domingo, 18 de enero de 2015

Energía en Cuba: iniciativa local y gestión no estatal para fuentes renovables

Energía en Cuba: iniciativa local y gestión no estatal para fuentes renovables

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La deuda ecológica que dejamos a las futuras generaciones que habitarán el planeta está rozando el límite de lo irreversible… y avanza. En muy poco tiempo, nadie podrá decir que no lo sabía. Solo que, mientras la factura ambiental y económica del petróleo aumenta, hay algunos que se atreven a soñar, y apuestan, por ejemplo, por conseguir la totalidad de la generación energética de Cuba a partir de Fuentes Renovables de Energías (FRE).
“Al final, tendremos que cambiar la matriz energética no del país, sino del mundo”, dice Juan G. Morales de la Lastra, abogado de formación, y también el futuro presidente de la primera cooperativa de producción energética basada en FRE de la Isla: “No vamos a ser la solución a los grandes problemas de Cuba, pero podemos ser la solución de 15, 20 o 100 mil pequeños problemas”.
La iniciativa nace en un país que, según informó Alfredo López Valdés, Ministro de Energía y Minas (MINEM), importa el 53 por ciento del combustible que necesita, el 96 por ciento de su generación de electricidad depende del petróleo y solo un 4,3 por ciento se produce a partir de FRE. Es decir, un país necesitado de alternativas que, como se ha dicho, no solo promuevan la diversificación de una matriz energética hoy basada en combustibles fósiles, sino que resulten verdaderamente sustentables, tanto económica como medioambientalmente.
La política de subsidio de la Isla en este sector no ha solucionado las disparidades en cuanto a la demanda y disponibilidad de combustibles. Por el contrario, continúa generando gastos al presupuesto estatal, y en el proceso de distribución se producen cuantiosas pérdidas.
Marino Murillo, vicepresidente del Consejo de Ministros, en la más reciente sesión plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) explicó que una sola familia en Cuba consume como promedio 180 kWh al mes, por los que paga 36 CUP ($1.4 CUC), pero el proceso de generación y distribución es seis veces más costoso para el país. En Cuba el mayor consumo de electricidad se concentra en el sector residencial, con el 54,5 por ciento del total.
Cuba produce anualmente 4 millones de toneladas de petróleo, con el que se genera más del 80 por ciento de la electricidad en el país.
Muchos especialistas coinciden en que al menos una parte del futuro energético de Cuba se puede asentar en la generación eléctrica mediante formas de gestión descentralizadas, cooperadas y desde la iniciativa local.

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¿Cooperativa de producción energética?

La nueva cooperativa propone la producción de energía basada en FRE y ofrecer los servicios especializados asociados a la actividad, pensados “para mí y para quienes los quieran recibir; tanto conectados a la red, como de manera aislada (personales o colectivos). Y siempre habrá un excedente energético que podemos vender, como una prestación, a la red nacional o a cualquier vecino que lo desee”, expone su presidente, Juan G. Morales.
“Nosotros podemos reducir el consumo de petróleo de un auto hasta un 40 por ciento, o quitarte el petróleo de arriba por completo. Pero si voy a una empresa cualquiera y le digo al que maneja la guaguita que le voy a instalar un aparato que le va a quitar la dependencia del petróleo, me mata, porque ahí también hay un negocio, porque esas normas de consumo también se alteran y producen ganancias”, ejemplifica Juan Morales.
“En enero de 2012, cuando presentamos el proyecto, hablar de energía renovable era una locura, porque había muchas cosas que no estaban definidas”, explica Morales. “Petróleo es poder, existe un esquema ya prehecho y nosotros nos estamos metiendo en ese esquema a dar soluciones diferentes”.
Según su lógica, desde el punto de vista legal no se previó que el tema de las cooperativas alcanzara tanto auge. “La realidad prevista ha sido desbordada”, comenta. Y añade que, debido a tanta iniciativa y creatividad expresadas en este tipo de asociación económica, las regulaciones deben irse modificando con el tiempo.
Desde el MINEM se ve de modo positivo la creación de este tipo de cooperativas “para trabajar, sobre todo, en el mantenimiento y el montaje de todo el equipamiento [que se prevé instalar], pero a nivel local”, según comenta Rosell Guerra Campaña, director de Energías Renovables de ese Ministerio, quien ha dirigido empresas eléctricas durante la mayor parte de su carrera.
No existe norma alguna que niegue la producción misma de energía a estos nuevos actores económicos. “Es cierto que hay una voluntad de cambio —continúa Juan G. Morales—. Pero no tenemos que sentarnos a esperar a que alguien nos diga lo que hay que hacer, porque de ese modo la cooperativa no estuviera ni presentada. Si lo que yo presento se apega a la política aprobada, hay que hacerlo cumplir”.
En esa dimensión legal, también las FRE habían padecido hasta el momento de la ausencia de una norma jurídica específica que promueva y ampare su desarrollo.
Para Alejandro Montesinos, director de la Editorial CUBASOLAR y de la revista Energía y tú, la estructura energética en Cuba, “donde se privilegia la combustión de hidrocarburos, se sostiene por legislaciones que no especifican el papel de las FRE. (…) Un audaz marco regulador (…), con ‘sentido del momento histórico’, actuaría como vaso comunicante entre las inversiones foráneas y los presupuestos estatales.
Por otro lado, sin una ley que apoye política y financieramente el desarrollo y la participación de las FRE, como sucede en muchos países latinoamericanos, estas “seguirán en desventaja y en condiciones de inferioridad por efecto de las distorsiones en el mercado del petróleo y la electricidad en el ámbito mundial”.
ENERGÍA REVOVABLE
Países que en América Latina han incorporado regulaciones dirigidas a incentivar el desarrollo de las Fuentes Renovables de Energía (FRE) 
- México 
- República Dominicana 
- Nicaragua 
- Costa Rica 
- Panama 
- Colombia 
- Ecuador 
- Perú 
- Brasil 
- Uruguay 
- Argentina 
- Chile 
Fuente: "Leyes para las energías renovables en América Latina y el Caribe". Conrado Moreno Figueredo, Doctor en Ciencias Técnicas y Profesor Titular del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables (CETER), La Habana, Cuba.
Así opina Conrado Moreno, Profesor Titular del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables (CETER) y miembro de la Academia de Ciencias de Cuba.
Entre otras causas, las FRE no han tenido un papel protagónico en la Isla porque solo hasta ahora se aprobó el “Programa para la utilización y el desarrollo perspectivo de las Fuentes Renovables de Energía y uso eficiente de la energía para el período 2013-2030”.
Como también se informó en la sesión plenaria de ANPP, actualmente se trabaja en la legislación relacionada con el tema. Esta regulación, según la opinión de algunos especialistas, debería incluir planteamientos que prioricen y “premien” la utilización de FRE con una política crediticia y de impuestos flexible.
Algunas acciones para promover el uso de las FRE
PROPUESTA DEL GREENPEACE INTERNATIONAL
• Retirar progresivamente todos los subsidios a los combustibles fósiles y a la energía nuclear, e interiorizar los costos externos.
• Establecer objetivos de cumplimiento obligatorio para las FRE.
• Proveer de beneficios definidos y estables a los inversionistas.
• Dar acceso a la red, garantizado y prioritario, para los generadores de energía que usen fuentes renovables.
• Elaborar una normativa estricta de eficiencia para el consumo energético de todos los equipos electrodomésticos, edificios y vehículos.
• Crear estrategias de transporte sustentable, a fin de reducir el uso del automóvil individual, promover el transporte colectivo y la movilidad no motorizada.
Fuente: “Leyes para las energías renovables en América Latina y el Caribe”. Conrado Moreno. Texto publicado en CUBASOLAR.
“Nuestra matriz tiene dos grandes problemas: uno, que es muy caro generar el kWh de electricidad en Cuba [0,21 CUC/kWh]; y dos, que es dependiente del petróleo (…). Por eso el Consejo de Ministros aprobó una política”, afirmó Marino Murillo durante los primeros días de julio. Ese Programa, “en su concepción integral, prevé el aprovechamiento de todas las fuentes posibles”, aseguró Rosell Guerra en el MINEM.
El empeño de Juan G. Morales y otros nueve cooperativistas resulta más válido que nunca en el actual contexto socioeconómico del país. “Estoy convencido de que la máxima dirección del país quiere hacer cambios. Hay una nueva situación económica en Cuba, otras posibilidades de hacer cosas. Y el tema de la energía es futuro, por eso me entusiasma”, apunta el abogado.

Fuente: Rosell Guerra Campaña, director de Energías Renovables del MINEM.

Enfoque a la localidad

Son muchos los argumentos que durante años se han esgrimido contra el uso de las FRE, especialmente por el costo de la tecnología de explotación. Pero en el mundo —expone Conrado Moreno— la participación de estas innovaciones crece en un 20 por ciento anual. Y en Cuba, el nuevo Programa traza las acciones y caminos para lograr que en los próximos 15 años la participación de las FRE en la generación energética del país aumente de 4,3 a 24 por ciento.
Aunque se proyecta el aumento de la participación de las FRE, la disminución del uso de combustibles fósiles es aún baja en relación al período de tiempo, pues también se espera un posible crecimiento de la demanda energética del país en los próximos años, sobre todo a partir de nuevos proyectos económicos incentivados por la flamante Ley de Inversión Extranjera.

Fuente: Exposición de Vicepresidente de Consejo de Ministros, Marino Murillo. Sesión Plenaria de Asamblea Nacional del Poder Popular. Julio de 2014.
No obstante la “estabilidad” que se prevé para el futuro consumo de combustibles fósiles, Cuba ya ha firmado contratos con Rusia para la construcción de cuatro aerogeneradores en la ZEDEM, los cuales podrán asegurar la energía de esa nueva zona industrial e incluso abastecer con las cantidades restantes a la red nacional. En palabras de Rosell Guerra, el concepto vigente al respecto es “promover la inversión extranjera con una escala de incentivos gradualmente ascendente, en función de su contribución y los beneficios que aporte al país”.
El crédito ruso de este acuerdo asciende a 1 600 millones de dólares, pero la diversificación de la matriz energética de Cuba está estimada en unos 10 000 millones de financiamiento externo.
Es cierto que las tecnologías para la construcción de grandes parques eólicos o fotovoltáicos son costosas, aunque se han abaratado en los últimos años. Pero el costo real de generación a partir de fuentes no renovables, solo por concepto de perjuicios al medio ambiente y a la vida humana, es muy superior al que se ha estimado.

Fuente: “Energía solar: la energía del pasado, el presente y el futuro”. Luis Bérriz, Presidente de CUBASOLAR. Texto publicado en Energía y Tú.
Por otro lado, el país no puede permitirse cambiar un esquema de dependencia por otro, lo cual atenta directamente contra la autonomía económica y la soberanía nacional. “También hay gente que quiere venir al Mariel y hacer pequeños aerogeneradores, y ahí es donde veo el futuro de Cuba, porque si se pone esos aparatos en las casas, te aseguro que cualquier cubano lo repara”, ejemplifica Morales.
Son muchas las alternativas que se pueden concebir desde las localidades y la iniciativa individual; los ejemplos sobran. Y las oportunidades podrán multiplicarse cuando las personas naturales puedan acceder a las tecnologías con las facilidades crediticias acordes. Según Rosell, esta propuesta está siendo analizada.
Por ahora, el proyecto de la primera cooperativa en el país dedicada a la producción y distribución de energía se circunscribe al ámbito local, “sin ánimo de protagonismo —anota Juan G. Morales—. Hacer, hacer y hacer. Con un sentido primero que todo económico, en pro de nuestros familiares y de mis cooperativistas, que son parte de mi patria”.
Experiencia mínima sobre las FRE

La escasa práctica de los gobiernos municipales en incentivar iniciativas y proyectos que beneficien de modo directo a la comunidad es uno de los mayores obstáculos para el desarrollo de las FRE a nivel local. La experiencia piloto de aplicación de FRE en diferentes ámbitos productivos y domésticos del Consejo Popular de Pedro Pi (San José de las Lajas) muestra que el impulso de nuevas alternativas para producir energía desde los barrios no solo es posible sino beneficioso.
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