. Cualquier foto instantánea de nosotros boquiabiertos hubiera revelado nuestro asombro. Pocos son los caminos que llevan por tan fascinante geografía moteado de civilización. Finalmente, 50 espectaculares vistas del paisaje marino, más tarde, llegamos a la verdadera Creta. Y de igual forma tan abruptamente como hicimos esta transición, así mismo la pequeña aldea de Metohi nos dio su bienvenida a casa.
Un hogar rural en Creta
Contacté a Dionysis y Georgia Karalaki, unas semanas antes por sus villas de piedra en las afueras de Platanias. Déjenme decir aquí, ninguna postal nos hubiera preparado para la vida rural de Creta, por la absoluta simplicidad y paz que se vive en ese lugar. Nuestros anfitriones nos recibieron con sonrisas amables y con el Raki tradicional (un licor fuerte y transparente hecho de uvas). Después supimos que hay botellas de esta delicia detrás de cada mostrador en la isla, y con ello, una sonrisa para cada visitante.
La villa de cuatrocientos años de antigüedad era encantadora y bien ubicada para nuestro grupo de 11 personas. Sobre la hospitalidad, todos en el grupo encontraron nuevos amigos entre la gente y la familia Karalaki. Por ejemplo, el patriarca de la aldea quien ha sido dueño de esas tierras por cuatro siglos, nos trajo huevos frescos y naranjas en varias ocasiones. De él sólo diré que tiene los ojos más amables que he conocido.
La carretera que corre por la parte norte de Creta es un camino costal muy parecido a la autopista 17 sur en la Florida, Estados Unidos. Viajamos desde Chaniá hacia el oeste, por Puerto Platanias y a Kissamos. Pasamos muchos restaurantes, tiendas, hoteles y villas playeras.
En el camino, encontramos una especie de prevaleciente “modo pueblerino” de hacer las cosas. Desde Heraklion, con 30.0000 habitantes hasta el pequeño pueblo de Gulediana en las montañas al sur de Rétino, la gente brilla como verdaderas joyas de Creta. Descubrimos algo conocido como “filoxenia” o literalmente, amor por el extranjero.
Filoxenia es la razón por la cual fuimos invitados 20 veces para almorzar o comer y nunca nos dejaron pagar. Es la razón por la que un dueño ocupado de una taberna le enseñó a Paul Jules cómo jugar pool. El amor por el extranjero es la razón por la cual Creta no desilusionó a ninguno en nuestro grupo, es la razón por la cual mi esposa y yo nos volveremos a casar en una iglesia pequeña de Gulediana este otoño, pero esa será otra historia sobre el encuentro con nuevos amigos. Es suficiente que sepas que todos los cretenses son así.
Un tiro de piedra y un mundo lejos
Un día nos reunimos con un socio y amigo nuestro de Creta en Rétino para almorzar. Este pueblo es otro de los puertos históricos y encantadores de la isla, y uno de los favoritos para mucha gente por su belleza y ubicación central. Hablando sobre Creta con un empresario local, Minas Liapakis, de Eye Wide Hotel Marketing, me quedé asombrado por los que reveló sobre la vida en la isla.
“tengo 38 años Phil, y todos los fines de semana intento ver algo nuevo e interesante de aquí, hasta el momento, las posibilidades no terminan”.
Para nuestro grupo de exploradores de Creta, tres semanas de turismo y la búsqueda de emoción, coincidió con el punto de vista de Mina adelante. Incluso, el distritito de Chaniá hacia el oeste, no puede entenderse plenamente en un mes o dos. Samaria Gorge al sur; el pico de la Montaña de Ida que permanece siempre nevado; el largo y serpenteante camino hasta la Playa de Elafanisi y su agua cristalina, estuvimos intimidados por todas las opciones.
Para entender mejor esta idea de asombro perpetuo en Creta, consideren primero nuestro aprieto: a menos de 3,2 kilómetros de nuestra villa, el árbol más antiguo del mundo de olivos aún sigue en pie, simbolizando las civilizaciones pasadas y la herencia agraria. Nuestro grupo habló sobre ir a verlo varias veces, pero nunca lo logramos por distraernos en otro paseo. En realidad, nuestras salidas diarias eran a veces tan divergentes y sorprendentes, casi no logro llegar al legendario Cnosos. Como nota aparte, esta era mi principal razón para visitar a Creta, ver en persona los lugares estudiados en mi juventud.
Una semana por esta isla de 241,4 kilómetros de larga es apenas un grano de arena en una de las playas conocidas a nivel mundial de esta isla. Un día en Chaniá se evapora. Dos semanas manejando por las montañas blancas evadiendo las cabras y ovejas no es suficiente para entender la vida montañera. Pero aunque sea imposible sólo echarle un vistazo a Creta, al mismo tiempo todo también queda al alcance de la mano y a la vez un mundo muy distinto al cual he vivido. Apoyándome sobre la filoxenia por un instante, es fácil sentir que los Minoicos dejaron algún hechizo aquí. Y al vivir esto, la isla entera parece un libro abierto.
Más que un lugar y un nombre
Finalmente llegué a Cnosos un día antes de nuestro regreso desde Heraklion a Frankfurt. Lo que me pareció interesante fue que Cnosos es realmente un pequeño suburbio de la ciudad. Se dice que su infraestructura es compleja, tan confusa e inspiradora, que era hasta incomprensible para los visitantes en la antigüedad. Al principio de la Era de Bronce, los viajeros no tenían ninguna referencia para comparar a Cnosos. ¡Hasta hoy en día no hay ningún lugar que sea así!.
Esto contribuyó a la leyenda del laberinto. Si consideramos que Grecia fue la madre patria de donde surgió la civilización occidental, entonces ¿dónde fue el lugar de nacimiento de Zeus? Como podrían los viajeros entender al hijo de Zeus y de Europa, Minos, o la legendaria Atlantis? Cuando nos enseñaron en el colegio de Daedalus y de su hijo Icarus, ¿cómo podríamos saber sobre Creta en sí? Como lo descubrí durante este viaje, la leyenda de este reino pacifico aún existe, hasta en las sombras.
Ningún escritor, no importa que tan predispuesto o talentoso sea, puede revelar efectivamente un mundo como el de Creta. Espero haber facilitado la imagen de Icarus con sus alas doradas derritiéndose en el caluroso, caluroso sol. O tal vez estas fotografías te dieron una pista sutil de cómo huelen las naranjas aquí. ¿Mencioné que creta tiene las naranjas más maravillosas que existen? Aunque parezca poética esta frase, la respuesta a la pregunta, “¿por qué a Creta, por qué tres semanas?” es:
"Para vivir lejos de los hombres, para no necesitar de ellos y todavía amarlos. Para tener las estrellas del cielo, la tierra a la izquierda y el mar a la derecha y para darse cuenta de repente de que en tu corazón, la vida ha logrado su último milagro: Se ha convertido en un cuento de hadas".
¿Quién soy yo para decir qué es en verdad sentirse como en casa? Todo lo que sé es que Creta fue nuestro hogar hace millones de años, y todavía se siente de esa manera. Tendrás que ir a visitarla para entenderlo.
Phil Butler es editor de Everything PR News, socio de la firma de relaciones públicas de la hospitalidad Pamil Visiones, y editor/colaborador de varios medios de comunicación incluyendo Travel News Daily, Epoch Times, y otros.
Ver galería de imágenes al costado
La Gran Época se publica en 35 países y en 21 idiomas.
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"Para vivir lejos de los hombres, para no necesitar de ellos y todavía amarlos. Para tener las estrellas del cielo, la tierra a la izquierda y el mar a la derecha y para darse cuenta de repente de que en tu corazón, la vida ha logrado su último milagro: Se ha convertido en un cuento de hadas".
Para quienes vieron la adaptación cinematográfica de la novela protagonizada por Anthony Quinn, ¿quién podría olvidar la escena “¿enséñame a bailar?”? En cuanto a mi razón por visitar la tierra de los Minoicos, finalmente descubrí que era para enseñarme a bailar entre la naturaleza y vecinos amistosos de nuevo.
Creta es la isla más grande de Grecia. Hace tiempos fue el hogar de los Minoicos, una civilización primitiva de Europa de la de Era Bronce, y ahora es también la quinta isla más grande en el Mar Mediterráneo, la cual continua siendo un componente clave de la cultura, historia y economía de Grecia.
La isla es tan hermosa y con un paisaje tan diverso como se pudiera imaginar, las montañas cubiertas de nieve se encuentran con mares cristalinos y de color turquesa. Al este, los molinos de viento de Lasithi Plateau marcan un gran contraste con lugares como el Puerto Veneciano de Chaná. La imponente grandeza imaginada en el Palacio de Cnosos es etérea comparado con humildes sonrisas de los aldeanos, pero cada viaje debe empezar y terminar en algún lugar. Nuestro paseo empieza en Heraklion, la capital.
Un panorama del viejo puerto y faro de Chaniá. (Cortesía de Jay Thomas en JayFoto)Creta perfecta: siempre disculpándose
¿Cuándo fue la última vez que un taxista se disculpara contigo por el mal tiempo en la ciudad? Mi esposa, mi hijo y yo llegamos a través del vuelo, Aegean Air con un feroz viento de cola que sacudía el avión. Al salir del avión, el olor familiar de aire salino era gratificante, sin embargo, parecía que hubiésemos traído un poco del viento frio de Alemania con nosotros. Y como descubriríamos después, es típico que un taxista, recepcionistas, dueños de los hoteles y de restaurantes se disculpasen cada vez que el clima de Creta no era el ideal.
A pesar de las demás disculpas de los ciudadanos por los lugares sucios, Heraklion es un laberinto de la vida cotidiana en Creta. Aquí, tiendas pintorescas trazan un paisaje peatonal, mientras que los hoteles elegantes sobresalen con vista a la Fortaleza Veneciana, logran expresar también la modernidad de la ciudad. Las estrechas calles hacen recordar a los europeos en los tiempos de carruajes. Los espacios donde coexisten restaurantes y museos traen a la mente el término “crisol de cultura”.
Nos pareció que el mundo antiguo, literalmente se integra con el nuevo, las boutique de Hugo Boss se encuentra al lado de los café donde las normas de comportamiento social son un cliché. La Iglesia de Ayios Titos, lleva el nombre del santo patrón de la isla, queda a la esquina de Starbucks. Fue hasta curioso que durante una cena entre amigos en Brillant Restaurant (Restaurante Brillante), ellos nos contaran que vieron a nuestro hijo de cinco, Paul Jules, asistir a misa. “Él parecía hechizado y reverente durante la ceremonia”, relataron. Efectivamente, Heraklion hace evocar una especie de reverencia religiosa y de otro tipo.
Partiendo de Heraklion y viajando al día siguiente hacia nuestra villa a las afueras de Chaniá, nos reunimos con mi mejor amigo del bachillerato que llegó al segundo día. Anticipando el viaje en carro hasta la costa, los cuatro no quedamos decepcionados en absoluto por los paisajes marinos y las montañas grandiosas que tiene Creta. Si describir a Heraklion fue difícil para este escritor, la descripción de gran Zorba “las estrellas del cielo, la tierra a la izquierda y el mar a la derecha” es mejor visto en persona que imaginado. Las Montañas Blancas y los eternos bosques de olivos a la izquierda están perfectamente enmarcados por una autopista al frente y por el azur del Mar de Creta a la derecha.
Recorrimos la pintoresca ciudad costera de Rethymno, después, hacia arriba y hacia abajo en la atractiva carretera. Cualquier foto instantánea de nosotros boquiabiertos hubiera revelado nuestro asombro. Pocos son los caminos que llevan por tan fascinante geografía moteado de civilización. Finalmente, 50 espectaculares vistas del paisaje marino, más tarde, llegamos a la verdadera Creta. Y de igual forma tan abruptamente como hicimos esta transición, así mismo la pequeña aldea de Metohi nos dio su bienvenida a casa.
Un hogar rural en Creta
Contacté a Dionysis y Georgia Karalaki, unas semanas antes por sus villas de piedra en las afueras de Platanias. Déjenme decir aquí, ninguna postal nos hubiera preparado para la vida rural de Creta, por la absoluta simplicidad y paz que se vive en ese lugar. Nuestros anfitriones nos recibieron con sonrisas amables y con el Raki tradicional (un licor fuerte y transparente hecho de uvas). Después supimos que hay botellas de esta delicia detrás de cada mostrador en la isla, y con ello, una sonrisa para cada visitante.
La villa de cuatrocientos años de antigüedad era encantadora y bien ubicada para nuestro grupo de 11 personas. Sobre la hospitalidad, todos en el grupo encontraron nuevos amigos entre la gente y la familia Karalaki. Por ejemplo, el patriarca de la aldea quien ha sido dueño de esas tierras por cuatro siglos, nos trajo huevos frescos y naranjas en varias ocasiones. De él sólo diré que tiene los ojos más amables que he conocido.
La carretera que corre por la parte norte de Creta es un camino costal muy parecido a la autopista 17 sur en la Florida, Estados Unidos. Viajamos desde Chaniá hacia el oeste, por Puerto Platanias y a Kissamos. Pasamos muchos restaurantes, tiendas, hoteles y villas playeras.
En el camino, encontramos una especie de prevaleciente “modo pueblerino” de hacer las cosas. Desde Heraklion, con 30.0000 habitantes hasta el pequeño pueblo de Gulediana en las montañas al sur de Rétino, la gente brilla como verdaderas joyas de Creta. Descubrimos algo conocido como “filoxenia” o literalmente, amor por el extranjero.
Filoxenia es la razón por la cual fuimos invitados 20 veces para almorzar o comer y nunca nos dejaron pagar. Es la razón por la que un dueño ocupado de una taberna le enseñó a Paul Jules cómo jugar pool. El amor por el extranjero es la razón por la cual Creta no desilusionó a ninguno en nuestro grupo, es la razón por la cual mi esposa y yo nos volveremos a casar en una iglesia pequeña de Gulediana este otoño, pero esa será otra historia sobre el encuentro con nuevos amigos. Es suficiente que sepas que todos los cretenses son así.
Un tiro de piedra y un mundo lejos
Un día nos reunimos con un socio y amigo nuestro de Creta en Rétino para almorzar. Este pueblo es otro de los puertos históricos y encantadores de la isla, y uno de los favoritos para mucha gente por su belleza y ubicación central. Hablando sobre Creta con un empresario local, Minas Liapakis, de Eye Wide Hotel Marketing, me quedé asombrado por los que reveló sobre la vida en la isla.
“tengo 38 años Phil, y todos los fines de semana intento ver algo nuevo e interesante de aquí, hasta el momento, las posibilidades no terminan”.
Para nuestro grupo de exploradores de Creta, tres semanas de turismo y la búsqueda de emoción, coincidió con el punto de vista de Mina adelante. Incluso, el distritito de Chaniá hacia el oeste, no puede entenderse plenamente en un mes o dos. Samaria Gorge al sur; el pico de la Montaña de Ida que permanece siempre nevado; el largo y serpenteante camino hasta la Playa de Elafanisi y su agua cristalina, estuvimos intimidados por todas las opciones.
Para entender mejor esta idea de asombro perpetuo en Creta, consideren primero nuestro aprieto: a menos de 3,2 kilómetros de nuestra villa, el árbol más antiguo del mundo de olivos aún sigue en pie, simbolizando las civilizaciones pasadas y la herencia agraria. Nuestro grupo habló sobre ir a verlo varias veces, pero nunca lo logramos por distraernos en otro paseo. En realidad, nuestras salidas diarias eran a veces tan divergentes y sorprendentes, casi no logro llegar al legendario Cnosos. Como nota aparte, esta era mi principal razón para visitar a Creta, ver en persona los lugares estudiados en mi juventud.
Una semana por esta isla de 241,4 kilómetros de larga es apenas un grano de arena en una de las playas conocidas a nivel mundial de esta isla. Un día en Chaniá se evapora. Dos semanas manejando por las montañas blancas evadiendo las cabras y ovejas no es suficiente para entender la vida montañera. Pero aunque sea imposible sólo echarle un vistazo a Creta, al mismo tiempo todo también queda al alcance de la mano y a la vez un mundo muy distinto al cual he vivido. Apoyándome sobre la filoxenia por un instante, es fácil sentir que los Minoicos dejaron algún hechizo aquí. Y al vivir esto, la isla entera parece un libro abierto.
Más que un lugar y un nombre
Finalmente llegué a Cnosos un día antes de nuestro regreso desde Heraklion a Frankfurt. Lo que me pareció interesante fue que Cnosos es realmente un pequeño suburbio de la ciudad. Se dice que su infraestructura es compleja, tan confusa e inspiradora, que era hasta incomprensible para los visitantes en la antigüedad. Al principio de la Era de Bronce, los viajeros no tenían ninguna referencia para comparar a Cnosos. ¡Hasta hoy en día no hay ningún lugar que sea así!.
Esto contribuyó a la leyenda del laberinto. Si consideramos que Grecia fue la madre patria de donde surgió la civilización occidental, entonces ¿dónde fue el lugar de nacimiento de Zeus? Como podrían los viajeros entender al hijo de Zeus y de Europa, Minos, o la legendaria Atlantis? Cuando nos enseñaron en el colegio de Daedalus y de su hijo Icarus, ¿cómo podríamos saber sobre Creta en sí? Como lo descubrí durante este viaje, la leyenda de este reino pacifico aún existe, hasta en las sombras.
Ningún escritor, no importa que tan predispuesto o talentoso sea, puede revelar efectivamente un mundo como el de Creta. Espero haber facilitado la imagen de Icarus con sus alas doradas derritiéndose en el caluroso, caluroso sol. O tal vez estas fotografías te dieron una pista sutil de cómo huelen las naranjas aquí. ¿Mencioné que creta tiene las naranjas más maravillosas que existen? Aunque parezca poética esta frase, la respuesta a la pregunta, “¿por qué a Creta, por qué tres semanas?” es:
"Para vivir lejos de los hombres, para no necesitar de ellos y todavía amarlos. Para tener las estrellas del cielo, la tierra a la izquierda y el mar a la derecha y para darse cuenta de repente de que en tu corazón, la vida ha logrado su último milagro: Se ha convertido en un cuento de hadas".
¿Quién soy yo para decir qué es en verdad sentirse como en casa? Todo lo que sé es que Creta fue nuestro hogar hace millones de años, y todavía se siente de esa manera. Tendrás que ir a visitarla para entenderlo.
Phil Butler es editor de Everything PR News, socio de la firma de relaciones públicas de la hospitalidad Pamil Visiones, y editor/colaborador de varios medios de comunicación incluyendo Travel News Daily, Epoch Times, y otros.
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